Donde la literatura y la maldad se toman un té

jueves, 27 de julio de 2017

Hablemos de sexo, o... mejor ahorrémonoslo (9)

Queridas aspirantes a malas hierbas, no sabéis el cabreo que me gasto en estos momentos. Estoy en un avión. Aunque el avión no tiene en realidad culpa de nada en esta ocasión (para variar).

Hablemos de aeropuertos. Hablemos de sus baños. El aeropuerto de Varsovia-Modlin no es ningún caso especial, no os vayáis a pensar. No es ni mejor ni peor baño que la mayoría de baños públicos en los que he entrado. Y es ahí, en realidad, donde radica el problema.

Hablemos de inequidad. Hablemos de machismo flagrante en el espacio público. A mano alzada, hierbajas, ¿cuántas veces os ha tocado esperar una cola de media hora (¡o más!) para poder cubrir una necesidad tan básica como mear o cambiaros una compresa? Y ¿cuántas veces habéis visto ya no una cola de media hora sino cualquier tipo de cola para entrar al baño reservado a los hombres?

Hablemos de cómo esta situación no debería considerarse ni normal ni aceptable. No debería tolerarse.

[Conste que voy a hablar aquí de «hombres» y «mujeres» entendiendo como tal las personas que han sido socializadas siguiendo esas pautas o que la sociedad las percibe como «hombres» o «mujeres». Para que nos entendamos. Que ya me gustaría a mí no tener que hacer estas distinciones: piense yo lo que piense de mí mismo, la sociedad sigue percibiéndome y tratándome como «mujer», eso no me lo quita nadie, por desgracia. Es evidente que muchos de los privilegios/opresiones de los que voy a hablar aquí no afectan (o no afectan de la misma manera) a hombres y mujeres trans, personas con discapacidad…]


miércoles, 19 de julio de 2017

Una llama entre cenizas, de Sabaa Tahir

Título: Una llama entre cenizas
Autora: Sabaa Tahir
«Laia es una huérfana que lucha por salvar a su único hermano. Elias es un soldado que lucha por su libertad. Y ambos descubrirán que el Imperio solo puede vencerse desde dentro... [puntos suspensivos tope dramáticos y…]
#LaiayElias [¡dentro hashtag!]
En un mundo regido por la ley marcial de la Roma Antigua [bueno, bueno. Esto me lo tendré que creer porque me lo dices tú, que si no…], el precio de la desobediencia es la muerte. Laia y su familia sobreviven en los callejones más pobres, sin cuestionar el orden establecido. Han visto lo que les pasa a quienes se atreven a desafiarlo.
Cuando encarcelen [en algún momento del futuro] a su hermano [el hermano… ¿de todos ellos? Una familia complicada…] por traición, Laia se verá obligada a acudir a la resistencia [ah, el hermano de Laia. Pos ok]. A cambio de su ayuda [y la ayuda es de…¿aún Laia?], deberá espiar para ellos en la Academia Militar [o no. Me estoy mareando de ambigüedad]. Allí conocerá a Elias, el soldado más prometedor del Imperio y también su mayor opositor [lo dicho].
Laia es esclava, Elias es soldado y esto es una paletada. Ninguno de los dos es libre.
Solo uniendo sus destinos podrían cambiar el de todos.»

Ay, queridos hierbajos. Amazon y sus sinopsis me hacen cada día más y más gracia. ¿A vosotros no?

También aparece un «crítico» más adelante que dice de la novela que posee «la tensión de Romeo y Julieta». Lo juro. Romeo y Julieta. Me parto yo solo.

El caso. ¿De qué va esta historia? Pues más o menos de lo que ya nos dicen: Laia es una pobre niña que vive oprimida por el imperio invasor de turno, cuando su hermano es arrestado y sus abuelos asesinados ella se va a buscar a la Resistencia para ver si pueden ayudarle a rescatar al hermano; la niña termina de topo en la escuela de entrenamiento de los guardias más chulis, machirulis del imperio este y allí le pasan cosas.

Asombroso pero cierto: esta historia tiene un núcleo, hierbajos. La autora lo trata de manera muy explícita, pero ¡tiene! Y ya sabéis que yo todo lo que me llega con núcleo lo meto muy amorosamente en la categoría de Honrosas excepciones.

En esta ocasión el libro pretende hablar de la necesidad de aprender a levantarnos por nosotros mismos, superar el miedo y sacarnos las castañas del fuego. Como digo, está tratado de una manera bastante explícita, sobre todo el tema de la cobardía, pero eso no quita que la intención está ahí, que las escenas están relativamente bien escogidas para apoyar el núcleo y que el final desde luego busca activa(y explícita)mente respaldar la premisa presentada. Bueno, esta es la parte dedicada a la protagonista femenina (la novela está narrada en capítulos alternos desde los respectivos puntos de vista de la niña esclava y el chico soldado). En la parte de él se trata el tema de tomar responsabilidad por las propias acciones, no permitir que el hecho de ser soldado (acatar órdenes y decisiones ajenas) nos exima de responsabilidad. Bien, pues entonces tenemos ¡dos núcleos! (hasta cierto punto interconectados). ¿No es maraviestupendo?


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