Autora: Laura Gallego
«Camelia es un hada madrina que lleva trescientos años ayudando con gran eficacia a jóvenes doncellas y aspirantes a héroe para que alcancen sus propios finales felices. Su magia y su ingenio nunca le han fallado, pero todo empieza a complicarse cuando le encomiendan a Simón, un mozo de cuadra que necesita su ayuda desesperadamente. Camelia ha solucionado casos más difíciles; pero, por algún motivo, con Simón las cosas comienzan a torcerse de forma inexplicable… [Ortiga: es explicable, de verdad.]»
Y... toma puntos suspensivos tope dramáticos.
Nada más que añadir, hierbajos.
¿Por qué me he leído este libro pese a que en su día ya hice una evaluación de las primeras páginas? Tenía la espinita clavada, para qué lo vamos a negar.
El libro va de lo que nos cuenta la sinopsis solo hasta cierto punto. Algo después de la mitad del libro, la historia da un giro radical y termina convirtiéndose en otra cosa. Pero sí: al principio tenemos un hada madrina muy laboriosa y estresada con su montaña de ahijados a las espaldas (no literalmente) y, pese a estar de verdad muy estresada con el trabajo que ya tiene, no se le ocurre mejor idea que coger un ahijado más, porque es así de avispada. Entre eso y que además el chico (el desquerido de otro hada que se lo prefiere sacar de encima) muy avispado como que tampoco es, pues… la cosa acaba como acaba.
Añádele a todo esto unas cuatrocientas páginas y tendrás Todas las hadas del reino.
Núcleo…: ¿cuidado, niños, el estrés es mu' malo y puede hacer que [ATENCIÓN SPOILER] te dé un ictus y te vuelvas sicótica [FIN DEL SPOILER]? Nusé. Esto no está apoyado a nivel del texto, pero sin duda la trama te lo dice por activa y por pasiva.
La autoridad de la voz podría ser peor. Y creo que eso es lo más favorable que tengo que decir al respecto. Tenemos un narrador externo en tercera que se centra en el personaje de Camelia casi todo el tiempo (con algunos momentos esporádicos out of the blue en los que se va por ahí de picos pardos con otro personaje, cosa que se convierte en la regla a partir del cambio de rumbo de la trama) y… bueno, no es que haya habido nada que me haya hecho arrugar los ojos, pero no ha habido nada que me haya parecido digno de mención en una nota más positiva tampoco. Me ha parecido una narración perfectamente anodina en ese sentido. Recurre mucho al imaginario popular y referencias a cuentos infantiles, lo cual apoya la autoridad racional, pero esto sucede principalmente a un nivel muy superficial, en la primera capa de significado, así que el aporte a la autoridad no es tan grande como cabría haber esperado.
Creo que este es el libro más coñazo y menos malo que he leído de Laura Gallego. Sigue siendo insultantemente malo, pero menos que en otras ocasiones.
De los personajes… Hay un montón de patatas parlantes cuya misión es hacer engordar al volumen. Luego está Camelia, que no termina de aparentar los más de trescientos años que nos dicen que tiene, pero al menos no parece una adolescente, lo cual se agradece; tiene algún objetivo inconsciente, cosa que no deja de ser toda una sorpresa viniendo de Laura Gallego, y acusa un cambio marcado al final de la historia; además es una irresponsable redomada, aunque el narrador y los demás personajes quieran convencernos de lo contrario, pero esto tiene sentido (y apoya el núcleo) si se lo atribuimos al estrés así que seré buena, pensaré que Laura lo hizo a posta y lo dejaré pasar.
Tenemos a Simón, de quién no sabría qué decir más allá de que está encoñado con una princesa por ningún motivo en absoluto y tanto, tanto la quiere que las hormonas le han frito el cerebro y todas sus ideas de cortejo pasan por suicidarse heroicamente (en ese sentido es un fiel representante del cuento tradicional: una historia de amor plana como una llanura ártica); este personaje también evoluciona, e incluso nos quieren vender que tiene un conato de motivación inconsciente, pero eso no cuela (no vale con que el narrador nos lo diga al final de la historia, como quien no quiere la cosa: nos lo tienen que demostrar). Hay un zorro mágico parlante que se puede transformar en humano y cuya función a nivel de la trama es ser el prototipo de zorro: picaresco y con un punto de no saber si puedes confiar en él (cuando en realidad es obvio que sí puedes, aunque la autora quiera jugar al despiste). También hay tres hadas que son igual de cortas e inútiles que las de La Bella Durmiente [en realidad, toda la segunda mitad del libro es básicamente una reinterpretación un poco libre del cuento de La Bella Durmiente]. Y unos cuantos personajes extra que siguen revolcándose en los enamoramientos principescos infantiles del «la vi un día así como de lejos y… ¡BUM!, me enamoré» (¡lo hizo un hada!).
Y ya respecto a la prosa: Virgencita, cuántas explicaciones juntas. A ojo de buen cubero diré que el received text debe de suponer al menos un 15% del total escrito. Del otro 85%, un 80% son explicaciones y resumen narrativo. Lo que queda son diálogos. Es así. Además, una gran cantidad de las escenas seleccionadas no son representativas para el mensaje del núcleo [Zarza: ¡núcleo!... xDD]. Hay muchísimas, muchísimas páginas de relleno, capítulos enteros dedicados a volver a contar cosas que ya habían quedado meridianamente claras, otros que nos cuentan historias adicionales (que pueden tener más o menos sentido para los personajes, pero no para la historia real que nos ocupa), capítulos enteros también compuestos única y exclusivamente por resumen narrativo y/o explicaciones sin que haya escena alguna de por medio… Total, que a la historia le sobran páginas por todas las costuras; en términos del viaje del héroe, daría tiempo a que la trama terminase varias veces, pero Laura Gallego se las ingenia para seguir deshilachando hasta el extremo del ridículo. Supongo que en cierto sentido este último punto podría estar (parcialmente) justificado por el núcleo, porque hace falta un desgaste serio para llegar al punto de no retorno, pero solo hasta cierto punto: la afición de Laura Gallego por la paja no conoce límites humanos ni divinos [Zarza: cualquiera diría que la convierte en oro... ¡GUIÑO, GUIÑO!].
En fin. Este libro debo admitir que me ha resultado más frustrante que gracioso, pero quiero compartir de todas formas con vosotros algunas de las cosas que me he ido apuntando. Atención spoilers:
Entre los varios cuentos que nos cuenta el hada, cual amante de los remiendos de patchwork literarios, tenemos uno que es especialmente malo en tanto que «cuento tradicional»: no tiene ninguna moraleja, ni buena ni mala. Resulta que tenemos a una bruja despechada por amor, la han rechazado y se pilla un cabreo del quince. Pues bien, la bruja es mala y encanta gente, hasta que al final se aburre de encantar gente y se encierra en su castillo a ermitañear, pero como el bosque alrededor del castillo sigue estando encantado también pues la gente sigue pasándolo mal por su magia y cada vez que alguien cae víctima de uno de sus hechizos se escucha en todo el bosque la risa maníaca de ella. Y colorín colorado este cuento… es una mierda.
En mi lista de «cosas que quiero hacer algún día» está el enganchar un libro de Laura Gallego y hacer un recuento exhaustivo de received text. Solo que sería una locura y un suicidio. Cuánto creéis que podría haber tardado en hacer eso con un libro en el que nos encontramos en una única descripción (medio párrafo): pelo indomable, piel de porcelana, poso de amargura y pelo rojo como el fuego. Si es que ya no cabe más. Lo siguiente sería sustituir las preposiciones también por received text.
La princesa de la que está enamorado el tal Simón de la sinopsis dice que no se quiere casar y que no se casa, pero sus padres no van a aceptar un no por respuesta, así que la niña tiene la idea de organizar una queste [Zarza: lo que cueste]: muy a lo cuento tradicional, dice que se casará con aquel que le consiga el [inserte aquí objeto mágico chungo de encontrar/conseguir]. Así que Simón, que es un pobre desgraciado pobre como Aladino piensa «esta es la mía» y decide partir en busca del objeto ese (que es básicamente el espejo mágico de La Bella y la Bestia). Solo que el hada madrina es una sobrada y decide que para qué dejar que el niño haga nada pudiendo hacerlo ella que para algo tiene magia: le dice cuándo empezar el viaje, qué llevarse, qué hacer, a dónde ir, se reúne con él para acompañarle porque se van a meter en el bosque encantado de la bruja malvada del cuento aquel tan cutre, le monta guardia por la noche [aunque lo hace de pena y se queda frita], le evita todos los hechizos del bosque, entra en el castillo de la bruja con el mozalbete, le conduce directamente hasta el espejo en cuestión y se lo señala con dedo acusador para que él lo coja.
Cuando aparece la bruja amenazando con hechizar al pipiolo, el hada se encarga de toda la conversación; y, cuando está claro que la bruja no va a ceder, la propia hada finge que deja el espejo en su sitio (cuando en realidad le ha dado el cambiazo) y los saca al niño y a ella misma del palacio con magia, y hechiza al caballo para que corra mucho y saque al niño del bosque [a la ida han tenido que hacer noche dentro del bosque y todo, pero a la vuelta el caballo corre que se las pela y salen en un periquete]. La bruja, por supuesto, persigue a los dos nobles héroes de nuestra historia [bah, robar no es robar si le robas a una bruja, ¿no?]; el hada se acojona porque si la bruja les da alcance se los carga [porque el hada es una pordiosera de la magia, en realidad, así que no puede hacerle frente], así que Simón y el hada forcejean por el espejo [ella quiere devolverlo a la bruja y confiar en su buen corazón para que no los convierta en cerdos (¡buen plan! :D) y él dice que nones, que se queda el espejo para la princesa], así que el cacharro sale volando con el forcejeo y se rompe. Y sale un.puto.lago. El agua casi se los lleva a ellos por delante (el hada les salva) y la bruja desaparece/abandona amablemente la persecución [muy lógico, viniendo de una bruja malvada y vengativa, qué duda cabe]. Yo solo espero que nadie viviese en ese valle que acaban de inundar, con la tontería, y me pregunto también cómo es que al hada esta catástrofe natural se la suda tan ampliamente teniendo en cuenta que su magia se supone que está ligada a la naturaleza y es vegetariana. Ya sabéis, personajes bien construidos, psicológicamente coherentes y tal.
Por una serie de circunstancias que no me apetece explicar [tampoco son demasiado interesantes] Simón termina embarcado en otra especie de queste [Zarza: lo que cueste] (que es más bien una condena a muerte después de que se descubra que le ponía ojitos a la princesa) y tiene que partir a otro bosque chungo a matar a un lobo Ancestral [Zarza: lo que viene siendo un lobo... viejo. Pues vaya queste lo que cueste], que es un lobo muy listo [ja-ja], grande y chungo que mata gente (y todo lo que se le ponga por delante) porque es mu' malo. Y para allá que va el mozalbete, pese a que el hada le dice de todas las maneras posibles que tiene CERO posibilidades y que no sea gilipollas. Pero el pobre desgraciado es gilipollas, no puede evitarlo, así que se pelea con el hada (por motivos que tampoco me importan) y se mete a buscar al lobo. Se monta un cacao de la leche en el que los personajes del libro se proponen superpoblar el bosque: entra Simón, le sigue el zorro parlante amigo del hada (que es otro Ancestral [Zarza: ese también es viejo. Esto parece el Inserso]), entra la princesa enamorada de Simón, detrás entra el noble que está prometido con la princesa, entra el hada… Al hada, a todo esto, ya le ha dado el ictus del que os hablaba por ahí arriba: ha cortado los vínculos mágicos que la unían al resto de ahijados que le quedaban y se ha vuelto loca y bruja, así que hace un pacto mágico chungo con Simón en el que dice que mata al lobo y salva a la princesa [el lobo se la está intentando zampar mientras hablan] a cambio de que él le dé lo que ella le pida [luego le pedirá su hijo primogénito, por ser original].
Esta escena es absurda y se carga toda credibilidad que pudieran tener el narrador o los personajes. El lobo chungo, chungo de Chungolandia, que es así de chungo porque es un Ancestral y ha sobrevivido chopocientosmil años y por eso es el más chungo del lugar y el que ha demostrado ser más listo, vil y retorcido de todos, que se divierte ya no solo matando a la gente sino además jugando con la comida primero…, pues ese lobo tan listo y retorcido lo único que hace es aparecérsele a la princesa con forma humana, intercambian dos frases sin interés, ella sale huyendo y él se transforma de nuevo en lobo gigante y la persigue, obligándola a subirse a un árbol donde el lobo se va a dedicar a saltar a ver si la alcanza de una dentellada; cuando los pretendientes de la princesa van llegando, el lobo los aparta de una patada y sigue saltando alegremente [el noble muere, el otro, convenientemente, solo se rompe una pierna]; y entonces llega el hada, que engancha la espada de Simón y le corta la cabeza al lobo de un sablazo ahí mismo. Y Sanseacabó el lobo.
Otra cosa que me alucina es la jeta que tienen las hadas. Resulta que las brujas que andan sueltas por el mundo ahí haciendo capulladas y comiéndose niños son antiguas hadas madrinas que se han vuelto locas. Bien, las hadas madrinas se convirtieron en hadas madrinas en primer lugar porque se dieron cuenta de que el mundo humano estaba plagado de horror e injusticia y querían hacer algo al respecto y ayudar a la gente. Ahora bien, cuando una de las suyas se vuelve loca y se encierra en una cabaña de galleta para atraer a niños pequeños a los que poder cebar a dulces y después asar a fuego lento… Nah, a esa no le van a decir nada. Está haciendo un servicio a la comunidad, la señora. Tenemos excedente de niños. Y luego cuando ese hada muere [se la carga alguien, quiero decir], todavía tienen la cara dura de aplacarse a sí mismas la conciencia haciendo acto de presencia frente al lugar de la muerte y diciéndose que «sí que están haciendo algo», que «están de luto», «no se limitan a ignorar». Tócate un pie, Maribel.
Y ¿sabíais que el hada Camelia se vuelve loca porque se había enamorado de Simón? El lector tampoco lo sabe hasta que el narrador decide destriparlo al final del libro, porque ESTO NO ESTÁ CONVENIENTEMENTE TRABAJADO EN EL TEXTO. Básicamente, Laura se lo saca de la manga en plan: ah, por cierto, por si no había quedado claro [ja-ja], el hada se había enamorado de un humano, por eso le da el ictus y se le pira la pinza, jeje, qué cosas. No contenta con esto, Laura se permite también insinuar a agua pasada que el mozuelo también tenía algún tipo de sentimiento por el hada. Así no es como se escribe, señora. Esto es una broma.
Ahora que lo mejor es el final. Al final al hada (que es en realidad una bruja a estas alturas) la condenan a muerte en la hoguera. Solo que el personaje no muere, claro… ¿Que cómo se salva? Atentos: tiene que ver con la reproducción de las estrellas de mar. El zorro Ancestral ese parlanchín se corta la cola y
Chichómetro: el estrés puede hacer que termines poniéndote una cola ajena en el culo [esto sonaba muchos menos sodómico en mi cabeza o.o].
Potabilidad: se puede… mmm… ¿se puede?
Carcajadas: 4/10
Otras páginas que tienen publicadas críticas o reseñas de este libro, por si os interesa contrastar: Fiebre Lectora, Érase un libro, El Jardín del Invierno [Zarza, si no fuera porque esa reseña claramente no es tuya, pensaría que nos estás engañando con otro blog O.O].
¡Hola!
ResponderEliminarNo sabes como estaba esperando esta reseña. O quizá sí. Básicamente porque a la mitad del libro empecé a pensar que el libro tenía tanto relleno inútil que igual si había un drinking game en el que tomaba un trago cada que encontrara una referencia a un cuento clásico de los Grimm, Perrault o quien apareciera, me iba a dar un coma etílico de cuidado.
Y me puse a imaginarme a Camelia como Angelina Jolie cuando se le va la pinza en Maleficent y a Simon como el rey de la película xD Todo por evitar la frsutración y el aburrimiento de ver tanto relleno inútil en todo el libro.
Nea
"además es una irresponsable redomada, aunque el narrador y los demás personajes quieran convencernos de lo contrario, pero esto tiene sentido (y apoya el núcleo) si se lo atribuimos al estrés"
ResponderEliminar¿Qué quieres decir con eso? D:
Es que con la "excusa" de que tiene tantos ahijados, al final les tiene a todos abandonados. Les deja tirados todo el rato, hace mazo de cosas que no tienen ningún sentido y que, obviamente, terminan mal. El que mucho abarca, poco aprieta, y en el caso de este hada, teniendo en cuenta en los tinglados en los que se mete, desde luego es una temeridad y una irresponsabilidad pretender repartir su tiempo y energías hasta ese punto. La mujer ya de entrada no es como si tuviera tantas luces como para irlas partiendo en cachitos tan pequeños. Narrador y personajes no hacen más que repetirte hasta la saciedad lo buena y responsable que es el hada, pero a mí me parece francamente irresponsable de su parte todo esto. Los personajes, pase, porque son tb bastante cortos, pero no veo que termine de tener sentido que el narrador de cuento de hadas que tenemos nos quiera vender este rollo (no veo yo a Laura Gallego hilando tan fino como para crear un unreliable narrator).
ResponderEliminarA eso me refiero.
Pero qué....
ResponderEliminarDel principio que me había leído de vuestra primera visión del primer capítulo pensé que la novela sería una subespecie de Mary Poppins con hadas y cosas así.
El tema de los Ancestrales, y más con el zorro, me ha recordado directamente a los Ancestrales (si se llamaban así, que mi memoria chochea) y los pokhas de La Corte de los Espejos... no comentaré sin conciencia de lo que hablo.
Lo que no tiene perdón es que un giro que podría haber sido interesante (una hada buena que se convierte en mala y loca, oye, eso yo lo leería) se tenga que joder de esa manera porque "se ha enamorado". Es que parece que 9/10 obras de Laura tienen esa base: el amor, el amor, todos a enamorarse. No puede haber gente que se vuelva mala por haber sido una pieza en los planes secretos de su familia para iniciar una guerra, ni porque es consciente de un futuro terrible que no puede cambiar, ni porque no queda nutella. No. Amor. Lo siento; es algo que me enerva demasiado. Mucho.
En fin... puede que le de una ojeada al libro, pero no lo compraré. Hace ya bastante que no suelto euros en novelas suyas. Lo que tiene crecer.
Buen post hierbas, un saludo.
No me comáis, pero yo sí percibí durante toda la lectura que a Camelia le molaba su ahijado. No discuto que sea un enamoramiento tonto y mierder de cuento plano de hadas porque lo es, pero sí se ven pequeñas pistas durante la trama de que a Camelia le pone un pinpollo de 17 años (¿300 años y sales con un adolescente gilipollas?, mucho te tiene que picar la pepitola...).
ResponderEliminarTambién me ha gustado encontrarme referencias cada dos por tres a cuentos clásicos, pero esto es sentimentalismo mío XD Tengo una colección de cuentos desde pequeña y para mí la lectura se convirtió en una búsqueda de esas referencias. El de tirar el espejo durante una escapatoria y que se forme el lago es de un cuento ruso donde sale la bruja Baba Yaga, pero no recuerdo el nombre.
Por cierto, Simón y la princesa como reyes supremos de Gilipollilandia YA. ¡Qué hostia, chaval, y qué odio les tengo!
Interesante, Beatriz, ¿recuerdas algún ejemplo de que Camelia le ponía ojitos al niño? Yo es que más allá de que estaba más pendiente de él que de los otros, que les tenía abandonados casi todo el tiempo... Pero eso se lo atribuí a que era el nuevo y le daba pena o algo (porque el pobre retrasado era patéticamente corto). También hay que decir que no soy la persona más avispada del mundo a la hora de detectar enchochamientos (que para mí el amor es otra cosa, la verdad, y lleva más tiempo y algo más de quality time, pero en fin, Sefarín xD).
ResponderEliminarY, ya que estoy, te pregunto también: ¿te fijaste en si Simón daba alguna muestra de que le pusiera ojitos al hada? Porque a mí, si acaso, lo único que se me ocurre que quizá quiso poner Laura es en la escena en el bosque cuando van a buscar el espejo, que ella se despierta con pelos de loca y él le hace un comentario en plan "tierno" (no recuerdo qué le dice exactamente). Pero ya. Y la verdad es que a mí eso no me hubiera dicho que él se estuviese colando por ella, me parece un comentario muy harmless que hace a veces la gente y no tiene por qué significar nada (quizá a veces sí significa algo, pero no tiene por qué, y menos por sí solo).
Con amorr,
O.
Queridos hierbajos:
ResponderEliminarTenía muchas ganas de que Ortiga escribiese la crítica de "Todas las hadas del reino"; así que, cuando la leí, le mandé algunas preguntas por correo. Lo hice por esa vía porque sabía que, cuando me respondiera, iba a preguntarle otra vez: estas cosas suelen abrumarme, qué le voy a hacer.
En cualquier caso, aquí están mis preguntas y sus respuestas. Como no puedo publicar, por cierto, comentarios que tengan más de 4.096 caracteres, ocuparán más de uno.
Primer email, primera parte:
1)ANÓNIMO:
"Núcleo…: ¿cuidado, niños, el estrés es mu' malo y puede hacer que [ATENCIÓN SPOILER] te dé un ictus y te vuelvas sicótica [FIN DEL SPOILER]?Nusé. Esto no está apoyado a nivel del texto, pero sin duda la trama te lo dice por activa y por pasiva."
Veamos. Si la "primera parte" del libro está dedicada a minar la paciencia de Camelia, y "la segunda" a demostrar, por decirlo de alguna manera, su maldad por haber sido "explotada" (a lo que se le suman más cosas, como por ejemplo el que Simón la deje "tirada" después de todo lo que ha hecho por él), ¿cuál es el problema para que el núcleo sea el que dices que crees que puede ser? Es decir, no sé qué quieres decir con "Esto no está apoyado a nivel del texto, pero sin duda la trama te lo dice por activa y por pasiva".
ORTIGA:
No tiene absolutamente nada de malo que ese sea el núcleo. De hecho, sería fantástico si realmente lo fuera. [Aunque no comparto contigo eso de que Camelia se vuelve "mala" en la segunda mitad, por explotación o por los motivos que sea.] Lo que digo es que no tengo nada claro que esa fuera la intención comunicativa que Laura Gallego tenía en mente cuando escribió este libro (aunque por supuesto puedo estar equivocada) y, incluso si de hecho sí que lo fuera, está mal trabajado como núcleo: la trama lo apoya (eso está bien), pero a nivel del texto no se trabaja la idea, no hay selección de escenas ni subtext que parezca específicamente escogido para apoyar el núcleo, no se incide sobre el mensaje (y eso ya no está tan bien).
2)ANÓNIMO:
"De los personajes… Hay un montón de patatas parlantes cuya misión es hacer engordar al volumen".
¿A qué te refieres exactamente? ¿A la hermana de Asteria, por ejemplo? No me acuerdo muy bien, pero creo que tenía alguna función (tenía que ver con una joya, si no me equivoco). ¿Quieres decir que ella sobraría? Si es sí, no lo entiendo:¿qué tiene de malo que aparezca solo para desempeñar un pequeño papel? Además, ¿no viene bien para darle más "credibilidad" a la vida de Asteria?
ORTIGA:
No me refiero a los personajes de fondo: me refiero a casi todos los personajes en general, la verdad. Las hadas, Simón, Asteria, Rosaura... No tienen profundidad narrativa, así de sencillo. La mitad de las veces ni siquiera son demasiado coherentes consigo mismos o con los que otros personajes y el propio narrador predican de ellos. No me da la impresión de que Laura cree sus personajes con ningún objetivo específico en mente. No son lo que se dice personajes demasiado trabajados.
Primer email, segunda parte:
ResponderEliminar3)ANÓNIMO:
"este personaje (SIMÓN) también evoluciona, e incluso nos quieren vender que tiene un conato de motivación inconsciente, pero eso no cuela (no vale con que el narrador nos lo diga al final de la historia, como quien no quiere la cosa: nos lo tienen que demostrar)".
¿A qué motivación inconsciente te refieres? En cualquier caso, ¿por qué hay que construir la mayoría de las veces las escenas y no echar mano de vez en cuando del resumen narrativo?
ORTIGA:
Al final del libro, el narrador (creo) hace una insinuación sobre que Simón tb podría haber estado enamorado de Camelia (o por lo menos plantea la duda). Esto podría haber sido una motivación inconsciente buena para el personaje, porque entra en conflicto con sus objetivos conscientes (conseguir la mano de Asteria, básicamente, porque dice estar enamorado de ella). No obstante, esto no se demuestra ni entra en juego de ninguna manera durante toda la historia, solo hay esa insinuación del narrador a ultimísima hora. Para ese par de narices, mejor se lo hubiera ahorrado. Si una motivación del personaje no le afecta en lo más mínimo en toda la historia, entonces es como si no existiera (en términos narrativos, de hecho, no existe).
4)ANÓNIMO:
"Y ya respecto a la prosa:Virgencita, cuántas explicaciones juntas".
Imaginemos que estamos ante un libro cuya única pretensión es entretener. ¿Cómo sabes que sobran las explicaciones, si no hay ninguna intención comunicativa, ningún núcleo?
ORTIGA:
En general, las explicaciones implican dos cosas: el autor no sabe escribir y/o cree que el lector es muy corto y no va a entender lo que le están contando. Se puede escribir un libro comercial (explicativo), entretenido y sin núcleo, por supuesto, y eso ya te dije en anteriores emails que no tiene nada de malo en sí mismo. Pero eso no es Literatura. Simplemente.
Segundo email:
ResponderEliminar1)ANÓNIMO:
"la trama lo apoya (AL NÚCLEO) (eso está bien), pero a nivel del texto no se trabaja la idea, no hay selección de escenas ni subtext que parezca específicamente escogido para apoyar el núcleo, no se incide sobre el mensaje (y eso ya no está tan bien).
Vamos a ver. ¿Podrías añadir algún otro ejemplo en cuanto a apoyar el núcleo a nivel de texto, aparte de los tres que pones? El de "no se incide sobre el mensaje no lo entiendo"; creo que Laura Gallego lo apoya con la trama. Pero por lo visto no es lo mismo (*inserte aquí emoticonos angustiosos*)
Y otra cosa: ¿podrías añadir "subtext" al glosario, si no es mucho pedir? *bate pestañas, bate pestañas*
ORTIGA:
Con lo de que no se incide sobre el mensaje me refiero a lo que escribí inmediatamente antes: a nivel del texto no se trabaja la idea, no hay selección de escenas ni subtext que parezca específicamente escogido para apoyar el núcleo. Para trabajar un núcleo no solamente tienes que crear una trama que apoye tu intención comunicativa, también tienes que hacerlo visible dentro de cada escena individual a través de construcción de personajes, motivaciones, percepción del entorno, desfamiliarizaciones... Idealmente, todos los recursos que emplees irán destinados a trabajar tu núcleo y añadir matices (en la práctica es difícil que todo, 100%, vaya en la dirección que tú quieres, pero entre 0 y 100 tenemos muchos números).
2)ANÓNIMO:
"No tienen profundidad narrativa (CASI TODOS LOS PERSONAJES EN GENERAL), así de sencillo".
¿Tener profundidad narrativa es "La mitad de las veces ni siquiera son demasiado coherentes consigo mismos o con los que otros personajes y el propio narrador predican de ellos"?
ORTIGA:
No, eso es simple coherencia. Parece que Laura quiera presentarnos a unos personajes que no se corresponden con lo que realmente está creando.
La profundidad narrativa se consigue, por ejemplo, creándole un conflicto al personaje, contradicciones internas. Por eso decía que el hecho de que Simón se hubiese enamorado de Camelia podría haberle dado profundidad al personaje: entonces tendría objetivos y sentimientos encontrados (querer acabar con éxito las questes para conseguir la mano de Asteria vs. querer fallar para que el hada no haya terminado su trabajo y así poder seguir viéndola).
No os vayáis a pensar que la información me ha salido barata:¡dos brazos y un riñón que me ha costaooo! (Parece ser que un brazo no era suficiente: "Quiero los dos u.u Y un riñón. Los riñones se pagan bien."
Ortiga, gracias. Gracias de verdad.
(Por cierto, hierbas vecinas, voy a copiaros algunas cosas más de otros emails, que nada tienen que ver con "Todas las hadas del reino", pero sí con la literatura. Seguro que os resultan útiles :D).
Primera parte:
ResponderEliminar1)ANÓNIMO:
No entiendo por qué la buena literatura es aquella que te hace reflexionar sobre un tema y no te resuelve el problema. O sea, entiendo lo primero, aunque no me quedo muy conforme: ¿por qué algo no puede ser buena literatura si busca entretener o cualquier otra cosa (crear belleza, trasmitir una mera idea, etc.) en lugar de hacerte reflexionar ? Sé a buen seguro que este tema os irrita hasta el extremo; pero, si un autor quiere simple y llanamente entretener con su novela, ¿por qué esta es mala literatura? Huelga decir que la pretensión no implica la calidad literaria, pero imaginad que está todo desarrollado de manera notable.
ORTIGA:
En fin, aquí estamos entrando en terreno un poco "pantanoso", porque al final cada maestrillo tiene su librillo. Las cosas pueden cambiar mucho dependiendo de qué criterios consideres.
Por supuesto que un libro comercial puede estar bien escrito, pero la definición que nosotras manejamos de literatura comercial (la que resuelve el conflicto) entra en conflicto (valga la redundancia) con el la idea que tenemos de arte, de Literatura (de la de con mayúsculas, que es la que reflexiona sobre un tema sin resolver el conflicto). Un libro comercial que esté bien escrito será mejor que un libro comercial que esté mal escrito, claramente; por otro lado, hacer la comparación de "qué es mejor: literatura comercial o literatura no comercial" ya es otro tema más peliagudo. Para nosotras tiene una mayor importancia (filosófica, intelectual, moral...) la literatura no comercial, pero eso no significa que las novelas comerciales no tengan su propio valor, su propia función y su propio público, y no me parece que merezca la pena desprestigiarlas por ello (siempre y cuando estén bien escritas).
El valor de un libro también puede depender mucho de cuál sea su objetivo, evidentemente. Un libro que busque tan solo entretener, sin mayores pretensiones, y sea de hecho considerado entretenido por su público meta (o por una gran porcentaje del público general) está sin duda cumpliendo su objetivo y podría considerarse que es bueno (con independencia de si está o no está bien escrito). Como digo, las cosas pueden llegar a cambiar mucho dependiendo de qué parámetros estemos considerando a la hora de hacer la valoración de un obra.
Ahora bien, quiero hablarte del criterio que las Malas Hierbas consideramos a la hora de hacer la valoración de una obra. Nosotras, a la hora de analizar un manuscrito, consideramos que tenemos en las manos una pieza de arte. El arte no está destinado a "ser bonito". Un cuadro que es bonito y nada más que bonito, sin ninguna otra cualidad, tiene menos valor que el garabato de un bebé de año y medio que coge por primera vez un lapicero. El objetivo del arte se entiende que es transmitir, remover y emocionar, todo ello al mismo tiempo. Una pieza de arte es un mensaje encriptado, da igual que sea una canción, una escultura o un poema: el autor quería hacerte llegar un mensaje importante, plantearte un conflicto, mostrarte una realidad que él y solo él supo ver en un principio. Por este motivo, si en nuestras manos cae un libro que "es muy bonito" o "es muy entretenido", pero que carece de intención comunicativa más allá de decir "a Fulanito le pasó A, B y C (y al final fue feliz como un regaliz)", consideramos que no tiene valor en lo que al arte se refiere (lo cual no significa que no tenga valor de ningún tipo, puede hacer una gran labor de promoción de la lectura, labor de concienciación de un tema, o cualquier otra cosa que se te ocurra).
CONTINUACIÓN DE LA RESPUESTA EN EL SIGUIENTE COMENTARIO:
Segunda parte:
ResponderEliminarORTIGA:
El primer paso antes de hacer una crítica es siempre saber qué es lo que vas a evaluar. Sin eso no puedes hacer nada.
Así pues, como digo, consideramos que sólo aquella literatura que reflexiona sobre un tema sin resolver el conflicto es buena porque es la única que encaja dentro de nuestro concepto de arte. Por si te sirve para situarlo mejor: el ejemplo clásico de historia comercial es la típica trama de película de superhéroes. Los héroes-protagonistas encarnan el bien y la decencia (son con los que el espectador tiene que identificarse), luego tenemos un problema que héroe tiene que resolver, y este problema es culpa del malo de turno (que es la encarnación de todos los problemas del mundo, en realidad, por eso normalmente su objetivo pasa por destruir el mundo mundial); al final el héroe vence/mata al malo y el mundo está a salvo, y así todos podemos dormir un poco más tranquilos esa noche sabiendo que el mundo va bien, que no importa que haya gente mala por ahí porque seguro que tarde o temprano van a recibir su merecido. Es un planteamiento muy tranquilizador y muy mono y todo eso... cuando tienes cinco años.
2)ANÓNIMO:
Por otro lado, en cuanto a "y no te resuelve el problema (...). Resolver el conflicto no se re refiere a resolver el problema de la trama como tal, sino resolver el conflicto que planteaba el núcleo", no entiendo muy bien a qué se refiere Ortiga. Os estaría muy muy agradecido si me lo pudierais explicar.
(El texto entrecomillado es de una entrada de este mismo blog publicada el 12 de septiembre de 2015)
ORTIGA:
Hay que hacer la diferencia entre el "conflicto" de la trama (el problema que la historia plantea al protagonista y que debe resolver: rescatar a una damisela en apuros, ganar un concurso, domar a un dragón...) y el conflicto del núcleo (aprender a quererse si el conflicto era un problema de autoconcepto, encontrar el amor si el tema era la soledad, etc.). Los libros verdaderamente interesantes, en tanto que obras de arte, son aquellos que exploran una zona oscura sin darte la solución al problema, porque al final la vida no son blanco y negros, y desde luego no es un camino pavimentado con las rosas del karma que establece que todo va a ir bien si eres bueno y las desgracias de abatirán sobre ti si eres malo y te lo mereces. La vida es compleja y las soluciones a los problemas que de verdad importan no suelen caracterizarse por ser fáciles y milagrosamente absolutas.
Voy a pegar también (pero en su entrada correspondiente) otra pregunta-respuesta sobre "El Libro de los Portales".
De nuevo, gracias, Ortiga. Gracias mil.
Espero que os haya resultado todo tan útil como a mí ;)
Hola malas hiervas.
ResponderEliminarLa verdad nunca me han interesado los libros de Laura Gallego. Toco las portada, ojeo sus paginas pero nunca acabo de leerlos. He terminado uno en toda mi vida que es dos velas para el diablo y me encantó, pero no quiero ir mas allá. No me gustan las historias con relleno explicativo, y tampoco cuando te dan tantas explicaciones en los diálogos y ruedas los ojos hasta que quedan en blanco. Por eso no terminé este, estoy tratando de dar prioridad a mi bienestar mental y emocional.
¡Saludos!
No me atraen para nada los libros de Laura Gallego, pero es interesante saber qué es lo que está de moda entre los adolescentes ahora. Me da mucha risa cuando recuerdo mi época de leer a Coelho en el colegio, para mí El diablo y la señorita Prym era genial en ese entonces. Ahora ni me acuerdo la mayor parte del libro. Supongo que son las típicas lecturas de entrada.
ResponderEliminarMorí con eso del núcleo en el chichómetro. Y eso que ando estresada, no vaya a terminar con la cola de mi gato xD
Y gracias al anónimo por compartir los mails, siempre estas explicaciones son interesantes. Lo del núcleo y la diferencia entre resolver el conflicto de la trama y solucionar lo planteado por el núcleo me dejó pensando, supongo que no muchos deben saberlo.
Escribo aquí para hacer una recomendación, porque no sé si hay una vía en concreto para hacerlo.
ResponderEliminarEl libro en cuestión se llama "Besos entre líneas".
Saludos.
Hay una vía para hacer recomendaciones, por desgracia está temporalmente cerrada (hasta nuevo aviso xD). Pero ¡no entristezcas, pequeña hierbaja! El libro que nos sugieres ya está en nuestro haber e.e procederemos a criticarlo en cuando podamos.
ResponderEliminarCon amorr,
O.
(Este comentario va en respuesta al de Ortiga de ayer. No sé qué pasa, pero no se pueden responder comentarios desde el ordenador)
ResponderEliminarNo he oído nada bueno de ese libro. He investigado un poco y he visto cosas extrañas. Hasta en facebook he visto comentarios relacionados con él, y no, no he visto que fueran buenos.
¿Has llegado a lo de los whatsapps? He visto por algunos blogs que ese es un aspecto bastante criticado no solo por que a la gente le parece que están para adornar, sino por cómo están escritos algunos. Según las imágenes que han puesto en los blogs que he visto, me parece que una de las amigas se inventa un idioma. No había visto algo así desde el discurso de Rita Barberà en su última cridà O___O
¡Saludos! Carol
Pd: recomendaciones no, pero alguna sinopsis que otra sí que podemos mandarte, para que le eches un vistacillo, ¿no?
@Carol, me temo que nadie puede contestar comentarios más que desde el móvil. Es uno de los misterios insondables del Jardín.
ResponderEliminarEl libro todavía no lo he empezado, así que no tengo ni idea o.o
Y respecto a recomendar sinopsis... Bueno, supongo que me lo podría pensar xD Depende de cómo de agobiada me viera con lo demás.
Con amorr,
O.
Bueno, pues ya verás con los whatsapps. Según lo que he visto en algunas reseñas, la sensación que me ha dado es esa que he comentado: la amiga de la protagonista se inventaba un idioma nuevo. O tiene un móvil tan malo que el teclado hace lo que le da la gana, porque si no, no me lo explico. Aunque visto lo visto, eso parece que casi es lo de menos. En fin, suerte con la lectura. Que te sea leve.
ResponderEliminarLo de la sinopsis es solo para que le eches un vistazo, con eso me conformo. Ya te la pasaré por correo esta semana.
Carol
Veo que llego muy tarde a esta reseña ^^' Estoy intentando ponerme al día porque últimamente ando la mar de atrasada con los blogs que sigo y ni me había pispado de que habíais subido crítica de este libro. ¡Ni de que habíais enlazado mi reseña al final! *-* ¡Muchísimas gracias! Me ha hecho muuuuuucha ilusión :3 *-*
ResponderEliminarSobre el libro, hace ya tiempo que lo leí y apenas recuerdo los detalles, pero no puedo dejar de estar de acuerdo con todo lo que has comentado, Ortiga. Lo de los Ancestrales estaba puesto de pegote, y más viendo la facilidad con la que Camelia se quitó de encima al "Lobo Feroz" xD Y es verdad que muchos personajes apenas tienen profundidad... Yo todavía me pregunto qué pintaban ahí Ren y Rosaura, por ejemplo. Además es que hay partes en que no se sabe qué es de su vida y, de buenas a primeras, reaparecen ahí, por toda la cara, muy convenientemente para ayudar a Camelia o a quien fuera. De hecho el único personaje que me gustó fue Felicia, y ni siquiera es la protagonista principal xD
Odio eterno e infinito a Simón y Asteria. El primero, tonto, y la segunda, loca. Y los dos, gilipollas perdidos xD Qué asco les cogí y qué rabia me dio el final del libro. Me pareció muy injusto y yo es que no puedo con las injusticias >.<
El mensaje final que yo saqué del libro fue el que ya he visto mil veces antes en otros libros de Laura Gallego: que los humanos somos muy malos, unos desagradecidos y muy corrompibles, y que no merecemos existir ni mucho menos que nos ayuden otros seres. Que, mira, tendrá su parte de razón, pero, coño, también hay seres humanos buenos, y además que ese mensaje ya apareció, por ejemplo, en Dos velas para el diablo... Ya se hace cansino :/
No sé, los últimos libros de Laura Gallego no me han convencido... Detesté Donde los árboles cantan, El libro de los portales no me pareció gran cosa y Tengo ladillas hasta donde... Digo... Todas las hadas del reino tampoco es gran cosa. Yo personalmente lo único que salvo son las referencias a los cuentos infantiles, pero porque éstos siempre me han encantado y disfruté bastante encontrando las referencias. Claro que todavía tengo que leer el de Omnia, a ver si se salva por fin o no...
Ah, y sobre Besos entre líneas... La semana pasada subí yo mi reseña. A ver qué os parece a vosotras, porque a mí me dejó KO xD
Gracias de nuevo por haber enlazado mi reseña :3 En estos días espero leer las demás entradas que tengo pendientes, que les tengo ganas ^.^
Hola,
ResponderEliminarCreo que llego tarde para comentar, pero hace poco he descubierto este jardín y me está encantando.
Lo confieso, algunas obras de Laura Gallego me han gustado. Aunque después de leer vuestras críticas y hacer una autoreflexión me he dado cuenta de que lo que me gustaba era la parte “mágica” de sus libros, la imaginación de mundos. Por desgracia mi cabeza tiene la costumbre de rellenar los huecos para convertir las cosas incoherentes en coherentes.
“Todas las hadas del reino” no me gustó nada. Empezó de una manera decente. Después de los primeros capítulos todo era cuesta abajo y sin frenos. Yo no puedo hacer una crítica tan profunda como las especialistas de este blog, pero las cosas no me funcionaban. Además, Camelia siempre me pareció un poco idiota, como el resto de personajes. El único que me hizo un poco de gracia fue el zorro, por la ambigüedad (simple).
También me da la sensación de que son dos historias distintas. La primera parte es un poco insulsa, un hada madrina que ayuda a la gente. Por mucho mundo de fantasía que sea a mí me falta una explicación más lógica ¿Por qué lo hacen? ¿Qué consiguen a cambio? Establecer un poco más cómo funcionan las cosas. Recuerdo la sensación de que las hadas hacían todo eso porque sí. Puede que la explicación esté implícita, pero no me convence que sean tan altruistas. (A lo mejor es que yo soy una mal pensada.)
Cuando a Camelia se le va la pinza y se convierte en mal, tampoco le veo mucho sentido y me parece otra historia, como si la evolución o transición entre la primera parte y la segunda no estuviera bien construida. Es como si dijera, ahora me hago mala porque sí (by the face), porque me da la gana. Lo mismo de antes, me faltan datos. A lo mejor es por lo que comentáis que está enchochada con el ceporro de Simón, que hay que estar muy necesitada para fijarse en “eso”. Si el hada quiere un buen mozo ¿no podría encontrar uno en condiciones? Se supone que conoce a mucha gente ¿no?
Además, dicen que un hada y un humano no pueden estar juntos. Yo no recuerdo que expliquen muy bien las razones o consecuencias, corregidme si me equivoco, hace mucho que me destrocé los ojos con ese libro.
Otro de mis grandes problemas con este libro es su referencia a cuentos clásicos. Me da la sensación de que Laura ha cogido todos esos relatos antiguos (y destrozado por Disney) junto con su idea de “un hada que se le va la pinza y se vuelve mala porque el tío que le mola no le hace caso”, y lo ha metido todo dentro de una batidora, a ver qué salía.
Es que después de haber leído la saga e Geralt de Rivia, que bebe de fuentes similares, no puedes más que descojonarte (aunque al final de la historia a Andrzej Sapkowski se le fue un poco la pinza, para mi gusto).
Después de la decepción de este libro no me atrevía comprar el siguiente, así que solo leí los capítulos que estaban publicados como promoción en la red. Me da la sensación de que Laura va de mal en peor, sus historias cada vez son más infantiles y más simples.
Enhorabuena malas hierbas por el blog, soy fan.