Donde la literatura y la maldad se toman un té

jueves, 24 de septiembre de 2015

Yo también quiero ser escritor (9)

Aquí estoy otra vez. Novena entrega de Yo también quiero ser escritor.

Puedo imaginarme que los artículos sobre puntuación no os apasionan (a mí sí, para qué negarlo [salvo la coma, que le tengo tirria]), así que voy a intentar agilizar un poco esto y no tardar demasiado en colgar los dos o tres que todavía quiero hacer dedicados a signos de puntuación. Después, ya podré ponerme a hablar de otras cosas que seguro que despiertan más vuestro interés: justificación del narrador, selección de elementos para la construcciones de escenas y descripción de escenarios, viajes del héroe…, ya sabéis.

Ahora estoy viviendo en Polonia, tengo casa nueva, gente nueva, trabajo nuevo… Todo es un tanto estresante y aún no me he acostumbrado a la nueva rutina, pero voy a intentar recuperar el ritmo con el blog. Me parte el alma teneros abandonaditos, ya lo sabéis [es mentira, MUAJAJA].

Bueno, me dejo de tonterías. Terminemos de una vez.

Así que... ¿tú también quieres ser escritor?

Pues sigue leyendo.

jueves, 17 de septiembre de 2015

Hablemos de sexo, o... mejor ahorrémonoslo (2)



Así que estaba yo tranquilamente paseando por los foros de AVEN y empecé a leer una de las nuevas discusiones que se habían abierto. Sé que debería aprender a tomarme las cosas con otra filosofía, pero la verdad es que he terminado un poco deprimida. Sí, a veces yo también me preocupo. Sigo siendo humana, después de todo, y es cierto que no pertenecer a «la mayoría», esa ilusión de normalidad que construimos como sociedad, puede a veces complicarte la vida.

Bueno, ahora llegaré a esto. Lo primero es lo primero: yo tenía decidido que iba a comenzar cada una de estas entradas comentándoos algún dato o curiosidad de índole sexual.

Y, si no os gusta, os jodéis :D

¿Preparados?

El afortunado tema de conversación para abrir fuego hoy va a ser… *redoble de tambores*

El himen.

[WARNING: si eres averso al sexo, puedes saltarte este cacho y seguir leyendo a partir de donde aparece la imagen de Minority Monsters. El que avisa no es traidor.]





¿Cuántos de vosotros sabéis dónde está situado el himen? Porque yo, a veces, me llevo auténticos sustos mientras leo sobre peña perdiendo la virginidad. Una preocupante cantidad de autoras de Romántica/Erótica (generalizaré en femenino aquí, por motivos evidentes) parecen tener el himen dentro del conducto vaginal, por alguna anomalía genética que se escapa a mis conocimientos [Cardo, ¿nos ilustras?]. No me parece ni siquiera medio normal que una mujer adulta y con experiencia sexual se empeñe en describirte, con todo lujo de detalles, cómo sus personajes masculinos, al penetrar a la bella doncella de turno, avanzan hasta toparse con una «barrera» que proceden a atravesar (con el consiguiente gemido de dolor-placer de sus compañeras).

¿Realmente esto se corresponde con la experiencia empírica de esta gente? Me resulta difícil de creer. Mucho más probable me parece que el hecho de que Su Hombre pueda haber percibido de facto esa disrupción las llena de un reconfortante sentimiento de conexión con el otro: han idealizado (y desrealizado) un evento que ellas consideran de suma importancia en su iniciación como mujeres [esto es: mujeres sexualmente activas; por pegarle una patada en la entrepierna a esa lucha tan tonta contra la sexualización de la mujer y eso], para que el evento sea percibido por ambos sexos en lugar de solo por uno.

Os daré una noticia que tal vez sorprenda a alguna/o: el himen es una membrana que se encuentra a la entrada de la vagina, no en el interior. Se ve desde el exterior (si puedes doblarte lo suficiente sobre ti misma como para mirarlo, claro está). Diré más: el himen ni siquiera está inervado. Lo que duele en las primeras penetraciones es la intrusión en el conducto vaginal, que es estrecho y todavía no está acostumbrado a ese tipo de actividades. La ruptura del himen en sí no resulta dolorosa. De hecho, muchas mujeres ni siquiera llegan con el himen intacto a la hora de perder la virginidad: si usas tampones, por ejemplo, tienes muchas papeletas de haberte roto el himen tú solita antes de tener relaciones sexuales por primera vez.

Así que ya sabéis. A partir de ahora, cada vez que vea a alguno de vosotros escribiendo alguna barbaridad de estas, lo cortaré en cachitos muy pequeños. Y eso sí que os va a doler, porque puede que el himen no esté inervado, pero la mayor parte del resto del cuerpo sí que lo está.


Perfecto. Hasta ahí los datos aleatorios. Retomo a continuación mi columna.


Está bien, queridos hierbajos. Hablemos de sexo.

viernes, 11 de septiembre de 2015

Sin historial, de Lissa D'Angelo

Título: Sin historial
Autora: Lissa D’Angelo
«Anaya Sonnenschein, tiene 24 horas para encontrar a su mejor amiga. Mil cuatrocientos cuarenta minutos para presentarse ante ella y ochenta y seis mil cuatrocientos segundos para destruir el régimen de La Grata, una sociedad perfecta construida sobre la falta de recuerdos, de pasado y de hombres.
En este viaje, Anaya descubrirá que las mentiras y engaños sí traen consecuencias, y aún cuando el reloj marque las doce y todas las mentes se formateen… ella seguirá recordando.»

«Tengo veinticuatro horas para encontrarlo. Mil cuatrocientos cuarenta minutos para presentarme. Ochenta y seis mil cuatrocientos segundos para enamorarlo y sólo un beso para que me vuelva a olvidar.
En una sociedad perfecta, donde no hay espacio para el rencor ni el odio; un mundo donde no tienes tiempo para recordar, los engaños y las mentiras no tienen efectos secundarios, ya que sólo basta un día para que los dejes atrás.
Porque cuando el reloj da las doce todas las mentes se formatean, bueno… Todas a excepción de la mía.»


He encontrado estas dos sinopsis por internet, más habitual la segunda que la primera, y eso a pesar de que la segunda tiene incluso menos que ver con el libro en cuestión. En fin, nada de esto importa, porque ambas sinopsis son absolutamente falsas. No sé quién las habrá escrito ni con qué fin, pero sin duda no fue con el fin de informar a los lectores de la trama de este libro.

No sé, tampoco, quién es ese misterioso «lo» del que habla la segunda sinopsis, porque la persona a la que busca la protagonista es la amiga que menciona la primera sinopsis [bueno, sí lo sé, todos lo sabemos: es el querido, por supuesto, aunque sea mentira que la prota lo está buscando. Lo que quiero decir es que NO ME IMPORTA]. La historia tampoco transcurre a lo largo de veinticuatro horas: ya quisiera yo, que seguro que el libro hubiera sido muchísimo más corto [en longitud, claro, que en lo demás no necesita acortar nada]. Y ¿por qué parece que las sinopsis estén encadenando periodos de tiempo sumativos (veinticuatro horas, mil cuatrocientos cuarenta minutos, ochenta y seis mil cuatrocientos segundos) en lugar de repetir el mismo periodo de tiempo expresado en diferentes unidades? Parece que la niña tenga tres días en lugar de uno, al final de las cuentas (cosa que tampoco se corresponde con el libro, en todo caso, así que aquí seguimos). Y ¿lo de «destruir el régimen de La Grata»?, otra mentira. Para empezar, la «sociedad perfecta» ni siquiera es La Grata; La Grata es una especie de colegio-internado que forma parte de esta sociedad, pero luego por ahí hay una ciudad fuera. Además, estrictamente hablando, la susodicha sociedad tampoco está «construida sobre la falta de recuerdos», sino más bien sobre locura y gilipollez patológicas. ¿Queréis que siga? Yo no, que me canso.

Lo importante es: escritores de sinopsis, ¡dejad de mentirnos!



viernes, 4 de septiembre de 2015

No, en serio, ¿quién escribe las sinopsis? (4)

Sé que llego tarde. Sé que hace ya más de una semana desde la última entrada. ¿Qué puedo decir? El blog lleva todo el verano bastante paralizado, entre unas cosas y otras. Pero bueno, aquí estoy una vez más, aunque sea con una entrada de consolación, para ver si podemos seguir tirando hasta que la vida vuelva a su curso y yo vuelva a tener tiempo estructurado para leer y escribir (e internet en casa).

Efectivamente, esta es una nueva entrada de No, en serio, ¿quién escribe las sinopsis?, porque sabéis que hacen falta (más falta de la que deja traslucir el número de entradas que le dedicamos específicamente al tema, de hecho).

La sinopsis de la que vengo a hablaros hoy la encontré en el blog Book Eater. Y, sin más dilación, os dejo con ella.
Free Pencil 2 Cursors at www.totallyfreecursors.com