Donde la literatura y la maldad se toman un té

jueves, 17 de marzo de 2016

Muérete ya, coño - Los Innombrables (17) quáter(back)

Esto… ¿cuántas van ya? Cuatro. Creo que son cuatro.

Pues eso, aquí os vengo con la cuarta entrada de este evento. Toda vuestra.


¿Recordáis dónde nos habíamos quedado?

El viejo verde ruso y la puta niña están huyendo del albino chungolandés por una escalera de incendios, en mitad de un incendio (provocado por el albino chungolandés) [Zarza: esas escaleras suelen estar pensadas para ir... en fin, hacia abajo]. Pues de entre el humo sale la mano del albino y se mete a la puta niña con él pa'l humo. Y el humo, he de decir, se comporta muy raro en esta historia, porque no solamente no afecta al albino ni le hace toser, sino que además debe de ser denso como un muro de ladrillo, que no se ve NADA: algo en plan «aquí hay humo denso y chungo» y a partir de esta línea mágica «aquí no hay humo, nada de nada», o me dirás tú cómo es posible si no que el viejo verde ruso esté a punto de coger de la mano a la puta niña y de pronto salga la mano del albino (solo la mano) y arrastre a la puta niña fuera del área de visibilidad. A continuación se escuchan los chillidos de la puta niña y al viejo verde ruso le tiran un pie a la cabeza [proyectiles biológicos, muy a lo Serie B] y el viejo «Permaneció vigilante pero dubitativo, y pensando cómo socorrerla. Sin embargo, esos minutos de duda eran letales». ¡¡Minutos!! «Por desgracia, no era capaz de levantarse; los dolores de los pies eran insoportables y se lo impedían [Ortiga: ya iba siendo hora]. De forma que se colocó el arma en la cintura y trepó por los escalones sin dejar de mirar hacia atrás».
Entre tanto, el albino chungolandés y su hacha tienen a bien permitir que el pobre anciano tullido se arrastre desarmado escaleras arriba. Atacarle ahora sería muy abusón de su parte. Ya cuando el viejo verde ruso alcanza el octavo piso y se para a recuperar el aliento, aparece el albino y le arrea una patada:
«"El revólver, el revólver", pensó Nick con rapidez.
Trató de sobreponerse y agarrar el arma, a la vez que, con el rabillo del ojo [Zarza: no por el rabillo, CON el rabillo], veía cómo Pável (el albino chungolandés) sacaba un punzón y se agachaba sobre él.
"¡Mío!", pensó al alcanzar su revólver.
Colocó la boca del cañón contra las costillas de su atacante y buscó el disparador con el dedo índice. Sin embargo, la fina punta del punzón, clavándose en su antebrazo, le bloqueó los músculos y le impidió hacer fuego.
Nikolái gritó, chilló como un poseso y le atizó una patada en la cara al albino [Ortiga: y no le duele. Además, me pregunto en qué ángulo se encuentra el albino para que esto sea posible. También me pregunto si el viejo verde ruso tiene los pies escayolados, que no me lo han dicho. Tiene que doler que te arreen con una escayola]. Después se alejó a rastras para que no lo dejara tan lleno de agujeros como un queso gruyer [Ortiga: received text. Del triste, además], pero Pável se fue tras él, cojeando como si fuera un robot con una pierna averiada [Ortiga: no recuerdo si hay un motivo para esta cojera]. Nick, antes de que lo alcanzara, apuntó lo mejor que pudo y apretó el gatillo, si bien no hubo ningún disparo.
"¡Condenada ruleta rusa!".
Apretó el disparador varias veces más.
"¡¿Cómo es posible?!" [Ortiga: pues porque así le da como más emoción a la cosa, ya sabes].
El gigante llegó hasta él, con el hacha de cocina en una mano y el punzón en la otra, y con una calma terrorífica, [Ortiga: no cierres incisos que no has iniciado] se lo clavó en el hombro derecho. Nick soltó un alarido. Luego Pável se lo hundió en el izquierdo.

―Ya no puedes mover los brazos, no puedes apuntar, disparar… ¿Por qué no sueltas el arma de una vez? [Ortiga: ¿qué clase de razonamiento es este? Si puede mover los dedos para soltar el arma, digo yo que todavía puede mover los dedos para apretar el gatillo. Decídete.]
Por último, el albino le perforó ambas rodillas [Ortiga: sí, las rótulas. No te jode]. Ahora, Nikolái, tampoco volvería a caminar [Ortiga: uy, no lo subestimes]». Como venía diciendo: Serie B. Y blah, blah, blah, y entonces:
«El proyectil del calibre 50 le atravesó el tórax por el pulmón derecho (al albino chungolandés). El paso de la bala creó una onda expansiva en el interior, provocando que venas, músculos y pulmón se deformasen más allá del límite de su elasticidad [Ortiga: lo veo y subo dos pulmones], lo que a su vez causó desgarros que destruyeron gran parte de sus tejidos [Ortiga: de los tejidos de todo el cuerpo, sí. Como venía diciendo]. Asimismo, el impacto del pesado proyectil lo hizo tambalearse y que retrocediera dos pasos, dejándole un agujero de entrada del tamaño de una nuez y otro de salida mucho mayor, con forma estrellada». Todo este detalle es lo que NO le sucedió a la puta. Será que la pistola se ha cabreado por el poco efecto de la última vez y esta se ha cebado el doble.
Y esto es lo que piensa el ruso a continuación: «"Idiota… Un brazo inutilizado no impide mover el antebrazo ni presionar el gatillo"». Ya. Sabemos que a ti nada te impide nada. Y continúa el viejo verde ruso: «Retomó su penosa marcha hacia el ascensor y poco después, cuando pudo atisbar su puerta abierta [Zarza: jo, por un momento he leído su yegua muerta. Estoy muy cansada], respiró aliviado». No puede mover los brazos ni las piernas, pero se arrastra clavando la mandíbula en el suelo para hacer palanca, ¿vale? Entonces alguien llega y lo remata (por fin): «No lo vio venir. El punzón entró por su espalda y le atravesó el pulmón, hasta surgir por la parte frontal del tórax [Ortiga: esto… ¿cómo de largo dices que es el punzón? Cicuta: es un arpón]. Lo que sí pudo observar fue la brillante punta enrojecida del arma asomando por el pecho. En ese instante, lo abandonaron las fuerzas y exhaló pesadamente». Ah… el albino chungolandés y su afición con los punzones, como en las clases de parvulitos, que me acuerdo yo.

Ahora sí que sí, ya no queda, ya no queda, ya no queda más que un viejo. Porque de los dos que me quedaban, a uno le hicieron un agujero.

Pero la puta niña también es una puta sobrada: le cortan un pie y la dejan para que se desangre, se está ya asfixiando con el humo de todas formas y además se quema, pero cuando la policía amiga de los viejos consigue acceder finalmente al inmueble ¡la puta niña sigue con vida! Y a todo esto… ¿los bomberos no han revisado el edificio para ver si había quedado alguien dentro y asegurar el inmueble antes de permitir el acceso a la policía? Esto no tiene ningún sentido.

Muy al principio de la historia teníamos a la poli quejándose de que su compañero y subordinado le mete fichas, y eso aparentemente no es apropiado porque ella es su superior, así que debería ser más correcto con ella. Ella, por otro lado, cuando está contenta puede expresar su entusiasmo dándole un beso en la mejilla al superior de ambos. Molan los personajes que son contradictorios, pero solo si esto es de hecho una construcción de personaje. Este libro es tan, pero TAN malo que me cuesta concederle siquiera el beneficio de la duda, lo siento.

Bueno, después viene una parte muy larga y muy innecesaria en la que narrador y personajes siguen sacando el cartelito de «AUTORIDAD RACIONAL, siga la flecha». Nos dicen un montón de cosas que no sé si creerme sobre cómo funciona la memoria humana. Y no sé si creérmelas por la gilipollez que nos cuentan a continuación y que os voy a copiar, pero primero permitidme que os ponga en contexto. Resulta que la poli ha encontrado una grabadora en el cuerpo carbonizado (y agujereado, mutilado, etc.) del viejo verde ruso, así que envía esta grabadora al laboratorio para que la analicen a ver lo que se puede recuperar. La grabadora creo que no llegamos a enterarnos nunca de si era realmente del viejo verde ruso o este se la robó al albino (no sé en qué momento). El caso es que la grabación que consiguen recuperar en el laboratorio es una conversación telefónica muy corta: una voz que dice «¿Diga?» un par de veces y silencio al otro lado de la línea, después la llamada se corta. Tras analizar por medios informáticos el silencio que queda al otro lado de la línea, descubren que hay así como a lo lejos una conversación entre dos personas hablando en un idioma desconocido:
«―El remitente escuchó lo que los otros interlocutores decían, aunque no de manera consciente, como consecuencia del bajo volumen de la conversación de estos. Sin embargo, después de colgar el teléfono, esa información surgió del fondo de su cerebro, haciéndole comprender que había oído algo más que la voz del destinatario [Ortiga: ¿la voz del destinatario? ¡Si nadie contestaba!], que lo había comprendido y que por eso su mente lo había conservado. En cuanto al retardo, este se explica por el hecho de que, lo que había escuchado, su mente tuvo que asociarlo con sonidos captados hacía muchos años y que no se encontraban almacenados ni en la memoria a corto plazo ni en la ecoica, sino en la memoria a largo plazo, que tarda más en reaccionar».
WHAT. THE. FUCK. En la grabación no se escucha nada a pesar de que la grabadora estaba conectada directamente al micrófono del teléfono, así que la persona que estaba al teléfono tendrá que haber oído lo mismo que aparece en la grabación: una conversación tan baja de volumen que solo es perceptible tras tunear el audio por ordenador. El que estaba al teléfono se ve que tenía un oído ultrasónico. Con dos cojones. Encima, leer para creer, resulta que la información se le quedó almacenada en el subconsciente, y al colgar el teléfono de pronto se da cuenta de que, ¡coño!, ¡lo ha entendido todo! También me pregunto cuánto se supone que tarda la memoria a largo plazo en reaccionar, porque nos quieren vender que la grabación es muy corta [¿cuánto creéis que espera una persona en promedio antes de colgar el teléfono si al otro lado de la línea nadie contesta? (y, a todo esto, ¿quién coño le ha llamado para no decir nada y en su lugar apuntar el teléfono a lo lejos a una conversación que están teniendo dos personas?)], pero luego cuando nos dan la transcripción de los dos tipos que están dialogando por lo bajini resulta que se tiran un rato hablando, ¿eh? Pero no es hasta que el otro (quien quiera que sea, que no lo sabemos) cuelga el teléfono cuando de pronto la comprensión le golpea como un rayo.

El diálogo con el supuesto experto que está analizando la grabación sigue durante unas cuantas páginas más simplemente para decirnos que no tiene más información que aportar. Gracias.

Y luego llega el momento en el que por fin alguien decide cargarse al hacker. Como ya hemos establecido, el pobre es un epic fail como stalker, así que no se ha enterado de que la puta niña está supuestamente en el hospital con quemaduras de tercer grado en todo el cuerpo y un disparo gordísimo en la pierna (tampoco se ha enterado de que su apartamento alquilado se ha quemado). Al desgraciado este le llega un mensaje de texto de la puta niña pidiéndole quedar en un motel donde va gente a magrearse y él se pone tan contento que no se para a cuestionarse nada (como el hecho de que en el mensaje la puta niña le llame por un nombre que no ha usado antes, como bien señala acusadoramente con el dedo el narrador [esto es el autor intentando convencernos de que alguien se está haciendo pasar por la puta niña para tenderle la trampa al hacker y matarlo, cuando en realidad más adelante (en un plot twist muy twisted) se nos desvela que la que está en el hospital es la Kayden Fox de verdad (aquella que salía mencionada así como de refilón cuando el compañero de la poli está intentando convencer a la poli de que el viejo verde mentor es el asesino, ¿os acordáis?). La puta niña sigue vivita y coleando por ahí, matando gente sin objetivo claro]). Total, da lo mismo: lo importante es que el hacker la palma.

A continuación tenemos a la poli valiéndose de su recurrente intuición femenina para saber dónde se está escondiendo el viejo verde mentor (recordemos que ahora está en plan prófugo de la justicia). Así que va en su busca y, para resarcirse de la última persecución (en la que tuvo una oportunidad de dispararle para detenerle, pero no fue capaz), le dispara. Falla el tiro, pero entre que el hombre huye por su vida, la poli se pone parlanchina consigo misma, como ya os dije que acostumbran a hacer todos los personajes en cuanto se quedan solos: «―Le he disparado. ¡No me lo puedo creer! ¡Le he disparado!», se exclama antes de echar a correr tras el viejo. Cuando consigue alcanzarle [el viejo corre que se las pela], le dispara otra vez [está en racha] y él cae a un río (o algo así) y se lo lleva la corriente. Como siempre digo, si no hay cuerpo no hay muerto, pero ella está convencida de que lo ha matado [«―Podías haber llevado un arma con la que amenazarme. Ahora me harás tener cargo de conciencia cada vez que recuerde que he matado a un hombre desarmado». Está muy preocupada por haberse cargado a su figura paterna de referencia, ya veis] y, al escuchar las sirenas de la policía que se acercan, decide que lo mejor es huir de la escena del crimen antes de que alguien pueda verla. Comprendo.

Y ahora os voy a contar la conversación que hizo que yo tuviese que llamar a Zarza para desahogarme con ella antes de que me diese por reventar la armería. ¿Os acordáis de la grabación aquella que contenía una conversación inaudible en un misterioso idioma desconocido? Pues atentos:
«―Empecemos ―dijo Roger Rabbit Walker (el que está analizando el audio)―. Hay un aspecto que resulta evidente en cualquier persona: no habla igual un niño que un adulto; ni tienen el mismo timbre ni utilizan el lenguaje de forma similar. En nuestro caso, se trata de dos adultos. Uno rondará los setenta años. El otro estará en torno a los veinte. Son varones y no son de por aquí.
―Eso último ya lo sabíamos ―bromeó Christian―. No hay quien los entienda.
―¡Error! El más joven dice en inglés la primera de las frases.
―¡No puede ser! ¿Qué clase de acento es ese? ¿Y qué tipo de persona habla así?
―Un inmigrante. Un recién llegado.
―¿Y por qué uno habla en inglés y el otro no? ¿La otra lengua es la materna?
―Vayamos por partes [Ortiga: pequeño Sócrates]. El joven tiene un acento realmente malo, así que yo diría que no lleva entre nosotros más de seis meses; a lo sumo, un año. También supongo que dirigirse en inglés a un compatriota es una muestra de sus esfuerzos por integrarse en la sociedad y la cultura del país de acogida [Ortiga: da fuq? Tu... ¿has vivido alguna vez en el extranjero? ¿Puede saberse quién coño hace eso? A tus compatriotas les hablas en tu idioma, que para algo es más fácil, ¡sobre todo si el otro no sabes hablarlo aún!]. En cambio, al mayor, un anciano, le resultará mucho más difícil adaptarse; por eso habla en su propio idioma [Ortiga: por eso y porque lo otro no tiene PUTO SENTIDO].
Roger Walker respiró satisfecho con su propia explicación [Ortiga: respira, respira. Te habrás quedado a gusto].



―Por otra parte, la lengua utilizada en su conversación me resultaba una completa desconocida. De modo que empecé la investigación por esa primera frase en inglés. Estudié cómo estructura la oración el interlocutor y especulé con la idea de que la causa estuviera relacionada con su idioma materno [Ortiga: sí, ya sabes, es lo que tiene: cuando empiezas a aprender un idioma nuevo, utilizas el materno como filtro estructural. Si una cosa tan básica no la tienes clara, que tienes que «especular», no sé de qué coño eres experto para que te hayan dado este encargo]; uno que fuera tan primitivo [Ortiga: WHAT?!] que resultase más inútil que un inglés muy mal hablado [Ortiga: WHAAT??! ¿De dónde cojones sale esta GILIPOLLEZ? Tú sí que eres más inútil que un inglés mal hablado. Dios. MUÉRETE]. Esta teoría se vería confirmada por la incapacidad del anciano para conversar en inglés a pesar de llevar unos meses en nuestro país [Ortiga: WHAAAAT? Tú te perdiste el episodio de Barrio Sésamo de lógica básica, amigo. ¿Desde cuándo «A, luego B» implica «¬A, luego ¬B»? Alguien debería haber eliminado tus genes de la piscina genética hace mucho tiempo. Este nivel de estupidez tiene que ser hasta contagioso]. En este aspecto, hay que tener en cuenta que a una persona de edad avanzada le cuesta más absorber un idioma nuevo, pero no hasta ese extremo. A mi entender, esto denota una incapacidad innata del interlocutor para aprender cualquier lengua [Ortiga: yo no hablo chino. Si fuese a china y me encontrase con un hablante de español, hablaría con él en español. Esto, claramente, denota una incapacidad innata en mí para aprender a hablar. Qué duda cabe].
―Pero él habla, si no he entendido mal.
―Exacto. Lo que me condujo a pensar que aprendió a hablar de niño [Zarza: ¡astuta, astuta deducción! Awesome. Dios mío, ¡si Sherlock se encontrara contigo por la calle!], pero también que su lengua materna, igual que sucede con el otro interlocutor, es tan primitiva que apenas se desarrolló en él la capacidad del lenguaje [Ortiga: you gotta be FUCKING KIDDING ME. No. Te lo digo en serio. Tú eres imbécil. Eso es IMPOSIBLE. Fíjate hasta qué punto la adquisición y desarrollo de un lenguaje es tan innata en los seres humanos que estudios con surgimiento de nuevas lenguas de signos han demostrado que los niños que comienzan a adquirir un idioma cuya propia estructura interna y gramática son todavía artificiales e incompletas ¡rellenan los huecos de manera natural y espontánea! Donde sea que exista una comunidad que hable una lengua, incluso si esta lengua es de origen artificial, el idioma tarda una única generación en naturalizarse. NO ME VENGAS CON GILIMAMADAS SUPREMACISTAS, MALDITO RETRASADO]; capacidad que, por cierto [Ortiga: ¡POR CIERTO!], se forma en el ser humano antes de los siete años y que, pasada la infancia, es considerablemente difícil adquirirla». DIOS. MÁTALO, MÁTALO, MÁTALOOOOOO. LO VOY MATAR. Y ADEMÁS FIRMARÉ CON MI NOMBRE PARA QUE TODOS PODÁIS DARME LAS GRACIAS. ¿ESTOY GRITANDO? Estoy gritando. Lo siento. Estoy muy alterada. Esta ha sido la gota que ha colmado el vaso. Bueno, más que una gota ha sido, ha sido… la inundación que se ha llevado el vaso por delante [Zarza: el diluvio universal que se ha llevado el vaso el vaso por delante... y a los animales… de dos en dos… ua, ua]. Después de esta conversación ya nada de lo que diga esta novela podrá tener validez alguna [mmm... suponiendo que antes la tuviera (lo cual es tal vez demasiado suponer)].

En fin, siguen hablando sobre el retraso mental profundo de este supuesto «experto» y sobre la conversación de la grabación, para la cual ya tienen una transcripción (porque han averiguado de qué idioma se trata) e incluso una traducción. Los dos interlocutores hablan de pescado. Sí. Y la poli no está nada satisfecha al respecto:
«―¡Tiene que haber más! ―profirió (la poli), irritada.
―¿Qué es exactamente lo que buscáis?
―El hombre que hizo la grabación la protegió a costa de su vida… ¡Ha de contener algo muy valioso!
―¿Qué es lo importante, el contenido o el continente? Lo preguntaré de otra manera: ¿lo que dicen o quién lo dice?
Sus dos visitantes no entendían cuál era el verdadero objeto de la pregunta». ¿Te hago un croquis, encanto? ¡Coño, que te lo han dicho dos veces! No entiendo qué no entiendes.



Y con esto termino la entrada de hoy, hierbajos. Os dejo para que podáis aceros un gurruñito en la cama y llorar desconsoladamente hasta que llegue la próxima.



Con mucho amorr (pero ya sin voz),

O.
Quinta parte AQUÍ.

11 comentarios :

  1. Pero aún seguía vivo el viejo verde ruso? Debe ser que mi subconsciente ya lo había matado para evitar traumas más graves.
    Por cierto, de dónde han sacado todos los viejos verdes esa capacidad de aguante? Sólo falta que también pudieran volar! Yo también quiero!

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  2. ¡HOLA!
    No puedo con las pendejadas de los idiomas. I just CAN'T. Mi wanna-be lingüista interna está muy alterada por todas las gilimemeces que están soltando. A mí lo que me encanta es lo de "PUES ES UNA LENGUA PRIMITIVA PORQUE OBVIO EL INGLÉS IS DA BEST!". Sí, sí, ese tipo de pensamiento hace mucho daño.
    Sobre el viejo verde, la puta niña y las heridas no comento nada. Sólo diré que si alguien quiere escribir intento de gore aunque sea mal escrito debería, qué sé yo, abrir un libro de anatomía for dummies; cosa que, evidentemente, este autor no hizo. No me puedo creer que te haya dado ya para cuatro entradas y todavía quede una quinta.
    (Ahora tengo curiosidad de si el autor ha dado señales de vida o simplemente escondió la cabeza cual avestruz).
    Nea.

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  3. Hablaban en... ¿neandertalis? Por cierto, el gif de Nemo en la sartén me ha hecho mucho daño, que lo sepas. Gracias^^

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  4. Estudiante de Criminología te dice que es imposible que un agujero de salda tenga forma estrellada. Nuevo fallo de autoridad racional... creo. Y lo del puzón extensible ya ha sido demasiado para mí.
    Me he perdido, ya no sé de que viejo verde estamos hablando.
    Y por cierto, ¿cuál es ese idioma tan bárbaro y primitivo, si puede saberse? Ya me has dejado con la curiosidad.

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  5. Todo el mundo sabe que cualquier cosa que venga de USA es superchachiguay y todo lo demás es un truño, idiomas incluidos. Es que tiene narices la cosa. Y no sé, quizá sea porque lo estudio desde pequeña, pero el inglés no me parece una lengua excesivamente compleja en cuanto a sintaxis (que haya mil excepciones a las reglas es una putada, y el vocabulario puede darte algún dolor de cabeza dado que el inglés se formó a partir de tres lenguas distintas, pero hasta ahí).

    Como hablante de gallego, una lengua supuestamente "inferior" al castellano según algunos, y un dialecto "primitivo" según otros, este tipo de ideas me cabrean mucho. Pero como se suele decir, hablar es gratis.

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  6. La lengua de la que nos está hablando el supuesto experto de la narración es un pidgin (pinguin, para los amigos) de una región de la Rusia profunda. Y, si leéis el artículo de la Wikipedia, os daréis cuenta de hasta qué punto a ese personaje nadie debería haberle dado permiso para abrir a boca. No es que el artículo sea muy extenso, pero de verdad que no hace falta mucho más (no necesitáis haber estudiado Lingüística en la carrera como yo, de verdad).

    Con amorr,

    O.

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  7. ¡Hola hola!

    Podrás odiarme, pero de lingüística recuerdo muy poco. Muy muy poco. También me he descolocado un rato porque se me había olvidado en que idioma hablaban o no hablaban, pero quisiera contar un caso un tanto especial.

    Yo, cosa que muchos no sabrán, soy medio rusa. Aunque nunca he vivido en Rusia, sino en España, desde pequeña he hablad con mi madre en ruso, o visto películas y escuchado música. Dado que vivía y vivo en un contexto de lengua española, no tengo mucha gente con quien hablar en ruso, lo que ha llevado a un deterioro MUY serio de mi segunda lengua. Si fuera a Rusia no moriría de hambre, esto es así, pero por ejemplo, no puedo leer con fluidez libros de literatura o revistas o entender muchas películas porque el lenguaje que utilizan es uno que yo no usaba con mi madre. Suena raro pero pasa lo mismo en nuestra lengua; alguien que no haya estudiado, por ejemplo, cardiología, no entenderá una MIERDA en una película de trasplantes de corazón, por ejemplo.

    La cosa es que hasta que no me puse a estudiar ruso, no me di cuenta de que como dices en el texto, había estado rellenando los huecos que no terminaba de entender con otras palabras o incluso palabras inventadas (mezclaba palabras del ruso y español para crear nuevos conceptos que se quedaban en casa) y cosas así. Lo que vienes a decir en el texto, vaya: yo logré medio naturalizar (para mi edad y lo que necesitaba saber) una lengua hindoeuropea que he de defender que es DIFÍCIL.

    Aquí vengo yo a defender el ruso: lista de mí, pensé que al ser medio rusa y dominar un par de declinaciones, sería más fácil. Craso error.

    Puedo decir sin riesgo a equivocarme que ahora mismo mi nivel de inglés es mucho más alto que mi nivel de ruso, y que incluso mi nivel de chino es mucho más alto que mi nivel de ruso. Ahora, la capacidad de un niño bilingüe o que haya sido educado en dos lenguas para adquirir otra tercera lengua es innegable.

    Ay, Ortiga, ojalá recordara más cosas de esos duros años de universitaria junior, pero tengo que darte esa mala noticia de mi ignorancia.

    Al menos nunca superará esta.

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  8. ¡Holi, malas hierbas!

    No voy a comentar nada en especial. Mi mente se ha hecho tal lío que no sabe quién ha muerto, quién no ni quién habla qué idioma. Voy a petar.

    Bueno, ¡qué evento te está quedando! Sí que tenías frustración acumulada, Ortiga.

    Por cierto, yo también, como por ahí arriba, me pregunto qué ha sido de la pobre víctima. ¿Dónde está?

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  9. De verdad me encantan las reseñas. Casi que por leer "albino chungolandés" casi que merece la pena que sufráis (besis)

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  10. He encontrado este blog de casualidad y quiero solamente felicitar a las autoras y darles la enhorabuena. No sabéis el consuelo que he sentido al leer vuestra crítica acompasada de la "novela" de cabecera de todo cuñao que se precie. Menos mal que aún existe inteligencia en España.

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  11. Sorry lapsus: "quería felicitar a las autoras y darles las gracias".

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