Título: Mujercitas
Autora: Louisa May Alcott
«Este delicioso y emotivo relato narra historia de la señora march y sus cuatro hijas: sus enamoramientos, sus aspiraciones intelectuales, sus complicaciones, su vida. con una fina descripción de caracteres, muestra el crecimiento de estas niñas poniendo gran énfasis en el espíritu de la libertad individual, inusual para una época en que la mentalidad estaba dominada por un ideal romántico puritano. les señoritas de louisa may alcoti demuestran sus aptitudes sociales tocando el piano, bordando o manteniendo una conversación fluida, amable y elegante. El ‘gran salón burgués” es la región del decoro y de las confesiones amorosas, al tiempo que actúa como soporte para interpretar y cuestionar diferentes aspectos de la guerra civil norteamericana.» [sic]
Quiero que conste en acta: esta sinopsis es un copipaste sin editar de la página de Lecturalia, y quien quiera que se haya encargado de su redacción merece un rinconcito muy especial en el infierno.
Voy a hacer algo que no había hecho nunca hasta ahora y que, francamente, espero no tener que volver a hacer en mi vida.
¿Veis este libro?
Quiero que queméis cualquier ejemplar de esta edición que encontréis. Ya sé que es una edición ebook. ¿Os creéis que me importa? Quemad el ordenador si hace falta. Quemadlos. ¡Quemadlos a todos!
La historia ya es irritante de por sí como para encima tener que estar lidiando con cosas como:
«tan desorientada como, un potro en un jardín», y
«Jo se sonrojó por el terrible “machacando” que sé le escapara”».
No sé quién se ha ocupado de la edición ni de la traducción de esta obra, si es que alguien lo ha hecho (porque el libro no ofrece créditos ni información tras la portada), pero no os quiero decir por dónde podían meterse todas las comas mal puestas, junto con esa tilde del demonio, las demás faltas de ortografía y todos los > y < y todos los saltos de línea que sobran y todos los que faltan. Por Dios, el manuscrito ni siquiera es capaz de ponerse de acuerdo consigo mismo sobre si la autora se llama Louisa May o Louisa Mary. ¿Qué clase de tomadura de pelo es esta?
No he llegado a terminar siquiera un 15% del ebook, si he de hacer caso a mi Kindle (y no tengo motivos para desconfiar de él): cuando llegué a ese «sé le escapara» mis ojos decidieron que ya habían sangrado bastante.
En fin, esta lectura ha sido una recomendación de un usuario anónimo que pidió ser identificado bajo el nombre de E.
[Querida E.: confío en que se te atragante.]
Ni quiera voy a molestarme en comentar la sinopsis que os he puesto: su mera relectura es un suplicio ortotipográfico. Y lo que tengo que comentar del libro en sí es bien poco, porque bien poco es exactamente lo que me he leído.
No me voy a meter con el posible valor social o de crítica social que tenga la novela. El mil ochocientos y mucho me queda un poco lejos como para andar opinando sin ton ni son, y tampoco estoy por la labor de informarme al respecto. Aquí me voy a centrar, como siempre, en los aspectos más técnicos que hacen de una obra buena o mala Literatura.
Mujercitas, de Louisa May Alcott, es tan mala Literatura que me da hasta vergüenza ajena que esto esté considerado un clásico «indispensable» por algunos. Virgencita del amor hermoso.
Ya no es que todos los personajes de esta novela sean una panda de niñas repipis e insoportables (mi opinión personal) que no paran de parlotear como periquitos (dato objetivo), es que además la narración es pésima. Todo el texto es un compendio de diálogo vacío de vocecillas agudas, explicaciones y resumen narrativo. Y el narrador está todo el maldito rato utilizando diminutivos, hasta que a Ortiga realmente le entraban ganitas de arrancarle la jodida cabecita.
No hay una sola escena remotamente bien construida en todo lo que yo me he leído. Peor aún, el texto es una maldita orgía de letreros de neón: «Aunque no tengamos regalos, lo pasaremos bien» dijo alegremente Mengana, que era una chica muy alegre; y ahora, chicas, todas por turnos a decir lo que se quiere comprar para que quede claro quién es cada una (la música, la pintora, la lista…); y si dos empiezan a pelear, toma la palabra «la pacificadora» con una pacífica rima-proverbio y «la riña se termina en un momento»; and so on, and so on. Y de pronto aparece el narrador interpelando al lector: «Como nuestros jóvenes lectores querrán formarse una idea del aspecto de nuestras heroínas, aprovecharemos para trazar un dibujo de las cuatro hermanas…»; yo no quería, el narrador no se molestó en preguntarme antes de proceder a describirme la sala donde están las chicas y darme una fichita de cada una.
Se diría que hay una intención de moraleja sobre el «ser buenas»: no quejarse, cumplir con sus deberes, comportarse, compartir, no ser egoístas ni vanidosas (esto solo lo justo y necesario, y luego el karma se lo paga en forma de regalos)… Y, en todo caso, el «se diría» es un decir. Ya ha quedado establecido que esto es una orgía de neón.
Y se acabó. No pienso seguir hablando de esta cosa. Al próximo que me recomiende algo de este calibre lo despellejaré con mis propias manos.
Avisados quedáis.
Chichómetro: mucho algodón de azúcar; prepara la insulina.
Potabilidad: sin lugar a dudas.
Carcajadas: -10/10
Otras páginas que tienen publicadas críticas o reseñas de este libro, por si os interesa contrastar: Lo que quiera leer hoy, ¿Había una vez?, Mientras lees.
miércoles, 5 de agosto de 2015
20 comentarios :
A las malas hierbas no nos gusta la censura, así que eres muy libre de comentar lo que te apetezca. Eso sí, cuidado con faltar al respeto a otros usuarios: las malas hierbas sabemos cuidarnos solas, pero ojo con pisarnos las margaritas.
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Prefiero pensar que esto es producto de una mala traducción, por el bien de mis esperanzas en la literatura. Aquí veo dos cositas que son pecado capital en un libro, al menos para mí: las faltas de ortografía, y que el narrador se refiera a los lectores. Esto último, que me pone las venas al rojo vivo de la rabia, me ha recordado al final del Cuaderno de Aroha xDD
ResponderEliminarYo no fui capaz de pasar del primer capítulo y mira que me encantan las películas.
ResponderEliminarA mí me gustaba Jo. Me acabé las dos jodidas novelas porque Jo me parecía algo aguantable (y la traducción era mala, pero al menos no tenía comas mal puestas) para encontrarme con la moraleja de que las mujeres deben casarse, ser humildes y femeninas y así anular todo lo que el único personaje que conseguí tragar a fuerzas era.
ResponderEliminarNo te perdiste de nada. Son insoportable las dos novelas de Alcott y en el 1800 quizá estaban bien en cuestión de valores, pero no cabe duda de que HAN envejecido muy mal. Y que el narrador en insufrible y el valor literario nulo.
A mí no me gustan para nada las novelas ambientadas en esas épocas (junto con las novelas ambientadas en la época medieval) por eso las evito al máximo posible. Leí Mujercitas pero en una versión como cuento infantil, que sacaron hace varios años. Y ya no sé más qué decir.
ResponderEliminarAl ver que ibáis a hablar sobre Mujercitas he pensado que iba a ser una opinión positiva, pero me he llevado una sorpresa.
ResponderEliminarLa verdad es que no he leído el libro, pero la película (la más moderna, creo que del 90 y poco) me gusta mucho, es una de las pelis de la infancia y siempre he tenido la espinita clavada del libro.
Espero que todo lo que comentáis sea más cosa de la traducción o la edición que de la novela. Ahora tengo el miedo en el cuerpo de que realmente sea una mierda y el libro me estropee mis recuerdos de la infancia.
¡Saludos!
Bueno, ahí va un clásico de mi infancia. No por la traducción, que eso es culpa de la edición, sino porque dijiste por ahí un par de cosas que creo que son ciertas, aunque no recuerdo mucho del libro (y no sé qué onda la edición, de chica no le prestaba atención a esas cosas; en todo caso, cuando compare con el original en inglés te digo). Pero sí noté, la última vez que lo leí, que tiene una intención moralizante (¿está bien dicho?) tan pero TAN evidente, que la cagó. Lo lamento por el buen Horacio. Y el tercero y el cuarto van por el mismo camino, ni se molesten. Igual le tengo cariño, qué sé yo.
ResponderEliminarMe gustaría conocer tu opinión de Heidi, pero no estoy segura de querer que me odies si no te gusta :P
Ohh, yo tenía una edición muy antigua de Heidi. Pero sólo conservo una página. Elucubrad sobre qué hice con el resto :D
ResponderEliminarVoy a elucibrar un poco, y voy a decir que arrojarlo a una chimenea (?) Recuerdo la serie de dibujos, alguna vez la veía mientras desayunaba o merendaba (no lo recuerdo bien), aunque la verdad es que estaba más pendiente de lo que comía que de la televisión.
EliminarE.
Hay una edición en mi comedor pero está muy escondida por algo será XD. Lo de la mala traducción y las faltas de ortografía se pueden achacar a quién sea el que reparte esas copias mal hechas. No lo he leído pero pensaba hacerlo ahora que estoy con los "clásicos" algunos de clásicos tienen lo que yo de escritor de éxito XD. Lo cogeré en cuanto me quité un par de libros pendientes. Un saludo.
ResponderEliminarLo de las traducciones es tremendo. Hace poco heredé un armario de libros y cuando fui a recogerlos descubrí que había títulos como Oliverio Tuist. Ya podéis imaginar lo que encontré cuando me puse a leer.
ResponderEliminarY lo de mujercitas, lo siento, pero siempre me ha parecido horrible. Sé un pajarillo cantante y sé sumisa, o sé rebelde, PERO SOLO HASTA que llegue un maromo que se quiera casar contigo.
Yo leí de pequeña mujercitas (y hombrecitos) y RECUERDO que me gustó, pero yo iba a primaria y no sé (??). Una vez leí que la autora quería que Jo no se casase ni nada, pero que los de la editorial le metieron una presión muy bestia, en plan que tenía que hacer que se casara y fuera "una mujer de bien" porque claro, eso se espera en las mujeres. Horrible en realidad.
ResponderEliminarLo de las faltas no lo recuerdo (ya digo, de hecho tengo un recuerdo bonito de éste, del siguiente ya no tanto), pero el caso es que me lo creo todo, porque después de las faltas horribles de cuando leí la saga de flores en el ático me lo creo todo (y también había nombres que no se ponían de acuerdo en cómo escribirlos y a cada capítulo iba variando, brutal). Qué les pasaba a los editores/traductores/lo que sea acabado en -ores? XDDDDDDDDDD.
Efectivamente, como apuntan algunos, toda esta mierda que describes no está presente en la versión en inglés! Las traducciones las carga el diablo.
ResponderEliminarBuenas tardes, aquí la autora de esta recomendación.
ResponderEliminarCreo que es la 9872817273467325 vez que intento escribir este comentario. O mi móvil me odia, o no sé qué pasa.
Bueno, voy a ir al grano. Concuerdo al 80% (más o menos) con lo que dices en la entrada. Digo 80% porque la edición que tenía (o tengo, a saber por dónde habrá acabado) no era un atentado al idioma, o por lo menos no recuerdo que lo fuera, y porque leí el libro hace ya algunos años, no sé si tendría 11, 12 o 13, así que mis recuerdos sobre el mismo son pocos, pero malos. Por ejemplo, sobre las protagonistas y su irritante carácter. Ahora que lo pienso, probablemente las pocas cosas buenas que recuerdo de Mujercitas sean lo finito que era y lo poco que tardé en leerlo. La verdad es que a pesar de esto, hubo suficiente tiempo para cogerles manía.
Ahora le toca el turno a la sinopsis. Ahí solo puedo darte la razón en todo lo que comentas; es cursi, llega a ser incoherente, contradictoria (¿alcoti o alcot? [sic] a la sinopsis me remito) y me cuesta creer que estando tan mal escrita esté publicada en Lecturalia, que es una web seria (creo).
Atte, E.
Pd: suerte con las próximas lecturas. La verdad es que de haber estado en tu lugar, yo también habría abandonado el libro solo por el cómo está escrito. Coincido con quien se queja más arriba de las faltas de ortografía. Puedo pasar uno o dos errores de impresión o de edición en todo el libro, pero no algo como lo que sucede en este libro.
Y yo que venía pensando que iba a ser una recomendación en la sección de Olvidados, termino partiéndome de la risa como siempre. Tengo las versiones en inglés de este libro y de Hombrecitos, solo para que adornen mi biblioteca y como un recuerdo (fraudulento) de mi infancia. Fraudulento porque jamás los leí pero estuvieron en lo de mis viejos desde antes que yo naciera, y cuando me mudé de alguna forma aparecieron entre mis cosas. Ahí seguirán, hasta que necesite el espacio.
ResponderEliminarY mataría por ver una opinión sobre Heidy, con la amiguita en silla de ruedas rodando abajo por la montaña en algún gif xD (No imagino lo que dirían sobre Los zapatos rojos, qué trauma).
Heidi, Heydi, Heidy, o como sea que se escriba.
ResponderEliminarVaya, y yo que tenía ganas de leerlo 0_0
ResponderEliminarSobre Heidi (o como se escriba) tengo que decir algo. Cuando era muy pequeña una cadena de TV (no la recuerdo bien) adoptó su versión original. Era aceptable, pero vamos, nada del otro mundo.
ResponderEliminarHace tiempo vi la versión que había sacado Clan (lo ve mi hermana) y me traumaticé para toda la vida. ¡Vaya pijada!
Además, en Heidi (la original) la señorita Rotenmeyer (o como se escriba) era mala, malvada y retorcida. EN la nueva de Clan que ve mi hermana es la más idiota que he visto. Parece hasta buena persona.
Además, Heidi es una feminista que lo flipas. Se gusta de Pedro (o como se llame) y cuando discuten (rara vez) ella llora y no le mete un guantazo. Eso es lo que haría yo, vamos. Da vergüenza ajena.
Me morí con Heidi la de Clan.
Sigo:
ResponderEliminarRespecto a tu crítica (guay, como siempre) es del todo acertada. Yo creía que era la única que pensaba que las mujeres del mil ochocientos y pico eran unas cursis. Cuando en los libros aparecen (aunque siempre aparezca la chavala rebelde) sieeeempre se casa. La que piensas que es la más molonga es la que antes se casa. Siempre.
Me pone mala ese tipo de libros:
Cuatro hijas. Tres idiotas: la que pinta, la que cose y la que canta. Entre las tres se llevan genial y no hablan mas que de pijadas, pero dejan de lado a la CUARTA (con mayúsculas). Ella es rebelde, le molan las guerras y siempre va por ahí dejando flipada a su madre (ah, no, que ya no se puede más de lo que estaba al principio), también feminista. Quiere ser capitana de barco, militar o titiritera (me da lo mismo). De pronto, hacen un viaje a "El Paraíso" y se enamora de un grumete (que también es tonto). Se casa, tiene tres preciosas hijitas y un "varón" y viven felices y comen codornices.
¡Cómo los odio a todos!
Hola de nuevo. Paso para dejarles
ResponderEliminareste enlace
. Parece que casi todo es culpa de los editores yanquis del siglo XIX, y que las feministas de los 80´s la estuvieron reivindicando.
Saludos!
Ahora me da mucha pena esta pobre mujer. Le pidieron que escribiera una obra aleccionadora y vaya que si la escribió. Es una novela claramente muy comercial.
ResponderEliminarEn todo caso, y dejando de lado que esta edición que yo conseguí era una completa basura y agresión ortotipográfica, y dejando de lado (también) las censuras o modificaciones por parte de editores que la obra haya podido sufrir (lo cual no discuto que le haya podido restar calidad y profundidad en un sentido o en otro), lo cierto es que el texto explicativo y el resumen narrativo están ahí. Como ya dije en en la entrada, no puedo valorar el libro dentro de su contexto sociocultural porque el 1880 me queda un poco lejos, pero esta obra no pasa los estándares que yo aplico a las obras que leemos hoy en día para evaluar calidad literaria (insisto: resumen narrativo y explicaciones a manos llenas).
Conclusión: pobre Luisa D:
Con amorr,
O.