Y aquí estoy yo otra vez, con la segunda parte de nuestras amigas las comas. Estoy segura de que no las echabais mucho de menos.
La verdad es que las reglas para las comas son un auténtico rollo repollo. Vamos, por lo menos yo les tengo bastante tirria: hay demasiados casos a contemplar, creo que no resulta muy práctico para la divulgación. El artículo dedicado a la coma en la Ortografía 2010, sin ir más lejos, a mí me ha llevado tres horas de lectura [no, no estoy exagerando. Tres horas. Bien es cierto que yo hago lecturas muy exhaustivas, pero siguen siendo tres horas].
Personalmente, me caen mucho mejor otros signos: los puntos, por ejemplo, y el punto y coma, aunque no lo creáis.
Pero bueno, mejor no enrollarme, ¿no?
Así que... ¿tú también quieres ser escritor?
Pues sigue leyendo.
viernes, 31 de julio de 2015
viernes, 24 de julio de 2015
Los Innombrables (14)
¡Volvemos a la carga! Décimo cuarta entrega de Los Innombrables.
Sólo son catorce y ya se me hacen como cuatrocientas. Ya quisierais vosotros, ¿verdad? Bueno: todo se andará.
Por lo pronto, vengo con esta entrada, que va a estar dedicada a un único libro. No es que esta obra de arte merezca una entrada particular, pero últimamente llevo un ritmo de lectura para el blog tan lento que puede pasar un tiempo hasta que encuentre una pareja para esta joyita. Así pues, prefiero ponerla ahora.
Hoy no estaba muy inspirada, pero espero que lo disfrutéis.
Sólo son catorce y ya se me hacen como cuatrocientas. Ya quisierais vosotros, ¿verdad? Bueno: todo se andará.
Por lo pronto, vengo con esta entrada, que va a estar dedicada a un único libro. No es que esta obra de arte merezca una entrada particular, pero últimamente llevo un ritmo de lectura para el blog tan lento que puede pasar un tiempo hasta que encuentre una pareja para esta joyita. Así pues, prefiero ponerla ahora.
Hoy no estaba muy inspirada, pero espero que lo disfrutéis.
jueves, 9 de julio de 2015
Vigilante nocturno, de Melisa S. Ramonda
Título: Vigilante nocturno
Autora: Melisa S. Ramonda
«Hoy Willhemina Bancroft cumplió veinticinco años. Hoy, se enteró de que su padre, su único familiar viviente, murió. En este mismo día, Mina se convirtió en la heredera de un título nobiliario que nunca supo que su familia tuviera y una enorme mansión de la que jamás había oído hablar.
Está a punto de heredar, también, una responsabilidad que nadie quiere.
El Castillo Bancroft no es una mansión ordinaria. Por cientos de años, la familia de su padre ha custodiado un secreto infernal capaz de llevar a sus ocupantes a la locura. Encerrada en las gruesas paredes de piedra habita una fuerza sobrenatural más allá de la comprensión del Hombre, que una organización en particular codicia y desea destruir (o tal vez, controlar).
Hasta el regreso de su heredera, sólo una cosa se interpone entre los dos mundos: Leyra, el Vigilante. Uno de los muchos demonios y horrores que habitan la mansión, un ser tan poderoso como enigmático que podría convertirse en el mayor aliado de Mina o en su peor enemigo. A partir de ahora, todo dependerá de ella y de su astucia para descubrir qué es la Llave Maestra, cómo controlarla y cómo protegerla de los enemigos que desean arrebatársela.
Y debe lograrlo antes de que la mansión consuma a Leyra por completo.
El Castillo debe permanecer en pie, o todo lo demás caerá.»
[como podéis comprobar, hace mucho que tengo escrita esta crítica]. Y de pronto mis instintos homicidas se han disparado. Lo cual es una pena (y un desperdicio), porque esta novela de la que vengo a hablaros tampoco es que se merezca un destripe especialmente sangriento. Pero en fin, voy a ver cómo lo gestiono.
En todo caso, ya os aviso de que esto va a ser tirando a corto. No me parece que haya gran cosa que resaltar de esta obra, ni para bien ni para mal.
Bien, pues esta fue una recomendación de un anónimo que quiere ser identificado bajo el pseudónimo de Hamlet. Podéis ir a quejaros a él (¿a ella? [¿ello?]), si es que se deja encontrar, claro.
No mucho que decir de la sinopsis, en realidad. A excepción de las dos últimas frases, que son mentira, la sinopsis es fiel a la trama, tiene algunos fallitos, pero no está excesivamente mal redactada, y más o menos se las ingenia para crear una expectación de carácter moderado. Oye, pues ¿por qué no?
¿La trama? Pues lo ya dicho por la sinopsis: chica joven que, de la noche a la mañana, se convierte en heredera de una gran fortuna y descubre que tiene un castillo y un título nobiliario. En su favor diré que no es un Princesa por Sorpresa, en el sentido de que nos ahorramos toda la ñoñería esa de aprender modales y cosas para estar a la altura del título. A ella le dan un castillo y mazo de pasta y, por lo demás, la niña sigue con su vida y su trabajo (salve las responsabilidades especiales que vienen ligadas al secreto familiar relacionado con el castillo). Personalmente, me ha parecido una lectura amena. Hay malos e intrigas de por medio y demonios y peleas y esas cosas que dan como emoción y la sal a la vida.
Autora: Melisa S. Ramonda
«Hoy Willhemina Bancroft cumplió veinticinco años. Hoy, se enteró de que su padre, su único familiar viviente, murió. En este mismo día, Mina se convirtió en la heredera de un título nobiliario que nunca supo que su familia tuviera y una enorme mansión de la que jamás había oído hablar.
Está a punto de heredar, también, una responsabilidad que nadie quiere.
El Castillo Bancroft no es una mansión ordinaria. Por cientos de años, la familia de su padre ha custodiado un secreto infernal capaz de llevar a sus ocupantes a la locura. Encerrada en las gruesas paredes de piedra habita una fuerza sobrenatural más allá de la comprensión del Hombre, que una organización en particular codicia y desea destruir (o tal vez, controlar).
Hasta el regreso de su heredera, sólo una cosa se interpone entre los dos mundos: Leyra, el Vigilante. Uno de los muchos demonios y horrores que habitan la mansión, un ser tan poderoso como enigmático que podría convertirse en el mayor aliado de Mina o en su peor enemigo. A partir de ahora, todo dependerá de ella y de su astucia para descubrir qué es la Llave Maestra, cómo controlarla y cómo protegerla de los enemigos que desean arrebatársela.
Y debe lograrlo antes de que la mansión consuma a Leyra por completo.
El Castillo debe permanecer en pie, o todo lo demás caerá.»
[como podéis comprobar, hace mucho que tengo escrita esta crítica]. Y de pronto mis instintos homicidas se han disparado. Lo cual es una pena (y un desperdicio), porque esta novela de la que vengo a hablaros tampoco es que se merezca un destripe especialmente sangriento. Pero en fin, voy a ver cómo lo gestiono.
En todo caso, ya os aviso de que esto va a ser tirando a corto. No me parece que haya gran cosa que resaltar de esta obra, ni para bien ni para mal.
Bien, pues esta fue una recomendación de un anónimo que quiere ser identificado bajo el pseudónimo de Hamlet. Podéis ir a quejaros a él (¿a ella? [¿ello?]), si es que se deja encontrar, claro.
No mucho que decir de la sinopsis, en realidad. A excepción de las dos últimas frases, que son mentira, la sinopsis es fiel a la trama, tiene algunos fallitos, pero no está excesivamente mal redactada, y más o menos se las ingenia para crear una expectación de carácter moderado. Oye, pues ¿por qué no?
El concepto de Betty la fea os juro que me desquicia. |
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