Ups... Este no es. Fallo mío. |
Autor: Francesc Miralles
«Josan pasa las vacaciones de verano con su abuelo en un hotel de la costa. Mientras trata de planificar el futuro inmediato, dedica su tiempo a leer libros de filosofía y a interrogarse sobre lo divino y lo humano. Durante una siesta fallida, encuentra bajo el colchón de su cama un diario como los que guardaba su abuela de su infancia. Sobre las tapas de cuero, alguien ha escrito con purpurina plateada: DIARIO DE AROHA. Fascinado con este hallazgo, Josan pasa los días siguientes leyendo el diario de una joven que, a punto de cumplir los dieciocho, dice odiar a sus adinerados padres y todo lo que ellos han dispuesto para su vida. Dentro del diario, Josan encuentra una fotografía. Detrás de ella, Aroha ha escrito: “Búscame y te encontrarás”.»
What. The. Fuck?
Este :D |
- ¿Qué «planificar su futuro inmediato» ni qué ocho cuartos? El niño más bien está intentando no mirar demasiado hacia adelante. Está demasiado ocupado intentando sobrevivir a la perspectiva de una semana de vacaciones horrible.
- ¡Que lee libros de filosofía! El único libro que toca en toda la novela es uno que está leyendo su abuelo, y es para decir «¿qué es esto?».
- Interrogantes, los justos. Ni divinos, ni humanos, ni extraterrestres.
- El niño compara el cuaderno con los viejos diarios de su bisabuela, no su abuela (y además es un dato anecdótico, no sé por qué alguien lo pondría en la sinopsis).
- Lo de que las letras están puestas con purpurina (aparte de que es algo que no puedo imaginar, escribir con purpurina, y me parece un trabajo sucísimo e innecesario.) es probablemente la cosa más peregrina y poco importante de toda la novela, y resulta por completo injustificado que se le conceda este lugar de honor en la sinopsis, como si luego fuese a tener algún tipo de importancia para la trama.
- Lo del tema de los odios de Aroha: reto al escritor de la sinopsis a que me busque una cita en el libro que sostenga tal afirmación.
Como diría mi abuela, los hay que nacen con estrella... |
A veces me dan ganas de comprar uno de estos libros y luego denunciar a la editorial por publicidad engañosa, o alguna gilipollez relacionada. Sólo por joder. Por quejarme, y eso.
En fin. Este libro ha sido una recomendación de Nuni, que llegó a este Jardín como usuaria anónima y que además nos ha facilitado muy amablemente un ejemplar de la novela para la lectura. ¡Muchas gracias!
Pues, una vez hechas las presentaciones de rigor, entro al trapo.
Quiero que conste en acta: si este libro, que consta de tres partes, hubiese terminado al final de la primera parte, lo hubiera metido en la sección de Honrosas excepciones. Sin embargo, el libro tiene tres partes, por desgracia (dentro del mismo volumen, no que sea una trilogía). Bien, la segunda y la tercera parte son un WHAT THE FUCK ME ESTÁS CONTANDO. Así, con todas las mayúsculas.
Ya que la sinopsis se ha esforzado tanto por contarnos de lo que NO va este libro, voy a hacer yo mi propio intento, también. Tenemos la historia de un adolescente [Zarza: ¡Josán! ¡Jonás! ¡Jasón! ¡Jonas! ¡Jason! ¡Palíndromos!] con problemas de ansiedad chungos (de los de Chungolandia [y que en realidad no tienen ninguna relevancia para la trama: se los menciona al principio, no vuelven a salir a colación ni afectan al personaje en modo alguno]): ha padecido lo que, por lo que nos cuentan, parece una agorafobia severa ligada un trastorno de ansiedad bastante generalizado (con crisis de pánico), ha estado medicado con antidepresivos y antiansiolíticos y otras pastillas heavies de esas. La cosa es que parece que por fin está empezando a levantar cabeza, pero como que no lo tiene muy claro (además no tiene a estas alturas un autoconcepto demasiado elevado), y ha decidido ir a pasar un par de semanas de vacaciones a la playa con su abuelo (con el que tampoco se lleva como para tirar cohetes). En la habitación del hotel donde se aloja, se encontrará el ya mencionado cuadernito de las letras purpurinosas, que contiene los pensamientos de una chica [Zarza: ¡Aroha! ¡Ahora! ¡Palíndromos!] así como tirando a rara y original (según el criterio del prota). Como es un cotilla y no tiene respeto por la privacidad ajena, decide quedarse el cuaderno y leerlo en sus tardes de aburrimiento en el hotel. Y así es como termina enredado en la historia que la niña le cuenta a su diario y termina haciendo muchas gilipolleces de adolescente. Por el camino, el abuelo se echa como una novia que tiene una hija de la edad del petardo este y los dos pipiolos empiezan a pasar tiempo juntos mientras los adultos conejean.
El núcleo de la obra es el siguiente: «No quiero rosas mientras haya rosas. Las quiero cuando no las pueda haber. ¿Qué he de hacer con las cosas que puede cualquier mano coger?», que por lo visto es una cita de un tal Pessoa [¡Pessoa! ¡Pessao! ¡Palíndromos!], y aparece enunciado así tal cual por el principio del libro [si a alguien le ofende mi ignorancia sobre este pimpollo en particular… ¡ajo y agua!]. No puedo decir que el núcleo me entusiasme a nivel personal, y dentro de la novela está tratado en base a premisas bastante sencillas y de manera un tanto cantosa, pero tampoco me quejo. La verdad es que es bastante nice: los personajes y las situaciones están bien escogidos para apoyar el argumento.
Bueno, seamos claros: todo esto es válido durante la primera de las tres partes de las que consta el libro, como ya he dicho por ahí arriba. Es decir, lo que sigue no solamente entra un poco en contradicción con el núcleo, sino que además el libro termina con la resolución del conflicto, lo cual me resulta aberrante hasta extremos homicidas.
La autoridad de la voz narrativa es buena. El protagonista es un chaval adolescente muy logrado. Tiene pensamientos adolescentes, se comporta como un adolescente, y además es bastante imbécil (aunque eso casi que es otro tema, y en todo caso no lo convierte en un mal personaje, sólo en un adolescente normal, como digo).
Los personajes. Josan como personaje no es lo que se dice una joya: es pasable, pero no parece tener ningún objetivo subconsciente que tire de la trama (y sus objetivos conscientes son simples y bien explicitados). El abuelo, tres tantos de lo mismo, solo que con menos construcción del personaje (aunque se le hace al menos una caracterización que funciona como viejo un tanto verde y con lecturas peculiares). Y luego tenemos a las dos chicas: la Aroha (la del diario), que es una adolescente así como pseudo-profunda, pero que no deja de ser una adolescente bastante subnormaloide (muy in character, y bastante bien para seguir apoyando el núcleo); y luego la chica que Josan conoce en el hotel, Muriel, que es una friki escritora así como interesantilla, ligeramente original y también muy adolescente. Los demás son terciarios no construidos, aunque bien diferenciables entre sí, lo cual es genial.
Paso a la prosa. Puntuación correcta, sin terneros a la vista; sin embargo, resulta muy explicativo y plano alrededor del 85% del tiempo. El texto juega con una ruptura sencilla de la linealidad, intercalando de vez en cuando fragmentos del diario de Aroha entre los capítulos (los cuales, por cierto, suelen ser muy cortos y tener títulos tirando a aleatorios en el mejor de los casos).
Y ahora voy a quejarme (atención spoilers):
Los comienzos de novela de Miralles son fantásticos, crean tensión narrativa, funcionan. Sin embargo, se ve que el pobre hombre gasta toda su creatividad con la primera bala, porque a partir de ahí toda la “tensión narrativa” se
Todos los personajes son igual de retrasados y dicen haberse enamorado de alguien como fulminados por un rayo. Esto es algo bueno y malo dentro de este libro en concreto. Es bueno porque tiene un sentido en relación con el núcleo y, durante la primera parte, funciona; el problema viene en las siguientes dos partes, sobre todo cuando el conflicto se resuelve también con un enamoramiento por «rayo fulminante».
Igual soy yo, que debo de ser muy del siglo pasado, pero me parece que todos los personajes adolescentes de este libro son un tanto cascos ligeros: como que son capaces de quedársete (casi) en bolas delante del otro a un día de conocerse (¡o menos!). Y nada de «la desnudez es natural», no, hijos: lo hacen con claras intenciones de «a ver si nos damos mazapán».
Hablando de fumadas mentales... |
El diario de Aroha al final resulta que no es de Aroha, sino de Muriel (la chica del hotel con la que confraterniza el Josan). Bien, esto es un marear la perdiz: cuando empieza el libro, yo ya me venía oliendo que la autora iba a ser Muriel, porque ya era casualidad que justo apareciesen dos chicas que pensaban tan sospechosamente parecido, y temía sinceramente por dónde pensaba salirme el autor con estas. Sin embargo, ni en mis peores predicciones hubiera imaginado algo tan catastrófico como lo que finalmente sucede. Resulta que, en la segunda parte, Josan sale en busca de Aroha al campamento hippie-sectario, y la encuentra (existe, es una chica real), por lo que yo ya pensé que debía de haberme equivocado con mi predicción sobre Muriel. Solo que, ¡sorpresa!, al final resulta que el diario no es de Aroha, la niña esta es algo así como un daño
Quiero contaros un par de gilipolleces supinas que suceden durante la segunda y tercera partes del libro:
El niño va al camping hippie-sectario en mitad de la noche y, cuando llega, decide que se va a buscar un árbol donde acostarse un par de horas antes de regresar al hotel otra vez, que está cansado. Así, tal cual os lo digo. ¿Se puede saber a qué coño ha subido, aparte de a pasearse?
El niño encuentra a
El final: el petardo y la Muriel se besan. Se separan. Se sonríen. Y ella dice, literalmente: «—La novela termina así.» Con. Dos. Cojones.
Chichómetro: unas hojitas de lechuga.
Potabilidad: la primera parte se puede beber, el resto se puede potar.
Carcajadas: 2/10
Otras páginas que tienen publicadas críticas o reseñas de este libro, por si os interesa contrastar: Perdidas entre páginas, Sobre mis páginas, Lo que quiera leer hoy.
¡Holaaa!
ResponderEliminarYa me estoy empezando a hartar seriamente con las malditas sinopsis, cuando no te sueltan spoilers de los gordos o de acontecimientos que suceden a mitad del puñetero libro, te mienten tan descaradamente o lo exageran todo. A los últimos libros que he cogido ni siquiera les he mirado la parte de atrás, no señor, yo no me arriesgo. Me indigno tanto xD
Lo de saber que es virgen por lo de la teta es muchísimo xDDD
Siempre me han gustado las segundas, terceras partes, sin embargo, las de este libro, según los pintas... Casi que no.
¡Salutres!
El mejor final de la literatura universal.
ResponderEliminarY este comentario acaba aquí.
No mucho que decir, ciertamente. Soy bastante anti-novela romántica, así que tampoco puedo opinar del género excepto que me cansa demasié... xD
¡Al menos no ha habido profecías para salvar al mundo ni misteriosos, irritables y atractivos mozalbetes! : D
Me declaro fan del final, porque sí, con dos huevos bien gordos XDD. Y del detector de vírgenes incorporado ya ni hablamos; eso cuenta como superpoder. En fin, a mi Miralles no me parece un mal escritor per se (no comparado con lo que se ve en juvenil en este país), pero es lo que decís, súper plano. Al menos a mí no me aporta nada, ni frío ni calor, y si encima me sale con tetómetros para medir la experiencia sexual, ya ni hablemos.
ResponderEliminarEste tipo de reseñas siempre me divierten, porque entretienen y te descifran el libro!
ResponderEliminarNo conocía la historia pero qué mal que mientan con la sinopsis!
¡Saludos!
Moraleja: no hay que fiarse de las sinopsis (al menos de estas temáticas)
ResponderEliminarPor lo demás WTF WTF lo del NaNo me ha descolocado por completo y bueno, ese final, en fin.
Miralles tampoco es un principio santo de mi devoción, claro que los temas que suele tocar tampoco me interesan, ya sabéis que soy más de cosas fantásticas :P
Bueno, a ver. Vamos por partes, porque me he rayado bastante con esta crítica.
ResponderEliminarPrimero de todo, lo del núcleo. Al principio me ha costado entender esa frase, pero creo que tras una segunda lectura y un análisis puedo intuir el significado.
Segundo, nada más ver el nombre de Muriel intuí que tendría algo que ver con el diario, o si no imaginaba que este llevaba ahí desde los años 80-70 (por lo de la purpurina, aunque eso habría sido difícil de creer porque en un hotel limpian todos los días). En cualquier caso, imaginaba que no estaba ahí de casualidad.
Tercero, a partir de cuando dices lo de "como ya he dicho más arriba (varias veces), a partir de la segunda parte, el libro pierde el rumbo por completo", ehm, pues sí, no sé si es cosa mía, pero es algo raro. Mucho. Una rayada mental impresionante: que si campamento hippie sectario, que si lo del NaNoWriMo (que creo que es lo más raro del libro, y además algo que, desde mi punto de vista, lo hace bastante temporal), etc.
Por último, que sepa él por el pulso al meterle mano que ella es virgen, no me convence tampoco. ¿Y si simplemente tiene el pulso acelerado porque tiene ganas de tirarse a Josan?
Atte, E.
Pd: lo próximo es Mujercitas. Mi recomendación. Espero que no te haya parecido tan dramático como lo recuerdo, Ortiga.
¡Vaya crítica que te has currado! jajajaja
ResponderEliminarMe ha encantado y convencido de no leer el libro, no me ha convencido en absoluto así que lo dejo pasar.
Gracias por pasarte por mi blog, yo no conocía el tuyo así que tienes nueva seguidora ^^
Gracias por la crítica, besotes y nos leemos <3