Donde la literatura y la maldad se toman un té

domingo, 29 de diciembre de 2013

Glosario




¡Bienvenidos a la sección de los términos pedantes y las esdrújulas intimidantes!

Entre nosotras utilizamos una especie de jerga que no siempre resulta comprensible para todo el mundo, así que aquí aclararemos algunos de esos palabros misteriosos. Si hay un artículo más extenso relacionado con el tema, incluiremos un link.

¡Demos paso al Glosario!

Abuelo Simpson: es el nombre cariñoso que le damos en el jardín a aquellos libros que carecen de núcleo (aunque en realidad el nombre no es nuestro: se lo robamos a nuestro profesor de Creación Literaria). Se trata de narraciones que carecen de intención comunicativa subyacente al texto: te cuentan una historia simplemente porque a sus autores les parece que la historia en sí misma es interesante/entretenida/graciosa. Al carecer de núcleo, estos libros no califican realmente como Literatura.

Ya. Claro.
Amor de sándwich: Triángulo amoroso de toda la vida. En especial cuando dos de los lados del triángulo se empeñan en acosar al tercer lado. Ese tercer lado suele ir de duro y tal, pero es todo fachada. En el 95% de los casos está interesado en el lado que hace el papel del bueno en la historia.

Autoridad de la voz narrativa: Es la capacidad que tiene (o no) el narrador de convencer al lector de que está capacitado para contar la historia. Hay dos tipos: la racional (relacionada con los conocimientos que se supone que el narrador debe ser capaz de manejar) y la emocional (relacionada con la madurez emocional que teóricamente debe corresponder al narrador). Hay diversos recursos que pueden utilizarse para establecer la autoridad, el más sencillo es el empleo de vocabulario específico. Por ejemplo, si el personaje protagonista y narrador de nuestra historia es un prodigio de la música de 15 años: el personaje tendrá que comportarse y discurrir con la mentalidad de un adolescente (no de un octogenario, por ejemplo), autoridad emocional; y además tendrá que ser capaz de demostrar que sabe de lo que habla cuando habla de música, autoridad racional.

Boicot eudaimonísticoTambién conocido como boicot eudemonístico, o boicot a la felicidadEste impulso autodestructivo consiste en el objetivo consciente o inconsciente de una persona/personaje por evitar aquello que cree que la hará feliz, ya sea porque no se considera digna de esa felicidad o porque no cree que sea posible. O por cualquier otro motivo coherente que aún no nos hayamos planteado. Una forma de boicot eudaimonístico es la felicidad postergada. Consiste en ir atrasando el momento (No podré ser feliz hasta que no tenga un coche. No, bueno, hasta que no acabe la carrera. No, hasta que no me case y tenga hijos. Etc).

Corosse trata de referencias que se hacen a chistes, metáforas u otros recursos que se utilizaron con anterioridad en la obra y sirven para crear un efecto de llamada (rescatas el significado que tenía el elemento la primera vez que fue empleado para aplicarlo al nuevo contexto y crear un efecto).

Chungo, chungo de ChungolandiaCon esta expresión nos referimos a los villanos, sobre todo a los villanos "intimidantes" de la mala literatura. Esos que son chungos que te pasas y que en la sinopsis son mencionados con humo y la etiqueta de "CHAN CHAN CHAAAAAN... Misterioooso". Generalmente son malos muy malos y no tienen mucha motivación aparte de la propia maldad. Son personajes más planos que una chancla.

Efecto Pigmalión mediático: Hablamos de esa sensación de que las personas no actúan de forma natural, sino en base a unas expectativas creadas por la sociedad y, muy en concreto, por los medios de comunicación. Las relaciones en realidad se pueden reducir a una serie de convencionalismos predecibles y vacíos, una especie de algoritmo fijo encabezado por una etiqueta y reducible a lista de comandos invariables. También ese miedo, ese desconcierto, al romper la realidad compartida.

Exhibicionismo/voyeurismo emocional: Ese extraño impulso que lleva a las personas de este siglo a compartir unos con otros todo lo que sienten (por Facebook o en mitad de la calle, da igual), y a querer conocer las emociones de todo lo que se mueve a su alrededor, ya sea un personaje de ficción, una persona real, un famoso, una vecina o un canario. Nos referimos a ese instinto de portera tan común en nuestros días, a lo que hace que triunfen las revistas del corazón y los líderes carismáticos por encima de los racionales (Kirk versus Spock). En este mundo, los sentimientos son lo importante, y el más chupi de todos ellos es el amor romántico. Por lo tanto, si dos personajes tienen entre ellos una relación lo suficientemente intensa (ya sean amigos, familia, maestro y alumno o lo que sea) inevitablemente tendrán miles de fans que fantasearán con ellos como pareja. Es la Ley del Shipper. Porque ninguna relación es tan intensa como aquella en la que se mantienen relaciones sexuales. Yay.

Final LDF: Las siglas de este término corresponden a Locas Desnudas Flotantes, en honor al final de la película La bruja. En el jardín lo usamos para referirnos a una historia con un final tan sumamente wtf que hace que merezca la pena haber oído/escuchado/leído el resto.

Mary SueHorror de los horrores. Si te mueves por el mundillo de los fanfics, es muy posible que hayas oído hablar de las temidas Mary Sues. Son personajes planos, generalmente una versión idealizada de la autora, y básicamente se dedican a chupar cámara en una historia. Todo pasa a girar alrededor de ellos. Suelen ser mujeres, guapísimas, con poderes inimaginables, algún rasgo llamativo (un mechón de pelo morado, ojos amarillos, un lunar en forma de corazón, etc) y un pasado trágico, y, cuando aparecen en los fanfics, suelen ser la prima/nieta/sobrina/gemela perdida de uno de los protagonistas. Normalmente quienes crean este tipo de personajes son chicas muy jóvenes, y suelen dejar al personaje saturado de rasgos distintivos, poderes fantásticos y desgracias familiares.

Metáfora ternero: Un profesor mío dijo una vez que construir una buena metáfora es como crear la visión de profundidad con los dos ojos. Cada ojo es un elemento de la metáfora: el objeto del que hablamos y aquello con lo que lo comparamos. Y cuando la distancia es perfecta se crea una metáfora profunda, que funciona. Pero hay veces en las que los dos "ojos" están demasiado cerca, y otras en que están tan apartados que parece que estamos mirando la cara de un ternero. Por poner ejemplo: Tus ojos son como el temblor nocturno de los pétalos embriagadores del loto azul.
¿Veis? Cada ojo en su pueblo.

Núcleo (también llamado argumento): es la idea principal sobre la que versa una novela o relato. Básicamente, se trata de la intención comunicativa que subyace a cualquier buena narración, y que debe encontrarse convenientemente apoyada por el texto, a través de los diversos recursos narrativos escogidos por el autor.

Passive aggressive raven: o cuervo pasivo-agresivo. Es un término eufemístico que puede utilizarse en lugar de passive aggressive bitch (puta pasivo-agresiva). El término surgió a raíz de la polémica levantada por la crítica del libro Corazón de mariposa publicada en este blog, y está inspirada en la imagen del cuervo (pasivo agresivo) de Edgar Alan Poe incluida en la ya mencionada crítica. Un ejemplo muy ilustrativo del tipo de pensamiento que tendría un passive aggressive raven sería una frase sacada precisamente de Corazón de mariposa, en la que la protagonista, después de que el novio la haya dejado, dice: Es más divertido irse de Erasmus a Irlanda que cuidar de tu novia anoréxica.

Received text: son expresiones (en su mayoría de origen metafórico) que, de tanto usarse, han perdido toda profundidad y capacidad de evocación, lo que las hace poco útiles a nivel literario, porque carecen de intención comunicativa.
Tomemos un ejemplo: una luna redonda como un queso. Tú lees esa frase y ya no te dice nada: te daría exactamente lo mismo decir "una luna grande" (a secas), porque la metáfora empleada ya está muy gastada y el lector la pasa por encima sin que ello le genere ninguna reacción en concreto. Estás utilizando una expresión que aspira a ser poética y evocadora, pero que se queda en gastada y mundana. Para eso, mejor no uses nada. Ahora bien, si es importante llamar la atención del lector (por el motivo que sea) sobre el hecho de que la luna está llena, entonces busca una manera más original de decirlo, en eso consiste el oficio de escritor: evocar con las palabras. Por ejemplo, David Foster Wallace (que es un Escritor, de los de con mayúscula) dijo: comparó la luna con un limón obscenamente grande. Eso ya es otra cosa.
Prueba irrefutable: meted "una luna grande como un queso" (con las comillas) en google y comparad los resultados que salen con los que salen si ponéis "una luna como un limón obscenamente grande".

Resumen narrativo: consiste en un fragmento de texto, de mayor o menor extensión, en el que el narrador relata de manera resumida todo lo que pasa durante un periodo de tiempo de la narración; es decir, en lugar de presentarte las escenas, poniendo a los personajes en las diferentes situaciones, y añadiendo diálogos (de ser necesario), se hacen una suerte de avance rápido en el que te lo cuentan todo un poco por encima. Para que nos entendamos, es como si en lugar de verte la película, te la cuenta tu mejor amiga: pasó esto, y entonces pasó esto otro, y este personaje dijo esto, y el otro pensó aquello...

John is not sherlocked.
Shipping goggles: No son gafas de ver, son gafas de shippear. Te las pones y todo es tensión sexual no resuelta, y sentimientos reprimidos, y amorrrr. Vamos, que te las pones y no es que shipees a los dos tórtolos del anuncio de Trivago, no, es que shipeas al Baltasar y al San José del belén de tu abuela. Han ocurrido muchas desgracias por culpa de las shipping goggles.


Todos son muy guapos y el perro es muy listo: expresión que puede utilizarse para describir un modelo específico de mala novela, aquella en la que todos los personajes son descritos como increíblemente bellos y atractivos (todos los buenos, al menos, a veces incluso los malos, si se pretende crear tensión sexual adicional con ellos) y que además incluyen un animal de compañía (el perro es un clásico, pero no tiene por qué ser un perro) que posee una inteligencia que con frecuencia llega a rebasar ampliamente lo inverosímil.

Viaje del héroe: También conocido como monomito. Es un análisis realizado por Campbell en El héroe de las mil carasRecoge las distintas etapas que sigue una historia según la evolución del protagonista. Evidentemente hay variaciones, pero la estructura general se mantiene bastante bien, a pesar de que hablemos de historias escritas en distintas épocas o lugares. Obras tan conocidas como Star Wars siguen este esquema.

Wannabe Lizzy Bennet: Otro prototipo de personaje plano. Este es algo mejor que la Mary Sue (que Ortiga no me oiga :S), pero sigue siendo estereotipado, y usarlo en una historia es una chapuza. Surge como clon aguado de la protagonista de Orgullo y PrejuicioSuele aparecer como la típica chica tímida, sabihonda y sarcástica, a la que le gusta leer. Hermione Granger, para que nos entendamos. Aunque no es el único caso. Últimamente, este tipo de personaje se ha puesto muy de moda, y aparece mucho en la literatura juvenil. Sin duda mi ejemplo favorito es Bella Swan, de Crepúsculo, que a pesar de pasar los tres primeros libros como wannabe Lizzy Bennet, acaba digievolucionando a Mary Sue en el cuarto.

Si quieres leer más sobre la wannabe Lizzy Bennet, pincha aquí.


Y de momento, esto es todo. Iremos extendiendo esta entrada según nos vayamos acordando de más expresiones. 

lunes, 16 de diciembre de 2013

Mapa

No es que os vaya a servir de mucha ayuda una brújula en un blog, pero queda bonita y tal, ¿no?


¡Buenas noches, navegantes!



Voy a subir una chorrada de mapa, por si acaso alguno se está perdiendo con las nuevas secciones (¿Qué pasa? Hay quien se orienta mal. ¿Cómo iba a saber yo que "la segunda a la derecha" no incluía las entradas de los parkings? ¿Eh? ¿Cómo iba yo a imaginar...? Pero estoy divagando). La cuestión es que vamos a ir abriendo más secciones según esto coja forma, y entonces es posible que esta entrada os parezca de más utilidad. Meh.


Quién es quién
¿Quieres quedarte con nuestras caras? Ya sabes, por si algún día se da la extraña circunstancia de que nos cruzamos por la calle y quieres reconocernos para poder lanzarnos piedras (no es que estés resentido por esa crítica mordaz que hicimos de tu novela favorita, ni nada, son solo impulsos del momento). Bueno. Pues en la sección de Quién es quién hemos colgado nuestras fotos. Sí, en serio. Si no se ven déjanos un comentario, o algo. A veces hay fallos del sistema, y estas cosas.

Si lo que quieres es hacernos un regalo de cumpleaños (o de no-cumpleaños, no tenemos manías) también es muy recomendable que vayas a esta sección, porque hemos incluido cotilleos, tips de supervivencia y otras cosas misteriosas.

viernes, 13 de diciembre de 2013

Sombra y hueso, de Leigh Bardugo

Título: Sombra y hueso
Autora: Leigh Bardugo
«Alina Starkov no espera mucho de la vida. Se quedó huérfana después de la guerra y lo único que tiene en el mundo es a su amigo Mal. A raíz de un ataque que recibe Mal al entrar en la Sombra, una oscuridad antinatural repleta de monstruos que ha aislado el país, Alina revela un poder latente que ni ella misma sabía que tenía. Tras ese episodio, Alina es conducida a la fuerza hasta la corte real para ser entrenada como un miembro de los Grisha, un grupo de magos de élite comandado por un individuo misterioso que se hace llamar el Oscuro.»


Esto no tienen nada que ver con la historia, y por supuesto ni ensalza ni desmerecería el contenido de ningún libro, pero… cada vez que leo el apellido de esta buena mujer, mi mente sustituye Bargudo por «barbudo» o por «barrigudo». No puedo remediarlo, me hace mucha gracia cuando los libros tienen autores con nombres tan majos.

En fin, al lío.

Ejemplo de un individuo misterioso y oscuro ò.ó
Esta sinopsis nos proporciona un clarísimo ejemplo de una de las cosas que menos se deberían hacer en una sinopsis, pero que más se hacen. Evidentemente, por supuesto que me estoy refiriendo al «individuo misterioso que se hace llamar el Oscuro». Me pregunto si realmente a la peña le parece misterioso cuando en una sinopsis se dice de un personaje que es misterioso. Para mí que chafa un poco el supuesto «misterio», pero vamos, cada cual a su ritmo. (Por cierto, Oscuro, otro nombre que me hace mucha gracia: en inglés se llama Darkling, que viene de «dark» por supuesto, pero se parece peligrosamente a «darling» [cariño, cariñín], y ahí ya es un empezar a reír y no parar).

Veamos, respecto a la trama. Aparte de típica hasta sobrepasar lo soporífero, la verdad es que no sé muy bien qué más decir (eso y que no tenía ni pizca de gracia, vaya bodrio, con todas las esperanzas que tenía yo puestas en este libro… ya no te puedes fiar ni del género juvenil romántica). Reigh Barbudo, digo Bar… gudo (en serio, me lo he tenido que pensar. Lo mío empieza a ser grave); en fin, que Leigh Bargudo se las ha apañado para llenar camino de trescientas páginas con una larga lista de prototipos y clichés literarios. ¿Del género fantasía?, me preguntaréis. ¡No solo! Esta mujer es una profesional: ha sido capaz de mezclar aventura fantástica con instituto americano. Resulta que, cuando la guardia del Oscuro se lleva a la niña al Pequeño Palacio para entrenarla, Alina aterriza en un modélico instituto americano, con todos los estratificadores sociales que se ocupan de mantener la conveniente distancia de seguridad entre las diferentes clases de maguichuelos, los parias sociales y El Chico Popular E Inalcanzable-así-que-no-te-molestes-en-mirarle(-you-bitch). Una mezcla entre High School Musical y el instituto de Forks, para que os hagáis una idea.

No hay mucho más que decir de la trama: peña intentando matar a la futura salvadora del mundo, paranoias y conspiraciones palaciegas de por medio (pero no demasiado elaboradas, no os asustéis: estas son de las facilitas, para que podáis seguirlas; a veces tan fáciles que incluso resulta difícil creerlas), niña con complejo de inferioridad que se convierte en complejo de mártir (aunque un poco como con flojera, pero bueno), huidas «trepidantes» (¡mentira!, qué más quisierais, seguid soñando, ingenuos). Y bueno, ya os conocéis el percal.

jueves, 12 de diciembre de 2013

Manual de críticas de Ortiga


¡Buenos días a todos! O tardes. O… Eh… ¡Buenas!

Veamos, esta entrada va a intentar ser breve. Sólo quiero contaros cómo van a estar escritas mis críticas, apartados y demás, y poner el acento sobre un par de puntillos.

Primero quiero dejar clara una cosa: yo no escribo reseñas, escribo críticas. Las cosas hay que llamarlas por su nombre. En las reseñas la gente opina sobre libros y películas. En mis críticas lo que yo hago es analizar los elementos narrativos y evaluar la calidad literaria de la obra en base a ellos. Evidentemente, también voy opinando sobre algunas cosillas por ahí mezcladas (esto es un blog, no un informe para una editorial, tengo que reírme), pero en general os va a ser muy sencillo distinguir cuándo estoy opinando y cuándo no: si digo que me cae mal un personaje, eso es una opinión; si digo que un personaje no está bien construido, eso no es una opinión, es un hecho (discutible o no, pero un hecho, al fin y al cabo). Si eres altamente susceptible y/o no sabes discutir (y discurrir) como una persona medianamente inteligente y civilizada, quizá no deberías leerme. ¡Tú mismo!

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Declaración de intenciones de las malas hierbas




Ortiga: HOLA.




Zarza: Érase una vez, hace mucho, mucho tiempo (hará como un mes)…
Cicuta: Un prado.
Ortiga: Un jardín.
Cicuta: Sí, ya, el jardín de la literatura juvenil. Paleta.
Ortiga: Bueno, pues un patio de atrás.
Zarza: Welcome to Vallecas.
Ortiga: ¿Una maceta, una terraza? ¿Un cacho tierra?
Zarza: Welcome to Villaoreja de Arriba.
Ortiga: Un huerto.
Cicuta: Da. Fuq.
Zarza: Bueno, que sí. Que hace un mes, de algún modo, acabamos leyendo una reseña en un blog de literatura juvenil.
Cicuta: Y nos asustamos.
Ortiga: Yo me reí. Luego me cabreé.
Zarza: Luego tuvo hambre.
Ortiga: ¡Hummm…! Me voy al huerto.
Cicuta: Da. Fuq.
Cardo: La cuestión es que era una reseña muy mala.
Cicuta: De un libro muy malo.

"¡Qué linda mata de romero!" Y era un cardo borriquero

Cardo
Cardo es pelirroja. Y esto, en contra de lo que estás pensando, no dice absolutamente nada de ella más allá de, bueno, el color de su pelo. Tan sólo que si es rara será convencional, porque ser pelirroja y diferente es todo un tópico. Así que decidió ser católica en el siglo XXI, porque, en fin, ni tú sabes decir si eso es extrañamente convencional o chifladamente raro. Já. San Francisco de Asís lo aprobaría.

Proyecto de médico, proyecto de aventurera, de la cabeza de Cardo cuelga un enorme cartel amarillo de “en obras”. Bueno, eso y un león.

En este jardín de maniacas agresivas, Cardo puede parecer un cómodo refugio. No te gritará, ni te morderá, ni fingirá abrazarte mientras desliza un estilete entre tus costillas. Sólo te hará alguna inocente pregunta. Porque Cardo es curiosa. Ya sabes, preguntas como ¿Recuerdas que alguien se haya refugiado alguna vez bajo la sombra de un cardo? o ¿Por qué crees que nadie acostumbra a sentarse a descansar por aquí cerca? Quizá sean tus propias respuestas las que te asusten. O la vergüenza que te da lo lo que te veas obligado a contestar. O la incertidumbre de no tener respuestas.  Pero eh, eso es cosa tuya. Cardo nunca querría pincharte. Recuerda, es  una buena chica.

Os confesaré que no termino de entender este piropo, pero a veces los halagos orientales son desconcertantes. A Murakami tampoco le reclamasteis cuando se desquitó con un "Nunca pierde su sonrisa radiante y mea siempre con elegancia". 





Reconvertido al vegetarianismo,
le interesa particularmente ese personaje
al que quieres ir reformando.
Cuenta con su complicidad
con tus debilidades...él tiene las suyas
Francisco de Asís
El pequeño león que enreda en el pelo de Cardo es todo un hippy, y por eso tomó el nombre del segundo primer hippy de la historia. Ah, y un poco hipster. A él ya le gustaba San Francisco de Asís antes de que no sé qué argentino lo hiciera popular; y es otro cristiano convencido porque, ya sabes, el ateísmo es taaaaan mainstream.

Le ponen contento las buenas reflexiones éticas,  y las transformaciones trabajadas de los personajes. Pero le hacen vomitar bolas de pelo los malos que se convierten en buenos inesperadamente y de la noche a la mañana, por la tierna intervención de una niñita que se cruza en su camino y les inspira a ser mejor persona. Por supuesto que estas conversiones a lo Disney tienen su público, pero es uno que todavía no sabe leer y por eso les hacen películas.  

Un secreto útil: en el fondo le gustas. Seas como seas, porque es así de pringado y de buena gente. No desconfíes, es un león sentado encima de un cardo pero puede ser tu único recurso para salir de aquí con vida. 

martes, 10 de diciembre de 2013

3, 2, 1... Aquí Cicuta al habla.

Cicuta.

Que este jardín de locas no os lleve a engaño: Cicuta es una persona seria. Y, por supuesto, perfectamente racional.

Cicuta, como supongo que habréis deducido, juega en el equipo sofista (dorsal 7, delantero derecho) que, como todo el mundo sabe, es el equipo de los chicos malos de la filosofía. Avisados quedáis.
Misántropa profesional, Cicuta odia a la gente pero, sobre todo, a la gente que dice no leer cómics sino "novelas gráficas". Brrr.

Tiene el súperpoder de hacerse invisible. Por lo demás, emplea la mayor parte de su tiempo lamentándose del poco que tiene y leyendo libros extremadamente profundos y serios (de ésos que sólo las mentes privilegiadas entienden), tales como “Hermenéutica, anagnórisis, metaética cuántica y otras esdrújulas intimidantes” o “El concepto de mímesis en la fábula hipolumínica en el contexto socio-político-ciberespacial del fin del mundo”. Claro que, desde los seis años, Cicuta ha sido una experta en esconder las tiras de Mafalda en sus libros de texto para que los adultos le dieran una palmadita en la espalda por ser una chica tan estudiosa. Las apariencias engañan, nunca juzgues un libro por su portada y esas cosas. Alguien podría haber intercambiado las solapas de la Crítica de la Razón Pura y El señor de los anillos.
Sssshhhhh.

Ehmm… Como decía, Cicuta es una persona seria.

Visto queda que “no saber nada”
es una estrategia peligrosa.
Si algo habéis de saber, que sea esto:
soy venenosa.
CICUTA.


Hobbes.

Hobbes es un lindo gatito al que, en general, le gusta mucho la gente aunque, como es obvio, su inclinación está sujeta a diversos factores: los condimentos, para empezar, aunque la edad y la robustez de la carne son otras variables importantes. El sexo también, no por ningún afán discriminatorio en concreto, sino por la molesta costumbre femenina de embadurnarse en potingues venenosos que le dan ardor de estómago (por no hablar de los pendientes gigantes que se le clavan en la garganta), circunstancias que le han llevado a especializarse en el mercado de niños y hombres barrigudos (y a evitar nichos punks y góticos).
Hay quien opinaría que la antropofagia no es un comportamiento civilizado aceptable. Pero Hobbes se siente muy orgulloso de su papel en la cadena trófica y lo desempeña con orgullo, sabiendo que está haciendo una gran contribución a la selección natural. Y, qué diantres, ningún planeta necesita siete mil millones de seres humanos. Está claro que sobran muchos. ¿O es que nadie ha intentado ir a un centro comercial en Navidad?
Un dato útil: le gusta que le rasquen detrás de las orejas. Si utilizas tu mano para rascarle detrás de las orejas, quizá puedas recuperarla sana y salva. Todo es negociable: Hobbes es un negociador nato.
También le gustan mucho los monstruos marinos, el Réquiem de Verdi y videar animes (pero lleva su doble-identidad de otaku muy en secreto).
Miau.

Un fuerte aplauso para... [redoble de tambores] Ortiga y Kant

Ortiga

Ortiga es tu amiga. En este jardín de locas, ella es probablemente la más colgada de todas, pero también es la más amigable, mientras te saca los ojos.

Crítica literaria, escritora de poca monta, cocinera en sus ratos libres. Le gustan las agujas y su tintineo. No sabe cantar ni bailar, pero lo hará de todos modos, porque es una forma de tortura muy divertida y difícilmente demostrable ante un tribunal.


Los experimentos sociológicos son su hobby, ya sabes, cosas como presentarse en mitad de una fiesta de punta en blanco con un disfraz de pingüino y un bloc de notas para apuntar (y una cámara escondida en algún lugar insospechado, como… la frente [¡insospechado, he dicho!]). Ortiga es capaz de leerse un libro de 400 páginas en dos horas, y le apasiona el género juvenil romántica, porque es el espejo perfecto del paradigma sociocultural imperante actual, y la forma más sencilla y segura de poder estudiar al género humano y su comportamiento sin levantarse de la cama (y sin el peligro de que alguien le ponga un ojo de un color no deseado si, por error, se le escapa una alegre carcajada en el menos oportuno de los momentos).

Así que, si no lo sabías, ahora lo sabes: los pingüinos son unos pájaros adorables.
En mi humilde opinión, tengo un humor urticante, ORTIGA.



Kant

Kant es una cosita absolutamente adorable. En cuanto lo veas, querrás achucharlo y rascarle detrás de las orejas. Tu mero intento se verá recompensado por una mirada penetrante y un gruñido de advertencia. Si prosigues en tu empeño, pueden suceder dos cosas: perderás un dedo, o perderás dos dedos (dependiendo de cómo de morcillosos los tengas).


Firme detractor del imperativo categórico, Kant se pone contento cuando lee sobre masacres y destrucción masiva.


Reconoce la utilidad de la especie humana como medio para satisfacer sus necesidades primarias básicas, como comer (le gustan las latas de comida para perros, pero no de esas en las que pone «Sabor a buey [6% carne de vacuno garantizado]»). Para todo lo demás, la humanidad le hastía; cuanto más lejos, mejor. En especial, le hastían las personas que se creen inteligentes, y no lo son. No le gustan las cosas a medias y las cosas mal hechas: si, en contra de toda lógica, sigues obcecado en rascarle detrás de las orejitas (sé que es irresistible), al menos recuerda dejar en casa la redacción de lengua que te han pedido en el colegio.



En esta era de apogeo de la literatura al alcance de todos, Kant quiere que sepas que No, you Kant write.

Bloglovin :P




Miss Blackberry Bramble & Mister S. Kierkegaard

Zarza

Escritora, dibujante no remunerada (de momento), villana vocacional, persona a ratos. Zarza es, en palabras de su familia, una lagartija, un parásito, una zorra. Una zárzara. En resumen, un mal bicho.

Cuando iba a la guardería ya había decidido que quería ser una bruja y nadar con tiburones. Le gustaba mirar las ilustraciones de Las mil y una noches, y nada le daba tanto miedo como el infinito matemático.

Creo que se puede decir que soy una
mala hierba de pura cepa
. ZARZA.

Pero lo que realmente debes saber de Zarza es que es socialmente estúpida, y eso significa que mete la pata de muchas y muy variadas maneras cuando trata con gente. Ugh. Gente.  Así que resígnate a que es altamente probable que la acabes odiando. No es nada personal y no te convierte en una mala persona (o sí, tú sabrás), simplemente es una cuestión de estadística. Zarza no tiene mala intención (no, en serio, a veces pasa), sin embargo se las apañará para ser insufriblemente insultante.

Además, Zarza es una criatura muy impaciente, en especial con ciertos comportamientos da fuq. Por poner un ejemplo: el sinnúmero de escritorzuelos que afirman querer pasar a la historia gracias a su pluma y que no obstante dedican las tardes a releer e idolatrar aberraciones literarias de la talla de Harry Potter, Los juegos del hambre, o Crepúsculo. O directamente la sola existencia de la literatura juvenil. A pesar de ello, el amor es caprichoso (winkwink).



Kierkegaard


A Kierkegaard le gustan las mantas y el té, padece indecisión crónica, y posee cierta flema inglesa que lo vuelve impasible ante las mayores catástrofes. A pesar de sus nervios de acero, le cuesta mantener la calma ante el maniqueísmo descarado (coughHarryPottercough).

Apodado Kiki de manera cariñosa (para escarnio suyo), este cánido sibarita dedica gran parte del día a convertir el pelo de Zarza en un nido de cuervos, y a susurrarle comentario sarcásticos al oído.

Amigo de la lógica proposicional y de la poesía surrealista (con toques oníricos), Kierkegaard es, sobre todo, un existencialista racional. Piensa en lo que eso significa.

Tiene un código moral bastante complejo, y sin embargo apoya firmemente la existencia de este blog de maldad.

Piensa en lo que eso significa.


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