Donde la literatura y la maldad se toman un té

martes, 28 de junio de 2016

Besos entre líneas, de May R. Ayamonte y Esmeralda Verdú

Título: Besos entre líneas
Autoras: May Rayamonte Rayamanta Batamanta R. Ayamonte y Esmeralda Verde Verdú
«Emma es una joven cuya vida no es nada fácil. Cuando tenía seis años, su madre murió en un accidente de coche y su padre, al que tiene que cuidar los fines de semana, sufrió grandes secuelas físicas e intelectuales. Entre los estudios y sus responsabilidades familiares, Emma no tiene mucho tiempo para hacer lo propio de su edad. Pero por suerte hay algo que anima sus días: la literatura. Los libros, su blog y su nuevo canal de Youtube son su refugio, y mientras todas las personas de su entorno tienen vida social, Emma prefiere pasar las horas en la biblioteca.
Todo cambia cuando Eric, el chico que acaba de llegar al pueblo, entra en su vida. Eric es guapísimo y arrollador, pero también esconde muchos secretos y un pasado oscuro por el que tiene que cumplir condena haciendo trabajo comunitario.
¿Podrá Eric sacar a Emma de la burbuja en la que vive? ¿Por qué la relación con Eric es tan complicada y confusa?¿Por qué es tan hermético y enigmático? ¿Qué oculta?»

Seamos honestos: todos sabemos que, con esta sinopsis, no hubiera hecho falta leerme el libro entero para poder sacarme una entrada completa de la manga.

Queridos hierbajos: he vuelto. Y mirad qué cosa tan bonita os traigo como regalo. No, todavía no hemos terminado con el evento Pon una Mala Hierba en tu libro: dado que hablamos de self inserts, en realidad esta crítica nos viene al pelo.

Veamos. Emma es una pobre desgraciada y su vida es un dramón [Zarza: que no un Dramión]. Creo que hasta ahí todos lo hemos entendido. Ahora bien, el hecho de que Emma no haga «lo propio de su edad» (lo que quiera que sea eso) no es tanto una cuestión de tiempo como de que sencillamente no le interesa: porque tiempo tiene para hacer las cosas que sí le gustan además de sacarse el Bachillerato (lee, lleva un blog, graba vídeos, pasa horas en la biblioteca [como bien dice esta sinopsis tan mentirosa y contradictoria]). Quiero decir que no es que la pobre muchacha tenga que estar 24/7 pendiente de su padre discapacitado y su hermana anoréxica rehabilitada. Tampoco nos pasemos: también tiene una tía (tutora legal) perfectamente funcional, aparte de otras consideraciones (como el hecho de que el padre discapacitado está internado durante la semana en una residencia, la familia sólo se ocupa de él los fines de semana).

Jacob después de comerse a todos los vampiros.
Aparentemente, sin embargo, TODO cambia cuando aparece el pipiolo de turno. ¿Todo lo anterior? ¿La madre de Emma ya no está muerta, el padre ya no está discapacitado, Emma tiene mucho tiempo para hacer las cosas «propias de su edad», la Literatura ya no le anima los días, los libros dejan de ser su refugio para ser su trampa mortal, deja de ir a la biblioteca…? Se trata de un pipiolo «guapísimo», «arrollador» (sorprendente giro argumental) y, visto lo visto, mágico. Además es MISTERIOSO porque guarda un SECRETO, y es malote porque tiene un «PASADO OSCURO» [nunca descubrió el interruptor la luz]. Y Wannabe se desmaya de gusto. Creo que todos seguimos entendiendo la situación. [Por cierto, ¿os irrita tanto como a mí la fijación que muestran los libros y sus sinopsis con el físico de la gente? La Wannabe sólo tiene que ser coñaza: lo habitual es que sean guapas para que así sus lectoras se sientan mejor, pero se quiere presentar como que su físico no importa porque estos son libros principalmente escritos por mujeres y dirigidos a un público femenino adolescente que quiere pensar que son progres o algo y están luchando por la liberación de la mujer de la obsesión estética tradicional. El chico, sin embargo, siempre tiene que ser el más guapo, atractivo y carismático de todo el lugar. La vida sería mucho más aburrida sin un poquito de doble moral aquí y allá.]

Pero sobre todo, sobre todo quiero hablaros de las preguntas que nos lanza el sinopsista:




«¿Podrá Eric sacar a Emma de la burbuja en la que vive?». ¿Alguien le ha preguntado a Emma si quiere salir? Hay que joderse con este afán de extroversión que nos predican, macho. A mí el que me toque la burbuja lo mismo se lleva un mordisco.


«¿Por qué la relación con Eric es tan complicada y confusa?». Oh, esta es difícil. Me lanzaré intrépidamente a la piscina y diré algo descabellado: es posible que tenga que ver con el hecho de que aquí el colega tiene antecedentes delictivos, así que muy estable igual no es. Idea loca, la mía, lo sé.

«¿Por qué es tan hermético y enigmático? ¿Qué oculta?». Estas dos preguntas, en realidad, son una muestra bastante buena del principal problema que tiene la protagonista de esta novela. Lo que la sinopsis llama «hermético y enigmático» es simple vergüenza, remordimiento y puto DERECHO A LA INTIMIDAD, cosa que a la protagonista le cuesta un mundo comprender, se diría. La gente tiene derecho a la privacidad, ya veis [sí, lo sé: privacidad, otra de mis locas ideas].

Total, apuesto a que algún alma malvada se habrá sorprendido de que este libro no haya pasado a engrosar las filas de Innombrables [algún alma malvada aparte de mí, quiero decir: yo, como mínimo, sí estoy sorprendida]. La verdad es que tenía unas expectativas nefastas con respecto a este libro antes de leerlo: con todo el tinglado que se montó en su día por Twitter yo me temía que fuese otro After más, continuando con la espiral descendente del género. Sorpresa: es una lectura francamente anodina.

Nos encontramos ante un texto de pésima calidad literaria y algunos comportamientos y actitudes muy reprochables, pero lo he visto mucho peor. Incluso hay algunos aciertos fortuitos nada desdeñables.

Vayamos por partes, como siempre.

De la trama creo que no hay ya más que decir: la vida de la prota es un drama y entonces se muda al pueblo el chico malote y se hacen tilín, y como él es malote pues las cosas son muy complicadas y hay más drama. Al final el amor siempre triunfa. Fin.

La historia tira de todas las posibles coincidencias literarias y humanas para asegurarse de que el mundo entero revuelva en torno a la pareja y que se encuentren uno al otro en todas partes, por no hablar de a familiares y amigos fortuitos.

Del núcleo. Tengo así como la sensación de que la autoras pretendían impartir algún tipo de enseñanza moral con esta historia. En serio. No termino de ver claro cuál es en concreto, pero me da en la nariz que realmente querían hacer una historia con moraleja (seguiría sin ser un núcleo realmente, pero menos da una piedra): parece algún tipo de reacción edulcorada a todas estas relaciones abusivas y controladoras que se han vuelto últimamente tan populares en literatura. La protagonista se rebela (un poco) contra el supuesto abuso de él y trata de hacer valer su identidad y que se respeten sus necesidades emocionales. Como idea no es revolucionaria, pero supongo que sí necesaria, visto cómo anda el percal en tiempos recientes; aunque en el caso de esta historia en concreto no tendría ningún sentido ni aunque lo hubiesen sabido hacer mejor (más adelante os explicaré por qué no tiene sentido).

También es posible que esta intuición mía esté alimentada por el hecho de que, en el epílogo, las autoras nos destripan de palabra el mensaje de la novela: tenemos que superar nuestros fantasmas y empezar a vivir de nuevo. Ah, y el amor es lo más chupi-guay e inexorable del universo. Todos los conflictos pretendidos por las autoras quedan resueltos en el epílogo. Le echábamos de menos, Abraham Simpson.

La voz narrativa: protagonista Wannabe narrando en primera persona presente. La autoridad racional se basa en el conocimiento del mundo blogger/booktuber. La autoridad emocional se encuentra en la escalofriante personalidad adolescente. También se cuelan cambios de textura por medio de mensajes de Whatsapp que siguen dando sensación de adolescencia. El texto en general es tan pobre que la verdad es que hace mucho de menos la autoridad de la voz, pero la autoridad por sí misma está bien establecida a lo largo de la novela: queda más que claro que esta chica tiene los conocimientos necesarios como para contarnos un dramón adolescente de booktuber (no por nada este libro es bastante self insert de las autoras en sí mismo). El hecho de que la chica sea booktuber no tiene en realidad importancia para el núcleo de la novela, pero eso es otro tema.



Los personajes tampoco son lo peor de esta historia, definitivamente. Cuando la prota va a la Blogger Lit Con y empieza a salir gente de debajo de las piedras como que yo ya me perdí bastante (sobre todo porque no me importaba un carajo y ya hacía mucho que estaba saltándome párrafos enteros). Al margen de eso, sorprendentemente aceptable: personajes en general discernibles, si bien muy poco esbozados [y el booktuber mejicano me da la sensación de que tiene un discurso un pelín exagerado, pero qué sé yo].

Hasta donde yo puedo ver, no parece que las autoras tengan ni la más remota idea de cómo se hace una adecuada selección de elementos para presentar a un personaje, pero el resultado al tuntún no les ha terminado de salir tan rana. La protagonista, en particular, yo diría que es la joya de la corona dentro de la novela: como vengo diciendo, no parece que las autoras tengan demasiada idea, a juzgar por el conjunto, pero este personaje es la prueba de que hasta un reloj estropeado de vez en cuando marca la hora correcta.

Emma, la protagonista, es una de esas adolescentes recalcitrantes: tiene un filtro de realidad distorsionada en la que se cree que sus vigas personales están todas en los ojos ajenos, hace gala de doblepensamiento, no respeta el derecho a la privacidad y el espacio personal de la gente a su alrededor (en especial esto se ve en su trato con el pipiolo), interpreta las cosas como le da la real gana, habla y piensa de sí misma como una criatura especial y original y única cuando sus acciones demuestran que es una persona perfectamente anodina y sin interés y cuyo único rasgo distintivo son sus dramas familiares (los cuales no son mérito suyo) y en general inmadura y egoísta. Es, en definitiva, un personaje maravilloso. Y yo quise matarla durante cada maldita página porque no había quien le aguantase una palabra más.

El chico, en otro orden de cosas, es otro de estos personajes traumatizados con su pasado. Sus miserias personales revolucionan en torno a eso y eso es todo lo que se muestra de él como persona. Se diría que no tiene personalidad más allá de ser la encarnación de alma perdida en la que la protagonista Wannabe pueda ver colmadas sus ansias de significar algo para alguien, de ser el único copito de nieve especial que vea lo bueno que es este personaje en el fondo, que sólo necesita ser rescatado de su vida y sus tragedias (porque anda que la vida del pipiolo es otro drama, podrían montarse cada uno su propia telenovela mejicana y se sacarían una pasta, neta [wink, wink]).

Los dos personajes principales evolucionan: en el epílogo, concretamente, las autoras nos aclaran que ambos deciden superar sus traumas personales y empezar a vivir «de cero» juntos [necesitarán una canguro con mucha paciencia para que les cambie los pañales]. No obstante, y olvidando el escalofriante epílogo, la protagonista femenina ya tenía su evolución narrativamente encantadora: se daba cuenta de que el amor no es una varita mágica que todo lo arregla y sigue jodida con sus miserias. Por desgracia, el tiempo siguió pasando y el reloj seguía parado: así es como terminamos con el epílogo y se acaba la fiesta.

Paso a hablaros de la prosa: plana. El 90% de la novela son escenas sin justificación narrativa, no hay selección de elementos ni intencionalidad de ningún tipo, resumen narrativo a manos llenas, received text, drama llama y pensamientos adolescentes… No dejaba de clavárseme en los ojos el anglicismo del «Yo…». En fin.

[A partir de este punto, there be SPOILERS. Procede bajo tu responsabilidad.]

La novela está dividida en cuatro partes acompañadas por un prólogo y un epílogo. Bien, tanto el prólogo como el epílogo habría que quemarlos con un mechero de metano y luego esparcir las cenizas para asegurarnos de que no vuelvan radioactivo algún inocente campo de cultivo. El prólogo, porque es innecesario en términos narrativos ya que toda la trágica historia del accidente de coche de los padres te la van a repetir hasta en la sopa durante el transcurso de la novela. El epílogo, porque tira por tierra y pisotea con saña los pocos aciertos fortuitos que las pobres autoras habían tenido la chiripa de manejar durante el resto de la historia. Y respecto a la división en cuatro partes… La primera parte es como un prólogo extra, y tan innecesaria como el prólogo real a nivel narrativo. La segunda parte sería la historia de amor en sí: al principio rozan (más bien él es borde y ella acosa), luego salen y luego las cosas se tuercen. La tercera parte es una oda a la Blogger Lit Con, aquí se aprovecha para meter una reflexión explícita con mucho resumen narrativo y explicaciones en la que la prota hace balance de su relación fallida y llega a la conclusión de que es una relación tóxica y que está mejor sin el chico (y de paso se pilla un mozo nuevo para pasar el mal trago). La cuarta parte presenta el desenlace de los diversos conflictos: la prota se da cuenta de que el chico del rebote no le gusta tanto después de todo y de que sigue obsesionada con el pipiolo malote, se descubre lo que quedaba por descubrir del misterioso secreto del pipiolo malote, la prota y el pipiolo malote tienen un encontronazo y queda claro que no pueden volver a salir porque hay cosas que no saben o pueden perdonarse.

Bueno, y hasta aquí la crítica. Ahora, a ver qué cosas tengo apuntadas que merezca la pena señalar más acusadoramente con el dedo:

Cuando a las autoras les da por ponerse poéticas: «unos labios carnosos que encierran unos dientes blancos» [Zarza: ¡no podéis salir!], «unos ojos azules tan oscuros como bonitos, custodiados por unas pestañas espesas» [Zarza: ¡¡¡no podéis salir!!! Empieza a apreciarse un patrón], «Después miro sus ojos, que están apagados [Ortiga: ah... esos problemas con los interruptores]. Algo ha pasado durante estos meses, pues lo veo totalmente consumido. No sé si será por lo que se comenta por ahí: las drogas, la cárcel, o qué, pero algo le pasa a Eric [Ortiga: Algo pasa con Mary Eric D:]».

Selección de elementos: «—Estate quieta y sígueme la corriente —susurra en mi oído muy bajito. Su aliento huele a menta». Gente que huele por las orejas. ¿Quién soy yo para juzgar?

Durante la historia no dejan de pasar cosas que no tienen sentido, ya sea porque nadie se cree tanta coincidencia fortuita o porque no tienen puto sentido a secas.
En el primer encontronazo de los dos pipiolos, él la placa contra una pared y ella se deja sobetear alegremente por él con toda la cachaza del mundo (claro, como está bueno, se le consiente todo). Hay alguna escena más a lo largo de la historia que es también fundamentalmente violenta y de acoso por parte de él, pero a mí haciendo cuentas me parece que la que peor parada sale es ella, la verdad.
Tras el primer encuentro, él le ha metido un paquete de droga en el bolso a ella, la tía de la prota se lo encuentra y pone el grito en el cielo, no obstante escandalizarse debe de ser por guardar las apariencias porque bien que le deja que se quede la hierba.
La gente se relame los labios cuando piensan en que quieren besarse (wtf).
El pipiolo se pasa meses sin poner un pie en clase sin que los profesores lleguen a enterarse de qué diablos pasa.
Todo el pueblo se entera del pasado turbio del pipiolo y circulan todo tipo de rumores, pero nadie se entera aparentemente de que la madre tiene cáncer. La curiosidad puebleril es muy selectiva.
La prota se encuentra por la calle a un mujer a la que el coche ha dejado tirada, esta mujer resulta ser la madre del pipiolo y es amante de Jane Austen como la prota, así que se hacen amigas del alma instantáneas y la mujer invita a la prota a cenar a su casa un día.
Las autoras intentan convencernos de lo especial que es su protagonista poniendo a otros personajes a mencionar su originalidad, como cuando la prota va a un evento literario a conocer a una autora a la que admira, le hace una pregunta perfectamente anodina que yo misma he escuchado hacer montones de veces (y eso que no voy a eventos) y la autora le dice que es una pregunta fantástica que muy poca gente le hace.
La prota va un día a visitar el campus de la Complutense en Madrid y allí se encuentra con un muchacho que se le sienta al lado en la calle y se pone a darle palique («Nunca te he visto por aquí, ¿qué estudias?», ¡nunca te había visto por aquí!, ya sabes, me conozco a todos los miles de estudiantes que pasan por aquí cada día). Este muchacho fortuito, casualidades de la vida, más adelante resultará ser un amigo del pipiolo malote.

La profesora de Lengua se pone a meterse con la literatura juvenil en clase, lo cual no es sino una excusa para que Wannabe se ofusque mucho y defienda sus maravillosos libros. La prota y el pipiolo debaten y el pipiolo está de acuerdo con la prota, porque es un chico sensible que lee poesía y tal y eso. Pero es que, claro, esto es lo que opina la prota sobre literatura: «Es tan increíble que una misma historia signifique tanto para una persona y que para otra sea un bodrio… Por eso siempre digo que la calidad de un libro depende del lector y que ninguna opinión es la determinante». La verdad es que me he acordado mucho de Common Booktuber durante esta lectura, porque la protagonista encarna muchos de los estereotipos publicados en Twitter (ya sabéis, lo bonitas que son las portadas y ese tipo de virguerías).

En esta historia, la prota es la puta colgada acosadora. Al margen del debate en clase, cuando tiene lugar el episodio que os copio a continuación los personajes deben de haber intercambiado no más de diez frases (en el transcurso de varios meses):


«Está sentado en una de las mesas de estudio y tiene la cabeza apoyada encima de una pila de libros de texto y apuntes. Está dormido con la boca entreabierta y su expresión relajada y pacífica hace que parezca un angelito. Está muy mono.
Sin pensarlo mucho, miro mi móvil y me decido a hacerle una foto. No quiero olvidar la expresión de su cara en estos momentos». Y… sí, este es uno de los motivos principales por los que creo que no se les debe comprar un móvil a los niños pequeños (menos uno con cámara): no tienen la madurez emocional como para comprender la responsabilidad que implica tener este tipo de tecnología a su alcance y actuar en consecuencia. Sin mencionar, puta colgada, que estás enferma.

Al tomar la foto, el teléfono suelta el flash, claro, porque además la pobre desgraciada es tan gilipollas que no sabe cómo ser sutil y controlar su móvil ya que se pone a hacer el gilipollas. Y porque además la historia tira a base de este tipo de parches literarios. Así que él se despierta: «No puede ser. ¿Cuántas veces me va a pillar Eric in fraganti espiándole? Si yo fuera él, me empezaría a mosquear…». Ya, y si yo fuera tú, me preocuparía más por la parte del espiar que por la de él dándose o no cuenta.

¿Os acordáis de que la prota ha sido invitada a casa del pipiolo a cenar? Pues el pipiolo no quiere que vaya, pero a ella se la suda ampliamente porque le importa una mierda el espacio personal ajeno, entre otras muchas cosas, y entre medias de él pidiéndole que por Dios le deje en paz de una vez, ella no puede evitar fijarse en lo guapo que es, lo bien que le queda siempre la ropa que lleva, cómo tal o cual cosa conjunta con sus ojos… «Está tan guapo con esa camiseta azul oscura que se ajusta a su cuerpo». Emma es un buen personaje, pero si crees que esto es normal/aceptable yo creo que deberías hacértelo mirar.

Durante esa cena forzosa, el pipiolo no deja de ser borde e irrespetuoso con la prota en presencia de los padres de él. Los padres se dedican a defender a la chica, le dicen sin mucho empeño al niño que cierre la boca, y por último la madre llega al extremo de decirle a la prota que el chico realmente la aprecia a pesar de tratarla así. Esto del «se mete contigo, pero en el fondo le importas» es una frase recurrente que tenemos que oír por parte de diferentes personajes a lo largo de la novela, y admitiré que no deja de ser sorprendente: ¿cuánto puede llegar a importarte una persona con la que apenas has cruzado diez frases en el transcurso de varios meses? Además, su comportamiento desagradable ni siquiera tiene el componente constante y obsesivo del tipo de relación tóxica que las autoras parece que estén intentando vendernos: él no va buscando a la chica, simplemente es borde cuando tienen la desgracia de cruzarse y principalmente si ella está haciendo algo irritante (perturbar el silencio de la biblioteca, invadirle la casa sin importarle la privacidad del chico…), de hecho la que va intentando buscarle es ella. Y luego de cuando en cuando se morrean, según con qué pie se levante el día [pero entre tanto él se lía también con otras tías, y la prota sabe esto en primera persona]. Un sinsentido todo ello, francamente.

Entre los numerosísimos clichés literarios y acontecimientos fortuitos que plagan la novela está el momento en el que (aun habiendo cruzado poco más de diez frases) la prota le cuenta al pipiolo toda su trágica historia familiar y entonces se siente a gusto y segura y como si se conocieran de siempre. «Eric se levanta y se sienta a mi lado. Ahora nuestros hombros se rozan y, por alguna razón, me siento segura estando cerca de él». Ya, por alguna razón literaria. Ella sigue contando la trágica historia de cómo su tía tiró todas las cosas de la madre para intentar librarse del dolor. «No sé por qué me he sincerado de esta manera». Yo sí.


Y luego, de repente, un día están ya saliendo.

«El sol está en lo alto haciendo que el pelo de Eric brille como nunca.
Hemos vuelto a saltarnos las clases, hemos vuelto a "no pensar", hemos vuelto a pasar un día inolvidable». Nada nuevo bajo el sol. Sigue, sigue.

«Eric me hace sentir mariposas en el estómago. Suena muy cursi, pero es la verdad». No, no suena cursi: suena plano, repetido y poco original. Y tampoco es la verdad, si tuvieras mariposas en el estómago, dudo que se sintiese así

También nos cuentan una escena de sexo en modo resumen narrativo paleto, y no podrían faltar las típicas frases de «oh, Pichurri, si sigues así no podré controlarme», «oh, Pichurro, no quiero que te controles». Y comienza así el siguiente capítulo al revolcón: «Todavía siento sus dedos en mi piel. La experiencia que viví anoche fue mágica». ¿Tu madre ha vuelto a la vida, tu padre ya no está discapacitado y los libros se han convertido en tu trampa mortal? Ojalá [Zarza: Pequeño Espasa, ¡confiamos en ti!].

El caso es que el gran secreto traumoso que guarda el pipiolo malote es que una vez salió a carretera borracho y tuvo un accidente. Y esto es un deal breaker para la prota por lo del accidente de sus padres (se la pegaron cuando un conductor borracho se salió de su carril y se empotró contra ellos). Más adelante se siguen desvelando detalles de este accidente del chico: iba en moto con su novia de entonces, dieciséis años debían de tener o algo así, y ella la palmó. La cosa es que el pipiolo y la prota cortan muy dramáticamente. Ella se va a continuación a la Blogger Lit Con y allí conoce a un booktuber famoso del que se hace colegui (y posteriormente colegui con derecho a roce) y le cuenta la trágica historia de amor que ha vivido y entre ambos llegan a la conclusión de que la relación era tóxica y que el pipiolo malote es un mentiroso que ha estado engañando a la prota compulsivamente todo ese tiempo. Y siguen y siguen llamándole mentiroso a cada vuelta de hoja, cosa que ni siquiera es cierta: hay una diferencia entre mentir y no querer contarle a alguien un episodio traumático de tu pasado. Como digo, la gente tiene derecho a su intimidad, malditos desquiciados.

Así que, sí, este es el motivo por el que en mi opinión no tiene sentido que se utilice esta historia como muestra de reacción contra una relación abusiva, porque la verdad es que la protagonista me parece considerablemente más abusiva que el chico. Él es gilipollas perdido también, no me malinterpretéis, y luego además hay una escena bastante out of character en la que de pronto a él le da un jamacuco y se pone en plan exnovio loco, posesivo y celoso, cosa que no encaja demasiado con su presencia en la novela hasta ese momento, parece que esté puesto con toda la intención del mundo para intentar convencernos de que efectivamente es un maltratador, pero en fin. En la historia que yo he leído, la relación es tóxica no porque él sea un sicótico de estos tan populares ahora, sino porque es una persona que se encuentra en un momento de su vida en el que es física y emocionalmente autodestructivo, pero no intenta activamente arrastrarla a ella con él; y en todo caso la protagonista no tiene un problema con la autodestructividad de él (el instinto de Wannabe, ya lo hemos hablado) sino que el problema viene de que el trauma de él entra en conflicto con el trauma de ella, y entonces ella se dedica a llamar tóxica a la relación porque opina que el chico la ha estado mintiendo (cosa que, ya lo hemos hablado también, no es cierta).

Ahora bien, el que sí que es un maltratador bipolar en potencia y no hacen más que darle piradas de pinza y cambios de humor repentinos es al booktuber que se liga la prota en la BLC y a ese nadie le dice que está de la olla (que falta le hace). Lo cual apoya mi teoría personal de que la protagonista no sería capaz de identificar una relación tóxica ni aunque se le apareciese vestida de orquesta humana en mitad de la biblioteca y la placase al más puro estilo rugby.

La protagonista tiene además recurrentes pensamientos de autovalidación a través de sus conexiones sentimentales con el sexo opuesto. Y yo odio a todo el mundo y los mataría con una cuchara. Ejemplo: «Después de acabar al conversación con Gabriel, me he dado cuenta de cuánto me llena ese simple hecho. Estos días que no he hablado con él han sido como días vacíos».


Chichómetro: no, padre.

Potabilidad: se puede potar.

Carcajadas: 3/10

Otras páginas que tienen publicadas críticas o reseñas de este libro, por si os interesa contrastar: Flota con un libro, Finding books, El Rincón.

11 comentarios :

  1. ¡Buenas, malas hierbas!

    ¡Otra crítica! ¡Wiiiiiiii!

    Bueno, que parece que he tomado algo que no debía. Muy buena la crítica, Ortiga, como siempre. He descubierto que me encanta comentar a los protas de las historias/fics, así que allá voy.

    La tía esta me parece un personaje de lo menos humano posible. A ver, tiene un pasado trágico del tipo Mary Sue (sí, eso sí que puede pasar), también es muy normal que tenga un blog de literatura y sea booktuber; pero lo que no me parece normal es que se crea especial. «Holi, me llamo Emma, y soy una chica adolescente con muchos traumas. En primer lugar, mi madre murió en un accidente de coche, dejando a mi padre discapacitado. Esto me deja a mí cuidándolo a mí los findes, así que no puedo evitar ver en mi padre cada mañana esos recuerdos que preferiría olvidar [A: no sé si ella estuvo en el accidente.], esas consecuencias que tuvo que pagar. Mi tía me cuida, y sinceramente le echo en cara que haya tirado las pertenencias de mi madre, que eran lo único que tenía de ella. Ahora soy una pobre chica sin lugar en el mundo, sin vida social. Una don nadie».

    Por cierto, a mí tamvién me parece una stalker enferma mental. A una persona humana (por lo menos que esté en sus cabales) jamás se le ocurriría fotografiar a alguien mientras duerme, en plan «Esta foto me la voy a poner de salvapantallas porque es el vivo reflejo de un ángel salido del suelo, y me importa una mierda que no lo sea, porque yo la comeré con la mirada igual». Esto me ha recordado a un episodio de mis tiernos once años, cuando varias amigas estábamos de compras en un centro comercial. Como una chica y yo nos aburríamos muchísimo, decidimos ir a visitar la tetería que llevaban los padres de un compañero de curso, a ver si nos daban unas pasticas por enchufe. Total, que llegamos y como el padre nos reconoció nos dio unas muestras de té gratis en unos mini vasos (¡sin azúcar, Dios!). El caso es que cuando nos íbamos nos dijo «¿Os puedo hacer unas fotos para enviárselas por WhatsApp a Erik? [A: ¡Juro que se llama así! Casualidades de la vida.]» Ni nos dejó tiempo para contestar, porque al segundo parecía un paparazzi haciendo fotos a unas supermodelos famosísimas. Porque una foto no fue, lo digo yo.

    Recuerdo que al salir lo primero que pensamos fue «¿WTF?» y luego, al superar la impresión,nos sentó fatal; pensamos que de alguna manera nos había violado la intimidad. Sé que suena extremadamente fuerte (al fin y al cabo, sólo fueron unas fotos), pero yo odio con toda mi alma que me las hagan. Lo que quiero decir es que es, de alguna manera, parecido: esa tipa no tiene ningún derecho a hacer lo que le de la gana sin el permiso de la "víctima" XD.

    Y después de esto sigue haciéndose la víctima: «¡Me ha mentido! ¡Yo me sincero con él y me lo paga con esto! ¡Es una relación tóxica, él no me conviene porque es un malote!» Así me la imagino yo :D. No, hija mía de mi corazón, se llama intimidad, y tú que te has leído tantos libros deberías conocerla. Hay leyes, querida.

    Después de esta parrafada sin nada que aportar (yo tengo ira y necesito un sitio donde desahogarme, sorry), os dejo. Por cierto, hubiera estado guay que hubieras puesto quotes de la forma en que el booktuber es tan stalker como la prota XD.

    Ate, A.

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  2. ¡Hola!

    Pues... el libro es una pequeña mierdecilla. Todos lo sabemos. Yo sigo ofendida porque los latinos -específicamente los mexicanos- tenemos la sangre caliente y vamos por la calle besando a todo el mundo. Y porque el mexicano con su sangre caliente la intentó violar casi y la chica tan tranquila. WTF! De por sí nos cuesta que nos representen en novelas que no son del país y cuando pasa, tenemos a un violador en potencia con la sangre potencia cuyo único vocabulario es chido y neta. La neta que neta nunca había visto tantas netas en una frase. Neta.
    Entre Emma y Eric se pueden sacar los ojos si quieren, pero es que me da una cosa... Yo todavía tengo metida entre un ojo y otro la parte en la que Emma se queja de cuando los hombres ven a las mujeres como pedazos de carne y al siguiente capítulo está poniéndole las bubis en la cara casi y sintiéndose halagada porque la ve como... un pedazo de carne. Que está en todo su derecho como que yo me llamo Andrea pero es que me da un tic pensar que esta era un intento de novela con moraleja o qué se yo. En fin. :D Me he reído, como siempre.

    Nea.

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  3. Hola Ortiga.
    Me había leído una reseña del mismo libro esta mañana (como estoy de vaga tengo tiempo), y justo sale tu critica ahora. Muy completa por cierto y divertida. Intenté leer el libro y aunque no me pareció lo peor que he leído, no quise seguir leyendo porque temía que empeorara. En los pocos capítulos que leí no pude evitar cabrearme con todas las referencias a sagas juveniles. Y después de esto, yo ya no quiero nada con planeta.
    Saludos.

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  4. Solo paso por aquí para decir lo magnificioso que es la imagen de los rinos y unicornios :D

    PD:Me alegra verte de vuelta O.
    PD2:Echaba de menos estas entradas.

    Noomi.

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  5. Lo confieso, ando con pereza para empezar otro libro y con ganas de reírme, así que estos días he venido a ver si sacaban otro capítulo de los self insert. Ahora me encuentro con una crítica que, desde el título y la portada del libro, me hicieron ir a buscar un café y la manta para ponerme cómoda. Me he reído como loca con la confusión de los nombres de las autoras, los gifs y las respuestas a las preguntas. Lo mejor han sido los ejemplos. Pero qué coincidencia tan horrible. Imagino a las autoras cuando les preguntaban de qué se iba a tratar el libro que querían publicar: "Es sobre dos adolescentes que salen un tiempo y después lo dejan porque él tuvo un accidente de auto en el pasado y ella perdió a sus padres en otro accidente. En el pasado. Y no, él no los mató, aunque sí se cargó a su ex novia." Oscuuuro. Lo leería, de no ser porque tiene pinta de ser aburridísimo, además de malo. Y yo soy una de las almas malvadas que se pregunta cómo esto no va a Innombrables.
    Rayamanta. Batamanta. xDDD

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  6. Ay, chicas, es que no entienden nada. La parte en que la piba defiende la literatura juvenil es totalmente funcional, ¿no ven que las autoras están tratando de justificar la existencia de su propia novela? :PPPPP

    Y una cosa que no tiene nada que ver con nada, pero ver la palabra "historia" en la cita me lleva a esto: ¿qué onda con el vocabulario de esta buena gente? No existen las novelas, ni los cuentos, ni las nouvelles, ni nada que sea narrativo.Los escritores plasman historias y los lectores leen libros DDD:

    Y para terminar: Jacob después de morfarse a todos los vampiros está más bueno que en las películas. Y definitivamente, mucho mejor que el desnutrido de Edward :PPP

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  7. Yo soy una de esas almas negras que esperaba un innombrable, sobre todo por la imagen que pusiste en twitter al respecto al anunciar la reseña. Si es que has jugado con nuestras expectativas.

    En otro orden de cosas, yo por la imágenes que compartió Nea Poulain en Twitter desarrollé mi propia teoría sobre este libro y la mantengo:
    Este libro es en realidad un producto publicitario creado por las editoriales. Estas cogieron a un par de blogueras y les encargaron hacer una historia comercial de estas que está ahora tan de moda con la única condición de hacer toda la publicidad posible, sólo así se explica que haya tantísimas menciones, que la prota sea una lectora apasionada, algo que se defiende como muy especial, y que se defienda con tanto ahínco la literatura juvenil. Les dijeron que si hacían eso se la publicaban y de ese modo surgió este libro. Por eso pasa también que al final se resuelve todo, querían un libro comercial porque estos venden más.

    Es la única explicación coherente que veo a que se haya publicado y se está publicitanto tanto un libro tan cliché y anodino de autoras desconocidas, así como de que dicho libro se las arregle para mencionar tantísimos libros y hacer esa defensa de la literatura juvenil. Me juego algo a que también defiende los libros es papel sobre los electrónicos porque no es lo mismo, ¿a que sí?

    No me convencerán de lo contrario. ¡Os he descubierto, editoriales! No me callaréis... a menos que sea con una suma de 6 cifras. Vale, ahí lo reconsideraría porque una tampoco es de piedra.

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  8. Creo que está más que claro con las nuesvas olas de:

    «Es tan increíble que una misma historia signifique tanto para una persona y que para otra sea un bodrio… Por eso siempre digo que la calidad de un libro depende del lector y que ninguna opinión es la determinante»

    Unido a hecho de la BLC.

    No creo que sea un ibro encargado, pero sí selecionado por una editrial como es Planeta que sabe que va a tener un mínimo de 1000 ejemplares (500 asistentes a la Bogger más todos aquellos booktubers o book-bloggers). Es un libro que llega, se mira que las autoras tienen seguidoras y reputación en la red y se saca. Mañana cuando el recorrido comercial termine se descatalogará y nadie sabrá de la existencia de este libro.

    Las autoras se llevarán un 8% Planta y librerías el resto y los bloggers productos de consumo.

    Espero que las autoras si lo leen no se enfaden por esto pero, este libro, simple y llanamente es un fan-fic. No es literatura, son ventas.

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  9. Personalmente, me repatea MUCHO que los autores y autoras quieran victimizar a su personaje usando para ello su gusto a la literatura.
    Quiero decir... que no es algo aislado, mujer. La mayoría de la población de Europa, EEUU y otros países desarrollados carece prácticamente de analfabetismo; existen las IMPRENTAS, las EDITORIALES (que sacan muuucha pasta), existen las BIBLIOTECAS y, hasta donde yo he visto, nunca he tenido el placer de ver una biblioteca vacía ¡Por el amor de Dios, si existen hasta carreras de literatura no será por pena a que se extinga! Que cuatro garrulos no lean no significa que el resto de la población no lo haga aunque sea de forma casual y por gusto de vez en cuando; aunque está visto que a muchos autores/as les encanta eso de escribir lo malos que son las personas juzgando a su pobre personaje, cuando la mitad de las veces (o más) caen en ese pecado, llamando a todo aquel que no comparte su hobby unos paletos malvados.
    No pueden haber otros hobbys, no. Ni danza, ni historia, ni deporte, ni nada. ¡Garrulos, monstruos, que sois unos indignos! ¡Soy el nuevo Cristo que viene a salvaros con novelas juveniles (o clásicas de las que sólo conocen el nombre, lo mismo me da) la trama!


    Y ojo; esto no ocurre únicamente en esta novela. Me he hartado a ver ese cliché de "la literatura como flagelación para dar penita e intelecto al personaje" a PUÑADOS.
    Que otra cosa, queridos autores: leer literatura no tiene por qué hacerte más inteligente obligatoriamente. Si yo leo a Pratchett o Ibbotson, autores de fantasía, no voy a tener mejor capacidad deductiva. Algunas habilidades se desarrollarán más con otras novelas. Y punto número dos: tener buenas notas y catalogar a un personaje de "inteligente" por su expediente académico no es hacerlo automáticamente un crack en todo.

    En fin. Últimamente estoy muy llena de ira, como Pratchett. Sí, Pratchett.

    Buena entrada hierbis.

    Un saludo mentolado

    Alex

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  10. Hola!
    A pesar de que no siempre comente, echaba mucho de menos tus reseñas, Ortiga. ¡Y menudo has pillado! Si es que creo que es de los más "No, you Kant" de los muchos "No, you Kant" que he leído. Les ha salido todo al revés, han querido tirar del chica nerd-chico malote y les ha salido el tiro por la culata. Menuda loca la Emma ésta, hasta me da pena Eric. Las imágenes de la novia psicópata quedan perfectas.
    Mira que odio la literatura juvenil-romántica en que la chica se cree un snowflake por leer y el chico es un malote-pero-tierno traumatizado. Pero ¡es que ni siquiera eso saben hacer! Por dios, que hagan un puto copy-paste y se llenen los bolsillos, como todo el mundo.
    Y por cosas como éstas estoy empezando a aborrecer la literatura "young adult" y aún más los "romances dramáticos". Llevo tiempo queriendo leer novela histórica, pero como estoy muy verde no sé que libros o autores escoger. Así que te pido consejo, Ortiga. Bueno, o a cualquier Mala Hierba, he dicho Ortiga porque ella ha hecho la entrada, pero realmente me fío de vuestro criterio. ¡Y echo de menos las entradas de Cardo!

    Saludos :)

    -Lily

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  11. ¡Buenas!

    Me incluyo en el grupo de gente que creía que esta crítica iba a ser un Innombrable, lo reconozco. Y también me incluyo en el grupo de gente que lee el apellido artístico de May como "Rayamonte", tal cual suena. Bueno, volviendo al tema: después de haber leído el primer capítulo, que está en la web de la editorial de muestra, estaba claro que iba a ser un libro malillo. Además, creo que va a pasar lo que Carmen dice: en dos días nadie se acordará del libro, lo descatalogarán, y au.

    De todos modos, voy a decir algo a favor de Besos entre líneas, y es que al menos no es una copia de un fanfic de Harry Potter como lo es Besos de murciélago, según se ve por páginas como esta: http://cueroylibrerias.livejournal.com/31004.html Pese a todo lo malo, al menos estas chicas se inventaron la historia de Besos entre líneas.

    ¡Saludos!

    Carol

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