Donde la literatura y la maldad se toman un té

lunes, 19 de octubre de 2015

Hablemos de sexo, o... mejor ahorrémonoslo (3)


Queridos hierbajos míos, he regresado.

Tercera entrada de esta sección. Y sigo tan gratamente sorprendida por la buena acogida que está teniendo todo esto. Me llena de felicidad y otros sentimientos suaves y peluditos de esos, ya sabéis, unicornios, arcoiris y otros habituales de la literatura juvenil [no, de ESOS no].

Está bien, ¿de qué curiosidad de índole sexual vengo a hablaros hoy?

Puntos suspensivos de rigor tope dramáticos…

De penes.

Sí. De penes. Estoy harta de leer libros en los que los personajes masculinos, más que tener pene, parecen venir equipados con su propia pitón entrenada por soviéticos colgando de la entrepierna, que podrían usar el rabo a lo constrictor de lo largo que lo tienen, y eso por no hablar del grosor (¡qué manía con contarnos que las acaloradas damiselas no pueden abarcar el ya mencionado miembro con las manos!).

El pene humano, hierbajos, tiene de media un diámetro de 4cm. (en erección) y una longitud de unos 15cm. Esto es la media, repito. Por supuesto que habrá gente que supere esas medidas (o que no llegue a ellas), pero vamos a ver si dejamos de describir burradas, porque es que a veces una tiene la sensación de haberse colado por error en una escena de tentacle sex.

Ahora bien, si estuviésemos hablando de caballos… El pene equino en erección alcanza los 90-95cm. ¿Queréis escribir sobre empalamientos sexuales? Considerad cambiar de género: la zoofilia erótica os irá como anillo al dedo.

También hay otros penes francamente curiosos en el mundo animal. El pene de algunos patos tiene forma de sacacorchos. Es una cosa amorfísima, y por lo visto les crece cada vez que violan a una pata (comportamiento encantador donde los haya). Con la cantidad de sexo no consentido que hay en literatura erótica [ejemellibrodejadeejem], quizá esta sea una explicación de cómo es posible que nos encontremos con esos tamaños de los que nos hablan las escritoras.

El pene de los felinos está cubierto de púas de queratina. Se cree que esto sirve para estimular la ovulación en la hembra (entre otras teorías). Y los felinos no son los únicos que tienen espinas en el pene: muchos mamíferos tienen el pene cubierto de espinas, el chimpancé entre ellos, y (curiosamente) también el pene humano las tenía (las perdió, por suerte para nosotras).

Hay penes para todos los gustos, la verdad. Hay un insecto que hace música con el pene: lo frota contra el abdomen, como los grillos frotan las patas, para producir sonido. El pene de los percebes puede medir 20 veces la longitud corporal del propio animal. Hay un tipo de peces que tienen el pene situado debajo de la cabeza (hay otro animal que lo tiene ¡dentro de la boca!). Los delfines utilizan el pene también como órgano sensorial (como un brazo extra, vaya, para palpar cosas [y hablando de delfines, son los únicos animales de los que se sabe que tienen sexo nasal]). Algunos pulpos dejan el pene en el interior del cuerpo de la hembra para que ella misma se dosifique el esperma (muy práctico). Hay especies hermafroditas en las que los animales hacen peleas de penes para ver quién fecunda a quien (como los caracoles). Los marsupiales tiene penes bifurcados (que coinciden con las dos vaginas de las hembras) y el pene de los equidnas tiene cuatro cabezas (eran unos bichos muy raros desde el principio, no sé de qué os sorprendéis).

Penes. ¡Penes everywhere! Hasta las hembras de las hienas tienen pseudopenes. Alucina, vecina.

Último dato curioso, este sobre penes humanos. ¿Sabíais que, por lo visto, la forma del pene humano tiene como propósito evolutivo arrastrar hacia fuera de la vagina el esperma de posibles competidores que hubiesen copulado anteriormente con la hembra? O esa es al menos una de las teorías.


Bueno, ya me callo y vuelvo al tema principal de la columna.


Está bien, queridos hierbajos. Hablemos de sexo.


Hola, mi nombre es Ortiga y soy asexual.

Y hoy, lunes 19 de octubre de 2015, comienza la Asexual Awareness Week (semana de la concienciación sobre asexualidad, traducido así muy de andar por casa). ¿A que no sabíais que eso existía? Yo tampoco. Me enteré el mes pasado [hoy en día hay día del orgullo de todo, por qué esto iba a ser diferente]. Aunque en general no soy especialmente partidaria de manifestaciones, días del orgullo y ese tipo de cosas, reconozco su utilidad; y la AAW tiene una relación directa con el propósito de esta columna, así que vengo a hablaros un poco de ello.

Voy a empezar por lo primero. ¿Qué es la AAW? Bueno, aparte de lo evidente, el propio término «asexualidad» es inclusivo y abarca todo el tramo del espectro que cae dentro, es decir: asexualidad, demisexualidad y gris-sexualidad, y se mete también en el saco esta semana al arromanticismo [aunque estrictamente hablando no sea parte del espectro sexual sino del romántico]. Así que la AAW es la semana dedicada a todo este muy variopinto, si bien bastante desconocido, colectivo.

Hoy en día hay cada vez más términos pululando por ahí, y entiendo que no todos tenéis por qué estar familiarizados con ellos, así que voy a aprovechar la oportunidad para explicar algunos conceptos. Personalmente, me parece que esta obsesión nomencladora (este afán taxonómico, que diría Cicuta) se está saliendo un tanto de padre. A veces tengo la sensación de que, principal pero no exclusivamente desde la comunidad asexual, se le quiere dar nombre específico a cada pequeña particularidad que se "descubre", y creo que a veces se nos olvida que todas esas pequeñas particularidades están también presentes en el espectro alosexual (y en el romántico, y en el de géneros, y etc., etc.) y hasta ahora nadie se había molestado tanto en irlas apuntando con el dedo una por una. No me parece que sea necesario buscarle un nombre al «yo solo me siento atraído por rubios escandinavos», pero bueno, allá cada cual con sus manías, supongo.

La cuestión es que voy a intentar hacéroslo fácil y voy a explicar aquí algunos conceptos que, si os da por leer sobre (a)sexualidad en internet os van a venir muy bien en cuanto a terminología. Eso sí: tened en mente que, ni soy una experta, ni os estoy dando definiciones «de manual». ¿Qué quiere decir esto? Que si algo os interesa, os recomiendo que investiguéis por vuestra cuenta, porque lo que yo hago aquí es un poco como de andar por casa, unas pocas pinceladas.

Dentro del espectro de la sexualidad:

Alosexual es la persona que experimenta atracción sexual, es el término que incluye a todas las posibles orientaciones que implican este tipo de atracción (las habituales: homosexualidad, bisexualidad, heterosexualidad; así como las de nueva nomenclatura: pansexualidad, sapiosexualidad…).

Pansexual es la persona que se puede sentir atraída por cualquier persona, independientemente de su género (o ausencia de él), solamente atendiendo a sus cualidades como persona.

Sapiosexual es la persona que considera que la inteligencia es la cualidad más (sexualmente) atractiva.

Asexual es la persona que no experimenta atracción sexual hacia ningún género. Pero este término también puede usarse en contraposición al término alosexual, por lo que incluiría la demisexualidad y la gris-sexualidad.

Saposexual :D
Demisexual es la persona que solo experimenta atracción sexual después de haber establecido un vínculo emocional con la otra persona.

Gris-sexual es la persona que experimenta atracción sexual con una frecuencia tan baja que no puede verse a sí misma como alosexual (puede suceder que se hayan encontrado una o dos veces en toda su vida con una persona que les pareciera sexualmente atractiva).

Después, al margen del espectro sexual, se encuentra el espectro romántico, que tendría básicamente las mismas categorías que el sexual: alorromántico, heterorromántico, birromántico, arromántico, demirromántico, gris-romántico… [He visto utilizado el término demirromántico, pero no tengo 100% claro cómo se supone que funciona: ¿sólo desarrollan atracción romántica si se sienten sexualmente atraídos por la otra persona?]

Así, igual que hay gente que se identifica como asexual romántica o arromántica, también puede darse el caso de que una persona sea homorromántica pero heterosexual (o cualquier otra combinación). En fin, ¿qué puedo decir? Somos más de siete mil millones de personas en este planeta: estoy segura de que, te pones a preguntar, y te encuentras de TODO. Como ya he dicho, personalmente me parece una pérdida de tiempo meterse demasiado hondo en cuestiones de nomenclatura: ¡las posibilidades son cuasi INFINITAS!

Por si a alguien le interesa saber algo más sobre arromanticismo en concreto, el sábado me llegó una notificación de The Thinking Asexual con una entrada que, si bien es demasiado acalorada para mi gusto (entiendo la frustración, pero no apruebo las formas) me parece que explica muy bien una realidad que a veces me desconcierta. Aquí os dejo el link.


Bueno, vuelvo a la AAW.

A principios de mes se puso en marcha un proyecto para recoger testimonios que me pareció interesante, así que os voy a dejar un link al canal del vídeo para que el que quiera le eche un ojo.

También os dejo este link. Aquí hay una tira-cómic que habla sobre asexualidad (algunas de esas imágenes ya las usé en mi entrada anterior de la sección). Esto se publicó con motivo de la AAW 2014, pero sigue estando a la orden del día, así que lo pongo.

Y quiero lanzaros un desafío, hierbajos. Siguiendo el espíritu de la AAW os invito a que, a lo largo de esta semana, encontréis el momento para hablarle de asexualidad al menos a una persona de vuestro entorno que creáis que no sabe nada sobre el tema. No estoy hablando de poner un twit para vuestros seguidores (aunque, por supuesto, eso también sería una ayuda), sino de tomaros el tiempo de hablar del tema con una persona a lo largo de estos siete días. Incluso, si la persona se muestra receptiva, podéis pedirle de mi parte que acepte también el desafío de hablarlo a su vez con otra persona.

Puede parecer una tontería, pero esa persona a la que vosotros le habléis de sexualidad es una persona menos a la que el día de mañana, si me la encontrase, tendría que andar explicándole (por millonésima vez) qué significa que soy asexual. A vosotros no os va a quitar mucho tiempo de vuestras vidas, porque es una única persona, pero esos granitos de arena para un asexual son acumulativos (tener esta conversación con 9 de cada 10 nuevas personas que te encuentras en la vida puede llegar a ser muy cansado). Yo os lo agradecería de corazón.


Y os dejo de regalo este link a un artículo que publicó El País este viernes pasado [el link me lo pasó Cardo, que es adorable  =)]. Por si a alguien le interesa.



Perfecto, termino pues respondiendo a más preguntas que se me han ido lanzando.

Un curioso preguntó:
«¿Cuáles son las cosas que consideras los "pecados capitales" de la erótica actual? Cosas que te hacen sangrar los ojos y cómo podrían cambiarse o evitarse.»

Diría que son las cosas de las que ya estoy hablando en estas entradas (y desperdigadas por algunas críticas): que la gente no sepa dónde está situado el himen, que los personajes masculinos tengan mangueras de jardín en lugar de penes, que las mujeres se conviertan en manantiales y haya que recoger lubricante a cubos tras el orgasmo [Zarza: sigamos con la terminología de Bricomanía. Si los hombres son mangueras, las mujeres son aspersores].

Diría que la mayoría de estas cosas podrían evitarse si los autores se molestasen en hacer un par de búsquedas rápidas en Google, en lugar de echarle tanta imaginación al asunto. Pero… qué sabré yo, ¿verdad? Soy asexual, eso sin duda significa que no tengo ni puta idea del tema.


La de la dispersión:
«¿Es cierto que la energía sexual puede transformarse en otras cosas, ser utilizada en otros aspectos de nuestra vida que nos interesan más, o es otro prejuicio y en realidad si las ganas no están es porque no surgen y ya?»

Mmm… depende de lo que estés preguntando en concreto (que no lo tengo claro). En el caso de los asexuales, las ganas simplemente no están, y ya (los hay que sí tiene ganas, pero por el acto en sí y las sensaciones físicas que despiertan, no por la otra persona). En el caso de las personas alosexuales, imagino que puede pasar (depende de la persona y de muchos factores). En el caso de las mujeres, por lo que he podido leer en charlas de sexólogos, la sexualidad tiene un fuerte componente psicológico, por lo que el estrés, la tristeza y otros estados emocionales pueden afectar significativamente a la receptividad sexual de la persona y a su deseo de actividad sexual. Al margen de eso, si hablamos de una persona alosexual que (por los motivos que sea) lleva X tiempo sin realizar actividades sexuales, puede que ese deseo sexual reprimido sea motivo de estrés, insatisfacción o malestar, o puede que realmente sean capaces de redirigir esa energía y emplearla en otros menesteres entre que esperan. La verdad es que no sabría darte otra respuesta: no soy sexóloga, solo es que me da por leer sobre el tema (y luego, dependiendo de a quién leas, te encuentras con que, donde uno dice A, el otro dice tu tía).



Contradictorio19 preguntó:
«¿Opinas que orientaciones sexuales como la zoofilia, la pedofilia o la necrofilia son enfermedades mentales?»

Tal y como está formulada la pregunta, veo que tú mismo no tienes claro si se trata de orientaciones sexuales o enfermedades mentales. No es por ser puntillosa [bueno, sí xD], es por señalar lo evidente.

Respondiendo a tu pregunta… opino que preguntas sobre un tema peliagudo. Por un lado (y la pedofilia CLARAMENTE no entra dentro de esta categoría) considero que en general no se deberían pasar juicios de valor demasiado categóricos en aquellos casos en los que nadie esté saliendo perjudicado (por aquello del «mientras la cabra lo disfrute»). Por otra parte, sin embargo, en los tres casos que planteas a mí me surge un pop-up gigante que grita «consentimiento» en resplandecientes letras de neón. ¿Qué clase de consentimiento puede dar un animal, por ejemplo? Un cadáver, ninguno, claro está. Dejando al margen el hecho de que me parecen comportamientos que carecen de lógica (no hay una finalidad reproductiva ni un objetivo de conexión emocional con el otro), para mí mantener relaciones sexuales con un compañero que no puede proporcionar consentimiento es una violación, incluso si no hay resistencia o perjuicio hacia la parte que lo sufre (porque le da igual, porque no lo entiende o porque ya ni siente ni padece). En mi cabeza, mantener relaciones sexuales con un animal es aproximadamente igual de malo que violar a un niño: un animal no puede consentir al acto sexual de la manera razonada en que lo hace un ser humano (adulto); pueden consentir, de una cierta manera, pero no es un consentimiento equilibrado, por lo que para mí sigue siendo una violación: en la mayoría de los casos, opino que es aprovecharse de un compañero que no se encuentra en igualdad de condiciones a la hora de analizar la situación, con el simple objetivo de la gratificación personal.



Y hasta aquí el artículo de hoy.

¿Tenéis dudas? ¿Sugerencias para la próxima entrada? Preguntad por esa boquita. Los que os atreváis.


Con amorr,

O.




Si queréis ver el resto de entradas agrupadas bajo este título, pulsad en la etiqueta «Ortiga habla de sexo».

Para el que le interese buscar información por su cuenta, os recomiendo AVEN y la AVENwiki [por desgracia, la cantidad y calidad de información ofrecida en inglés es muy superior a la ofrecida en español ahora mismo].

Os dejo también el enlace a este documental que ya puse por Twitter: (A)sexual.

6 comentarios :

  1. Cada vez me alegro más de no leer romántica ni nada que se le parezca. ¿En serio aparece por ahí una tipa vestida de época diciendo cosas como "¿sabéis qué? Estaba yo ahí con el conde metida en faena y no me daban las manos para agarrársela al pobre hombre". Dios... Eso sí, te compro la teoría del hombre-pato para justificar violaciones y pollones en la literatura romántica, erótica, juvenil chunga o whatever.

    Pasando a los temas serios, yo había visto lo de la semana hace unos días en la tele, y reconozco que me acordé de ti. Es de estas cosas que pasan a veces, que llevas veinticinco años de tu vida sin oír hablar de algo, la asexualidad en este caso, y de repente parece que lo encuentras en todas partes. Pero oye, mientras sea para concienciar, que aparezca más.

    He flipado un poco con todas las etiquetas que hay, la verdad. Yo tampoco soy partidario de encontrarle un nombre a cada mínima filia. Porque, de verdad, lo de sapiosexual me parece una tontada máxima, que lo de que te atraiga la inteligencia de alguien es algo que debería ser bastante universal, no sé... En fin, que también entiendo que habrá gente que pueda sentirse diferente o rara y que a veces necesita un término al que agarrarse para dejar de sentirse así, pero sinceramente creo que tenemos que relajarnos con las etiquetas, que como sigamos creándolas a este ritmo...

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  2. Gran artículo, aunque las patas son las grandes feministas del reino animal:

    La forma de la vagina de la hembra de pato es una barrera física que impide al macho lanzar su pene balístico en toda su extensión. No va a impedir a un pato eyacular (y aquellos en los ensayos de Brennan, siempre lo hacían), pero limita hasta qué punto el semen es depositado a lo largo de la vagina. No todos los machos son perjudicados con la misma intensidad por estas defensas. Aquellos en los que la hembra está realmente interesada lo tienen más fácil, ya que la hembra mantendrá su cuerpo y las plumas de la cola en una posición elevada. Además contrae en repetidas ocasiones las paredes de su vagina, relajándolas durante el tiempo suficiente para que los pretendientes que le interesen logren la penetración total.

    Los machos que tratan de forzar sus penes dentro de ella no reciben esa ayuda y tienen que hacer frente a una lucha vigorosa. La hembra no es capaz de resistir a estos avances, pero su vagina le da el control final sobre dónde termina el esperma de su pareja actual. El hecho de que sólo el 3% de las crías de pato nacen de apareamientos forzados sugiere que las hembras son de hecho las ganadoras en esta batalla de los sexos.

    Así que de violadas nada :P


    El resto genial. Una que es bióloga y se pica jajajaja.

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  3. La ultima pregunta me ha parecido una falta de respeto. Puede que sea una mal pensada pero creo que ha querido comparar a las relaciones LGTB+ con violaciones. O quizás solo sea ignorante en el sentido mas inocente de la palabra.
    Muy interesante y didáctica la entrada.

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  4. Yo creo que no merece la pena leer demasiado entre líneas. Si la persona tenía algún tipo de intención oculta tras la pregunta, eso es problema exclusivamente suyo. Yo me limito a contestar la pregunta en sí.

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  5. Soy yo o todos los términos suenan a habitantes de la Galia?

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  6. Holaa

    Yo le hablé de la asexualidad a mis amigas ya cuando leí tu primera entrada. Lo cierto es que no tenía ni idea de que los asexuales existían realmente, porque en mi entorno el término siempre se había usado como una broma o incluso de forma peyorativa, es decir, en frases como:

    "¿Cómo no te va a gustar ese tío? ¿Es que eres asexual?"

    Entonces, tu entrada me sorprendió mucho y se lo conté a un montón de gente, sospechando que ellos tampoco sabían de la asexualidad (lo triste es que acerté con todos).

    Y bueno, ahora una pregunta que me leva rondando la mente desde tu primera entrada, pero que no me decidía a hacer (espero no ofenderte, es pura ignorancia):

    ¿Los asexuales pueden tener una relación con otra persona? ¿Ser asexual te hace arromántico?

    Espero que la contestes :)

    Besoos

    Iry

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