Donde la literatura y la maldad se toman un té

lunes, 29 de diciembre de 2014

Los Innombrables (10)

Esto está más muerto que la colección de pájaros de Zarza. Parece que si no estoy yo para animar el cotarro, todas las ratas abandonan el barco [malas hierbas traidoras...].

Pero bueno, hoy tengo internet, así que os dejo esta entrada. Aunque conste que yo estoy de vacaciones, así que se trata de una aportación extraordinaria, en vista del silencio atronador imperante.

Sep. Décima entrega de Los Innombrables. Caen como moscas. Empieza a ser agotador, de verdad.

Tengo ganas de poder escribir una crítica como Dios manda de una vez, pero es que hay libros de los que sencillamente me siento incapaz. Y últimamente son estos los únicos que me encuentro. La culpa es vuestra, claro está, porque hace ya tiempo que todo lo que estoy leyendo son recomendaciones vuestras en el buzón: la lista crecía tan deprisa, y a mí me agobiaba tanto dejar que se descontrolase, que no he estado dedicando tiempo a lecturas por iniciativa propia últimamente. Así me va.

Tengo la esperanza de ponerme al día con mis asuntos en este mes que va a estar cerrado el buzón [tenía escrita esta entrada desde hacía tiempo, ¿se nota?], y a ver si así cuando empiece el nuevo año puedo buscar algo más de variedad. Pero bueno, no os aburro con reflexiones mías internas: entremos en materia.

Pues os traigo una vez más dos novelas que nada tienen que ver la una con la otra. La primera es un libro porno [para adolescentes, pero porno al fin y al cabo]. La segunda es una secuela y va de vampiros [uh… más o menos (ambas cosas)].

En fin. Veamos cómo sangran.

Atención spoilers.

viernes, 19 de diciembre de 2014

Cumpleaños en el jardín


¡Sorpresa!

Ya. Lo sé, lo sé. Hay una aparente incongruencia entre el título de esta entrada y la imagen que he puesto. En fin, qué puedo decir... ¡Bienvenidos al mundo de las paradojas! [También conocido como el mundo en el que Zarza es un desastre y no apunta el día en que fue creado nuestro querido jardín de maldad].

Las demás malas hierbas y yo sabemos que fue en algún momento a mediados de diciembre, así que, técnicamente, el cumpleaños del jardín podría ser hoy... o podría no serlo. ¡Gato de Schrödinger! La cuestión es que hemos decidido celebrarlo en enero, aprovechando las Navidades, el solsticio de invierno, el año nuevo y el hecho de que estamos muy cerca de los 200 seguidores. Todo junto. Siendo una ocasión tan especial, no sería nada descabellado que celebráramos un sorteo, para conmemorar un año de risas malévolas con vosotros [*guiñoguiño*].

Por cierto, si notáis el blog algo vacío estos días, no os inquietéis. Lo que sucede es que Cardo está missing, Cicuta es una rebelde sin causa (Cicuta, I'm watching you), Ortiga no tiene internet (según ella le pilló de sorpresa porque lo sabía, pero no lo sabía... [Hablando de gatos de Schrödinger])... Y luego estoy yo, que no tengo excusa. Pero no me miréis mal (o hacedlo, como veáis. En cierto modo me haría ilusión que por mi causa os salieran arrugas, o miopía). En serio, estoy preparando una entrada algo más detallada sobre El nombre del viento, que sé que hubo entre vosotros quien se quedó con las ganas. Ya veréis, en breve tendréis noticias mías. Voy a ser una mala hierba responsable.

Y en fin, os dejo con el dilema de decidir si felicitarnos o no por el cumpleaños del blog (o el no-cumpleaños). ¡Muajajajajaja!

No os quiere,

Z.

lunes, 15 de diciembre de 2014

Mini-retos para el evento «Yo también quiero ser una mala hierba»


Quizá alguno de vosotros haya caído en la cuenta de que ya deberíamos haber hecho público el reto final del evento. O quizá no.

Poco importa. El caso. Sí, el reto final ya debería haber sido publicado, el lunes pasado, para más señas. Así que… ¿por qué llego yo este lunes con algo que tampoco es el reto final?

Porque estoy intentando ganar tiempo. Todavía me quedan por corregir unas 50 páginas de Pacto de sangre, de Fernando Claudín [Dios, hay días que pienso que no lograré acabarlo nunca… hay tantas cosas que señalar]. Así que ya veis, estoy intentando posponer lo máximo posible el final del evento para intentar que me dé tiempo a terminar esa cosa, para tenerla lista para el sorteo.

Así que se me ha ocurrido esta idea: mini-retos.

Estos son retos fáciles y rápidos que puede hacer quien quiera. Son independientes de los bloques y ni quitan ni suman nada a la hora de acceder al reto final (aún por publicar), simplemente os pueden dar algunos puntillos extra, para el que le interese.

jueves, 11 de diciembre de 2014

La presa y Kenzaburo Oé

Nueva entrega de Los olvidados, la sección fantasma del jardín. 

No, en serio. Moríos todos.

¿Sabéis? Hoy he tenido una noche extraña.

Eso quiere decir que he tenido pesadillas (suceso bastante habitual en mí), pero además se me ha pegado una canción. Sé que hay gente a la que se le pega una canción cuando están despiertos, pero a mí me sucede de vez en cuando en sueños.

Y es infernal.

Es una maldita tortura, así que no pienso escuchar White Teeth Teens en un mes por lo menos. Lo cual me fastidia, porque me gusta esa canción. Me hace pensar en una especie de Lolita moderna y me dan ganas de escribir relatos sórdidos. Pienso en criaturas salvajes, tiernamente salvajes, radiantes, y a la vez rotas, voraces. Pienso en una violencia ingenua y desesperada. Y quiero escribir sobre ello. Y no tengo tiempo. AGH. Así que he escrito un relato al respecto, pero me he atascado en el final (todo esto en sueños, insisto), y ahora que han pasado varias horas desde que me he despertado no me acuerdo de nada. Además, estaba estresada porque tengo bastantes cosas pendientes para el blog (no soy como Ortiga, que es muy organizada y hacendosa, lo mío es crecer a lo loco), así que en uno de mis sueños he escrito la siguiente entrada, y me ha dado tiempo para preocuparme antes de despertarme porque me parecía que el resultado era demasiado corto.

Afortunadamente de esto sí me acuerdo y me ha dado tiempo de apuntarlo.

Últimamente me ha dado por leer autores japoneses, así que hoy vengo a hablaros de Kenzaburo Oé y una novela corta suya, La presa (en realidad es un relato largo. Os he mentido). De este autor también he leído Arrancad las semillas, fusilad a los niños, y por las similitudes entre ambas historias, también comentaré algunos aspectos de esta otra novela.

martes, 9 de diciembre de 2014

Cambio en las reglas «Yo también quiero ser una mala hierba»

¡Bu!

Sorpresa. He leído que había gente por ahí freaking out porque no dábamos señales de vida, pero ¡que no cunda el pánico! Las malas hierbas nos hemos fugado a Barcelona. Se suponía que yo tenía que subir una entrada antes de marcharme, pero se me olvidó. Qué pasa. Soy una zarza, no me pidáis orden cuando es evidente que lo mío es el caos. Uhm. Se suponía también que Cicuta iba a subir algo (Cicuta, I'm looking at you).

En fin, hemos vuelto.

La cuestión es que finalmente hemos aprobado la idea de permitir hacer los retos de forma salteada, sean del bloque que sean. Eso sí, nosotras somos vagas y sólo seguiremos el recorrido de la persona que más retos haya hecho de forma ordenada. He dicho.

Lo que no os he dicho es que los amaneceres en Barcelona son maravillosos. Os dejo una foto mía subida a una cornisa (no llevo a Kiki sobre la cabeza porque se me olvidó. Lo sé, lo sé. Soy un desastre).

On top of the world



Evento patrocinado por...

Somos dos chicas aficionadas a la lectura y en nuestro blog podéis encontrar reseñas de todo tipo y otras secciones interesantes como debates o nuestra Cadena de libros. Estamos encantadas de ser patrocinadoras de estas Malas Hierbas para que desarrollen el macabro plan que se traen entre manos y nos hagan la vida un poquito más feliz a todos.
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