Autora: Ally Condie
«En el mundo de Cassia, las autoridades lo deciden todo. A quién debes amar, de qué debes trabajar, incluso cuándo debes morir. Cassia nunca ha cuestionado las decisiones que han tomado por ella, ni siquiera cuando le comunican que su «pareja perfecta» -la persona con quien deberá compartir el resto de su vida- es Xander, su mejor amigo. Los problemas llegan más tarde, cuando un extraño error informático hace que en la microficha que las autoridades le han entregado aparezca la cara de otro chico: el enigmático Ky. Con una mezcla de estupefacción y curiosidad, Cassia empieza a investigar. ¿Y si este error no fuera fortuito? ¿Y si la persona de su vida no fuera quien le han asegurado que es? Al intentar buscar respuestas a todas estas preguntas, Cassia deberá afrontar una elección imposible entre la perfección y la pasión, entre Xander y Ky, entre la única vida que conoce y el camino que nadie hasta entonces se ha atrevido a seguir...»
Leí este libro… después de haber tenido que sufrir con la primera parte de la saga Across the Universe, y sin duda fue un soplo de aire fresco. No os dejéis engañar por el título paleto y la cantidad de críticas y reseñas fantabulosas y maraviestupendas dedicadas a la exaltación de las «virtudes» de esta obra: en realidad no está mal, bastante pasable. De hecho, es una de las (muy) pocas distopías juveniles pasables que han surgido en mitad de esta fiebre post Los juegos del hambre. Por supuesto, tampoco le pidáis peras al olmo: no es 1984, ni El fugitivo de Stephen King (ni Nunca me abandones), pero es pasable, como digo, entretenida.
Respecto a la sinopsis, y (sí) esto sé que ya lo he dicho (muchas veces), pero lo repetiré (una vez más); en serio, si en algún momento de vuestras vidas tenéis que escribir la sinopsis de algún libro, no utilicéis cosas como «el enigmático Ky». Ahorraos el ridículo, de verdad.
No hay mucho más que decir de la trama: es la típica distopía. Mundo post-apocalíptico en el que se ha instaurado un gobierno todopoderoso y controlador que ordena las vidas de sus ciudadanos, proporcionándoles las comodidades y concesiones justas para que no echen en falta la libertad que no tienen. Es un mundo en apariencia perfecto y funcional, justo, en el que sus habitantes viven felices y realizados. En ese mundo vive Cassia, adolescente que está en edad de conocer a la pareja que el Estado considera que es la mejor para ella, conseguir por fin su trabajo e incorporarse, en definitiva, a la vida adulta. Y es en estas circunstancias cuando, después de que un fallo en la microficha que contiene supuestamente la información sobre su futura pareja le muestre una fotografía de Ky, Cassia empieza a interesarse por el chico. Esta amistad podría ponerla en peligro a ella misma y a las personas a las que quiere.
El núcleo: creo que el gran fallo del libro en este sentido es que la autora intenta tocar demasiados palos al mismo tiempo, así que al final termina siendo una de «aprendiz de todo, maestro de nada». Trata los temas típicos de las distopías: la falta de libertad, la posibilidad de elección, la naturaleza humana, el control…; pero no parece que haya un tema en concreto que al que la autora haya querido proporcionar una importancia especial. Yo me quedo con el tema-reflexión que aparece hacia el final del libro: de dónde surge el enamoramiento, es algo espontáneo e impredecible o se puede «programar».
En tanto que distopía, la presentación de la realidad cotidiana de Cassia es bastante buena, y eso se agradece, pero le falta el punto de la crítica certera. Para eso son las distopías realmente, aunque últimamente parezcamos haberlo olvidado: se presenta una realidad futurista decadente con el objetivo de hacer una crítica a algún aspecto de la sociedad actual. Eso es algo que echo de menos.
Tenemos un narrador protagonista en primera persona y presente, Cassia nos cuenta su historia según va sucediendo, lo cual me parece un acierto de cara a ilustrar la confusa evolución del pensamiento de la chica. La autoridad narrativa es bastante aceptable, también, porque la autora se cuida de no se meterse en berenjenales de los que no va a saber salir: habla de lo que Cassia sabe, es decir, lo que es corriente en su mundo y en su vida, pero no intenta ponerse estupenda y empezar a emplear tecnicismos de ningún ámbito que no maneje. Vamos, que la autoridad es simple, porque se limita a describir la realidad que nos es ajena, y funciona. Es de agradecer.
La búsqueda de la mediocridad. Yo creo que Ky se complica mucho la vida. Con lo fácil que es. |
Respecto a la prosa, es bastante mejor que lo que me tienen acostumbrada a leer, pero es cierto que le sobran algunas escenas no justificadas, y muchas otras no están lo suficientemente bien trabajadas, pero tampoco es algo como para tirarse de los pelos. La autora peca mucho de explicativa, eso sí: muchas veces a lo largo del libro me ha sucedido encontrarme alguna parte bien hecha, con un subtext interesante, y entonces llega la mujer y te lo destripa. Un poco decepcionante en ese sentido, pero creo sinceramente que esta mujer podría llegar a escribir cosas realmente buenas si alguien le enseñara un par de «truquillos». Aparte de lo dicho, sólo añadir que las descripciones también dejan un tanto que desear, el espacio no está demasiado trabajado.
Puestos a conformase, tendré que aplicarme también el cuento en lo que a literatura juvenil se refiere. |
Tengo tres quejas con respecto a este libro (atención spoilers):
No sé a vosotros, pero a mí esto me parece hasta más sutil. |
-¡Qué conveniente que Xander sea inmune a la pastilla roja! El chico ni pincha ni corta en toda la historia, pero, eso sí: al final del libro aparece para salvarle convenientemente el culo a Cassia, como no podía ser de otra manera. Muérete.
-El final: maldita sea. Con unos pocos arreglillos aquí y allá, y un final como Dios manda, este hubiera podido ser un muy buen libro, de hecho. Nada demasiado original, por descontado, que sintiéndolo mucho el listón está un poco alto con 1984 & Co., y esta historia no es que sea nada del otro mundo precisamente, pero oye. Pues no, ¿para qué? Mucho mejor, vamos a poner un final comercial y paleto y a hacer de ello una trilogía en la que, al final, todos sean felices y coman perdices. Con vuestro permiso, yo me voy con las perdices a otra parte, ahí se quede la Condie a morirse de hambre, por paleta.
Chichómetro: aperitivo.
Potabilidad: se puede beber.
Carcajadas: 3/10
Otras páginas que tienen publicadas críticas o reseñas de este libro, por si os interesa contrastar: Rincón de Hadas, A stronger hope, Atrapada en Wonderland.
[Nota: por algún motivo que no alcanzo a comprender, publiqué esta crítica en febrero y olvidé por completo mover el documento a la capeta de "colgados". Como seguí dentro de "pendientes", he hecho la inmensa tontería de prepararla de nuevo, con imágenes nuevas, para encontrarme con que mi duro trabajo era innecesario. Pues bien, la nueva versión me gusta más que la anterior, y como la crítica es mí en todo caso, pienso usar lo que he preparado: he decidido sustituir la versión antigua por esta, espero que la hayáis disfrutado =P]
HOla^^
ResponderEliminarNo hago más que encontrarme este libro por todas partes y ¡Me encanta la portada que tiene! creo que me está llamando a ser leído por mí.
Tendré que darle una oportunidad^^
Besos.
Jajajajaj Lo que me he leído con tu reseña!!!! Yo ahora estoy leyendo el segundo: Juntos, caminos cruzados y de momento no está mal, aunque seguimos con las cosas top secret en público xD.
ResponderEliminarUn beso ^^
Vaya, si se puede beber, es porque "Juntos" es un verdadero milagro en esta avalancha de libros juveniles sin sentido. Lo buscaré y le echaré un ojo a ver que tal. Pero mira que he quedado muy wtf con eso de el top secret dicho en público. Esos errores que se ven tan pequeños en las tramas, en verdad no son tan chicos.
ResponderEliminarUn abrazo :)
Bueno, bueno, tampoco vayas con muy altas expectativas (luego no se aceptan reclamaciones xD). Lo que quiero decir con que se puede beber es que es pasable, nada más y nada menos. Tiene algunos aciertos (aparte de muchos fallos), pero no es un buen libro, eso está claro: sencillamente es de lo menos malo que he encontrado últimamente en la sección juvenil. Ya con eso... sacad vosotros vuestras propias conclusiones xD
ResponderEliminarEn todo caso, si lo lees, Estefanía, espero que lo disfrutes (por los motivos que sea e.e)
=)