Donde la literatura y la maldad se toman un té

domingo, 3 de abril de 2016

Hablemos de sexo, o... mejor ahorrémonoslo (5)



Buenas, buenas, queridos hierbajos.

Hoy… no vengo a hablaros de sexo. Vengo a hablar de dos temas que tienen tendencia recurrente a salir a colación cuando te mueves en ambientes LGBT y otras minorías relacionadas con orientación sexual e identidad de género. Y además son temas que, como muchos otros, despiertan pasiones y sacarlos en determinados ambientes puede llegar a suponer un auténtico riesgo para tu integridad (sobre todo si eres como yo [no me refiero a si eres asexual, sino a si compartes mis opiniones]).

Hoy, hierbajillos, vengo a hablar de educación en temas de identidad de género y el discurso de género.




Hola, mi nombre es Ortiga y soy asexual.

Y ¿sabéis qué otra cosa soy? Me considero a mí misma no-binaria.

¿Qué quiere decir eso? Para el que no lo sepa, el término identidad de género no binaria es un término que se utiliza para referirse a aquellas personas cuya identidad de género sencillamente no se ajusta a las categorías «hombre»/«mujer». Luego, dentro de esto, hay veinte millones de nombres (demi-género, a-género, andrógino… and so on, and so on, os hacéis una idea), casi tantos nombres como nombres hay hoy día circulando para las diferentes categorías y subcategorías de orientaciones sexuales, para que nos entendamos [cuando te metes a informarte sobre estos temas normalmente tienes que asumir que puedes tardar luego un rato en volver a salir del laberinto].

La naturaleza humana, hierbajos, es compleja, y estamos ahora mismo en mitad de un frenesí nomenclador que, tengo a veces la sensación, se olvida de lo increíblemente compleja que es, de hecho, y se propone buscarle un nombre a cada pequeña particularidad. No que me parezca necesariamente mal: opino que esta fase en la que estamos es de vital importancia de cara a romper con la rigidez de categorías que había imperado hasta el momento y así poder iniciar camino hacia un modelo más flexible y saludable para todos; no obstante, también opino que querer nombrarlo todo también es un tanto desbaratado, porque sería un empezar y (literalmente) nunca acabar.

Me estoy desviando de lo que quería contaros, en realidad. Regreso.

El caso es que soy Ortiga y soy asexual. Y además soy no-binaria. No creo (y nunca lo he hecho, desde que tengo memoria y uso de razón) en la existencia de géneros.

Antes de continuar aclararé el siguiente punto, porque puede que no todos lo tengáis claro si no os movéis en este tipo de ambientes: no es lo mismo sexo biológico que identidad de género. El sexo biológico es literalmente eso, el sexo que tienes asignado cromosómicamente; naces con él y, a menos que estés dispuesto a pasar por un procedimiento quirúrgico muy serio, te quedarás con él hasta que te mueras [en realidad, estrictamente hablando, por mucho que te operes, tus cromosomas van a seguir siendo los que son, así que a nivel de ADN me temo que no hay nada que hacer, pero bueno, nos entendemos]. El sexo biológico es binario, nada que discutirle a este punto [existen algunas condiciones genéticas que pueden producir intersexualidad, pero no me voy a meter en ese tema en esta ocasión. Dejémoslo en que intersexualidad es un fenómeno poco habitual y no podría realmente considerarse un tercer sexo a nivel médico porque no es una única condición la que lo produce, sino que puede ser resultado de ciertas muy dispares anomalías/mutaciones/enfermedades/x].

La identidad de género es otra cosa. De manera tradicional también se ha considerado binaria y asociada a sus respectivos sexos en muchas culturas (incluida la nuestra), pero la identidad de género en realidad no es más que un constructo social producto de la cultura: cada cultura asocia una serie de rasgos de identidad y comportamiento a cada uno de los sexos biológicos, y espera que los individuos respondan a estas expectativas con un cierto grado de fiabilidad.

Pues bien, hierbajos, más allá de la obvia existencia de un constructo social que pretende decirme que, por tener vagina, mi personalidad debe ajustarse a unos ciertos parámetros… yo no creo que en la existencia un modelo de género binario. No creo que exista un modelo de personalidad binaria en el que podamos coger a toda la población del planeta y ordenarlos con primor en dos categorías mutuamente excluyentes. Porque, muy bien: dejemos de lado por un momento el hecho de que, al ser un constructo social, se entiende que ciertas características que tradicionalmente se asocian a lo masculino en una cultura pueden estar en otra asociadas a lo femenino; es que, hierbajos, no sé vosotros, pero yo no tengo una vagina supletoria en el cerebro. Cada cual es como es, y cada cual tiene algunos rasgos de su personalidad que tradicionalmente en nuestra cultura podrían considerarse femeninos y otros que podrían considerarse masculinos. Y la persona que en nuestra cultura encaja en el modelo de «mujer» que tenemos, en otra podría considerarse «hombre». Así pues, jamás logré encontrarle el sentido a los roles de género cuando era una cría. Y esto me lleva a mi siguiente punto: el discurso de género.




Precisamente porque ya desde muy pequeña llegué a la conclusión personal de que las personalidades no eran «hombres» o «mujeres», el discurso de género en más de una ocasión me resultó incomprensible. Rápidamente tuve que aprender que la gente llegaba a tomarse muy en serio eso de que te refirieses a ellos en masculino o femenino (según los casos) por error. De niña siempre pensé que el género en el discurso era poco más que una formalidad, una manera de referirse a los otros, porque de alguna manera habría que referirse a ellos, y punto. No me parecía que hubiese ofensa o excentricidad ninguna en referirte (por error [o de manera deliberada, poco importa]) a una determinada persona con la terminación que no le correspondía (de más pequeños suele ser difícil distinguir a niños de niñas si no van vestidos de una determinada manera, sin ir más lejos). Yo, por ejemplo, al no gustarme los vestidos ni el color rosa, jugar al fútbol en lugar de sentarme a jugar a las muñecas, por no tener las orejas perforadas y tener además una voz relativamente grave para ser una niña pequeña, era confundida con frecuencia y la gente que no me conocía se refería a mí en masculino. Este hecho nunca tuvo ningún tipo de importancia para mí, y siempre me dejaba muy confusa ver las caras de vergüenza y consternación y las disculpas de la gente a la que yo me tomaba la molestia de sacar de su «error». En retrospectiva, también me doy cuenta de que mi madre parecía realmente preocupada por que estos episodios pudieran llegar a ocasionarme algún tipo de trauma con respecto a mi identidad de género. Eso nunca sucedió, por supuesto, la terminación de una palabra era algo que sencillamente carecía de la capacidad para cambiar los genitales con los que yo había nacido, por una parte, y por otra parte no tenía nada que ver con la persona que yo sabía que era en mi cabeza. En mi mundo, estos episodios eran sencillamente algo que carecía de importancia y, en muchos casos, incluso de sentido [de hecho, en la actualidad, me resulta entrañable cuando alguien se refiere a mí en masculino, me da nostalgia (además yo en mi discurso interno suelo referirme a mí alternativamente en femenino, masculino y, más frecuentemente, en masculino plural, soy así de inconstante)].

Pero el caso es que hay gente que eso de que le cambien la terminación se lo toma muy en serio, con independencia de que la gente como yo entendamos o no sus motivaciones. Y ahora está en movimiento esta preferencia por los pronombres neutros. Hay quien, por las razones que sea, no quiere que se le mente por medio de los pronombres tradicionales masculinos y femeninos. En inglés se suele utilizar el neutro «they»/«them» (aunque hay otros menos tradicionales) y en español han surgido dos corrientes independientes: «-x» y «-e». Así, de la misma manera que hay mujeres que se ofenden si te refieres a ellas en masculino (y viceversa), hay gente que, por considerarse no-binaria, no quiere ser referida con pronombres que no siente que les representen.

Este es, de hecho, uno de los dos puntos principales que quería tratar hoy con mi entrada [me pongo a rajar y a rajar… y ya van tres páginas].

Personalmente, no tengo ningún problema en referirme a cada persona con el género que me soliciten. Mi única intransigencia va a ser siempre que me niego a usar la «-x»: lo siento, pero me niego, eso es impronunciable y una aberración lingüística [y eso sin entrar siquiera en el debate sobre las connotaciones de discurso político que tiene el uso de esa letra y lo absolutamente ridículas que me parecen a mí como individuo]. Si alguien me pide que me refiera a su persona con «-e», respetaré sus deseos, de la misma manera que respeto los deseos de una persona que quiere que se la trate con «-a» o con «-o». No veo el problema.

Ahora bien, en mi opinión, otra cosa muy diferente son estas exigencias que están surgiendo últimamente de que se utilice «elles» y terminaciones en «-es» como plural genérico para todo el mundo. Más aún: si, Dios no lo permita, en un momento dado se te ocurre abrir la boca para decir que estás en desacuerdo con esa política y que no ves la necesidad de cambiar el plural genérico, poco tardarán las voces de la razón en saltarte a la yugular y llamarte de todo menos bonito para ponerte en tu sitio, porque resulta que eres una transfoba y eso que haces se llama discriminación. Me vais a tener que perdonar, pero… ¿estamos tontos?

Permitidme que exponga aquí mis argumentos de manera muy sucinta. Hasta donde yo veo, la justificación que se alega para imponer el uso de «elles» como genérico neutro para los plurales se basa en el hecho de que «es inclusivo». Y digo yo: ¿inclusivo?, ¿para quién? Porque lo que me estás diciendo es que resulta que el masculino plural no es apto como plural genérico porque «su uso es machista» y mujeres y no-binarios no se sienten incluidos en él. Esto puede ser más o menos discutible, pero vamos a ver si yo he entendido bien: no puedo usar «ellos» para referirme a todos los géneros al mismo tiempo porque solo los hombres (lo que quiera que signifique esa palabra para cada cual) se van a sentir incluidos, pero si digo «elles» todo el mundo se va a sentir aludido… ¿por qué?, ¿porque lo dices tú? Buen argumento.

«Elles» es no solamente una palabra que tiene ya de entrada el mismo problema que «ellos»: es un pronombre propio de un género en concreto que quieres que se use para representar a todos los géneros (puede ser usado para referirse a colectivos integrados únicamente por un género en concreto [gente no-binaria en este caso] o que estén integrados por una mezcla de géneros). «Elles» es, además, una palabra inventada, te guste o no, y eso implica que va a haber mucha más gente que no se sienta cómoda o representada por ella. Esto me parece un franco despropósito. Tanto más cuanto que están intentando venderme que yo no puedo imponer a otros los pronombres que yo considero que son apropiados, ¿pero los demás sí que pueden imponerme los suyos? Insisto: un despropósito [y esto es ya sin que salga siquiera mi vena de Grammar Nazi a la que, lo siento, pero le duele en el idioma, y esta es la pura verdad tanto si te gusta como si no. Soy sinestésica, estas cosas a mí me afectan de manera literalmente física. Me pides respeto, respétame tú también. Respeta que no todo el mundo va a ver y experimentar el mundo como tú lo ves, tanto si tienes razón como si no la tienes. Tough life]. Cuando la gente habla de «chiques» yo desde luego no siento que me estén incluyendo en la conversación, por muy buenas intenciones que tengan. Esto es así, nunca va a llover a gusto de todos, ya está bien de intentar convencerse de que sí y encima molestarse cuando alguien te pide que, por favor, no seas tan ingenuo.

Cada vez que sale este tema y alguien tiene la ocurrencia de llamarme transfoba, me cuesta horrores no reírme en su cara. Lo confieso.

Total. Enlazo con el otro tema que quiero abordar en esta entrada.

Dependiendo de a quién le preguntes, hay expertos que ponen el énfasis en que todo este tinglado (esta conexión tan visceral con uno u otro género) es, en su fondo y en su forma, de contenido psicológico y conductual; y hay expertos que afirman que hay una disposición genética y su correspondiente manifestación biológica que pueden hacer que un individuo se identifique tanto psicológica como físicamente a sí mismo como hombre o como mujer (o, en la actualidad, como todo lo contrario, en ciertos casos). Esto es una cuestión que se ha estado discutiendo desde hace mucho, en torno al tema de la gente transexual: ¿realmente su identificación con el sexo opuesto al que se les asignó al nacer tiene un componente biológico innato o es todo socio-cultural? Por descontado, no tengo la respuesta a esa pregunta y no he venido a discutir sobre cosas que no puedo entender. Pero sí hay una cosa que tengo muy clara en todo este tinglado: proporcionar una educación y actitud social, en tanto que cultura, no basada en el binarismo considero personalmente que nos haría a todos muchísimo bien.

Y este punto es importante, porque incluso en ambientes en los que se toma en serio la inclusión del colectivo transexual o las identidades no-binarias, muchas veces veo una tendencia que me parece personalmente muy peligrosa. Con toda la buena intención del mundo, hay gente que lo que está haciendo es seguir promoviendo y enquistando la idea de que hay una identidad llamada «hombre» y una identidad llamada «mujer», y que ser lo uno o lo otro implica comportase y pensar de una determinada manera [¡vuelvo a insistir en que es un constructo social!, ¡la identidad es más compleja que eso!, wtf?], y que esta circunstancia está íntimamente relacionado con tus genitales, al fin y al cabo, porque si te comportas como un «hombre» entonces lo suyo es que tengas/te pongas un pene (por tener el pack completo, y tal). Por ejemplo, ahora están surgiendo corrientes que exigen que a los más pequeños se les eduque bajo la premisa de que ser «niño» o «niña» es algo que «pueden escoger». Es decir, no es que no haya «hombres» y «mujeres»: los hay, lo que pasa es que tú puedes decidir en qué te conviertes cuando seas mayor (uno, otra, o todo lo contrario), y obviamente los «hombres» tienen pene y las «mujeres», vagina.

Hace poco leí un artículo que me pasó Cardo sobre este tema: un posicionamiento frente al tema por parte de varios pediatras americanos involucrados con temas de transexualidad. En este artículo se argumentaba básicamente contra eso de que «ser niño o niña no se nace, se escoge». ¿De verdad queremos educar a los críos en que someterse a una cirugía de cambio de sexo (¡una cirugía!) es una cosa tan natural como decidir que te gusta llevar trenzas o raparte el pelo? Una cirugía de ese calibre, si bien es una opción que en ciertos casos habrá que llegar a plantearse, no me parece que se deba tratar como si fuese poco más que un corte de pelo. Es una cosa seria. Y, digo yo, ¿no sería mucho más lógico dejarse de una vez de gilipolleces de «hombres» y «mujeres» y empezar a educar a los críos en ser «personas»? Para mí el simple hecho de que unos padres crean que deben educar a un hijo de manera diferente dependiendo de si nace con un determinado sexo, o si el crío en cuestión les pregunta que si «aunque tenga pene» todavía puede «ser una niña», me dice que hay algo fundamentalmente mal con la manera que tenemos de educar.

Pensadlo: independientemente de que las personas transexuales sean transexuales por una cuestión genética o que todo el «problema» sea de origen social, lo que es indiscutible es que su carga psicológica se aligeraría de manera dramática si no tuviesen que lidiar con gente que les dice que «los niños hacen X, las niña hacen Y». Y también tendría una repercusión positiva incuantificable en la sociedad en su conjunto, tanto para binarios como para no-binarios: si proporcionamos a nuestros hijos la misma educación independientemente del sexo biológico con el que nazcan, los «niños» no aprenderán que deben reprimir sus sentimientos «para no ser niñas»; las «niñas» no aprenderían que su belleza y valor como personas dependen de su apariencia y «femineidad»; no se educaría a los «niños» en mostrar respeto a las «niñas» solo porque son «niñas», ni se educaría a las «niñas» en esperar o exigir ese respeto solo por tener vagina, sino que se podría educar a todos sobre la premisa de que se debe respetar a otras personas y que no debes aprovecharte (físicamente o de otra manera) de otras personas que estén en inferioridad de condiciones con respecto a ti, con independencia de su sexo biológico (porque resulta que los «niños» no pueden meterse con las «niñas» pero aparentemente sí con otros «niños», y esos otros «niños» que tengan la desgracia de ser físicamente más débiles que los primeros pasan a ser insultados y llamados «niñas» [lo cual encima agrega una nueva capa de significado al contexto social, y es que ser una «niña» es algo malo, es un insulto]). Y tantísimas, tantísimas otras cosas que podrían evitarse y mejorarse si dejásemos que tratar como bichos raros o parias sociales a las personas porque les gusten las muñecas o los coches, o quieran ponerse vestidos o camisas de leñador. Ya basta de señalar con el dedito a todo el mundo por cualquier soberana gilipollez.

Si tu hijo te pregunta que si «aunque tenga pene» puede «ser una niña», la respuesta no debería ser «sí, cariño, tú puedes ser lo que tú quieras», porque entonces lo que le estás enseñando es que ser «niña» pasa por extirparse algo con lo que ha nacido, que su personalidad misma es incompatible con el cuerpo con el que ha nacido. La respuesta debería ser más bien un «cariño, tener pene solo significa que tienes pene, luego tú puedes vestirte como te guste, jugar con quien quieras y a los juegos que tú prefieras y comportarte en general como sea natural para ti, porque eres una persona, no un pene».

Así que, sí: ya basta de educar a los críos de manera diferente porque hayan tenido la suerte o la desgracia de nacer con un determinado juego de genitales.


De verdad, ¿estamos tontos?



Fdo. O.

22 comentarios :

  1. Ay, cómo detesto cuando veo esos carteles de "a todxs" "bienvenidxs" en la calle, la universidad o en pintadas de aerosol por ahí. Lo veo más como una postura de demagogia barata para conseguir votos que como algo realmente inclusivo. No sabía eso de "elles" pero me sienta como una patada al hígado también. Será que soy odiosa, no sé, pero tampoco me siento identificada.
    Muy buena la reflexión sobre que no somos un órgano sexual, somos personas y deberíamos educar a los niños como tales.
    Y tampoco conocía eso de no-binario, qué interesante. En conclusión, me he acordado de aquel escritor que declaraba que la naturaleza masculina estaba en pelear con pitones en aviones y la femenina en ser cálida y débil.
    El mundo se ha vuelto loco en todas partes con lo mismo.

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  2. ¡Hola!

    Sólo quería comentar que a mí también me pasaba lo de que se refirieran a mí como chico cuando era pequeña y era de las que se molestaban mucho por ello. El motivo no era porque pudieran disgustarme los hombres o me sintiera más mujer (de hecho, tampoco veía muy claro eso de la diferenciación de género, unas veces me sentía más una cosa y otras la otra), sino porque cuando eso ocurría era como que le fallaba a la sociedad. Osea, los demás (y especialmente mi familia) esperaba que yo fuera de determinada manera por ser mujer y cuando me llamaban chico era como si me dijeran que no me estaba esforzando lo suficiente para ser lo que se esperaba de mí, lo que yo "en verdad" debía ser.

    No sé si he expresado bien lo que quería contar y siento haberme puesto a contar batallitas personales en un post ajeno, pero quería hacer ver uno de los motivos por los que alguien pueda enfadarse si se dirigen a su persona con el género equivocado.

    ¡Saludos!

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  3. ¡Hola!

    Voy a hablar mucho. A ver, me encanta que trates el tema como lo tratas. A mí me dijeron que era mujer y nunca he tenido problemas para identificarme como una... pero, y ahí viene el pero, siempre he dicho que SÍ a la abolición del género como constructo social. Al menos esa es mi opinión. De hecho, me pongo a llorar cuando las personas que defienden por pasiva y por activa que el género NO existe dicen que su género es "x". Me dan ganas de decirles o no existe o sí, que se decidan, pero arghhhh. En fin. Creo que "existe", pero que no debería y que se debe abolir. Algo que decía Simone de Beauvoir: no nacemos "mujeres", nos enseñan a serlo (todo desde el punto de vista del género, claro).
    Ehm, ahora hablando de elle, elles, todxs y esas aberraciones y no tan aberraciones lingüisticas. Respeto el deseo de alguien de que lo llamen "elle" (me duele en el alma usar los adjetivos como elle, pero oye, puedo hacerlo... en singular y para una persona). El "elles" me pone de nervios, me da un tic. Primero porque como mujer, no me molesta especialmente el "ellos" como neutro. Si alguien no lo hace, respeto también su deseo de usar "elles" o lo que le de la gana y respeto también que hagan campañas para que la gente lo use siempre y cuando ellos respeten mi decisión libre de ignorarlos y no usarlo. No es transfobia, es mi lingüista interna que llora.
    Bueeeeeno, haces un buen punto. Eso de educarlos como "niñas" o "niños" es una estupidez grande, con mayúsculas y en neón. Porque si alguien que fue asignado masculino al nacer elige niña que... ¿lo van a educar con toda la mierda que sufrí yo? Las niñas son débiles, las niñas tienen que cuidarse de los niños, las niñas juegan con muñecas, no con espadas, no, esos son juguetes de niño. Y al revés igual: los niños no lloran, los niños tienen que invitar a salir a las niñas. Se me hace un poquito mierda, porque justamente eso trato, por activa y por pasiva de evitar. EDUCA PERSONAS, carajo :D

    Bueno. Te adoro. Eso es todo. Hablé mucho. Gracias por la entrada, se la pasaré a todo el mundo.

    Nea.

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  4. Me gusta que compartáis cosas aquí, Irilaya =) Siéntete como en casa.

    En todo caso, creo que entiendo lo que que quieres decir. Ese es un sentimiento que desarrollé mucho más tarde (en torno a mi adolescencia), aunque lo cierto es que me duró poco. En aquella época, como todo el mundo, imagino que andaba yo más susceptible a los designios sociales y tuve alguna que otra crisis al respecto, pero fue una cosa muy breve en mi caso (y doy gracias xD). Me sentía muy Mulan, en cierto sentido =P

    En todo caso, yo alguna vez también llegué a enfadarme, cuando era muy pequeña, pero mis motivos eran otros. Me resultaba indiferente que alguien me confundiese, pero los críos son a veces crueles, y recuerdo que en alguna ocasión alguien me llamó "mentiroso" tras haber yo corregido el error y aclarado que era "una niña" (que en mi cabeza simplemente significaba que tenía cierto tipo de órganos). Uff, eso sí que me cabreaba, que alguien me acusase de mentir o pusiera en duda mi palabra de aquella manera. Era extremadamente orgullosa y no llevaba bien que se me pusiese en duda de forma tan gratuita.

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  5. Nea, comentaste mientras yo escribía y no te había visto xD

    Yo la verdad es que no me considero mujer en el sentido en que se entiende la identidad de género hoy día, nunca lo he hecho. Para mí mujer siempre había significado "persona con vagina, dotación cromosómica XX", y punto. Y eso es lo que soy. De hecho recuerdo que, muchísimo antes de saber nada sobre temas de binarismo/no-binarismo yo, cuando tenía que explicar mi "sexo", siempre decía que sabía que era biológicamente mujer, pero que en mi cabeza yo era simplemente "yo", ni "hombre" ni "mujer", que eso eran dos cosas completamente desconectadas para mí. Cuando tengo que rellenar formularios o funcionar de cualquier manera en sociedad, me presento como mujer (o más bien acepto que la sociedad me va a tratar usando el femenino por motivos evidentes xD) porque creo que es sencillamente más cómodo que tener que estar batallando por cosas que para empezar ni siquiera me importan y porque además no tiene caso que me ponga a dar largas explicaciones personales a gente que no conozco ni me importa (yo no le debo explicaciones a nadie, que me llamen como les venga en gana, eso no afecta en lo más mínimo a mi percepción de mí misma). En mi caso lo considero una cuestión puramente pragmática. Uso la terminación en -a porque tengo vagina y porque eso les facilita la vida a las personas a mi alrededor, ni más ni menos.

    Cyn, los carteles con "todxs" y esas aberraciones me hacen sangrar los ojos T-T Lo del "elle" lo acepto porque entiendo que hay gente para la que pueda ser importante, pero admito que tampoco me gusta, no puedo remediarlo: no me gusta cómo suena, no es castellano (no todavía, al menos) y eso hace que algo dentro de mí se revuelva. Yo también soy una persona horrible, lo admito. Y, no obstante, horrible y todo como soy, sigo siendo una persona respetuosa, y voy a respetar que para otras personas son importantes cosas que para mí no lo son y que a veces no entiendo, así que creo que acceder a algo tan sencillo como cambiarles una letra en el discurso es algo que está perfectamente a mi alcance.

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  6. Muy interesante. No tenía claro que era esto de no binario.
    Disculpen, por las molestias, pero me dieron ganas de dejar mis penamientos por aquí.
    Nunca me he sentido muy identificada con cualquier frase del tipo "nosotras las mujeres", de hecho, no me gustan mucho las conversaciones "hombres vs mujeres", porque la gracia es tomar partido por un grupo, y me resulta un sinsentido tomar partido por alguno. Mmm, ahora que lo pienso, nunca uso el pronombre"nosotras" o "una", ¿quizás para batallar inconscientemente contra las generalizaciones, que detesto? Who knows.
    En mi caso, nunca me he sentido parte del grupo de "las mujeres" porque no se me hace necesario en absoluto: lo de características femeninas y masculinas nunca me han parecido que hagan mucho sentido, partiendo de la base de observarme a mí misma y darme cuenta de que tengo muchas características supuestamente masculinas y segundo, porque en una conversación no me gusta ser parte del "grupo de la mujeres" y que se asuma que pienso igual que todas mis congéneres.
    Me gusta mucho esta noción de pensar en los demás en términos de personas y el aceptar que todos somos diferentes y que no nos podemos reducir a un set de características dependiendo de nuestro sexo y que sin importar éste, deberíamos tratar a todo el mundo decentemente.
    Con respecto a este punto, no podría estar más de acuerdo con la idea de abolir esta reverenda tontería de enseñarle a los niños varones que no deben golpear a las niñas y olvidarse que esto también se toma como "pero es válido que los hombres se agredan entre sí" o "pero es válido que las niñas peguen a los niños". Si todos sabemos que andar pegando a la gente no es justificable, entonces hay que enseñar claramente que no es así.
    Volviendo a lo anterior, es molesto esto de reducir a las personas a su sexo y que, lamentablemente,al pasar lo años se caiga en que cada sexo sienta que el otro es el peor. Si a mí me preguntan cosas como "¿quíenes son más [inserte característica]?" o "¿Por qué las mujeres siempre [inserte conducta]? Siempre se van a llevar una decepción, porque siempre respondo con que he observado eso en hombres y mujeres o, en el caso de la segunda pregunta explico por qué lo hago yo o, en la mayoría de las ocasiones, que no es mí caso.
    Para cerrar este testamento, por culpa de esta visión de lo que es ser mujer u hombre nunca pude tener un juego de carpintería, o beyblades, o hot wheels (el set de lavado de autos se veía tan lindo *_*), no porque no me dejaran, si no porque en mi mente estaba la idea (o ni siquiera idea, no creo que haya sido algo consciente) de que por alguna razón esos juguetes no eran para mí. ¡Yo quería que mi regalo de navidad en el jardín de infantes fuera el set de carpintería, no la muñeca! ¡Oh, cruel injusticia!
    Para cerrar este testamento, he quedado con la duda de qué es ser hombre y qué es ser mujer. Realmente, ahora que lo pienso no tengo idea y, aunque entiendo que para muchos tenga una gran importancia saberlo, en mi caso personal, en este momento, no se me hace relevante.
    Gracias por hacernos reflexionar, Ortiga, creo que esta tema es maravilloso porque invita a desarrollar la empatía y a desechar las generalizaciones sin sentido (¿mencioné ya que esa es la falacia que más detesto? Es la peor para mí, porque se cuela cuando menos te lo esperas, la muy cochina).
    Saludos y perdón por la estructura caótica del comentario :)

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  7. Hola malas hierbas.
    Yo de niña no entendía estas clasificaciones tampoco, y aun no las entiendo muy bien. Vivía deprimida porque me decían que tenia que actuar de una manera determinada por ser mujer, no podía decir groserías porque tenia que ser una señorita, con lo adicta que soy a esas palabras pecaminosas. No podía jugar al futboll o ser boxeador, con lo mucho que amo dar puñetazos y no podía hacer pijamadas con mis hermanos porque ellos tienen otro sexo y podían dañarme, ¿de que manera? Pues, lo adultos a veces tienen mentes retorcidas, dios mio. Eran solo "No puedes", toda la infancia escuchando lo mismo, con razón uno termina desquiciado. Y a mi hermano no se le permitía llorar porque según otros hombres los hombres no lloran, no sienten, no son humanos. Para el las mujeres tenían que ser inferiores, así que yo no podía ganarle en una pelea física, igual lo dejaba llorando, así que ¿quienes son mas fuertes? yo digo que depende de la persona no de su genero.
    El otro día leí una reseña en que el protagonista peleaba con otro hombre por ver quien tenia la mejor ropa o el mejor perfume, y la chica que escribía el blog puso "Esta parece una pelea de chicas, las chicas se comportan de esa manera no los chicos así que la escritora no sabe de lo que escribe" y en mi cabeza ardió troya, porque he conocido hombres así. Entonces ¿esos hombres no eran hombres? Eran alienigenas que querían oler y lucir bien. ¡Por dios!
    A los niños pequeños los crían escuchando puras estupidez que los cierran ante el mundo, o son una o son otra cosa. O son hombres o son mujeres bajo el patrón determinado, y a mi por lo general no me interesa ser ni uno ni lo otro, no en mi mente. Y a mi hermana trato de educarla diferente a como lo hicieron conmigo.
    Este mundo es tonto, no te equivocas. Pero lo bello de crecer es que puedes ver el mundo como se te de la gana e ignorar a todos esos idiotas que te discriminan y clasifican por tus genitales.
    Haces estas entradas muy interesantes, voy a salir con un diploma. Licenciada en "Hablemos de sexo, o... mejor ahorrémonoslo".
    Saludos.

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  8. xDD A mí también me decía que no podía decir palabrotas porque tenía que ser "una señorita". Yo siempre les contestaba que "las palabras están para usarlas".

    El ambiente que describes, Patt., suena especialmente perjudicial para un sano desarrollo emocional =( Lamento oír que eso te pasó en la realidad. Yo lo tuve mucho más sencillo en mi infancia en ese sentido (y menos mal, porque yo era la única chica en mitad de todos los hermanos y primos, así que hubiese estado en franca desventaja): mi familia intentó activamente educarme en un ambiente no condicionado por el género, lo que pasa es que había muchas cosas cosas que hacían que ellos mismos no sabían que eran condicionamientos de género, porque los tenían demasiado integrados en su propia educación. En fin, todos somos humanos, estas cosas evolucionan poco a poco. Yo espero ser capaz de hacerlo mejor que mis padres, y que mis hijos a su vez lo hagan mejor que yo. Así es como se avanza =)

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  9. Me ha encantado este artículo.
    Respecto a este tema, yo nunca es que haya tenido muchos problemas con mi ideantidad sexual. Soy mujer biológicamente, me considero tal, pero sí es cierto que muchas de mis aficiones o gustos siempre han sido los que se pueden asociar a una mezcla se ambos sexos. Bueno, poder asociar no, se SUELEN asociar. Videojuegos, ordenadores (soy informática), deportes... etc. No me han condicionado especialente por mi sexo, principalmente porque he crecido en una casa llena de mujeres. Aunque miles de veces oí por parte de mi abuela, cuando empezó a vivir con nosotras a partir de mis 12 años, la odiosa retahíla de "una casa llena de mujeres y tan desordenada. No ordenan sus habitaciones. Y sus primos (todos hombres) que saben hacerse la cama ellos solos". En ese aspecto, a mi abuela deben perdonarse los años y sobre todo otra educación, pero siempre me sacó de quicio. Como cuando tuve el primer novio con 15 años, y poco le faltó decir que era una deshonra, cuando uno de mis primos salía con una chica que tenía mi misma edad y todo eran halagos hacia ellos. Esto, de cualquier manera, no me condicionó especialmente (al menos no en mi desarrollo como ente humano, quizás sí en mi afecto hacia mi abuela), pero si eso me pasó con una sola persona en mi casa, no sé qué hubiera pasado si mi madre hubiera sido así desde que yo era niña.
    Respecto a los géneros lingüisticos... más de una vez me he metido en una trifulca en Twitter por defender que yo no creo que el castellano sea machista, tránfobo o poco inclusivo, más bien el machismo (y todo lo demás) está en el emisor y, muchas más veces de lo que la gente cree, en el receptor. Creo que en esta lucha hay que cambiar la mentalidad, no el diccionario. Y con eso también me refiero a los consabidos y continuos inventos de nombres de profesiones porque no son femeninos... espera que voy al 'dentisto'. No sé, me molesta un poco que parezca que la lengua es lo primero que se deba cambiar.
    Estos post me encantan, no sólo por el contenido tan currado, sino porque siempre aprendo muchísimo con los comentarios. Así que aquí estaré, en modo stalker :P
    ¡Un saludo!

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  10. ¡Buenas, malas hierbas! :3 (Voy a comentar en dos comentarios, porque al parecer es demasiado largo y no me deja hacerlo de una única vez xD)
    La verdad es que me parece un artículo realmente interesante, y ha venido en el momento justo, ya que por mi situación personal ahora mismo, necesito dejar por aquí mi opinión :3
    En primer lugar, todo el tema del <<-e>> nunca me ha parecido del todo correcto (el <<-x>> voy a dejarlo pasar, me parece directamente absurdo, como dices tú, imposible de pronunciar y gramaticalmente incorrecto). Me parece muy bien que quieran que se refieran a ellos de esa manera, las cuestiones psicológicas del ser humano son muy complicadas y entiendo que se pueda crear un trauma y que la persona lo pase mal, pero no lo acepto gramaticalmente. Quiero decir, no sólo el <> es una palabra inventada, si no todas las que usan: estoy cansade, me siento agotade, los chiques son guapes, etc... llega un momento en el que me pierdo en la conversación, porque veo tantas 'e' que mi cerebro se colapsa, además de que gramaticalmente hablando no lo veo correcto y es como si un duendecillo me golpeara con su martillo en el cerebro al leer esas cosas. Aparte de eso, es como bien dices, encima pretenden que tengamos que usar el <> como lenguaje inclusivo, cuando realmente no lo es. Te imponen su opinión y sus formas. ¿Nunca han escuchado eso de "tu libertad acaba donde empieza la mía? El <> tanto como el <> se refiere a un único género, por lo que ninguno debería considerarse inclusivo, porque no lo son (a mí, particularmente, me da lo mismo. Toda la vida he aceptado el <> como el plural general por la gramática, eso no significa que me sienta excluida porque soy mujer y el <> es de hombres... es una tontería, yo me siento mujer y sé que soy una mujer, independientemente de lo que la sociedad me diga y de cómo me digan que debo hacer y lo que debo hacer ni de las palabras que usen conmigo).

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  11. (Segunda parte de mi opinión :3)
    Por otro lado, entrando en el tema transexual, de cómo educar, etc. sí puedo opinar por experiencia propia. Tienes razón en que a los niños se les debe educar desde pequeños de que lo importante no es ni el género con el que nacen, ni el género con el que se identifican, si no el hecho de que son personas. Da igual que tengan pene o que tengan vagina, da igual que quieran jugar al fútbol siendo niñas, ni de que quieran jugar a las muñecas siendo niños, eso no los hace menos personas (me toca mucho la moral cuando a un niño se le dice "deja de llorar, no eres una niña" o "pegas como una chica". Inmediatamente se reconoce que ser una niña es un insulto y eso me cabrea particularmente) y les debería dar igual, mientras puedan ser como quieran ser. El problema es que, por desgracia, vivimos en una sociedad muy opresiva, quieras que no la opinión de la gente nos importa, sobretodo cuando somos pequeños que somos más vulnerables. Ojalá poder tener la facilidad todos de decir "paso de lo que me digas, soy como quiero ser Y PUNTO" y pasar de verdad y que no nos afecte. El problema es que afecta. Yo, personalmente, voy a educar a mis hijos (cuando los tenga) de la manera que dices tú, es algo que ya pensaba hacer. Está bien que mi hijo se sienta niña aunque tenga pene, porque mi hijo NO es un pene, es una persona. Pero sé, por experiencia propia, que aunque yo lo eduque así, él podría no sentirse cómodo teniendo pene sintiéndose una niña. Y lo sé porque mi pareja lleva sintiéndose chico desde que era pequeño, pero se sentía bien con su cuerpo, pero desde hace poco, cuando por fin se ha sentido verdaderamente bien consigo mismo y admitiendo que es un chico, ha empezado a no sentirse bien con su cuerpo. Y no porque nadie le haya dicho nada, como he dicho, antes se sentía bien con su cuerpo aún sintiéndose chico (incluso sus ex-parejas y algunos familiares intentaban que fuera más femenina y no le dejaban comportarse como un chico y a él le daba exactamente igual, se vestía y actuaba como quería y como se sentía bien), pero de repente ya no se ha sentido bien al mirarse al espejo, no se siente cómodo ya con su cuerpo. Creo que ahí importa más la mente de esa persona que lo que la sociedad diga. Hay personas que les da igual y otras a las que este tema les causa un gran dolor. Como dije antes: la psicología humana es muy complicada.
    Y eso, je :3
    Muy buen artículo, te aplaudo.
    Un beso!

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  12. Ah, y siento mucho el textaco xD Me explayé demasiado, espero que no os importe >.<

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  13. Tus experiencias son bienvenidas, AlexeiDiStef =)
    Gracias por compartir.

    Siento que tu pareja esté pasando un por una fase como la que describes. Debe de ser una situación terriblemente incómoda para él. ¡Espero que las cosas mejoren!


    Con amorr,

    O.

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  14. Si, es verdad ortiga. Todos somos humanos y de verdad las cosas van avanzando. Nosotros mismos tenemos que cambiar las cosas con nuestros hijos o hermanos pequeños, Y ya se están notando algunos cambios, así que me quedo tranquila por ahora.
    saludos.

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  15. *Aplaude*
    Me ha encantado la entrada. Curiosamente estos días el cerebro me venía picando con el tema transgénero porque sentía que no lo entendía bien, y cuanto más buscaba menos creía entender. Ayer casualmente leí un artículo donde todo me quedó mucho más claro, de hecho, yo tampoco me identifico con muchísimas cosas que se le atribuyen al género femenino, y siempre he pensado que en muchos ámbitos "pienso y me comporto como un hombre". Incluso en mis personajes, a la hora de escribir, he buscado a veces esa ruptura sin darme cuenta, atribuyendo a hombres rasgos "femeninos" y a mujeres rasgos "masculinos" en una pareja. En definitiva, siempre he condenado la educación de géneros, pero no había sido consciente hasta ahora porque no tenía palabras con las que definirlo. Esta entrada me ha ayudado a matizar más cosas, así que gracias.
    Eres una crack, Ortiga ^_^

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  16. Estoy de acuerdo con mucho de lo que expones en esta entrada, Ortiga. Sin embargo, me queda una duda. En tu opinión, ¿deberíamos fomentar la existencia de infinitos géneros, o deberíamos abolirlos? La verdad, no he podido sacar en claro por cuál de las dos opciones abogas.

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  17. Personalmente opino que el género es un concepto innecesario. Tiene algunos usos (discutibles) en tanto que estructurador social, pero más allá de eso... meh. En MÍ opinión, estaríamos mucho mejor si no tuviésemos que andar preocupándonos de ver en qué preciosa cajita cabemos cada uno y simplemente pudiésemos ser nosotros mismos sin necesidad de etiquetas adicionales.

    Pero por lo pronto me conformaría con que el género se concibiese como concepto complejo. Soy una persona fácil de complacer (xD).


    Con amorr,

    O.

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  18. Me gusta mucho esta entrada. Yo crecí en un ambiente en el el género no importaba en absoluto, me educaron exactamente igual que a mí hermano y siempre jugué con los juguetes que me gustaban con independencia de que fueran para niños o para niñas. Para mí los roles de género era una cosa de la que se hablaba pero que no era real, por así decirlo. Yo me lo tomaba casi como una broma. Si una persona mayor decía que "las señoritas no dicen palabrotas", por ejemplo, yo lo interpretaba como "la gente bien educada no dice palabrotas" como que solo estaban utilizando la palabra señoritas porque yo era una niña biologicamente hablando. Entonces para mí siempre ha sido muy difícil comprender la presión social que pueden sentir otras personas al escuchar ese tipo de generalizaciones.
    Es ahora, de mayor, cuando he empezado ha oír hablar de los roles de género y claramente me parecen ridículos. Pero también me parecen ridículas algunas de las cosas que se hacen para acabar con ellos. Obviamente voy a utilizar los pronombres preferidos por alguien si me lo pide pero creo que si ocuparan la mitad del tiempo que pasan ofendiendose por algo que a la larga no tiene mayor transcendencia tratando a la gente como individuos independientemente de su género todo el mundo se sentiría más incluido sin necesidad de tener una caja en la que meterse.

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  19. En lo personal, me molesta que hayan tantas definiciones para cada género y orientación sexual. Igual se termina poniendo a la gente en categorías según lo que sienten o son. Y esto no es sólo en la sexualidad sino que en la forma de comer, vestir, vivir y blablabla creo que me molesta todo.

    No recuerdo si alguna vez me dijeron niño cuando era pequeña, pero dudo que me hubiera importado. Ni siquiera me importa cuando alguien se equivoca en mi nombre.

    Acá no he visto la "x" pero usan "@" que me parece peor.

    El pronombre "ellos" siempre lo he visto para ambos sexos, pero se me hace raro que cuando existe un grupo mixto de "mujeres y hombres" sólo sea válido ese pronombre para referirse al grupo.

    Lo que mencionabas sobre que el pronombre en inglés es neutro lo vine a notar cuando leí un libro en que el (digamos "él", okay me estoy enredando) personaje principal era un espíritu que cada día despertaba y tomaba el cuerpo de alguien y lo usaba por ese día. El autor trataba de dar un sermón sobre identidad de género y lgtb que quedaba en mi parecer forzado.

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  20. He leído algo sobre ello. El problema que le veo es que al final es como todo: dependiendo a quién le preguntes, te dicen una cosa o todo lo contrario. Por eso digo que sobre eso en concreto no puedo pronunciarme. Si de hecho hay diferencias cuantificables, parece ser que de momento no está demostrado más allá de toda duda, dado que se siguen peleando al respecto. Yo, como no entiendo, prefiero no opinar. Al asunto le concedo por el momento el beneficio de la duda.


    Con amorr,
    O.

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  21. Hola Ortiga (y a cualquier otro que se pase por encima del comentario).
    Me encanta la forma en la que tratas el tema, estoy muy de acuerdo contigo en casi todo lo que has dicho.
    En cuestiones el idioma no creo que sea cuestión de andarse "inventando" un termino "neutro" lo que le hace falta al español es que las palabras dejen de tener género ¡son palabras maldita sea! detesto esa necesidad de la gente de andarle buscando tres patas al gato con etiquetarlo todo, tienen que ponerle nombre a las estrellas, a las variedades de animales, de plantas, de colores, de planetas, de identidades sexuales, etc. No le hallo la necesidad a tener que ponerle a cada particularidad un nombre distinto, cada que se enteran de la existencia de algo le tienen que poner nombre, como si fuera nuevo, cuándo lo cierto es que los humanos no lo sabemos todo y nunca lo vamos a saber todo, son cosas que siempre han estado ahí sin que nos diéramos cuenta, pero cuando nos damos cuenta ¡hay que ponerle nombre! porque claro es que si no tiene nombre, es porque nadie lo conoce y si nadie lo conoce es que no existe.
    Que decepcionada me siento de la humanidad, cada palabra es o "masculina" o "femenina" y una que otra ovejilla negra que es neutra.
    Si nos dejáramos de tanta tontería como especie humana se solucionarían montones de problemas (el machismo, las guerras, [querido lector siéntete libre de insertar aquí cualquier otra problemática que se te pase por la cabeza])




    P.D: Ortiga, no se como decir esto pero pues, hace algún tiempo he querido escribirte por mail, hay ciertas cosas que siento que necesito decirle a alguién (si no lo hago estallaré). Me siento ahogada pero cada vez que me siento a escribir me da la impresión de que estoy escribiendo demasiado o que estoy diciendo cosas muy personales que tal vez te puedan incomodar o hacerte perder el tiempo. Es una estupidez pero me ayudaría mucho contar con tu ¿aprobación? ¿permiso? realmente no se cual es la palabra, solo quiero saber que cuando le de "enviar" al correo y me sienta como una idiota no va ser una molestia para ti recibirlo...bueno solo quería decir eso.

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  22. Marceliitha, cualquiera que me haya escrito por email podrá decirte (creo o.o) que soy un amorr de Mala Hierba. Si lo que necesitas es mi permiso para escribirme un email, lo tienes =) Si hay cualquier cosa en la que una personita anónima y pequeña de internet como yo pueda ayudarte, aunque sea algo tan "nimio" como escuchar, estaré encantado de hacerlo.


    Con amorr,
    O.

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