Puedo imaginarme que los artículos sobre puntuación no os apasionan (a mí sí, para qué negarlo [salvo la coma, que le tengo tirria]), así que voy a intentar agilizar un poco esto y no tardar demasiado en colgar los dos o tres que todavía quiero hacer dedicados a signos de puntuación. Después, ya podré ponerme a hablar de otras cosas que seguro que despiertan más vuestro interés: justificación del narrador, selección de elementos para la construcciones de escenas y descripción de escenarios, viajes del héroe…, ya sabéis.
Ahora estoy viviendo en Polonia, tengo casa nueva, gente nueva, trabajo nuevo… Todo es un tanto estresante y aún no me he acostumbrado a la nueva rutina, pero voy a intentar recuperar el ritmo con el blog. Me parte el alma teneros abandonaditos, ya lo sabéis [es mentira, MUAJAJA].
Bueno, me dejo de tonterías. Terminemos de una vez.
Así que... ¿tú también quieres ser escritor?
Pues sigue leyendo.
Los dos puntos.
Los dos puntos es este signo tan majo, un punto sobre otro (:), que supone una pausa mayor que la coma pero menor que el punto. Esto es lo que dice el DPD de la RAE, y no deja de ser gracioso, dado que ya habíamos establecido que la coma no representa necesariamente una pausa en el discurso, pero seguimos empeñados en hablar de pausas. Qué le vamos a hacer. Pero bueno, lo importante es que los dos puntos, ya sean una pausa o una rosquilla, están a medias entre la coma y el punto en cuestión de interrupción del discurso.
Este signo se escribe pegado a la palabra (o signo [a veces puede haber un punto, una raya… Seguid las normas de los demás signos]) que los precede y separados por un espacio de la palabra (o signo [idem de idem]) que los sigue.
¿Que para qué sirven? Qué bien que me hagáis esa pregunta.
[Tendréis que permitir que omita los usos que se refieren a títulos, epígrafes y ese tipo de cosas propias de los resúmenes de colegio. Me centraré aquí en los usos aplicados a la Literatura.]
Pues veréis, el uso más habitual todos lo conocéis: introducen una enumeración.
He descubierto dos nuevas tiendas que me encantan: Trapitos y Hip 'n Hop.
Otros dos usos que seguro que conocéis:
Antes de reproducir una cita.
Ya lo dijo Kafka: «Si el libro que leemos no nos despierta de un puñetazo en el cráneo, ¿para qué leerlo?»
Encabezamientos de cartas y otros documentos.
Querido amigo: / Te escribo para decirte que te odio.
[Recordad que usar la coma para este uso es un anglicismo y al que vea hacerlo lo cortaré en primorosos cachitos ^w^]
Y además están los siguientes (quizá no los conozcáis todos o no supierais el motivo, pero seguro que más de uno sí):
También se utilizan para CERRAR las enumeraciones si estas aparecen en cabecera de oración y seguidas del elemento categorizador.
Come de manera equilibrada, haz ejercicio de manera regular y evita las dietas milagro: es la manera más saludable de perder peso.
Introducen una ejemplificación de lo dicho por la frase que los precede.
Mi perro es adorable: cuando me ve leyendo en la cama viene y se tumba en la alfombrita a mi lado para hacerme compañía.
Sirven para marcar una pausa de carácter enfático tras ciertas locuciones.
No estoy de acuerdo, y diré más: te desaconsejo fervientemente que lo hagas.
Puedes opinar, ahora bien: no me digas lo que debo o no debo hacer.
[En muchos de los casos, los dos puntos son sustituibles por una coma en este uso. La diferencia radica en que los dos puntos ponen mayor énfasis y generan más expectativas en el lector frente a lo que está por venir.]
Y sirven así mismo para unir oraciones sin necesidad del empleo de un nexo.
Se ha quedado sin trabajo: no podrá ir de vacaciones este verano.
El arbitraje fue injusto y se cometieron demasiados errores: al final se perdió el partido.
[Para este uso, los dos puntos suelen ser sustituibles por el punto y coma.]
Ahora bien: es incorrecto escribir dos puntos entre una preposición y el sustantivo que la sigue. No, no y NO. Así que mucho ojímetro con esto.
*Tengo libros de: Economía, Matemáticas y Estadística.
Os mato, ¿eh? Que estoy mu' loca.
En fin, este artículo ha sido cortito. Los dos puntos son un signo así como muy agradecido. ¡Os quejaréis!
Con amorr,
O.
Pues mi profesor de lengua del colegio tendría ascendencia inglesa o algo; llevo toda mi vida escribiendo coma después de los encabezamientos de cartas y demás porque él me lo enseñó así. Según él ese era el modo correcto y elegante mientras que los dos puntos eran un vulgarismo.
ResponderEliminar¡He vivido engañada toda mi vida!
Mátale. ¡Mátale! ¡¡MÁTALE!!
ResponderEliminarT-T Me duelen los ojos solo de pensarlo.
A mí me pasó lo mismo (para cartas a amigis y tal bien, pero una formal NUNCA JAMÁS), y lo de cerrar las enumeraciones con punto y coma. Siento que mi vida es una mentira.
ResponderEliminarMuchas gracias por el artículo, no conocía la mitad de los usos.
ResponderEliminarYo también creí durante un tiempo que escribir coma después del encabezamiento era lo correcto, pero descubrí que me equivocaba cuando entre en la universidad y me dieron un curso intensivos de escribir correos.
Ya sabéis lo fan que soy de estas entradas, y con lo que me gustan a mí los dos puntos encima... Por otro lado, mucho ánimo con Polonia :))
ResponderEliminarYo no escribo, pero me viene que ni pintado para juzgar textos ajenos ñeñe
ResponderEliminarLo triste es que ese hombre es profesor de lengua.
ResponderEliminarPor cierto, os he dedicado una entrada en mi blog. Igual os gusta, o igual la odiáis (y me odiáis) mucho por relacionaros con lo que os he relacionado, pero yo ahí la dejo. En todo caso, espero que la encontréis a la altura de vuestra infame maldad.
Ya la he leído (estoy suscrita). Me he reído un montón xD Lo he puesto en twitter para que más gente pueda disfrutarla (o.... sufrir e.e).
ResponderEliminarJajajaja yo también he cogido la manía de la coma en los encabezados de cartas por culpa de los americanos.
ResponderEliminarMuy útil, me viene de perlas ahora mismo!
ResponderEliminarLo de los dos puntos entre preposición y sustantivo lo he visto mucho en escritos de Perla Shumajer. Soy muy fan de esa mujer jajaja.