Escritores con mucho tiempo libre

Bu.

Últimamente estoy tan harta de todo. A estas alturas sólo me hace ilusión sacarme el carnet de conducir para ir atropellando cretinos.

Para quien se lo esté preguntando, Ortiga y yo hemos decidido finiquitar el tema del #NeoQueTeVeo. Leer aunque sólo sean las primeras páginas de estas novelas empieza a volverse una tarea insoportable.

En fin. Hace unos días, Eleazar publicó en su blog un artículo sobre toda la polémica que se ha desatado a raíz de los premios Hugo. En concreto destacaba las sabias palabras de una criatura a la que yo no tenía el dudoso placer de conocer. Hablo de John C. Wright, un escritor con una visión encantadora sobre las mujeres. En fin, id todos a leer la entrada de Eleazar. Francamente no sé a qué estáis esperando (los que estabais esperando a que yo os lo ordenara podéis comeros una galleta a mi salud).

El artículo de este hombre es largo como una Biblia, y pensábamos hablar de él, pero Ortiga aún está traduciéndolo. Sin embargo, Wright ha escrito otro muy corto (corto en dos de sus acepciones, no sé si me seguís) sobre el final de cierta serie, La leyenda de Korra, en la que la protagonista acaba con una mujer. Como interés romántico (creo que si sencillamente hubiera acabado con ella con, digamos, un cuchillo como arma homicida, esto no habría supuesto ni de lejos tanto problema como la primera opción para nuestro respetuoso caballero).

Ortiga se ha ofrecido muy amablemente a traducir también dicho artículo, que podéis encontrar en inglés aquí.
Queridos Sr. DiMartino y Sr. Konietzko:

Admiro enormemente su esfuerzo creativo. He visto sus series, comprado su merchandising y les he apoyado y alabado. Hice de su trabajo una parte de mi imaginario y una parte de mi vida, y les puse su serie a mis hijos.

¿Y así es como pagan mi lealtad y afecto? [Exacto. Se trata de una cuestión personal. El mundo te traiciona y todo es muy injusto. Oh, espera. ¿Dónde fue la última vez que escuché un razonamiento parecido? Ah, sí. De mi prima de trece años. Y de un tipo con manía persecutoria en el metro].

De todos los lugares, un programa infantil es donde han decidido hacer proclama de una aberración sexual; pervierten sus habilidades como narradores de historias en favor de la propaganda y de lo políticamente correcto. [Aquí es cuando asumimos la triste verdad de que no sabes lo que significa “políticamente correcto”. Políticamente correcto habría sido poner un final que no causara polémica y satisficiera a todos sin levantar mucho revuelo. Esto ha sido echarse a la piscina. Y a los lobos, si hay más gente como tú hay fuera, y mucho me temo que la hay a patadas. Patadas como las que tú tienes, criatura].

Han vendido su integridad al liberalismo [¿Perdona? XD No piloto mucho de las corrientes políticas en Estados Unidos, porque me resultan tan similarmente conservadoras que me parecen una patraña, pero ¿ahora no se puede ser liberal sin haber vendido tu integridad?]. Esquivan las críticas de vil manera por medio de la calumnia y la condena a todo aquel que objete a esta traición [Oh, entiendo. Quieres decir como haces tú con los que han provocado dicha “traición”. Este punto te está quedando muy bien ilustrado].

No podrían haberse contentado con la ambigüedad, no: tenían que anunciar públicamente que odian a su audiencia, nuestra forma de vida, nuestras virtudes, valores y religión. [Oh, sí, todo está cuidadosamente maquinado para dañar todo aquello en lo que creéis... No, cielo, no. Te confundes. No odian a su audiencia ni a su cultura, te odian a ti. Y francamente, a estas alturas yo también me sumo al club].

De parte de todos los fans de alrededor del mundo, permítanme decir lo que todos sentimos [XDD Teniendo en cuenta que basta con echar un vistazo a internet para ver la marea de gente que shippea a la protagonista de esta serie con su chica, fíjate que ya dudo que sean todos]:

Sr. DiMartino y Sr. Konietzko: son ustedes unos repugnantes, pusilánimes, desalmados sacos de inmundicia. Se han ganado el desprecio y el odio de todo ser humano decente para siempre, y haremos cuanto podamos para destruir ese sucio ídolo fálico de sodomía ante el cual ustedes se inclinan y sirven y adoran [Todo este párrafo es para enmarcar, pero, querido Wright... ¿Sabes lo que significa sodomía? Porque si entiendo la mecánica, no es así como va una relación lésbica]. Desprecio, porque golpean por detrás [Claro, claro… Sodomía :D], como cobardes; y odio, porque sirven a una corriente tóxica de pensamiento con retraso moral llamada Corrección Política, lo cual no es sino otro nombre para el odio hacia todo lo que es bueno y recto y decente y razonable en esta vida. [Casualmente todo aquello en lo que crees tú. Si es que eres un dechado de virtudes :D].

No albergo en mi corazón odio alguno hacia las ideas políticas [XDDDDDDDDDDD Casi cuela], principios o fe de ningún hombre [De las de las mujeres sí], no más que el odio que pueda tener por las termitas; pero, cuando comienzan a atacar los cimientos de la casa en la que vivo, es hora de exterminarlas [Traducción: no os odio, pero estoy considerando someteros a un genocidio].

Sinceramente suyo,

Un fan de toda la vida.

Adoro la despedida XD

Spock for Pope.

En fin, este tipo por lo visto es un católico relativamente reciente y ha pronunciado las siguientes memorables palabras acerca de su religión:

Si los vulcanianos tuvieran una iglesia, serían católicos.

Soy incapaz de leer esa frase sin reírme. En fin. Ahí tenéis el súmmum de la arrogancia.

Por cierto, noticias de última hora. Acabo de ver que esta encantadora criatura ha quitado el post original de su página web. Mi hipótesis es que los creadores de la serie le han demandado, pero se admiten apuestas :D Si estáis interesados en ver el artículo original, lo tengo en un word, así como una captura de pantalla y la web guardada en mi ordenador.

Lamentablemente, mi búsqueda por internet me ha llevado a la comprobación empírica de un hecho que conocía, pero con el que nunca me había topado tan dolorosamente de bruces: hay más gente como este tipo. Hordas.

Y de entre dichas hordas vengo a traeros la maravillosa opinión de otro escritor supuestamente reconocido, Theodore Beale, sobre la violación en el matrimonio (más bien, sobre la no existencia de).

Este lo he traducido yo como he podido. Me parece tan moralmente monstruoso que, aparte de un par de comentarios puntuales, ni siquiera me veo con fuerzas para comentar lo ridículo que es. Cada vez que lo releo me dan ganas de matar a todo el mundo y esconderme debajo de la cama, y me acuerdo de uno de los comentarios que surgieron a raíz de la entrada que publicó Bea hace poco.

Así que sencillamente os pediré que visualicéis el artículo como si fuera el comentario de un amable troll y lo alimentéis para que nos riamos todos (especialmente yo, que estoy tomando ejemplo de Wright y considerando medio seriamente el exterminio de ciertas termitas).

Artículo original aquí.

Para empezar, no hay tal cosa como la violación en el matrimonio. Una vez el consentimiento ha sido formalmente dado en una ceremonia pública, no puede revocarse; la forma en que el consentimiento marital es revocado está bien establecida. Se llama divorcio. Esto no es un tema religioso, aunque muchos en ambos lados intentarán verlo de esa manera, es una simple cuestión de cuándo el consentimiento es revocable y la forma específica que dicha revocación debe tomar. Invito a aquellos que creen que el consentimiento puede ser siempre ofrecido y revocado a voluntad que intenten unirse a la Marina de Estados Unidos y entonces intenten retirar dicho consentimiento. Esto debería servir para clarificar el asunto para ellos; uno espera que disfruten de sus vacaciones extendidas en Afganistán. El intento de crear un concepto legal de “violación conyugal” es nada menos que un intento de destruir el concepto básico del matrimonio. Si el marido o la mujer no tienen más derecho sobre el cuerpo de su esposo/a que los demás, entonces los votos matrimoniales no tienen sentido y el matrimonio es una charada. Una vez que se retira el consentimiento, el matrimonio se acaba.

Si una mujer desea preservar su derecho a rechazar sexualmente a un hombre a voluntad, tiene un medio perfectamente viable de conseguirlo. No casarse [Con cretinos como tú]. Realmente no es tan difícil [No sé, parece ser que hay muchos]. Pero, una vez casada, ni ella ni el marido tienen el derecho de rechazar los derechos conyugales del otro. Esto no significa que sea sensato para nadie abusar de estos derechos maritales, ya que hacerlo regularmente llevará a la correcta derogación de estos derechos. Uno siempre es libre de respetar los deseos del otro y abstenerse de ejercer estos derechos de la misma manera que la mayoría de los americanos obvian ejercer su derecho a llevar armas la mayor parte del tiempo. Pero obviar ejercer los derechos de uno no es lo mismo que no poseer estos derechos.

Los hombres que estén contemplando el matrimonio serían sensatos si sondearan a sus prometidas sobre este asunto. Si una mujer cree en el concepto de la violación conyugal, ¡de ninguna manera te cases con ella! No tendría sentido en absoluto casarse con una mujer que cree que estar casado con ella no otorga a su marido más privilegios sexuales que a un músico en paro cualquiera que resulte llamar su atención. Y si una mujer que cree en la existencia de la violación marital te presiona para que os caséis, simplemente asegúrale que, aunque respetas la institución, crees que es mucho más importante defender su derecho no apto a decir que no. [Eh… Que alguien me explique esto, porque este artículo está matándome neuronas a un ritmo aterrador (indirectamente, se suicidan ellas solas según leo): ¿está proponiendo ser pasivo-agresivo o sonreír y asentir y luego hacer la suya? La primera opción me parece bastante pateable; la segunda, sociopática. Y legalmente punible].

Que el concepto de la violación conyugal  es no solo legalmente contradictorio, sino también profundamente indeseable para ambos sexos, es ejemplificado por sus implicaciones para el sexo que por definición no requiere consentimiento. Asumámoslo, cualquier hombre o mujer que cree en la criminalización del “wake-me-up sex” [Ortiga: ¡¡Despiértame con sexo!! :D …Ay, no :C] no es un individuo con el cual una persona decentemente hedonista querría tener que cargar durante toda una vida [Oh, yo me considero una persona muy hedonista. Pero igual es que soy sexualmente rara, porque fíjate por dónde, cuando me apetece mantener relaciones con una persona quiero que esta esté, no sé, CONSCIENTE].

Qué puedo decir. La estupidez de la gente es, en ocasiones, sobrecogedora.