Donde la literatura y la maldad se toman un té

miércoles, 27 de enero de 2016

Yo también quiero ser escritor (12) - Corrección de las primeras páginas de El fuego en el que ardo

Seh, seh. Soy consciente de que el título dice que esta es la decimosegunda entrega de la sección a pesar de que no hay entrada número once. Bien, la cosa es que la decimoprimera entrega ya lleva un tiempo escrita y en recámara (con esto del mes de novedades, tenemos algunas entradas en espera). Y diréis: ¿por qué no les cambias los números y ya'tá? El motivo es sencillo: yo tengo un pequeño dios nórdico en mi cabeza, como a Zarza le gusta llamarlo, mi querido TOR TOC, y a mi TOC le resulta menos perturbador (por algún motivo aleatorio en el que ahora mismo no me voy a molestar en indagar) alterar el orden de publicación que separar a la entrada número once del resto de sus compañeras temáticas (quizá recordéis que el bloque sobre puntuación no estaba todavía cerrado: queda esa última entrada). Así que ahí lo tenéis. Si alguien tiene alguna queja… id a contársela a quien le importe [:D].

A ver, la entrada de hoy.

Vamos a hacer una cosa, hierbajos. En un principio yo iba a utilizar la entrada de hoy simplemente para recopilar las imágenes con la corrección que he ido a haciendo por Twitter de la novela El fuego en el que ardo, en favor de aquellos que no tienen Twitter o no están atentos a esa red. Y Santas Pascuas. Sin embargo, se me ha ocurrido que puedo tunear un poco la entrada para poder incluirla dentro de la sección de Yo también quiero ser escritor. Así que voy a arriesgarme a hacer un pequeño experimento de escritura que quizá a alguno le resulte útil/interesante.

¿Preparados? Pues adelante.



Empiezo con las imágenes, como ya había dicho.

Os recuerdo la leyenda:

- verde para el received text,
- azul para el texto explicativo,
- marrón si cae algún ternero,
- naranja para el resumen narrativo,
- las anotaciones adicionales las haré en morado.



Prólogo:





Cosa indeterminada/blog:



Primer capítulo:















Otra cosa indeterminada/flashback:







Y, ahora, veamos, queridos hierbajos.

Como habréis podido observar, en estas primeras páginas hay explicaciones para… para… parar un tren. Mentira. Hay explicaciones suficientes como para que Mike Lightwood pueda construir su propio sistema ferroviario. Y sería imparable.

¡AJAJAJAJAJAJA!
Así es como se revienta el received text, hierbajos [no os veo tomar notas. ¡Esto caerá en el examen!]. Y received text es, por cierto, la otra cosa que le sobra a esta novela. Le sobra en cantidades industriales.

El caso, que me estoy desviando. Yo quiero aprovechar esta entrada para hablaros un poco del proceso de escritura. Bueno, del proceso de escritura tal y como yo lo desarrollo, quiero decir, porque luego cada escritor tiene una manera diferente de trabajar.

Así que quiero hablaros de cómo escribo yo, en contraposición a cómo escribe Zarza. Veréis, Zarza cuando escribe, lo hace a las bravas: se pone y lo hace todo al mismo tiempo (narración, evitar explicaciones y received text, desfamiliarizaciones y metáforas, sentidos ocultos y otras capas de significado, cocinar, pasar el aspirador… Ah, no, eso último no). Yo no. Yo soy una pobre pordiosera de la escritura cuyo cerebro no puede manejar tantas variables al mismo tiempo. ¿Qué hago? Escribo por barridos sistemáticos.

Mi primer borrador de escena suele ser tan plano y poco interesante a nivel narrativo como una llanura árida. A este primer borrador le hago una corrección en la que elimino las explicaciones que se me hayan podido colar (con el tiempo he ido aprendiendo a meter menos de serie, pero a veces todavía se me cuelan cosas). Con lo que me queda, lo releo y ataco el posible resumen narrativo, trabajo escena y escenario. A veces a esto le añado una nueva lectura en busca de explicaciones (porque soy así de obsesiva). Durante todo este proceso yo ya he ido señalando con dedo acusador posible received text que haya metido y lugares estratégicos donde puedo meter metáforas que tengan significado para el núcleo. Pero es una vez que tengo la escena ya desarrollada cuando realmente empiezo a preocuparme por las capas de significado: en este momento empezaré a hacer barridos sucesivos en los que iré matizando metáforas y buscando desfamiliarizaciones, cambiaré algunos detalles de las acciones de los personajes para que sean significantes, añadiré matices. Lectura, tras lectura, tras lectura. Como digo, soy una hierba muy sistemática [Zarza: más que una hierba, a esta alturas eres una cebolla].

Total, que se me ha ocurrido poneros el texto de Mike Lightwood como ejemplo, así que… ¡veamos qué sale!

A continuación voy a transcribir su texto original omitiendo las explicaciones ya subrayadas para ver qué queda. También aprovecho en el mismo barrido para eliminar el received text o sustituirlo por expresiones no marcadas: en lugar de «está como un tren» diríamos simplemente «está muy buena»/«es muy guapa», obviando la metáfora desgastada en favor de una expresión más simple.


«PRÓLOGO
La luz se refleja en la hoja de la cuchilla.
Sujeto bien la maquinilla y recorro con ella mi brazo, deteniéndome brevemente en las cicatrices, hasta llegar a la muñeca.
Y corto [Z: y cambio].
El dolor es intenso y amargo y yo suelto un gruñido y abro los ojos. La sangre comienza a manar de inmediato y se extiende por el agua. Aprieto los dientes y me corto también la otra muñeca.
El agua es cada vez más roja, y la sensación de mareo se incrementa más y más. Me tumbo en la bañera y cierro los ojos otra vez. El agua me cubre la boca y noto un sabor extraño y metálico.
Lenta, muy lentamente, voy perdiendo conciencia de mi alrededor.
Y entonces despierto.
Enciendo la luz. Estoy en mi habitación, solo.
Hay unas gotas de sangre seca en la cama, y me doy cuenta de que la herida del antebrazo se ha abierto mientras dormía. Contemplo mis piernas y mis brazos, y recorro con los dedos las cicatrices blanquecinas y los cortes que todavía no han sanado. No tengo ninguno en la muñeca.

CAPÍTULO 1
—¡Marica! —grita uno, lo suficientemente alto como para que pueda oírlo a pesar de los auriculares del iPod.
—¿Dónde vas con tanta prisa? —pregunta otro entre risotadas—. ¿Te espera alguien en el baño?
Alguien me golpea con fuerza en la parte posterior de la cabeza cuando paso de largo. Me vuelvo con rapidez, pero no sé quién ha sido el culpable.
Quedan exactamente ciento dos horas.
Cuando entro en clase, los ojos castaños de Darío se cruzan con los míos, pero en seguida aparta la mirada.
Cuando llego hasta mi pupitre, situado al fondo de la clase, me aseguro de comprobar la silla antes de tomar asiento: no sería la primera vez que me encuentro un chicle recién masticado pegado en ella, esperándome amablemente. Por suerte, hoy no es uno de esos días, así que me siento y abro la mochila repleta de libros.
Miro por la ventana. Es una fría mañana de finales de noviembre. Faltan unas pocas semanas para que comience el invierno, y el sol está oculto tras la gruesa capa de nubes de un cielo teñido de un profundo color gris.
El timbre que señala el comienzo de las clases suena apenas cinco segundos después de sacar el libro de Historia.
—¿Cómo estás? —susurra Fer, mi compañero de pupitre.
Me encojo de hombros antes de contestar.
—Ya sabes, lo mismo de siempre.
Me mira.
—Tranquilo, tío. Recuerda que todo esto no es más que algo pasajero, ¿vale? —Suelto un gruñido, pero él lo ignora—. Acabarán cansándose tarde o temprano, ya lo verás.
No contesto.
Me toco el muslo casi sin darme cuenta.
* * *
Tras una mañana milagrosamente libre de incidentes, llega la hora del recreo.
Poco antes de que acabe la clase ya he recogido todas mis cosas. Cuando suena el timbre y el profesor da por finalizada la clase, me apresuro a colgarme la mochila al hombro y me dirijo a toda prisa hacia el baño de los chicos que se encuentra al final del pasillo. Cierro la puerta apenas unos segundos antes de que nadie haya tenido tiempo de salir de su aula.
Una vez dentro del baño, compruebo que no haya nadie y me apresuro a encerrarme en el cubículo más alejado de la puerta. El interior está sucio. Tras asegurarme de que el pestillo se encuentra bien cerrado, bajo la tapa del retrete, me siento y enciendo el iPod, regalo de mi hermana por mi último cumpleaños [Zarza: ah... okay? ¿Felicidades?]. A continuación saco de la mochila el libro que estoy leyendo: La historia interminable.
Puedo notarla contra mi muslo, separada de mí únicamente por la tela de mis vaqueros. Meto la mano en el bolsillo, rebusco un poco, y extraigo cuidadosamente la cuchilla.
La afilada hoja refleja la luz tenue del fluorescente. Sonrío, y mi sonrisa se refleja distorsionada en la superficie metálica.
La acerco lentamente a mi brazo, conteniendo la respiración y sintiendo el subidón de adrenalina que recorre mis venas.
Me pongo a leer hasta que suena el timbre que indica el final de recreo.
Cuando alguien me señala y se ríe de camino a clase, soy plenamente consciente del suave roce de la cuchilla contra mi muslo a través del tejido del pantalón.
Me siento frente a mi pupitre y miro por la ventana, y compruebo con un suspiro que está lloviendo.

ANTES
—Tú dirás.
Me retorcí las manos.
Tragué saliva antes de hablar.
—En primer lugar, quiero que sepas que esto no tiene que cambiar nada entre nosotros —dije—. Si tú quieres, las cosas pueden seguir igual que antes, no me importa…
—Mira, si esto es lo que creo que es…
—Por favor, Darío. Necesito decírtelo. Sé que ya debes de imaginártelo, pero en fin… tengo que decírtelo.
Puso los ojos en blanco.
—Suéltalo ya.
—Estoy enamorado de ti —confesé de un tirón—. Sé que para ti es complicado, que no quieres que la cosa cambie, pero… no puedo evitarlo. No puedo conformarme con que solo seamos amigos. Te quiero, y… tenía que decírtelo.
Darío abrió la boca, pero no dijo nada.
—Vete a la mierda —dijo finalmente, y dio media vuelta con brusquedad para marcharse.
—Darío, por favor… —Lo agarré de un brazo para detenerlo, pero él me lo apartó de un manotazo.
—No me toques, joder. Déjate de "por favor". Paso de estas mariconadas, tío. Ya sabes que no van conmigo.
—No te vayas —supliqué a punto de ponerme a llorar mientras él se dirigí a la puerta. Se detuvo antes de abrirla.
—¿Qué más quieres?
—Dime algo —susurré—. Por favor, dime algo.
Él se quedó mirándome durante casi un minuto antes de responder.
El corazón me latía con fuerza en el pecho mientras esperaba a que hablara.
—Me das asco —dijo por fin.
Y se fue.
[Ortiga: ¡dime algo!
Zarza: algo.
Ortiga: ¡lo que le cuelga al galgo!
Zarza: tú sí que me das asco.]»


Por curiosidad me pregunto cuánto le habrá ocupado a Mike su versión de estas primeras páginas en el ordenador, porque a mí se me queda en unas tres páginas y media esto que os he hecho (a interlineado doble).

Vale. Salvando un par de puntos conflictivos, algún sitio en el que la narración queda muy cortada debido a las partes omitidas del texto original, creo que esta versión que queda una vez eliminadas las explicaciones no está tan mal. Esto se parece mucho a algo que yo podría haber escrito como primer borrador, puede que incluso mejor que mi primer intento.

Os dejo a continuación del texto con comentarios (mismo texto pero con el extra de mis anotaciones y sugerencias).

«PRÓLOGO
La luz se refleja en la hoja de la cuchilla.
Sujeto bien la maquinilla y recorro con ella mi brazo, deteniéndome brevemente en las cicatrices, hasta llegar a la muñeca. [Ortiga: sin necesidad de explicar nada sabemos: que el personaje se está intentando suicidar, ergo está deprimido, ergo algo le pasa; y que tiene otras heridas anteriores, lo cual nos lleva a pensar en que A) no es la primera vez que intenta suicidarse, B) se hace cortes de otro tipo, o C) ha sufrido algún tipo de accidente/operación que le ha dejado las cicatrices (¿posible origen de su depresión?). Convendría dar algún dato más sobre las cicatrices para que al lector le quedase claro cuál de las tres opciones es la correcta, pero sin deletrearlo. No es lo mismo una cicatriz de intento de suicidio en la muñeca que una cicatriz de origen quirúrgico, no son iguales, no las describes de la misma manera.]
Y corto.
El dolor es intenso y amargo y yo suelto un gruñido y abro los ojos. La sangre comienza a manar de inmediato y se extiende por el agua [Ortiga: aquí es donde antes había un ternero. Está bien hacer alguna comparación chula con la manera en que la sangre se extiende por el agua, pero pensad en cómo sucede esto. Visualmente, yo lo compararía más con humo disipándose en el aire, o con niebla, algo en esa línea, desde luego, no luz extendiéndose por el cielo, la luz viaja en línea recta (normalmente) y a tal velocidad que el ojo humano no puede apreciarlo]. Aprieto los dientes y me corto también la otra muñeca.
El agua es cada vez más roja, y la sensación de mareo se incrementa más y más. Me tumbo en la bañera y cierro los ojos otra vez. El agua me cubre la boca y noto un sabor extraño y metálico [Ortiga: este sería otro buen sitio para hacer alguna desfamiliarización con sentido. Que la sangre sabe metálica es algo que todo el mundo sabe, no es como si tuviese demasiado interés narrativo: es pura información objetiva].
Lenta, muy lentamente, voy perdiendo conciencia de mi alrededor [Ortiga: esto fue mi intento de eliminar el received text xD No sé lo que el autor querría decir concretamente, pero es mejor que use algo más original].
Y entonces despierto.
Enciendo la luz. Estoy en mi habitación, solo. [Ortiga: ¡tachán! Sin necesidad de explicar nada: lo de antes era un sueño o un recuerdo. Y esto nos lo desambiguan en el siguiente párrafo.]
Hay unas gotas de sangre seca en la cama, y me doy cuenta de que la herida del antebrazo se ha abierto mientras dormía. Contemplo mis piernas y mis brazos, y recorro con los dedos las cicatrices blanquecinas y los cortes que todavía no han sanado. No tengo ninguno en la muñeca. [Ortiga: asín de fácil. Good job!]

CAPÍTULO 1
—¡Marica! —grita uno, lo suficientemente alto como para que pueda oírlo a pesar de los auriculares del iPod.
—¿Dónde vas con tanta prisa? —pregunta otro entre risotadas—. ¿Te espera alguien en el baño? [Ortiga: ya está, ya sabemos de dónde viene la depresión del personaje. No hacía falta destriparlo vilmente.]
Alguien me golpea con fuerza en la parte posterior de la cabeza cuando paso de largo. Me vuelvo con rapidez, pero no sé quién ha sido el culpable. [Ortiga: aquí es donde habría que trabajar la escena y hacer visible el escenario. ¿Dónde está el personaje? ¿Quién más hay? No hace falta una descripción exhaustiva de dónde están los casilleros y de qué color tienen el pelo cada uno de los asistentes: una buena selección de elementos dice mucho sobre el personaje/narrador, porque nos habla de en qué cosas se fija, cómo percibe su realidad, y eso es información importante para construir la psicología.]
Quedan exactamente ciento dos horas. [Orrtiga: esto al lector poco avezado puede parecerle muy out of the blue aquí puesto, pero en realidad no lo es tanto como parece. Tiene muchas ventajas: crea un silencio, despierta preguntas en el lector (ciento dos horas ¿para qué?). Con tal de que la intriga no se alargue demasiado (porque en este caso la respuesta no es TAN emocionante para el lector, simplemente es el tiempo hasta que llegue el viernes al final del horario escolar), se podría dejar como pequeño silencio y seguir incidiendo en ello para continuar construyendo la psicología del personaje. Zarza: sí, estoy de acuerdo. Faltan coros.]
Cuando entro en clase, los ojos castaños de Darío se cruzan con los míos, pero en seguida aparta la mirada. [Ortiga: aah, ¿por qué aparta la mirada? ¡Pues no te lo voy a explicar, lector! Tendrás que seguir leyendo, porque en el siguiente capítulo vamos a saber quién es este personaje y cómo se siente. ¿Veis qué preciosos y útiles son los silencios? Con lo majos que son y lo poquito que los queréis u.u]
Cuando llego hasta mi pupitre, situado al fondo de la clase, me aseguro de comprobar la silla antes de tomar asiento: no sería la primera vez que me encuentro un chicle recién masticado pegado en ella, esperándome amablemente. Por suerte, hoy no es uno de esos días, así que me siento y abro la mochila repleta de libros. [Ortiga: esta parte está bastante resumida. Estaría mejor si la escena estuviese trabajada, pero todo depende de cuánta importancia considere el autor que tiene ese pequeño incidente. Si puedes contar algo con ello, o seguir construyendo la psicología del personaje, lo mejor es desarrollar un poco. Zarza: el hecho de que una escena esté trabajada no quiere decir que tenga que ser más larga de lo que ya es este resumen. Escena no significa La historia interminable. Puedes hacer una escena muy breve sin que sea resumen narrativo.]
[Ortiga: aquí estaba toda la parte en la que nos medio explicaban medio resumían el incidente con la portada del libro en el que alguien había escrito "MARICÓN" con permanente. Sigo pensando que esa hubiera sido una escena genial por sí misma para presentar al protagonista, su entorno familiar y su situación de acoso. Convendría desarrollarla adecuadamente, pero no aquí en medio en plan flashback o alguna chuminada por el estilo, sino como una escena por derecho propio y con todas las de la ley.]
Miro por la ventana. Es una fría mañana de finales de noviembre. Faltan unas pocas semanas para que comience el invierno, y el sol está oculto tras la gruesa capa de nubes de un cielo teñido de un profundo color gris. [Ortiga: todo esto es muy plano, así que sería el momento para meter algún detalle, metáfora, desfamiliarización o recurso de otro tipo que le hiciese un guiño al núcleo, o quizá algo que llevase al lector a pensar en chuchillas/suicidio/cortes/…]
El timbre que señala el comienzo de las clases suena apenas cinco segundos después de sacar el libro de Historia. [Ortiga: evitar el resumen es tan sencillo como narrar la acción en lugar de contarla como si fuera agua pasada. Aquí, por ejemplo, se podría simplemente decir: Saco el libro de Historia justo cuando suena el timbre. O se podría adornar un poco más poniendo algún recurso majo.]
—¿Cómo estás? —susurra Fer, mi compañero de pupitre.
Me encojo de hombros antes de contestar.
—Ya sabes, lo mismo de siempre.
Me mira.
—Tranquilo, tío. Recuerda que todo esto no es más que algo pasajero, ¿vale? —Suelto un gruñido, pero él lo ignora—. Acabarán cansándose tarde o temprano, ya lo verás.
No contesto.
Me toco el muslo casi sin darme cuenta. [Ortiga: silencios, silencios. Amo los silencios. No me digáis que no veis lo maravilloso que es eso. Hay una incógnita: por supuesto que el protagonista no se ha quedado satisfecho con la conversación, no está de acuerdo con su interlocutor, y su reacción es tocarse el muslo, ¿por qué? Aquí igual sería un buen momento para poner lo de las horas que quedan. Incluso mejor que donde está ahora mismo. Incluso se podría hacer un segundo set de horas y decir las horas que quedan hasta el recreo, que es cuando el protagonista se podría cortar, que es en lo que está pensando ahora mismo.]
* * *
Tras una mañana milagrosamente libre de incidentes, llega la hora del recreo. [Ortiga: esto es francamente innecesario, como ya dije en la imagen. Si no hay escena, se sobreentiende que no pasa nada de interés para la narración. Los silencios están para usarlos, hierbajos.]
Poco antes de que acabe la clase ya he recogido todas mis cosas. Cuando suena el timbre y el profesor da por finalizada la clase, me apresuro a colgarme la mochila al hombro y me dirijo a toda prisa hacia el baño de los chicos que se encuentra al final del pasillo. Cierro la puerta apenas unos segundos antes de que nadie haya tenido tiempo de salir de su aula. [Ortiga: trabaja la escena en lugar de resumirla, haz que el personaje recoja, que salga de clase y camine por el pasillo vacío hasta el baño. Todo esto aporta la información que el narrador nos estaba destripando de mala manera en las explicaciones que subrayé en las imágenes. Lo demás es trabajo de interpretación por parte del lector. No hace falta que el narrador nos destripe que el personaje se comporta así para evitar al resto de alumnos, es OBVIO.]
Una vez dentro del baño, compruebo que no haya nadie y me apresuro a encerrarme en el cubículo más alejado de la puerta. El interior está sucio. Tras asegurarme de que el pestillo se encuentra bien cerrado, bajo la tapa del retrete, me siento y enciendo el iPod, regalo de mi hermana por mi último cumpleaños. A continuación saco de la mochila el libro que estoy leyendo: La historia interminable. [Ortiga: mismo comentario que en el párrafo anterior. Hace falta trabajar la escena. Sencillamente la escena, nada de explicarnos por qué tal o cual cosa o cómo se siente el personaje al respecto. Zarza: ¡La historia interminable no significa escena!]
Puedo notarla contra mi muslo, separada de mí únicamente por la tela de mis vaqueros. Meto la mano en el bolsillo, rebusco un poco, y extraigo cuidadosamente la cuchilla. [Ortiga: habiendo trabajado la escena aquí se evita este salto brusco. Si el personaje deja el libro a un lado y se pone a buscar algo en el bolsillo ya sabemos lo que está pasando.]
La afilada hoja refleja la luz tenue del fluorescente. Sonrío, y mi sonrisa se refleja distorsionada en la superficie metálica.
La acerco lentamente a mi brazo, conteniendo la respiración y sintiendo el subidón de adrenalina que recorre mis venas. [Ortiga: EL subidón de adrenalina, ergo es conocido: no hace falta que nos expliques que es "familiar".]
Me pongo a leer hasta que suena el timbre que indica el final de recreo. [Ortiga: aquí ha habido un lapsus muy brusco debido a todo el texto eliminado. Pero esto tiene un arreglo fantástico: ¿todas esas explicaciones sobre el personaje pensando en tirar la cuchilla a la cisterna?, en lugar de explicarlo construye una escena al respecto. El personaje no llegaba a cortarse porque de pronto se acordaba del amigo (Fer), ¿cierto? Pues en lugar de explicarnos esto, puedes hacer que aparezca físicamente el amigo (esto es un ejemplo, se puede hacer de otras maneras): entra por la puerta del baño, se asoma y llama "al vacío" el nombre del prota, en plan "venga, tío, sé que estás ahí, vente conmigo y mis colegas"; pero el prota se calla como una puta y finge no estar hasta que Fer finalmente se rinde o se piensa que realmente el otro no está ahí y se marcha; cuando el amigo se ha ido, el prota entra en crisis y como que va a tirar la cuchilla a la cisterna, está llorando, se tira de los pelos un rato… drama, drama y lágrimas, y al final se termina guardando la cuchilla otra vez y coge el libro. Sería una escena muy maja, en mi opinión.]
Cuando alguien me señala y se ríe de camino a clase, soy plenamente consciente del suave roce de la cuchilla contra mi muslo a través del tejido del pantalón.
Me siento frente a mi pupitre y miro por la ventana, y compruebo con un suspiro que está lloviendo.
[Ortiga: quedaría genial contando con la escena de la cisterna u.u Just saying…]

ANTES
—Tú dirás.
Me retorcí las manos.
Tragué saliva antes de hablar.
—En primer lugar, quiero que sepas que esto no tiene que cambiar nada entre nosotros —dije—. Si tú quieres, las cosas pueden seguir igual que antes, no me importa…
—Mira, si esto es lo que creo que es…
—Por favor, Darío. Necesito decírtelo. Sé que ya debes de imaginártelo, pero en fin… tengo que decírtelo.
Puso los ojos en blanco.
—Suéltalo ya.
—Estoy enamorado de ti —confesé de un tirón—. Sé que para ti es complicado, que no quieres que la cosa cambie, pero… no puedo evitarlo. No puedo conformarme con que solo seamos amigos. Te quiero, y… tenía que decírtelo.
Darío abrió la boca, pero no dijo nada.
—Vete a la mierda —dijo finalmente, y dio media vuelta con brusquedad para marcharse.
—Darío, por favor… —Lo agarré de un brazo para detenerlo, pero él me lo apartó de un manotazo.
—No me toques, joder. Déjate de "por favor". Paso de estas mariconadas, tío. Ya sabes que no van conmigo.
—No te vayas —supliqué a punto de ponerme a llorar mientras él se dirigí a la puerta. Se detuvo antes de abrirla.
—¿Qué más quieres?
—Dime algo —susurré—. Por favor, dime algo.
Él se quedó mirándome durante casi un minuto antes de responder.
El corazón me latía con fuerza en el pecho mientras esperaba a que hablara.
—Me das asco —dijo por fin.
Y se fue.
[Ortiga: de toda esta escena no cambiaría prácticamente nada, la verdad. Una vez que eliminas las explicaciones, y haciéndole algún retoquecillo aquí y allí, es fantástica así tal cual (dentro de que es una novela para adolescentes). Lo que sí haría sería trabajar un poco el escenario, que parece que sucede todo en el aire. Pero ¿lo que viene siendo la conversación en sí?, genial. Se entiende perfectamente cómo se siente cada uno de los personajes, su postura frente a la situación, el tipo de relación que tienen… Y no te lo deletrean. Esto es para que veáis la diferencia entre un texto explicativo y uno al que le amputas las explicaciones de raíz: el explicativo es una mierda, pero a veces sale algo más que decente con algo tan simple como pegarte el dedo a la tecla de "DELETE".]»


Y con esto y un bizcocho… Zarza: hasta mañana a las siete. Ortiga: pero, pero... Zarza: ¡a las siete!

Se acabó, hierbajos. Y la moraleja es: lo mejor es cortar.


Con amorr,

O.

33 comentarios :

  1. ME HE ENAMORADO DE LA ESCENA DE LA CISTERNA.
    Vale, también de la moraleja porque viene que ni pintada y me he reído un poquito. Pero en serio, me ha encantado. Ya os había leido los pantallazos por twitter pero la versión así acortada y explicativa me ha gustado bastante.
    La cosa es cuanto se me habrá quedado de lo que habéis dicho, pero yo intentaré ponerlo en práctica, porque me ha parecido muy pero que muy interesante.

    ¡Un besín!

    ResponderEliminar
  2. Gracias en nombre de todos lo que intentamos juntar letras.

    Por cierto ¿Hubiera estado bien como comparación de la sangre en el agua...?

    "y se extiende por el agua". Pura tinta de errores en el alcohol del pensamiento.

    Just courious como Alicia.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Todos con lindas metáforas y yo pensando en petróleo de un barco en deterioro.

      (¡Maldita sea! Se me coló una rima).

      Eliminar
  3. ¿Valdría eso... como ternero? Sí. Valdría u.u

    ResponderEliminar
  4. Bueno, como te dije por Twitter... Me ha encantado la entrada. En serio, me ha parecido todo muy interesante y sobre todo superinstructiva. Tomo nota de todo, que seguro que me va a ayudar un montón a mejorar. Y bueno, ya me he mirado lo del servicio y no lo descarto para más adelante, así que ya os contaré.
    ¡Muchas gracias!

    ResponderEliminar
  5. PD: Y os acusarán de arpías cancerígenas. ¡Yo aprendo un montón!

    ResponderEliminar
  6. Ey, yo sí tomo apuntes... El problema es que entre saber y poder aplicar hay un techo horrible, descargaré esta entrada ya que tendré tres semanas de aislamiento obligatorio en el campo D: y aprovecharé para usarla de referencia para la siguiente edición de mi libro y para las escrituras que realice en ese periodo.

    ¿Saben que entrada sería genial? Una lista de received texts, algunos están tan arraigados que uno para con demasiada facilidad por alto y hay otros que podríamos tener la suerte no haber escuchado nunca uno de ellos o, incluso, haberlos ignorado a tal punto que al escucharlo directamente no nos suene.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  7. La entrada es genial. Lo mejor de todo es que además es instructiva.

    Digo lo mismo, intentaré quedarme con lo que he visto por aquí, pero ahora tengo miedo de volver a lo que llevo escrito. Voy a tener pesadillas con rayitas azules bajo mis líneas.

    ¡Nos leemos! :D

    ResponderEliminar
  8. @Ortiga
    Y_Y mi vena de Nieve siempre asoma...

    http://3.bp.blogspot.com/-nI3fy-khE0Q/Ua8IUi0E1KI/AAAAAAAAAUg/RYX_qV7P_bo/s1600/copito.png

    Somos tu y yo. Yo pidiendo correcciones y tu descojonada de mis textos. LOL

    ResponderEliminar
  9. Me ha encantado la entrada, ¡lo que se puede aprender con unos cuántos ejemplos! Gracias, hierbaja bonita ^^

    ResponderEliminar
  10. Jo, qué entrada más chula. Hacía bastante que no publicabas una entrada de esta sección, ¿no? Me encanta que seas tan instructiva.

    Buah, me estoy releyendo la saga de Harry Potter (que no leía desde que era pequeña) y me estoy partiendo de risa con lo ´mal que escribe la autora. Si hasta yo me doy cuenta... Esto no es normal.

    ResponderEliminar
  11. ¡Que geniales son! Vengo siguiendolas desde hace un año y ahora me hice un blog y puedo comentar muajajajaja. Dejenme decirles que amo sus criticas, son las mejores que he podido encontrar en este medio bendito que es el internet. Realmente saben de lo que hablan y se nota, y el sentido del humor es una joyita :) Sigan asi!

    ResponderEliminar
  12. Hombre, yo la corrección la veo un poco árida, sin na de metáforas ni tiernos terneros paciendo pasmosamente XD Alguna cosa dejaría del original, por ejemplo la sangre (pero como humo/niebla, que lo de la luz es imposible). Pero en general, mucho mejor que la original, por la velocidad de la narración más que nada. El original es muy espeso. Intentaré poner esto en práctica pero peco de todo ^^' Saludos.

    ResponderEliminar
  13. Esta entrada es increíble. La escena de la cisterna, como comentáis, hubiera sido maravillosa. Y los silencios... Me hago fan de los silencios desde YA. Intentaré ponerlos en práctica, porque de verdad creo que son maravillosos.

    Mil gracias por crear entradas tan increíbles y útiles como esta. No sabéis lo mucho que ayudáis a quienes intentamos aprender cada día un poquito más de este mundillo que es el literario. O quizá sí lo sabéis (seguramente lo sabéis), que para algo sois las malas hierbas más malas que pueden existir :D (premio por la redundancia xD)
    ¡Arpías cancerígenas al poder!

    ResponderEliminar
  14. PD: Adri, yo también me estoy releyendo Harry Potter y creo que quizá el fallo no sea sólo de la autora (que también), sino de la traducción. Las comas están puestas prácticamente al tuntún y se repiten constantemente los nombres de los personajes, en lugar de decir cosas como "Su amigo", "El guardabosques", "La listilla de la clase"... No sé, cosas para evitar decir todo el rato los nombres. A mí eso se me hacía la mar de cansino :/

    ResponderEliminar
  15. *Toma nota y se guarda la entrada para estudiarla despacio*
    Tengo que mirar bien eso de las explicaciones.

    Respecto a los silencios después he entendido que eso yo lo llamo "no dar explicaciones" XD cuántas más explicaciones se dan es peor, entre otras cosas porque corres el riesgo de meter la pata.

    Como bien apuntáis hoy en día nadie respeta los silencios, sigh, bueno, Joe Abercrombie y Neil Gaiman sí lo hacen XD

    Y una vez más las escenas son bien.

    ResponderEliminar
  16. Sandra CG (Azahara): jo, tienes razón. He pasado por alto un montón de cosas. Pero lo que más odio de la saga y con diferencia es que cada vez que hablan de algo tienen que explicarnos todo lo que ha pasado en años anteriores. Por ejemplo, nos hablan de dragones en cuarto curso y ya nos están contando que Hagrid "adoptó" al dragón. Me resulta realmente cansino, y ya me estoy saltando los párrafos en los que nos cuentan todo lo que ya sabemos.

    Por cierto, quizá contribuya que me estoy leyendo una versión que descargué y quizá estoy leyendo una "traducción fan", pero algo me quiere recordar que el libro original también era así... No sé.

    ResponderEliminar
  17. Iba a decir que el argumento es demasiado dramático y surrealista, pero eso era de esperar. Sinceramente creo que se pueden conseguir elementos dramáticos sin caer en los tópicos de "el mundo me odia porque soy gay". Aunque quizá sea una introducción para que, desde el momento que conozca al chaval ese del que se vaya a enamorar, todo vaya a mejor. De todas formas me parece excesivo.

    Otro tema: Yo soy del team Zarza a muerte.
    Si tuviera que escribir como tú, Ortiga, me moriría xD En serio, no sería capaz, y eso que me considero una persona crítica con mi trabajo. Darle tantas vueltas e ir construyendo el texto una y otra vez me acabaría volviendo loco.

    Por otra parte, ese perfeccionismo a la hora de escribir depende de ti como escritor y del público al que quieras dirigirte. Hay mucha gente que realmente no le da importancia a eso, o que prefiere un buen argumento a una escritura impecable, o simplemente nada (como mi queridísima Maxwell y sus brillantes lectoras :D).
    También he de decir que es bastante difícil reparar en esos fallos, como las repeticiones o los silencios, cuando realmente ni siquiera en las editoriales y los correctores los corrigen, así que estamos tratando de evitar algo que tenemos asimilado como lectores (si no me he explicado bien lo repito con otras palabras).

    Por cierto, me hizo bastante gracia con las interrupciones entre los diálogos porque yo directamente ni digo nada, pongo "Silencio" y a mamarla xDDD

    ResponderEliminar
  18. ¡Buenas! Me ha gustado mucho este post, ha sido muy visual y, a mí al menos, me ha ayudado a comprender mucho mejor algunos de los términos que usáis. Al margen del estilo de cada escritor, está bien observar "que editaríais" y ver el proceso. Yo, por ejemplo, escribo siguiendo pasos similares a los de Ortiga. Mis borradores iniciales son una mierda gigantesca (aunque nada me garantiza que lo que hago después no lo sea...), suelo editarlo muchas veces hasta que lo veo "pasable". No soy de esas personas que escriben "bien" de primeras, para nada.

    Por cierto, algo que me pregunto siempre: ¿alguna de vosotras trabaja de editora? ¿Tenéis algún libro publicado? No os voy a decir que me digáis el titulo ni nada en honor a vuestra identidad anónima de malas hierbas. Lo que quiero saber, más que nada, es si las editoriales actuales, VALORAN todo lo que exponéis en este blog, o si, al final, todas las editoriales van en busca de lo mismo. (Mary Sues y Gary Stues everywhere).

    Saludos, hierbajas.

    ResponderEliminar
  19. Soy el anónimo anterior, que tengo otra duda.

    Hasta donde yo sé, o creo saber, Ortiga (o Zarza, I´m confused) es traductora. Mike, el autor de este libro, también es traductor. Entonces, ¿él debería conocer los términos de los que habláis continuamente en el blog? Mi curiosidad es si esa carrera proporciona esos conocimientos. ¿O quizá habéis hecho un master de edición? ¿Sois autodidactas? ¿O todo eso de received text y terneros os lo habéis "inventado"? Es que veo que Mike os da las gracias por las anotaciones, y yo lo que me pregunto es: ¿QUÉ ***** HAY QUE ESTUDIAR PARA ESCRIBIR CORRECTAMENTE? O para, al menos, saber si algo está bien escrito.

    ResponderEliminar
  20. Yo soy la traductora. Bueno, pero eso es en la teoría. En la práctica no ejerzo de ello xD

    Los términos que usamos en el blog los aprendimos en cursos independientes y de manera autodidacta. En la universidad, por desgracia, no te enseñan demasiadas cosas útiles para esto.

    Las editoriales, como siempre decimos, son empresas. Dependiendo de cuál sea su público meta, hay alguna pobre descarriada que se dedica a publicar Literatura con auténtico criterio de calidad. Pero ya te imaginarás que las que están haciendo su agosto con estos booms sucesivos de tendencias juveniles son otras... xD Ahora mismo el público no está reclamando calidad, así que las editoriales publican lo que vende, que es lo que les va a dar dinero. Como es lógico y natural.

    En respuesta a tus preguntas: ninguna de nosotras está ahora mismo trabajando en una editorial. Y respecto a si hemos publicado algo.... MUAJAJAJAJAJAJA!!


    Con mucho amorr,

    O.

    ResponderEliminar
  21. Muchas gracias por esta entrada. Me la apunto porque voy a tener que aplicarme mucho el cuento.

    Por cierto, me sumo a la pregunta del anónimo que ha comentado antes que yo: ¿qué hay que estudiar para saber detectar y corregir todas estas cosas?

    ResponderEliminar
  22. Vale, olvidad la pregunta. Ortiga contestó al anónimo mientras me empollaba la entrada, y no vi su respuesta hasta que se recargó la página después de publicar mi comentario... ^_^U

    ResponderEliminar
  23. Trabajazo del quince. Me encanta. Ortiga, te lo has currado que da gusto y te aplaudo muy fuerte, y también a Mike por prestarse a ser ejemplo. BRAVO.
    Debo decir que estoy ahora mismo ONFIRE porque he descubierto leyendo la entrada que actualmente uso muchísimo los silencios ¡¡¡Y NO ERA CONSCIENTEEEEEEEEE!!! ME MUERO TODA SOY FELIZ. El caso es que al escribir me daba cuenta de que me gustaba, era como... te digo algo, pero no te digo por qué, averígualo, lector, o interprétalo y a ver lo que sacas, es como darle un reto al lector y ME ENCANTA. Creo que empecé a usarlos a raíz de Misery, aunque no estoy segura, pero los uso!!! VIVAAAA. ¿Que seguiré siendo explicativa y poniendo resumen narrativo? SEGURO. Pero jo, me siento como si me hubieran puesto un "progresa adecuadamente". Aishh *____*

    ResponderEliminar
  24. Me encantó, con todo ese recorte la cosa ha quedado hasta interesante.
    La escena del diálogo con el amigo quedó espectacular, yo que soy tan explicativa me quedé boquiabierta, se entiende quién es quién y lo que ocurre sin problemas. Voy a hacer la prueba de borrar en forma masiva, necesito darle más silencios a lo que escribo.
    Sigan haciendo estas cosas, yey.

    ResponderEliminar
  25. La verdad es que casi me puse al saltar al ver esta entrada, que ha sido muy instructiva e interesante (en especial la parte donde reconstruyes el texto). Lo agradezco muchísimo, siempre es muy útil ver las correcciones «en vivo» para aprender cositas y guardárselas para el futuro.

    Por otra parte, el tema del libro me parece interesante y no exageradamente melodramático, como creo que he leído por arriba. Supongo que el problema es más cómo se ha plasmado que el tema que trata, ya que es algo que existe, por desgracia.

    En cualquier caso espero que el autor aprenda mucho y pueda escribir de temas parecidos (o de los que quiera) en el futuro gracias a entradas como esta.

    ¡Muchas gracias por la entrada y ojalá veamos más del estilo pronto! 8D

    Atte. Rika.

    ResponderEliminar
  26. qué es el 'received text'?

    ResponderEliminar
  27. El término está en el glosario, Anónimo: http://lasmalashierbasnuncamueren.blogspot.com.es/search/label/Glosario

    ResponderEliminar
  28. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  29. Yo sé que el post está ya como añejo, pero necesito una ayudita. A ver, ¿toda explicación es mala? Me puse a revisar una novela mía y por Dios, me va a tocar dejar solo el título y los diálogos. Es en pasado y se me hace pesado decirlo todo acción por acción. ¿No hay un espacio, una "medida" para narrar dentro de una novela?

    ResponderEliminar

    ResponderEliminar
  30. Es que narrar y explicar no son lo mismo, querida hierbaja ;P

    Por supuesto que hay espacio para narrar en una novela. Incluso para explicar, si me apuras, siempre que sea con moderación y con un texto bien trabajado.

    O.

    ResponderEliminar
  31. Hola malas hierbas.
    He leído esta entrada como mil veces. Me doy cuenta de que todo lo que escribo es mierda explicativa, jaja. Me cuesta un mundo crear escenas con silencios o ponerle núcleo al texto. Antes hasta se me olvidaba poner el escenario. Ahora hago un esquema de: Personajes, ambiente, el conflicto y el espacio/tiempo. Antes no se me ocurría y todo acababa siendo un abuelo Simpson.
    He aprendido mucho con ustedes.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  32. Hola chicas.
    Leyendo la entrada (que sé que es de hace mucho), me pregunto ¿Como narrar en primera persona sin caer en lo explicativo? Por ejemplo, en tercera persona, me parece mas fácil narrar escenas o las acciones de cada personaje, pero en primera persona uno suele involucrar sentimiento y lo que está pensando. Veo que a Mike le pasa también. Se le va la olla narrando lo que piensa, lo que siente y no se centra solo en las acciones del personaje. ¿Como evitar caer en un dialogo interno eterno como la historia sin fin?

    repaso esta entrada siempre :D

    Saludos.

    ResponderEliminar

A las malas hierbas no nos gusta la censura, así que eres muy libre de comentar lo que te apetezca. Eso sí, cuidado con faltar al respeto a otros usuarios: las malas hierbas sabemos cuidarnos solas, pero ojo con pisarnos las margaritas.

Por cierto, por cierto. Si te lanzas a poner un comentario en una entrada y luego lo borras (sin motivo justificado), volveremos a postearlo. Es una amenaza. ¡Muajajajajajjajajaj!

Free Pencil 2 Cursors at www.totallyfreecursors.com