Donde la literatura y la maldad se toman un té

viernes, 15 de diciembre de 2017

La quinta estación, de N. K. Jemisin

Título: La quinta estación
Autora: N. K. Géminis Jeminis Jemisin
[Por cierto, llevo ya un tiempo pensando en un pequeño detalle que pienso empezar a implementar a partir de la siguiente crítica que publique: a partir de la próxima crítica empezaré a utilizar «autoría» o «escrito por», en lugar de «autor/a». Al margen de eso, de verdad que no puedo creerme que todavía en pleno siglo XXI una mujer tenga que firmar con sus iniciales para que ser mujer no le joda las ventas.]
«TODA ERA TIENE QUE LLEGAR A SU FIN
Ha dado comienzo una estación de desenlaces.
Empieza con una gran grieta roja que recorre las entrañas del único continente del planeta, una grieta que escupe una ceniza que oculta la luz del sol.
Empieza con la muerte, con un hijo asesinado y una hija perdida.
Empieza con una traición, con heridas latentes que comienzan a supurar.
El lugar es la Quietud, un continente acostumbrado a la catástrofe en el que la energía de la tierra se utiliza como arma. Y en el que no hay lugar para la misericordia».

[¿Os podéis creer que tengo esta crítica escrita y subida a borradores desde octubre y aquí seguimos? Sí, probablemente os lo podéis creer.]

Queridos hierbajos, no estoy nada de humor para andar haciendo críticas, pero necesito quitarme esta de en medio porque tengo muchas otras cosas que hacer, así que… Veremos qué sale.

Como de costumbre, comenzaré metiéndome impunemente con la sinopsis. Que sepáis que no, la historia no comienza con una grieta roja en la tierra. Empieza con un tipo sumergiéndose en la tierra para crear la falla (sí, buceando… No preguntéis). Y otra cosa que conviene saber es que en realidad, contando ya con el ese último párrafo de la sinopsis, no nos hacía falta la inmensa mayoría de las cosas que el narrador nos suelta en las primeras páginas.

Tal vez aún haya quien se acuerde de esas primeras páginas. Me metí muy mucho con ellas. Hay quien se me indignó por Twitter. Hasta se me acusó de criticar por racismo. Fue encantador.

Me mantengo en lo dicho [sí, incluso ahora que me he molestado en buscar una foto para ver quién andaba tras el título, soy lo peor :3]. Aquello no era una corrección muy seria que digamos (más bien me apetecía meterme con alguien y le tocó a este la china), pero eso no quiere decir que me inventase qué decir: el narrador de esas primeras páginas (que vuelve a asomarse en un par de ocasiones más durante el resto de la narración) es espantoso y lo único que hace es lanzarnos un montón de información regurgitada que luego ni siquiera nos será lo que se dice necesaria para entender el resto de la novela. Esas primeras páginas me parecen un franco fracaso desde un punto de vista narrativo, tan suprimibles que no entiendo muy bien por qué la persona encargada de la edición de este manuscrito no las suprimiría [y además ni siquiera me parece que creen lo que se dice mucha intriga o ganas de seguir leyendo, pero eso es ya (parcialmente) opinión personal].




La cosa mejora cuando consigues pasar del primer capítulo: el narrador sigue siendo explicativo pero menos irrelevante, y además a mí personalmente la trama me ha parecido entretenida.

Veamos, ¿de qué va la historia? Pues resulta que se inicia un cataclismo de carácter natural en el supercontinente de la Quietud [como bien me indicó Zarza, lo que en este universo llaman una «quinta estación» es el «winter is coming» de los Stark, solo que sin Stark]. La cuestión es que la historia está dividida en tres líneas de narración: una madre a la que le han matado al hijo, una niña que tiene una especie de superpoder para controlar la energía de la Tierra (llamado orogenia) y una joven que tiene también ese poder y ya ha sido entrenada para controlarlo (en este mundo hay gente que tiene este poder y gente que no).

No tengo nada claro que esta historia tenga un núcleo (o que pretendiera tenerlo). No he visto ningún tema central que se trate de manera consistente durante toda la narración, pero sí hay algunos temas interesantes que se tocan un poco de pasada: los dos más llamativos, quizá, la esclavitud y la pérdida [y he de apuntar que el tema de la esclavitud está tratado de una manera bastante sutil y sensible, no a lo «VOY A HABLAROS DE LO MALO QUE ES ESTO» que nos encontramos a veces (normalmente por boca de una persona no racializada, de ahí la falta de reflexión y el simplismo): no sirve como núcleo porque no está tratado de manera consistente durante todo el manuscrito, pero lo que aparece de ello, y en especial las actitudes de los personajes al respecto, me ha gustado mucho]. Yo diría que se trata básicamente de un libro de búsqueda, de búsqueda genérica: búsqueda de cosas/personas que se han perdido, búsqueda de la propia identidad, búsqueda de la felicidad, búsqueda del propio lugar en el mundo… Nada demasiado concreto, nada original. Si te interesa la trama, pues bienvenido sea, y tiene la ventaja extra de presentar algunos detalles tratados con mucho tino, ya os digo, así que como literatura de entretenimiento con buenos valores me parece una apuesta fantástica.

La voz narrativa tiene bastante autoridad racional: se utiliza mucho vocabulario creado a tal efecto, relacionado con la geología sobre todo (cosa que tiene sentido dentro del mundo) y también con el contexto del universo creado, el sistema de gobierno y organización, las propias características físicas de los seres humanos de ese mundo que tendría lugar tantos millones de años en el futuro. La verdad es que mola bastante, pero hay algunas cosas que me gustaría decir con respecto a la justificación de la voz que me reservaré para el final (creo que podría considerarse spoilers, así que intentaré no fastidiarle la lectura a nadie [o algo así]).

Respecto a los personajes, sus objetivos y su cambio… Los tres principales son las tres mujeres que ya he mencionado más arriba. Sus objetivos son fundamentalmente explícitos, pero tienen algunos conflictos y zonas oscuras, además de vez en cuando se mienten a sí mismas. Los traumas que tienen no están relacionados con violaciones o abusos sexuales, cosa que es muy de agradecer [este es otro de esos detalles encantadores y refrescantes de los que os hablaba: go, Géminis, go!]. Total, que en general molan bastante.

El cambio es algo de lo que resulta un poco difícil hablar sin hacer spoilers (luego entenderéis por qué), pero a grandes rasgos puedo decir que tiene que ver con el núcleo genérico fundamentalmente: crecer, buscar nuestro lugar en el mundo…, toda esa pesca. Las tres protagonistas están seleccionadas para representar tres etapas del crecimiento de cualquier persona al fin y al cabo (infancia, juventud, madurez), ya tendría delito tener estos personajes y no ser capaz de mostrar como mínimo una evolución por el mero hecho de crecer.

Otra cosa que me gusta mucho de los personajes de este libro es que hay mucha representación de colectivos diversos: hay mucha presencia de personajes racializados (queda la duda de si todos los personajes lo son o cuál es la distribución porque, incluso aquellos que no lo son de forma explícita, no se puede asumir de manera automática que lo sean o no gracias a la caracterización y vocabulario empleados por su autora) y, al margen de que las protagonistas sean mujeres cishetero, el resto de personajes importantes para la trama son homosexuales, bi o trans (y esto, queridos hierbajos, es tan fantástico que yo también le hubiese dado un Hugo ya solo por ello [bueno, sin pasarnos tampoco… Solo por eso igual no xP]).

La prosa es muy normalita en general. Salvo los detalles interesantes para darle autoridad a la voz, lo demás es igual de malo que la mayoría de lo que puedes encontrar en cualquier otro libro: explicaciones, explicaciones, explicaciones, algo de received text, algo de vocabulario que llama (negativamente) la atención (aunque esto es posible que sea cosa de la traducción), también he visto algunos laísmos (que correrían a cargo de quien sea que haya hecho la traducción, una vez más), más explicaciones…

Está bien, hablemos de la justificación de la voz narrativa CON SPOILERS:

Estoy tan, tan decepcionado, hierbajos. Los que nos sigáis por Twitter quizá me vierais en su día haciéndome ilusiones sobre la posible justificación de la voz narrativa. Yo no quería, pero me las hice. Muchas. Todas fueron pisoteadas sin piedad. En fin, permitidme que os sitúe un poco primero.

Empecemos por lo básico: hay tres/cuatro narradores diferenciables. Por un lado tenemos a un narrador en tercera y pasado que podría considerarse como dos diferentes a efectos prácticos: narra tantos los capítulos de la niña pequeña como los capítulos de la mujer joven y en cada uno de ellos se centra en el personaje foco. Por otro lado tenemos un narrador en segunda persona que se dedica a narrarle a la mujer adulta la historia que ella misma está viviendo, en presente. Y por último tenemos al narrador que se nos presenta en el primer capítulo de la novela (y que todavía soltará algún párrafo más desperdigado cerca del final), que no se centra en seguir a ningún personaje (al menos no en concreto) y que se dedica a interpelar al lector en segunda persona (lo cual crea algunos cruces con el otro narrador que también usa la segunda pero para interpelar al personaje mismo). Como ya he dicho más arriba, este narrador, el del primer capítulo, me parece un franco despropósito, y sus intervenciones adicionales casi al final de la historia ya ni os cuento: casi me hicieron gritar de horror, furia vengativa y frustración.

Nota adicional (y tened esto en mente porque tendrá importancia un poco más abajo): todos los narradores hacen incursiones constantes en la conciencia de los personajes a los que persiguen.

Como tal vez alguien ya haya intuido, las tres mujeres protagonistas (niña, joven y adulta) son en realidad la misma persona en tres momentos diferentes de su vida. Es decir, toda la historia nos está contando al final la vida de un solo personaje. No tengo muy claro si esto pretende ser un plot twist o si está pensado para ser algo que el lector vaya sospechando de manera gradual como hice yo, pero dejando eso aparte a mi entender todo el tinglado está bastante bien llevado y justificado: tiene sentido que al principio pensemos que se trata de tres personas distintas (para empezar) porque tienen nombres diferentes, y tienen nombres diferentes por motivos justificados dentro de la narración y que a su vez se relacionan con el proceso de cambio y crecimiento del personaje (por esto os decía que es difícil hablar del cambio del personaje sin hacer spoilers).

Bueno, hasta aquí no parece que la cosa sea tan hecatómbica, ¿cierto? Quiero decir: vale, tenemos un narrador rana al que alguien debería cocinar de una vez por todas para que se calle, tenemos un narrador que por algún motivo interpela al personaje en segunda persona mientras que el resto de narradores son terceras personas de las habituales, es verdad… pero ¿tal vez esté justificado? Aquí fue donde los ojos me empezaron a hacer chiribitas (con el narrador coñazo no, he dicho matadlo).

Yo me dije: ¿por qué un narrador podría interpelar en segunda persona a su protagonista y narrarle la historia que ella misma ya está viviendo en presente de todas maneras? Y tuve una idea emocionante: ¿qué pasa si el personaje está disociando? Para quienes no lo sepáis, disociar es una estrategia psicológica que adopta el cerebro para distanciarse emocionalmente de una situación demasiado dolorosa, triste, traumática… Este personaje inicia la historia con que su marido a matado a golpes al hijo pequeño de ambos y, al llegar a casa, ella encuentra el cadáver en el suelo de la vivienda y se tira, la pobre, tres días catatónica. Podría ser un caso extremo de disociación, se me ocurren pocas cosas más traumáticas para disparar algo así.

Tendría sentido en este caso que el narrador, ella misma en realidad (pero desde un punto de vista externo, disociado), se dedicase a narrar todo lo que iba sucediendo a tiempo real, como si estuviese allí pegado a su cogote, y que tuviese acceso a todos los pensamientos y sentimientos (o sentimientos retenidos) del personaje. Habría una excusa justificada para que dicho narrador insistiese en narrarnos cosas que de otra manera serían ridículas, como cadenas de acontecimientos del tipo «te levantas, vas a baño, te lavas la cara», porque estaría disociando, y una mente disociada podría perfectamente obsesionarse con detalles absurdos con tal de no analizar el componente emocional de la situación. Sería perfecto. Sería más que perfecto. Sería… Sería… Pluscuamperfecto.

Entonces, ¿qué pasaría con los otros dos personajes, que también son la mujer en disociado? ¿Por qué esas historias se narran en tercera persona y en pasado si también son ella misma? Disociación. Todo sería una disociación. Son vidas pasadas de este personaje, con otros nombres, en otros lugares, cosas que ya sucedieron y que también dejó atrás, y ahora mismo serían percibidas como personas ajenas. ¿Entendéis hasta qué punto casi me puse a llorar de felicidad?

Todo para nada.



Os voy a decir una cosa, hierbajos: nunca en toda mi vida hasta ahora había visto un texto que tuviese, por pura chiripa y casualidad, una justificación tan jodidamente perfecta y fantástica. Nunca. Esta mujer me ha roto el corazón.

No, la justificación de este narrador no era la disociación, por si quedaba alguna duda. Sí, hay una justificación. Una justificación de mierda.







Resulta que el narrador, todos los narradores, de hecho, son un personaje concreto que aparece dentro de la historia: un niño pequeño (aunque en realidad es un ser no humano de naturaleza misteriosa e indeterminada que probablemente tenga miles de años, pero se nos presenta con la apariencia de un niño pequeño). Este niño se une al periplo de la mujer adulta en busca del marido para vengar la muerte del hijo aquel del principio (y rescatar a una segunda hija que el susodicho marido se ha llevado consigo). Por algún motivo que no llega a dilucidarse (sospecho que solo era para conseguir el plot twist de turno), este niño, aparte de esos esporádicos párrafos que nos regala interpelando a los lectores para explicarnos cosas que no nos importan (con lo bonitos que son los silencios…), habla de su propia presencia en la narración utilizando la tercera persona, porque yo lo valgo y tirando millas. Pero digo más: me gustaría que la autora me explicase a ver cómo colores justifica entonces que el narrador tenga acceso a todos los pensamientos y sentimientos del personaje al que persigue, que no le basta con contarle con pelos y señales todo lo que le ha sucedido en la vida para demostrar que es un puñetero stalker sin vida propia ni nada mejor que hacer que perseguirla hasta el puñeterísimo cuarto de baño, sino que ¿encima me vas a decir que además puede leerle el pensamiento o de qué coño va esto? Y ¿cuándo le está contando todo esto, si puede saberse?, ¿la tiene secuestrada y amordazada en un sótano donde le está narrando la historia de su vida durante cuarenta días y cuarenta noches como una nueva y nada refinada forma de tortura? ¿What the fuck es esto? What. The. Fuck.

Mira, mira… Estoy que echo espuma por la boca. Vamos a dejarlo estar. Ale, con Dios, hierbajos.


Chichómetro: tiene algún bocado aquí y allá.

Potabilidad: si sois capaces de localizar las partes del narrador raro, que es donde se nos destripa la justificación de la voz (y asesinarlo sangrientamente en mi nombre, si fuerais tan amables), entonces se puede beber.

Carcajadas: 2/10

Otras páginas que tienen publicadas críticas o reseñas de este libro, por si os interesa contrastar: El caballero del árbol sonriente, Más que veneno, Boy with Letters.

4 comentarios :

  1. Queridas Malas Hierbas, os echaba de menos.
    Os echaba tanto de menos que, de hecho, estaba en el trabajo leyendo vuestras entradas viejas (que no trabajando, cosa que, ahora que lo pienso, tendría que estar haciendo). Os echaba tanto, pero tanto de menos, que me he dedicado a acosaros por twitter y mirar con nostalgia mis maravillosos mitones (y no dejar que Marina se acerque a ellos).
    Y al anónimo derrotista de arriba le digo que él/ella es el que está muerto, que me niego a asumir eso de mi blog favorito.
    Eso es todo.
    Con amor de parte del Club de los Migueles,
    Camino.

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  2. Ha vuelto la actividad al blog!!! y con un libro que me habian quitado las ganas de leer, pero ahora que el motivo principal por el que me lo habia sacado de la lista de pendientes me ha sido desmentido, pues que vuelva a la lista, será uno de mis libros de "diciembre inaguantable" como grinch oficial de mi familia que soyXD

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  3. Estaba indecisa con este libro porque tenía muy buena pinta, pero nada, lo dejaré pasar, no me termina de llamar. He de decir que vuestra justificación del narrador me parece la leche, una lástima que no fuera así...

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