¡Buenos días a todos! O tardes. O… Eh… ¡Buenas! Veamos, esta entrada va a intentar ser breve. Sólo quiero contaros cómo van a estar escritas mis críticas, apartados y demás, y poner el acento sobre un par de puntillos.
Primero quiero dejar clara una cosa: yo no escribo reseñas, escribo críticas. Las cosas hay que llamarlas por su nombre. En las reseñas la gente opina sobre libros y películas. En mis críticas lo que yo hago es analizar los elementos narrativos y evaluar la calidad literaria de la obra en base a ellos. Evidentemente, también voy opinando sobre algunas cosillas por ahí mezcladas (esto es un blog, no un informe para una editorial, tengo que reírme), pero en general os va a ser muy sencillo distinguir cuándo estoy opinando y cuándo no: si digo que me cae mal un personaje, eso es una opinión; si digo que un personaje no está bien construido, eso no es una opinión, es un hecho (discutible o no, pero un hecho, al fin y al cabo). Si eres altamente susceptible y/o no sabes discutir (y discurrir) como una persona medianamente inteligente y civilizada, quizá no deberías leerme. ¡Tú mismo!
Ahora, con respecto al contenido propiamente hablando. Como tampoco me puede ocupar cada entrada quinientas páginas, busco ser breve y seleccionar solo unos pocos elementos concretos que analizar, pero intentando al mismo tiempo «cubrir todos los frentes». Los elementos en los que normalmente me centraré son los siguientes:
-Trama.
-Núcleo (también llamado argumento).
-Voz narrativa (y autoridad emocional/racional de la misma).
-Personajes (objetivos y cambio).
-Prosa (extensión, ortotipografía, semántica, justificación de escenas, selección de elementos…).
Al final de la crítica añadiré también una sección con curiosidades, meteduras de patas y (si los hay) aciertos de la obra. La risa es sana, ¡disfrutadla!
Por último «calificaré» las obras atendiendo a tres parámetros. Las notas numéricas que tanto proliferan en los blogs es algo con lo que me desternillo, así que mi método incluirá:
-Chichómetro: la tan alabada «chicha» de las novelas, el algo de la literatura. Sí, sí, estoy segura de que todos sabéis de qué hablo: ese algo que hace especial a una novela a pesar de que nadie sabe qué es, y a pesar de todos los fallos sí observables y mesurables que puedan plagar la historia. Ese algo.
-Potabilidad: todas las novelas son potables, en un sentido o en otro.
-Carcajadas: puntuación sobre diez para medir el nivel de decibelios de mi risa durante la lectura.
En fin, por último solo decir que… lo creáis o no, estas críticas se hacen con mucho buen humor y sin ánimo de ofender ni a escritores ni a lectores. De los fallos hay que saber reírse a mandíbula batiente. Creo que es la manera más divertida de aprender =D
Fdo. O.
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