Cicuta -Hola. Aquí Cicuta al habla.
Lectores -Hmmm… ¿y quién eres tú?
Cicuta-La admiradora de Javier
Marías. ¿No me recordáis? Escribí un par de entradas bastante exitosas en
su día.
Lectores-…….
Cicuta -Había chaquetas pervertidas y amigos de Elvis y pollas con ojos
y…
Lectores (horrorizados) -¡Queremos a Zarza! ¡Queremos a
Ortiga!
Cicuta –Pero Zarza y Ortiga no os quieren a vosotros. Muajajajaja.
Fin.
Y mi opinión es que este es el momento apropiado para robar tomar prestado despiadadamente el nombre de
la sección de Ortiga y hablaros de sexo.
En concreto, yo venía aquí a hablaros de consentimiento. Y de té.
Hace cosa de un mes, se hizo viral en internet la carta que una víctima de violación en Stanford escribió a su atacante
(Brock Turner, para más señas). El caso se convirtió en un boom mediático a raíz del fallo (fallo indeed) de condena del violador, que ascendía a
la friolera de… seis meses. De los que probablemente cumplirá tres por
buena conducta. Y porque se le da muy buen nadar, ¿sabéis? (los lectores miran confundidos a la pantalla y se
preguntan: ¿qué tiene que ver el nadar con las agresiones sexuales? ¿Arrojará
esta entrada una nueva luz sobre el comportamiento voluptuoso atribuido a los
peces (espada)? ¿Está Cicuta recibiendo tratamiento para superar el uso y abuso
de los paréntesis, los corchetes y los tachones?). Cicuta –Lamento traicionar
vuestras expectativas pero las respuestas son: nada ("nada" ¿lo
pilláis?), definitivamente no y… no.
Es muy posible que ya la hayáis leído, pero, por otra parte, también es
posible que no tengáis ni idea de qué os estoy hablando. Por si acaso, aquí
os dejo la carta original y aquí
una traducción al español que no me gusta. Lo siento, no tengo tanta paciencia
como Ortiga y no voy a ponerme a hacer una traducción propia de todo el
documento. En cualquier caso, os
aconsejo que leáis el original, pero si no confiáis lo suficiente en vuestro
nivel de inglés, ahí tenéis la opción en castellano. Para que luego digáis que
no soy generosa.
Como respuesta a mi generosidad (y al valor de la muchacha que la ha
escrito), deberíais tomaros el tiempo de leer la carta. Pero, sobre todo, deberíais
leerla porque es un texto fantástico
(me da igual ponerme explicativa): devastador y esperanzador al mismo tiempo,
lleno de verdades como puños y no exento de ciertas pinceladas de humor. Es evidente para mí que esta chica tiene un nivel de madurez y de claridad mental
acojonantes. Pensaba incluir un resumen de la historia para los vagos que
no se hayan molestado en seguir los links. Pero lo cierto es que sería absurdo,
porque los hechos en sí, lamentablemente, no tienen nada de original:
BONUS: ANTOLOGÍA BREVE DE MOMENTOS
ESTELARES DE LA DEFENSA DE BROCK TURNER (de aquí en adelante –bueno,
técnicamente, de aquí en adelante y en "atrás"-- las traducciones son
mías).
-Brock lleva su argumentación un paso más allá. No es solo que ella no
dijera explícitamente "no quiero esto" sino que… ella "le frotó la espalda". De donde se
deduce que, obviamente, lo estaba "disfrutando".
Porque cuando una persona medio inconsciente a la que estás aplastando con tu
cuerpo te toca la espalda, eso, amigos míos, no puede ser un torpe intento de
zafarse de ti, no. Un golpecito con la
mano significa inequívocamente "me gusta" y nunca
"apártate" o "déjame" o "estoy haciendo movimientos
inconscientes con mis manos porque, de hecho, estoy inconsciente".
-Brock dice que el único motivo por el que estaban haciéndolo en el suelo,
detrás de un vertedero, es que ella se
cayó allí. Creo que empiezo a entender cómo funciona el cerebro de este
muchacho a través de silogismos falaces:
*La mayor parte de la gente tiene relaciones sexuales en una posición más o
menos horizontal.
*¡Guau! Está chica se ha caído, adoptando una posición horizontal.
Conclusión: esta chica
me está pidiendo sexo salvaje a gritos (gritos metafóricos, claro).
Entre el frotamiento de espalda y la caída, creo que Brock se ha ganado la
medalla de "Maestro del lenguaje no
verbal".
-Brock manifiesta su deseo de reformarse dando charlas educativas sobre los
peligros de la cultura de borrachera universitaria y la promiscuidad sexual que
la acompaña. La autora de la carta
responde muy sabiamente a esta iniciativa: "Muestra
a los hombres cómo respetar a las mujeres, no cómo beber menos". Pero,
visto lo visto, no me extrañaría que su objetivo ni siquiera pasara por instar
a los hombres a beber menos. A lo mejor sus charlas están dirigidas a mujeres.
"Los peligros de la bebida" por Brock Turner. "No os emborrachéis chicas… o correréis el riesgo de acabar
violadas por alguien como yo". Un revulsivo instantáneo, en todos los sentidos.
-El abogado de Brock afirma que Brock "tenía una erección porque hacía frío".
Se comprende ahora un poco mejor que el abogado no entienda el concepto de
"agresión de sexual" porque, por no entender, no entiende ni cómo funciona un pene.
-El abogado de Brock, de nuevo, esa fuente de sabiduría: "sí, su
enfermera confirmó que había abrasiones e irritación en su vagina, así como
traumatismos genitales significativos,
pero eso es lo que ocurre cuando le haces un dedo a alguien." No sé de
qué me extraño. Raro sería que un hombre que no sabe cómo funciona un pene
supiera cómo funciona una vagina. (Aclaración por si hay algún lector
desinformado: por norma general, eso no es lo que tiene que ocurrir cuando le
haces un dedo a alguien, como no sea a través de algún tipo de práctica BDSM
consensuada de antemano).
"Consensuada", ésa es la palabra clave. Consensuar, consensuado, CONSENTIMIENTO. Hablamos de violación o
agresión sexual cuando hay actividad sexual sin consentimiento de una de las
partes implicadas. Pero, ¡oh, en este mundo de señales ambiguas, de personas
que te frotan la espalda y se caen al suelo cuando van borrachas, oh, ¿cómo descifrar las obscuras señales para
saber si cuentas o no con su consentimiento?!
Afortunadamente, Rock
Dinosaur Pirate Princess ha dado con la analogía clave para aliviar estas
dudas y preocupaciones: tener sexo con alguien es, a efectos de consentimiento,
como invitarlo a tomar el té.
Así que, supongamos que tenéis un invitado en casa y le preguntáis: "¿Te apetece una taza de té?", y
el invitado contesta: "Sí, me
encantaría una taza de té". Entonces, lo que probablemente ocurra, es
que le haréis una taza de té, el invitado se la tomará con gusto, y ambos os
quedaréis tan contentos.
Pero también podría ocurrir que el invitado cambiara de opinión y, cuando
le trajerais la taza de té, la rechazara: "Lo
siento, pero ya no me apetece/No me encuentro bien/De repente tengo antojo de
Biofrutas/Loquesea". Bien pues, en esta situación, no importa cuánto trabajo os haya costado
preparar el té con todo vuestro amor y cariño, no importa la ilusión que os
haga darle a probar vuestro nuevo té
negro con dulce nuez de macadamia. Nada de esto importa, porque, se mire
por donde se mire, no es social ni moralmente
aceptable ponerle un embudo en la boca a esta persona para obligarle a beberse
el maldito té que ya no les apetece tomar.
Supongamos que, cuando volvéis, os encontráis con que vuestro invitado está
inconsciente en el suelo.
Ciertamente, vuestro invitado no puede deciros ahora que ha cambiado de opinión
y ya no le apetece té. Así y con todo, sigue sin ser ni moral ni socialmente
aceptable colocarle un embudo a la persona inconsciente en la boca para verter
el té en su garganta porque las personas
inconscientes NO quieren té. NUNCA. Las personas inconscientes no pueden
querer nada, porque están, vaya, inconscientes.
Y lo que hay que hacer con ellas es colocarlas en un lugar y posición seguros,
cerciorarse de que están bien, que están respirando, que no se han dado un
golpe en la cabeza al caer, etc. Deberían colgar un cartel disuasorio, de esos
de NO PISAR LA HIERBA o NO ALIMENTAR A LAS PALOMAS, en todo campus
universitario, hermandad, discoteca o local de fiestas, que rezara "NO VERTER TÉ EN LA GARGANTA DE LAS PERSONAS
INCONSCIENTES", a falta de un cartelito de "NO TOCAR LOS
GENITALES DE PERSONAS INCONSCIENTES", que no creo que fuera muy aceptado
entre el puritanismo americano. Pero por algo se empieza.
Tampoco es aceptable, por ejemplo, presentarse con una tetera, cual
vendedor de Biblias pesado, en la puerta de alguien que fue a tomar té a tu
casa la semana pasada:
Knock, knock.
--¿Hola?
--Hola. TE HE HECHO TÉ.
--Errr… gracias. Eso es… muy bonito de tu parte. Pero la verdad es que
ahora mismo no me ap…
--PERO LA SEMANA PASADA SÍ TE APETECÍA, ¿EH?
--Bueno, sí, pero es que ahora mismo
no tengo ganas de…
--CLARO QUE SÍ, ERES BRITÁNICA. LOS BRITÁNICOS SIEMPRE BEBÉIS TÉ. NO INTENTES NEGARLO, MUJER.
--…
El otro día Zarza y yo estuvimos pensando en qué pasaría si fusionáramos el
lamentable caso Stanford con la analogía del té. Tendríamos entonces la
historia de una pobre chica que se despertó con la ropa manchada de té verde y quemaduras de segundo grado en la cara, el
torso y la garganta. ¿La causa? Un joven fue descubierto vertiendo dos tazas
de té hirviendo en los labios de la víctima inconsciente.
El acusado aduce que él le había comentado que era un gran aficionado y
coleccionista de tés y ella había
accedido a probar una taza en la fiesta. El único motivo por el que la
mujer acabo manchada de té y con el pelo lleno de agujas de pino es que se cayó
al suelo. ¡Y es muy difícil que el
líquido entre bien en la garganta de alguien que está tumbado! Si al menos
se hubiera quedado sentadita con la espalda erguida… En cualquier caso, está
muy arrepentido de ello y va a iniciar un ciclo de charlas de concienciación sobre
los peligros del alcohol en la comunidad universitaria, bajo el título "No
soy yo, es el alcohol". La primera conferencia, "Del vodka al té: una progresión peligrosa", ya ha tenido
lugar y ha sido todo un éxito.
"¿Nació usted en Londres, verdad? ¿No es Inglaterra un país conocido precisamente
por el gusto de sus habitantes por el té? ¿Cuántos años lleva usted bebiendo té?
¿Con cuánta frecuencia bebe té? ¿Cómo
son las tazas que usa: con mensajes graciosos o motivadores impresos, con
dibujitos infantiles o son de marca blanca o publicidad? ¿Cuál es su té favorito?
¿Qué llevaba puesto el día de la agresión?¿No es cierto que en su camiseta
aparecía un Tiranosaurio Rex con bombín
y una taza en la que se podía leer el texto "Tea-Rex"? ¿Si? Ajá,
que conste eso en acta. ¿Y no es té verde lo que encontraron en su ropa
manchada?¿Acaso no es verdad que usted habló con mi cliente y le dijo que el té
verde era su favorito?¿Pero no ha dicho antes que era el té rojo? ¿Mintió a mi
cliente o está faltando a su juramento aquí? Que conste en acta la
discrepancia.
El abogado defensor continuaría su alegación diciendo cosas como: "si
el té estaba ardiendo es porque hacía mucho frío" y "sí, su enfermera
confirmó que había abrasiones e irritación en su boca y garganta, así como quemaduras
significativas en el pecho y los brazos,
pero eso es lo que ocurre normalmente cuando alguien bebé té."
Y por "alguien", suponemos que se refiere a
un mandril. Bebiendo de un colador.
Y hasta aquí la lección de hoy. Que viva el consentimiento y que viva la sana educación sexual –que
todavía deja mucho que desear, tanto en EEUU como es España. Pero poco a poco, vamos mejorando. Brindo optimistamente (con té) por ello.
Hola eh....¿como dijiste que era tu nombre? No, broma. Yo si leí la entrada de Javier Maria y me reí como lunática con lo de los manatíes. Solo puedo decir que tu explicación del te me resulta original y efectivo para entender todo el asunto del consentimiento. Pero yo no brindo optimistamente, no cuando la justicia aun es una soberana Mier...Ojala hagas mas entradas, son interesantes.
ResponderEliminar¡Saludos!
Cicuta is alive! ¿O has estado envenenando filósofos en tu ausencia? e.é
ResponderEliminarGenial la entrada. No sólo para la literatura y tal (porque la gente que lee acaba teniendo X ideas dependiendo del texto, y ya hemos visto en que cadena de relaciones tóxicas está degenerando la literatura romántica y juvenil), sino como educación sexual; y no únicamente para chicos sino también para chicas, porque seguramente las habrá que no crean que tienen derecho a defenderse por X o por Y (las hay que se sienten culpables y encima RESPONSABLES de lo ocurrido; quizás no en España pero amplio es el mundo :C)
En fin, ¡un saludo Cicuta, genial la entrada!
¡Hola!
ResponderEliminar¡Me alegro de conocerte, Cicuta! Yo llegué en 2015 al blog y no vi tus entradas, así que me alegro de que estés por aquí ;)
Bueno, he leído la carta (la traducción, que es una mierda, pero se entiende y eso es lo que me ha importado), y si te digo la verdad no sabía que existía. Esa chica me ha parecido muy valiente y sí, ha dicho verdades como dagas. Tiene toda la razón. Y por mucho éxito que tenga el abogado que ha defendido a Brock, se ha tenido que refugiar en excusas que no tienen base alguna y que resultan absurdas. Me he indignado muchísimo.
La chica ha dicho todo lo que hay que decir. Y no estoy nada de acuerdo (como supongo que todo el mundo) con los seis meses (o tres) que estará Brock en la cárcel. No me parece ni medio normal. Claro, es que si no le haremos daños irreversibles al pobre
muchacho, que es joven y tiene mucha avida por delante y ya ha perdido su reputación. Y tiene razón la chica. ¿Para qué sirve meterlo en la cárcel si no entiende ni admite públicamente el error que ha cometido? Pero si ya no lo ha hecho, mi opinión es que ojalá se pudriera allí.
Pero tranquilos, tranquilos. Al parecer Brock admite que ha cometido el grave error de beber alcohol en la fiesta y que el alcohol es mu' malo y no se debe tomar, porque "te puede violar alguien como yo". Sí, repito tu frase, Cicuta, porque me ha llamado mucho.
Y tu explicación del té... muy original. Me ha gustado mucho.
Y yo tampoco brindo optimistamente. Ojalá pudiera, pero no lo hago porque sé que la gente no va aprender de una acción-error, y sobre todo si se echa la culpa de todo al alcohol y no da charlas sobre lo que tiene que dar charlas.
Dios, cómo me gustaría poner en este comentario todo lo que estoy pensando ahora mismo. Pero las explicaciones nunca han sido lo mío. Qué asco.
Bueno, Cicuta, ¡esperando otra entrada tuya! Esta ha sido buenísima, muy ilustrativa. Y reitero lo del té: es una explicación súper ilustrativa y te deja en claro muchas cosas, y te hace reflexionar sobre otras muchas. Me estoy planteando más posibilidades...
¡Un beso!
Ate, A.
Hola, Cicuta:
ResponderEliminarMe alegro de que te hayas decidido a escribir una entrada porque me encantan tus explicaciones y no sabes la alegría que me diste cuando vida que no era la única que pensaba así sobre Javier Marías :)
La verdad es que esta entrada viene al pelo también con lo que está ocurriendo en los San Fermines, donde muchos "defienden" las agresiones sexuales por las muchas fotos que circulan por ahí de chicas enseñando los pechos, etc. Y me he peleado mucho últimamente por ahí porque la gente no entiende que si una chica quiere enseñar los pechos, ¡pues oye, estupendo! Que los luzca, siempre que lo haga porque ella quiere. Lo que no es defendible es que solo porque ella haya querido hacer esa acción, haya luego tíos que se crean con el derecho a arrancarle la camiseta.
Como bien has dicho, la clave está en el consentimiento. Ahí es donde está el límite. La lástima es que muchos no quieren verlo y, una vez más, se culpabiliza a la víctima.
En fin, gran entrada y espero que vengan muchas más :)
Priscila M.
bueno. viva la libertad. pero no cuela. enseñar las tetas fuera de los perímetros playeros, pues que quieres que te diga, enseñar el chichi o los cataplines en plaza pública. O eso ya no?. Qué motiva realmente a las san fermineras a enseñar las tetas. El libre albedrío o el alcohol?. Qué impulsa a los san fermineros a quitarles la camiseta a bocaos?. El machismo más impune o el alcohol?. Vivir en sociedad impone servidumbre, el concepto masa deshumaniza desgraciadamente y si a esto le añades fiestorro salvaje que es en lo que se han convertido la mayoría de eventos, pues.... hija mía haz lo que quieras, pero se prudente y vuelve entera a casa (consejo de padre). salud.
ResponderEliminarEstimado padre:
ResponderEliminarEn primer lugar decir que este artículo no habla de San Fermines en ningún momento. Habla de consentimiento. Y el mensaje está muy claro.
Ahora bien, ¿quieres hablar de San Fermines? No son precisamente todas las mujeres las que van levantándose la camiseta durante las fiestas, y sin embargo sí son todas las que están expuestas al riesgo de ser víctimas de una agresión si tienen, por ejemplo, la mala pata de quedarse solas en un momento dado. Que una (o varias mujeres) decidan levantarse la camiseta delante de una multitud (ya sea por borrachera o por los motivos que sean, que no me importan) no es justificación de ningún tipo para culpabilizar a las víctimas. Menos "sé prudente, niña" y más "no seas un puto psicópata, niño". Por favor.
O ¿quieres hablar de enseñar las tetas (o el pene, para el caso) en la vía pública? Eso se llama exhibicionismo, lo practique quien lo practique. La cuestión es que si tú vas tan tranquilo por la calle y ves a un exhibicionista puedes llamar la policía para que lo llame al orden y tome las medidas que sean necesarias. Lo que no es de recibo ni tiene justificación ninguna es que tu respuesta pase por arrancarle a dentelladas la ropa que le quede, placarlo contra la acera y montarlo. Nada te da derecho a ejercer ese tipo de comportamientos. NO es justificable. Esa persona es tan dueña de sus actos como lo eres tú. Nadie te OBLIGA a VIOLAR una mujer, exhibicionista o no. Si ver un par de tetas hace que pierdas el control de tus propios impulsos el que tiene un PROBLEMA eres TÚ. Cualquiera que sienta que ese es su caso debería hacérselo mirar. Menos lanzar balones fuera y más autocrítica. Gracias.
Con amorr,
O.
hola Ortiga. quería ver como te las gastabas. Tienes mucha razón y nada justifica ninguna agresión, pero respondes como perro apaleado y perdiendo las formas pues personalizas en mi lo que también denuncio y no deseo a nadie. Siento haber sido tan mal interpretado.Me metí en la web por casualidad, por cierto muy, muy buena. Y no no soy un psicópata siento desmontarte tu diatriba. Repito lo siento. Me largo. Perdón. Adiós Orti.
ResponderEliminarEstimado anónimo:
ResponderEliminarNo estaba utilizando el "tú" con intención de personalizar hacia tu caso en particular, sino como genérico. En todo caso, no considero que haya perdido las formas: hasta donde yo sé, el uso de mayúsculas como marcador tipográfico no se considera una agresión. Mi respuesta ha sido tajante. Este es un tema sobre el que no bromeo.
He contestado a un comentario que hacía gala de una mentalidad que demuestra el machismo generalizado que hay en nuestra sociedad: culpar a la víctima en lugar de condenar el delito (el "niña, ten cuidado" en lugar de "niño, no violes"). Ya me imagino, anónimo, que serás una persona perfectamente normal que no está a favor de las violaciones y que a tus hijos intentarás educarles de manera civilizada. No obstante, tu comentario hace gala precisamente de esta actitud que menciono, tan desgraciadamente habitual en nuestra cultura.
¿Querías ver cómo las gasto? Pues así las gasto.
O.
Ortiga, creo que mas que machismo se debe a que la sociedad alaba al verdugo, siempre se intentan justificar las agresiones, se glorifica a la persona que habla mas fuerte.
ResponderEliminarMissNothing, no estoy de acuerdo, conceptualmente, con tu afirmación. Creo que si eso fuera cierto se alabaría también a la mujer que se levanta y se defiende de una agresión a través de otra agresión, y no es así: la realidad es, todavía, que la mujer que alza la voz para defenderse "es una histérica" y "está exagerando".
ResponderEliminarBasta que excusas y basta de mirar hacia otro lado. Basta de justificar comportamientos que NO son JUSTIFICABLES. ¿Qué es eso de "qué ropa llevabas puesta", "por qué ibas sola a esas horas", ¡"acaso intentaste cerrar las piernas"!...? ¿Cómo es siquiera posible que hayamos llegado a un punto en el que se pueda considerar normal hacerle ese tipo de preguntas a una VÍCTIMA de agresión sexual? Creo que todos deberíamos pararnos a pensar muy seriamente en lo que nuestras palabras dicen de nosotros.
Con amorr,
O.
Sobre los San Fermines querría añadir que las mujeres no son las únicas que sufren agresiones sexuales (http://www.lagacetadesalamanca.es/ocio-gente/2016/07/12/hombre-despierta-sanfermines-sorprende-varon-haciendole-felacion/179256.html). No creo que a este hombre le hicieran las preguntas de rigor sobre su elección de ropa y demás (y me alegro, ya bastante trago tendrá el pobre). Afortunadamente tampoco las hacen cuando la víctima es un crío, a ver quién tendría estómago para ello.
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