Autora: Anna Carey
«Dieciséis años después de que un virus mortal borrara de la faz de la tierra la mayoría de la población mundial, el mundo es un lugar peligroso.
Eve, de dieciocho años, no ha estado jamás más allá del perímetro protegido de su escuela, donde a ella y a otras doscientas niñas huérfanas se les ha prometido un futuro como profesoras de la Nueva América.
Pero la noche antes de la graduación, Eve se entera de la alarmante verdad que esconde la escuela y del destino horrible que le aguarda.
Tras escapar se embarca en un viaje largo y peligroso donde se encontrará con Caleb, un chico rebelde que vive en ese espacio salvaje y quien promete que la protegerá.
Cuando los soldados empiezan a perseguirles para darles caza, Eve deberá escoger entre él y su propia vida.»
He estado debatiéndome sobre si escribir o no esta crítica. Este libro tenía muchas papeletas para ser considerado un Innombrable por mérito propio, pero al final me ha dado un poco de penilla. He estado reflexionando sobre ello y lo he dejado reposar un par de días antes de lanzarme a escribir esto; porque lo cierto es que, salvando el hecho de que el texto hace gala de una mentalidad infantil hasta rebasar por completo lo tolerable, no es tanto un Innombrable como simplemente un libro que parece escrito por una niña de 14 años. Y además (para qué negarlo) había un par de cosas definitivamente desternillantes que quería
Dicho esto, empezaré con la sinopsis, como siempre.
Permitidme que mi primera afirmación sea, una vez más, ¡eso es mentira! Pero ¿qué futuro como profesoras ni qué ocho cuartos? Si las niñas dicen que van a estudiar par ser médicos y arquitectos y no sé cuántas cosas más. Y ¿eso de que Eve tendrá que escoger entre Caleb y «su propia vida»? Pero ¿qué libro se ha leído esta gente? En serio. A la pobre niña no le da para tanto, os lo puedo asegurar.
En cuanto a la trama se refiere, no mucho que comentar. La prota vive encerrada en una especie de internado para niñas, en el que las educan al más puro estilo victoriano, con lecciones de piano, latín y redacción. También les enseñan que los hombres son muy malos y perversos (esto me recordaba sospechosamente a otro libro del que ya me habían hablado tiempo atrás, y que parte de un argumento cuasi idéntico). Pero bueno, el caso es que la niña quiere llegar a ser… eh, algo (no me acuerdo, no es importante, sólo se menciona al principio de la historia); pero una compañera la pone sobre aviso de que en el colegio las han estado mintiendo, que no hay ningún futuro chachi guay esperándolas ahí fuera. La niña escapa de la escuela (tal que con lo puesto), y termina danzando por ahí por los bosques con un grupo de niños a lo país de Nunca Jamás, en busca de un refugio del que le han hablado.
¿Núcleo? No me hagas reír.
No. En serio. No lo hagas. Esto es muy serio.
¿Autoridad de la voz narrativa? Te he dicho que no me hagas reír.
La sinopsis dice que la niña tiene 18 años, ¿no? Pues no. Ya os digo yo que no. Como mucho (y estoy siendo un esfuerzo por mostrarme optimista) le echo 14. Partiendo de esa base, ya es cuesta abajo. Toda la historia en su conjunto es tan, pero TAN infantil y ridícula que resulta sencillamente indescriptible. La niña averigua secretos que nadie antes había averiguado pese a no estar aparentemente protegidos en absoluto, escapa de lugares fortificados y rodeados por guardias, corre por los bosques durante días sin morir de hambre ni de sed ni de frío (pese a que no tiene ni idea de supervivencia), acaricia oseznos desprevenidos… y, bueno, cosas de esas que resultan muy creíbles en una historia, ya sabéis.
El personaje de Eve es retrasado. Siento ser tan categórica con esto, pero es la pura verdad. Es corta. Y no solo eso. Es mazo de puta: sitio de donde se escapa, sitio donde deja a sus supuestos
amigos abandonados y a merced de los malos. Yo no querría ser su amiga. Nunca. Porque mucho decir que «no tiene más opción» y blah blah blah, pero es mentira: habría muchas otras maneras de enfocar la situación, y ella escoge largarse siempre por la puerta de atrás, sola. La niña “evoluciona”, más o menos, pero es una de esas evoluciones simples y manidas: dejar atrás la inocencia y la ignorancia (aunque esta en concreto no la deja muy atrás… como que le viene pisando los talones y sacándole los zapatos de cuando en cuando).
El personaje de la amiga esta con la que corre por los bosques es una Tsundere. Muy prototípica. El chico, Caleb, no está trabajado, es plano cual plato llano. Y con todos los demás ni me molesto, son personajes de relleno a los que no se dedica ninguna atención real: hay unos cuantos niños perdidos con los que Eve interpreta el papel de Wendy, y luego hay otro al que se le intenta crear una historia traumática para darle volumen, pero la cosa se queda en que es malo, a secas (bueno, y estúpido, pero eso no lo diferencia de los demás).
No me apetece mucho meterme con la prosa, ahora mismo. Texto plano y explicativo, escenas mal construidas, mala selección de elementos, falta de documentación (y de sentido común)… En fin, lo típico.
Paso directamente a reírme, si me lo permitís, porque tenía algunas cosas definitivamente MUY cachondas (atención spoilers):
-La madre de Eve no la quería. A ver, tú te estas muriendo, tienes una hija pequeña y quieres escribirle una carta de despedida; y le escribes esto (normalmente, no copiaría un fragmento tan grande, pero esta vez es necesario para apoyar mi postura):
La imagen mental de la madre de Eve mientras escribía. |
Hoy, al regresar del mercado en el coche, mientras canturreabas en tu asiento, con el maletero lleno de arroz y leche en polvo, he visto las montañas de San Gabriel; las he visto realmente por primera vez. Había conducido anteriormente por esa misma carretera, pero esta vez fue distinto. Ahí, tras el parabrisas, estaban las inmóviles y silenciosas cumbres verde-azuladas, vigilando la ciudad, tan cerca que casi podía tocarlas. Y me detuve a contemplarlas.
Sé que voy a morir pronto. La epidemia está matando a todos los que se han puesto la vacuna. No hay aviones. No circulan los trenes. Han cortado las carreteras de acceso a la ciudad, y solo nos queda esperar. Los teléfonos e Internet no funcionan desde hace tiempo. Los grifos están secos, y las ciudades, una a una, se están quedando sin energía eléctrica. Dentro de poco el mundo se sumirá en la oscuridad.
Pero en este momento estamos vivas, tal vez más vivas que nunca. Tú duermes en la habitación de al lado y, desde mi sillón, oigo el sonido de tu caja de música, la de la bailarina pequeñita, tocando las últimas notas.
Te quiero, te quiero, te quiero.
MAMÁ»
O sea, en serio, poneos en situación: te estás muriendo, tienes una hija de cinco años, quieres escribirle una carta de despedida, y… te pones a hablar de que no tienes internet.
La madre de Eve mientras escribía. |
«Mi querida hija: Quería mandarte un email, pero tendrás que conformarte con esto. Para que, cuando seas mayor y leas esta carta, te des cuenta de lo mucho que te quiero, te voy a contar lo jodidas que están las cosas por aquí mientras agonizo. No tenemos tele, el aburrimiento es mortal (¿lo pillas? Mortal. Debería haberme hecho monologuista…). Esta mañana, de camino a casa en el coche, tuve un momento de revelación personal relacionado con montañas (nada que ver contigo; la raza humana se está extinguiendo, no te creas el ombligo del mundo, no todo va a tener que ver contigo, por mucho que esta carta sea para tu yo del futuro). Bueno, montañas, tele, internet, recalcar que la estoy diñando… Sí, creo que eso era todo lo que tenía que decirte. Te quiere, Mamá.»
Coincidiréis conmigo en que todo es profundamente emotivo.
-El continuo espacio-tiempo (o no tan continuo, este último) en la historia, datos que conocemos (os juro que esto está sacado del libro, no me lo invento):
-Eve tiene 5 años cuando pierde a su madre y es llevada al colegio este para niñas.
-Con cinco años, por algún motivo, y si tenemos que fiarnos de la emotiva carta de despedida, la colgada de la madre sigue alimentando a la niña a base de leche en polvo para bebés.
-Ahora Eve tiene 18 años.
-La epidemia tuvo lugar hace 16 años (según la sinopsis).
-La epidemia sucedió hace 12 años (según el libro).
-Sobre cómo Eve descubre que el futuro de todas las huerfanitas es una condena de por vida en el paritorio.
Tomad esto como una muestra de la increíble credibilidad y madurez de la narración.
Eve se escapa de su cuarto descolgándose por la ventana. Cae al suelo, sin matarse, y sin romperse un tobillo. La única guardia que hay vigilando los terrenos del colegio se dedica a hacer su ronda dando vueltas alrededor del edificio, así que la niña aprovecha el tiempo en que esa persona (¡que además es
Métodos de camuflaje infalibles. |
-Sobre cómo (por desgracia) Eve no muere en las primeras 40 páginas del libro.
Vale, tenemos a la niña ya danzando alegremente por los bosques, sin sucumbir a la sed, el hambre, la hipotermia o el agotamiento producidos por toda una vida de comodidades en una escuela de régimen interno en supina ignorancia. Bien, la niña es inmortal. Continuemos. Eve está caminando por ahí cuando se encuentra un osezno. Lejos de preocuparse (recordemos: la niña es corta), Eve se entusiasma: se acerca al osezno (que no huye) y lo acaricia. Mientras está maravillosamente sumida en su mundo de yupi, comparando al bicho con Winnie the Pooh y preguntándose si su compañera Tsundere la dejará quedarse con él como mascota, aparece la madre osa, como no podía ser de otra manera. El osezno va con su madre y esta emprende una carrera desbocada para atacar a Eve (go, osa, go!!). Bien. Eve se protege la cara con los brazos (reacción con mucho más futuro que echar a correr, dónde va a parar), pero la osa no llega a alcanzarla. El animal (recordemos: está corriendo, ergo a cuatro patas) es derribado de una pedrada y cae hacia atrás. Eve mira a su espalda y se encuentra con un chico descamisado (dato importante para las fans) que va montado a caballo y tiene un tirachinas en las manos. Un.puto.tirachinas. Bien, prosigamos. Eve monta en el caballo y emprende la huida con el desconocido. Entre tanto, la osa ha vuelto a ponerse en pie y les persigue, tan de cerca que de hecho le muerde la cola al caballo (what.the.fuck.is.this). Lo siguiente no sé si os lo vais a creer, pero es cierto: en el camino de nuestra heroína, su rescatador y el caballo se interpone una «quebrada», que puede que antiguamente fuera un «canal de aguas residuales»; Eve es capaz de calcular que la mencionada «quebrada» tendrá metro y medio de ancho y cinco metros de profundidad, así, a ojo de buen cubero, mientras se acercan al galope; el caballo, con sus dos jinetes a lomos, salta la «quebrada» y cae al otro lado sin romperse una pata y sin despeinar a nadie; la osa, no obstante, se despeña. True story.
-Y una última, por terminar. En una pared, alguien ha dejado un mensaje escrito con spray: «ME MUERO, ¡SOCORRO!»
El libro de Anna Carey cuesta 16€, su lectura no tiene precio.
Chichómetro: sigue buscando.
Potabilidad: no potable.
Carcajadas: 7/10
Otras páginas que tienen publicadas críticas o reseñas de este libro, por si os interesa contrastar: Sueños de papel, Melodías por escrito, Imaginatura.
Es que tus reseñas son las mejores joder. Yo tengo ganas de leer el libro pero ya me espero una prota mierder xD
ResponderEliminarBesitos <3
Me meo XD Me meo con el vientre de embarazada de 1 metro. La virgen santísima, ni la mujer esa embarazada de octillizos (o como mierda se diga) la tenía tan grande. Eso sí, se le notaban venas moradas y daba bastante asco, pero ¿un metro? No creo que fuese pa' tanto...
ResponderEliminarAh, he mirado esa foto, y no tengo claro si lo que se ve son estrías o venas. No sé, no se veía muy bien.
ResponderEliminarA mí lo que me mata es la carta de la madre XDDD Esta es una de las críticas que más me gustan de las que ha hecho Ortiga, no podía dejar de reírme cuando me la pasó XDDD
No pensaba leerla pero con lo que cuentas es para troncharse de risa con las peculariedades de la historia como de su protagonista. Lo de la carta, ya me la habían espoileado y en su momento pensé algo similar, ese no es un mensaje de una madre moribunda para una hija, a menos que la madre esté colocada con sedantes y alucinógenos, podría, pero si voy a dejarla sola, desamparada, como que no.
ResponderEliminarNo he leído esta saga, pero a mí me pones una foto de Lana en la reseña y yo ya te creo a pies juntillas xD
ResponderEliminarBuenísima tu reseña, tus reseñas en general.Son muy divertidas por decirlo de alguna manera.Y lo del vientre de 1 metro ha sido brutal, ay Dios mío .
ResponderEliminarBesitos ,Ellie :-)
A mí este libro me gustó mucho.
ResponderEliminarLo de los errores en la sinopsis a mí también me dejó un poco extrañada.
Creo que esa sensación que tú tienes de que Eve tenga 14 años puede ser por la educación que ha recibido en el colegio, piensa que las profesoras les decían a las niñas siempre lo que estaba bien y lo que estaba mal, y es normal que no fuesen muy maduras.
Muy entretenida la reseña, te has fijado en cosas que yo había pasado por alto
Un besito
MIERDA DE RESEÑA. IGUAL DE MIERDA SOIS USTEDES!
ResponderEliminar-ANNA
Menos mal que no es una reseña, entonces =)
ResponderEliminar¡Gracias por pasarte! Tus visitas también cuentan e.e
Ortiga, menos mal que no te has pasado con tu comentario: no quiero que espantes a Anna, se ha convertido en mi segunda persona favorita de hoy.
ResponderEliminarQuiero decir que es un troll fantástico: nos insulta, pero nos trata de ustedes; publica desde una cuenta anónima, pero firma su comentario.
Vamos, me discutirás que es un troll encantadoramente contradictorio º-º