Donde la literatura y la maldad se toman un té

miércoles, 4 de febrero de 2015

Las honrosas excepciones (2)

Estoy tan contenta que casi no quepo en mí. ¡Segunda entrega de Las honrosas excepciones! Los pájaros cantan y las nubes se levantan. ¿No es maravilloso?

Os recuerdo que esta es la sección a la que destino aquellos libros que, sin llegar a ser (ni de lejos) Olvidados, se me salen del saco en el que suelo meter a mogollón el resto de literatura que leo [nivel de referencia: Laura Gallego/Crepúsculo, para que nos entendamos].

Esta entrada la voy a dedicar a un solo libro, porque me lo he leído entero, y quiero hacer una crítica como tal y poner fragmentos para que veáis los aciertos de la obra, que siempre es útil. Además, hay varios ejemplos bastante interesantes de desfamiliarización, que creo que también os vendrán bien [no como mis desfamiliarizaciones, que son de nivel parvulario].

Permitidme que mi primera afirmación sobre el libro (antes siquiera de deciros cuál es) es que me ha sorprendido mucho. Esta es una recomendación que Jorge (del blog Juvenil, fantástica o la que se tercie) hizo en este humilde jardín y, tal y como él lo sugirió, yo me temía un innombrable con todas las letras (y sospecho que él también). Así que, sí, esta ha sido una sorpresa con S mayúscula, y de las gratas (que son las mejores).

¿Queréis saber [ya, de una puñetera vez] de qué libro estoy hablando? Pues…



La luz de Candela, de Mónica Carrillo

«¿Qué ocurre cuando nos enamoramos de una persona que sabemos que nos va a complicar la vida? Candela es una fotógrafa a la que un día se le cruza el amor y la atropella, poniéndolo todo patas arriba. Y ya nada será como antes. El responsable de ese torbellino es Manuel, un joven modelo con el que vivirá una historia de amor tan fascinante como adictiva. La emoción de los primeros besos, la complicidad, la pasión. Pero también la angustia de quien no recibe todo lo que da. Y el apoyo incondicional y mágico de las amigas. La cara y la cruz del amor. Porque la vida sigue, siempre sigue.
La luz de Candela es un precioso canto a las emociones, una delicada novela llena de sensibilidad que entusiasmará al lector.»

De la sinopsis quiero decir que, en mi opinión, no está enfocando correctamente el libro. Ese agregado con calzador del final habría que tacharlo con un rojo permanente. «Un precioso canto a las emociones», ¿qué pamplinas es eso, si puede saberse? Si me lo dicen así, yo me espero una ñoñada. Y, ojo, quizá la intención de la autora fuese escribir una ñoñada, no lo sé; quizá este libro sea la prueba empírica de eso que siempre os digo: hasta un reloj estropeado marca la hora correcta dos veces al día. Pero lo cierto es que este libro resulta ser espejo de una realidad bastante horrible (horriblemente habitual) para la mujer, y la crítica que Mónica Carrillo hace de esta realidad (esto es, sin hacer una crítica, sino una suerte de "exposición autocrítica") funciona de una manera tan horrible y desgarradora como la realidad misma. Y además el libro está bastante bien escrito (os iré explicando por qué).

La trama. Para que nos entendamos: esta es la historia que yo hubiera esperado encontrarme tras el título de Y por eso rompimos. Una novela sobre amor y desamor narrada desde la madurez emocional de una mujer joven, pero no adolescente [bueno, siendo sincera, no me hubiera esperado la calidad literaria que, de hecho, he encontrado, pero… es sólo para que nos entendamos]. Candela es una fotógrafa de unos treinta años [dentro de la narración pasan varios años, pero en aras de la simplicidad vamos a echarle la treinta en conjunto] que se echa un novio modelo más joven que ella y viven una historia de amor que acabará consumiéndola y se convertirá para ella en una enfermedad de la que tardará mucho tiempo en recuperarse, para desesperación también de sus amigas, que no saben cómo ayudarla.

Además, esta historia tiene núcleo. Como contrapunto a mi tan odiado «el amor nos salva», esta historia nos habla de cómo el amor, como fuerza poderosa que es, puede también destruirnos completamente, alienarnos, anularnos hasta el punto de que nuestra propia vida deje de ser nuestra para pasar a ser la vida de otra persona. El retrato que Mónica Carrillo hace de esta realidad es, como digo, bastante espeluznante; y, aunque ella lo trata desde el punto de vista del amor romántico, esto es algo que resulta válido también para otros tipos de amor. Esta novela no es un «precioso canto a las emociones», esta es una fotografía a todo color de la otra cara del amor: la obsesión, el desequilibrio, la depresión y, finalmente, la desaparición del «yo».

La única pega que le pondría a cómo está tratado el núcleo en la historia es que me parece que hay una acumulación exagerada de relaciones dañinas dentro del grupo de amigas de la protagonista: parece que todas hayan tenido una suerte de mil demonios y hayan tenido relaciones de mierda que por poco las destruyen por completo. Es decir, yo soy la primera defensora de que el amor no es un cuento de hadas, pero de ahí a llegarse al otro extremo hay un trecho, en mi opinión.

La autoridad de la voz narrativa es una auténtica delicia, tanto la racional como la emocional (aunque la primera se trata menos). Resulta un poco difícil encontrar ejemplos concretos que poneros de cómo está sustentada la autoridad emocional, porque sobre todo se nota en la madurez del discurso y la gestión de emociones de la protagonista (que es la que narra casi todo el tiempo en primera persona). No obstante, os animo a que, si leéis el libro, os fijéis en dos cosas: por un lado, el estado psicológico desde el que la protagonista narra la historia, que es el prisma a través del cual está enfocando ahora todas las cosas que sucedieron durante la relación con el modelo y la posterior ruptura [comparadlo con cómo creéis que el discurso cambiaría si la novela hubiese estado narrada en presente]; y por otro lado, fijaos en cómo la autora juega con la idea de que la mente de Candela (la prota) funciona como una cámara fotográfica. En mi opinión, esos son dos de los grandes aciertos de la obra.

Los personajes. Los principales son Candela y Manuel, y lo cierto es que ambos son muy buenos. Están bien trabajados psicológicamente y además están bien presentados dentro de la narración. Esta no es la historia de una pobrecita víctima de un hombre muy malo. Esta es la historia de dos personas adultas con actitudes vitales y personalidades diferentes, sus acciones no son fruto de la maldad o el deseo de herir al otro, sino del egoísmo y la ceguera que acompañan al amor (por parte de ambos, pero de una manera mucho más visiblemente destructiva en el caso de la prota [que para algo es ella la que narra]). De los demás personajes no hay demasiado que decir, porque tampoco es que se asomen mucho: la madre hace por ahí una única aparición estelar, hay un primo que también aparece un par de veces, y luego hay dos o tres amigas que asoman la cabeza de vez en cuando (me da en la nariz que son tres, pero sólo tengo identificadas a dos [las dos que tengo situadas son diferenciables entre sí, pero ya digo: a la tercera no la tengo tan clara]).

Hasta aquí creo que todo lo que he hecho ha sido cantarle las alabanzas a esta obra, pero ahora quiero hablaros de la prosa. Y con la prosa, aparte de varias cosas muy buenas, también viene la parte que hace imposible que este libro sea un Olvidado.

La parte positiva.

El empleo de la lengua me ha parecido adecuado, y tampoco me ha saltado nada a los ojos en cuanto a mala puntuación se refiere ni he visto ningún ternero. Además, como ya he mencionado por ahí arriba, hay desfamiliarizaciones muy buenas desperdigadas por el texto (luego pondré algún ejemplo). La autora juega con la ruptura de la linealidad de una manera interesante, no solamente alterando el orden cronológico a la hora de narrar los acontecimientos, sino alternando también entre capítulos narrados por diferentes personas, fragmentos narrativos, poesías y microcuentos. Hay algún coro [tengo la esperanza de que sean intencionados] y juega con los silencios.

[Corregidme si me equivoco, pero creo que esta es la vez que más cosas positivas he dicho en un libro en toda la vida del blog. Pero bueno, agarraos, porque ahora llega el contrapunto.]

La parte negativa.

Una carta tan condenadamente larga que hace falta
una puta caja para llevarla.
Al libro le sobran por lo menos la mitad de las páginas: para cuando llegas a la mitad ya hace rato que las escenas están repitiendo justificación. Y esto es especialmente perjudicial en el caso de esta obra, por lo que voy a explicar a continuación. La historia está narrada como una especie de carta inmensa que le escribe la prota a Manuel, años después de que su relación termine (muy a lo Y por eso rompimos, como podéis comprobar), así que es mayoritariamente un compendio de resumen narrativo; ojo, es un resumen narrativo bien trabajado, porque está lleno de silencios, las escenas están justificadas, aporta información subtext y utiliza muchas desfamiliarizaciones. Pero ¿qué pasa cuando las escenas empiezan a perder justificación o a repetirla? Que el resumen narrativo empieza a comerse el texto y todos los demás recursos, porque la justificación es muy importante, y leer varias veces la misma escena (encima como resumen narrativo) termina haciéndose bastante pesado.

Otro punto negativo, también por falta de justificación: los capítulos narrados por otros personajes que no son la protagonista. Su presencia no está justificada, simplemente. Y además, en cuanto a la calidad narrativa, les pasa un poco lo mismo que al resto de la obra: están compuestos por resumen narrativo bien trabajado, que empieza a desinflarse a partir de cierto punto debido principalmente a repetición en la justificación. Respecto a los capítulos narrados por la propia protagonista y su justificación: estos sí están justificados, pero personalmente la justificación me parece un poco… no sabría cómo decirlo, facilona [pero bueno, al menos existe, lo cual demuestra que la autora se ha tomado la molestia de pensar las cosas, y que sabía lo que estaba haciendo].

En cuanto a la ruptura de la linealidad: la alteración del orden cronológico a veces juega un poco en contra de la autora, porque creo que se le va un tanto de las manos, hay momentos en los que resulta un poco difícil situarse y saber desde dónde narices está finalmente narrando la protagonista (si la relación ha terminado o no, vaya). Además todo el rollo de los microcuentos en cabecera de capítulo… a muchos de ellos para empezar ni siquiera los llamaría microcuentos, pero además es que o bien no tienen interés ninguno, o bien están simplemente repitiendo (una vez más) algo que ya está dicho en el resto del texto, por lo que la información que aportan es ya conocida y, por tanto, prescindible.

Esta no debería ser la reacción apropiada
a la Literatura.
Las escenas de sexo, dentro de que creo que la autora se podría haber ahorrado alguna (porque repiten justificación, igual que pasa con el resto de escenas), son las mejores que he leído hasta la fecha: tienen subtext, demuestran madurez y resultan creíbles (y además no son pornográficas, con descripciones pormenorizadas del acoplamiento en sí).

Por último, decir también que, aparte de repetitivo, el texto es innecesariamente explicativo. Esto es algo que me ha jodido muy particularmente, ¡¡¿por qué?!! El texto es alucinante, hace un correcto uso de un montón de recursos, tiene intencionalidad y justificación, así que ¿por qué dedicarse a destripar todo su buen trabajo de manera tan sistemática? Hay capítulos que están dedicados específicamente a explicar cosas que quedaban claras en el capítulo anterior. Es horrible, había veces que quería llorar de impotencia.

Os pongo un ejemplo de esto último: la relación que mantienen Candela y Manuel. Está muy bien retratada a través de los diferentes recuerdos seleccionados por Candela (buena selección de escenas): SPOILER (más o menos) follan mucho, casi toda su relación se basa en eso. Queda claro que él tiene en la cabeza una relación sin compromisos, mientras que ella se está enredando cada vez más y más FIN DEL SPOILER. Todo esto podría entenderlo el lector a la perfección sin necesidad de notas aclaratorias, pero las hay, muchas, por desgracia.

En fin, resumiendo: lo que le hace falta a Mónica Carrillo son unas buenas tijeras. Aparte de eso, la felicito muy efusivamente por su gran trabajo.

Hablo muy en serio. Con la mitad de páginas, no me hubiera supuesto el más mínimo problema proponerle este libro a Zarza para la sección de Olvidados.

Sólo un par de apuntes más que hacer antes de pasar a dejaros algunas citas y fragmentos.

El final. El final me tiene un poco mosca. Es un buen final, porque no resuelve el conflicto, SPOILER la tía ha sustituido el amor obsesivo y malsano que sentía por el tío por otra relación de amor de tipo maternofilial FIN DEL SPOILER. No obstante, este final que tanto me gusta, como digo, me tiene muy mosca: no tengo nada claro que mi interpretación de los hechos sea lo que la autora tenía en mente cuando lo escribió; me temo que pueda ser una especie de canto al feminismo y la emancipación de la mujer, o alguna chuminada de la talla. Así que, lo dicho: como me gusta vivir feliz, yo seguiré pensando que mi versión es la buena y que el final es fantástico, pero que sepáis que lo miro de reojo, porque no me fío nada de la gente.

El título y la portada. A ver, el título, pase (en mi opinión está un poco pillado por los pelos, pero bueno, aceptaremos pulpo); pero ¿la portada?, ¿alguien me la puede explicar?

En fin, que termino. Citas y demases. Todas vuestras (atención spoilers):

Esto hubiera sido una desfamiliarización interesante, si no estuviese tratada de una manera tan explicativa:
«Creo que Candela es fotógrafa porque no podría haber sido nada mejor. Hay veces que la vida te coloca en el sitio adecuado para que todo encaje. Y a ella le encaja la vida en momentos, instantes congelados que luego recuerda para siempre. Por eso se acuerda perfectamente de cuando, tumbada sobre su padre en el sofá, se quedó dormida una tarde. Recostada sobre él, con la cara apoyada en su tripa, su pequeño cuerpecito se movía al compás que marcaba la respiración de aquel gigante protector. Y en ese momento hizo una foto. Y para siempre ha quedado en su álbum de recuerdos esa estampa de padre e hija compartiendo sueños sin hablar.
Por eso, cuando tantos años después, lo contempló de nuevo dormido e intubado y escuchó su respiración entrecortada notó un pellizco profundo al comprobar que esta vez no podría descansar sobre él. Por un momento sintió que debía saltar sobre aquella camilla industrial y desalmada que cambia de inquilino con una frialdad pavorosa. Le dieron ganas de enroscarse a su lado y apoyar la cara sobre su pecho para que sintiera que estaba a su lado, que siempre lo había estado aunque la mayor parte del tiempo fuera en silencio. Y, de ese momento, también hizo una foto.»

Y justo a continuación hay otra (mismo problema):
«Candela guarda tantas fotos de su vida que es imposible poner orden, organizarlas. El álbum de sus recuerdos se amontona. Y las montoneras no son buenas porque al final acaban por venirse abajo. Se vino abajo cuando vio el nombre de su abuela escrito en la puerta del tanatorio y cuando se asomó a ese escaparate en el que se muestra a los muertos en una especie de última voluntad de ser contemplados. Se le resbaló de las manos esa foto en la que se veía a sí misma apoyada en ese frío vidrio y al otro lado estaba su abuela, que ya no se inclinaba, ni la miraba, ni le hacía un gesto cómplice. Y se derrumbó y se encogió en una esquina y se quedó en cuclillas hasta que comprobó que su abuela ya no vendría a preguntarle por qué lloraba. Y al resbalarse esa foto, se fue con ella parte de su infancia, de los veranos en la playa y de las horas muertas tomando el sol en la puerta de su casa. Y ese momento también lo fotografió.»

Hay una escena de sexo narrada tras la metáfora del cortejo de las palomas. Lo cual es el mismo tiempo fascinante y (doblemente) repugnante (porque son palomas). Es con esta metáfora con la que creo que más adelante, al final de la historia, hay un coro con algo que dice Manuel (y si esto no es accidental, sin duda es fantástico).
«El plan era que me recogieras en casa para irnos a tomar un brunch, ese desayuno que se junta con la comida y que puedes alargar hasta la merienda. Pero finalmente ha habido cambio de planes. Me has desnudado en el pasillo, ni siquiera has esperado a entrar al salón. Solo me has dejado puesta la ropa interior y me has mirado. Te encanta hacer ese cortejo.
A veces te imagino con el buche hinchado dando vueltas a mi alrededor y lanzando arrullos para conquistarme. Tras el festival de sonidos y la reverencia con las plumas del cuello en pleno esplendor, inclinas la cabeza y me rodeas haciendo círculos. Luego arrastras la cola, la despliegas y corres detrás de mí. Y se produce el asedio, cada vez más cerca. Y me rindo al besuqueo poniendo el pico dentro del tuyo. Y al fin llega el apareamiento, ese momento en el que te paras y te posas sobre la hembra para consumar. Y el cortejo se cierra con la ovación cerrada, el macho hace un vuelo a modo de ostentación y aplaude con sus alas dos veces.
Y lo que tú no sabes es que no tienes que esforzarte mucho porque esta paloma está entregada a la causa. Nos besamos y allí mismo en el sofá dejamos que ocurra todo.»

Un ejemplo de lo bien que está presentada la relación entre ambos personajes, narrativamente hablando [sacada de contexto pierde un poco, pero creo que aun así es apreciable]:
«Hoy he preparado tabulé de cuscús con granada, pasas y aceitunas. Muy mediterráneo. Aunque no sé por qué intento variar el menú si va a dar igual. Tú volverás a preguntarme si me gusta cocinar y yo disimularé diciendo que sí, pero que al vivir sola cocino poco.
A veces me haces preguntas para ver si yo cumpliría el estándar de mujer que querrías a tu lado. Como si te estuvieras planteando algo conmigo. Yo imagino que sí, aunque en el fondo algo me dice que solo fantaseas, como haces con el resto de tu vida.»
Venga, os animo a que me digáis qué cosas os sugiere este fragmento, es decir, ¿cómo pensáis que es la relación que tienen estos dos palomos en base a estas pocas líneas?

Esta imagen me encantó, muy gráfica y muy acertada:
««Me acuerdo de ti, Candela. Solo quería que supieras que sigo aquí», me dijiste. Es posible que tú ya no recuerdes cuáles fueron tus palabras exactas, pero yo sí. Ese «sigo aquí» se me quedó grabado, tatuado en las palmas de las manos, y cada mañana era lo primero que veía antes siquiera de lavarme la cara.»


Chichómetro: tiene chicha, chicha de la que se puede comer, en fecha. Sorprendente, lo sé.

Potabilidad: agua embotellada.

Carcajadas: 0/10

[Quiero cerrar esta crítica con un ultimísimo apunte, porque tengo la sensación de que este libro llegó a mis manos por una recomendación malintencionada (lo cual apruebo con todo mi ser, nadie se me vaya a pensar lo contrario): recordad siempre que no se debe confundir calidad con gusto literario. A mí este libro no me ha gustado especialmente, no es un tema que me interese demasiado (la protagonista me parecía bastante retrasada e irritante, además), pero para ser una buena crítica tengo que ser capaz de reconocer la calidad también en aquellas obras que personalmente no disfruto.]

Otras páginas que tienen publicadas críticas o reseñas de este libro, por si os interesa contrastar: Críticas literarias Regina Irae, Lo que me sale de la tecla, Juvenil, fantástica o la que se tercie. Tampoco quiero dejar pasar la oportunidad de invitaros a pasar por la sección de comentarios de Amazon para esta novela, AQUÍ [no deja de sorprenderme la cantidad de peña que odia este libro e insiste en criticar su falta de calidad literaria (lo que quiera que sea que ellos enciendan por eso)].

18 comentarios :

  1. Creo que lo de las críticas malas se deben a que, por lo que cuentas, este libro engaña. Para empezar, esa sinopsis y esa cubierta te hacen asociarla directamente con novela romántica y por lo que cuentas, no lo es. Es un drama y las novelas románticas, guste o no guste, tienen drama pero no es el núcleo de la novela. El mensaje no puede ser el amor duele y es un asco porque entonces te sales del nicho en el que lo que prima es el amor triunfa pese a las adversidades. Especifico además que el nicho ya tiene un tipo de púbico, y si tu le engañas y le das esto, ocurre la fustración. En cambio, si esta obra, que parece más narrativa que de nicho, la colocas en el lugar adecuado (como ha intentado en vano hacer Planeta), seguramente las críticas no serían tan negativas. Esto es como si te venden una peli de comedia romántica y acabas viendo una peli como Requiem por un sueño. La gente se va a sentir estafada y no va a saber valorarla por muy bien que este hecha y por lo profundo que sea su mensaje. Hay un público para cada cosa, independientemente de la calidad literaria o cinematográfica y creo que eso no hace más tonto a unos que a otros, sino que buscan distinto modo de entretenimiento, porque al fin y al cabo, es lo que es, entretenimiento. Además, la mayoría de lectores (no digo que todos) no se fija en los detalles que nombras para valorar una historia, eso solo lo hace un profesional. La mayoría de lectores dicen me ha gustado o no, la prota es gilipollas o me cae bien, el chico es imbécil o me lo follaba y cosas así. Se fijan en el contenido más que en la forma, y en fin, todo este rollo para intentar justificar el porqué de ese tipo de comentarios en amazon.

    ResponderEliminar
  2. Tu explicación tiene mucho sentido, Scarlett, me has convencido. La verdad es que no me había parado a pensar en las consecuencias del "engaño" de la sinopsis. Pero sí, seguramente sea lo que tú dices: si el público no es el adecuado y comienza la lectura con expectativas muy desviadas del libro, podría darse una situación de desencanto de este calibre.

    ¡Gracias por el aporte! Muy enriquecedor =)

    ResponderEliminar
  3. Es un libro engañoso pues, porque con esa sinopsis y esa portada lo habría tirado por la taza del váter sin tocarlo siquiera, a lo alohomora. Respecto a los puntos buenos y malos que comentas de él, me ha resultado raro que haya tantas cosas positivas en una entrada vuestra, ole ole! Pero aun así sigue sin llamar mi atención. El amor, por regla general, no llama nada mi atención ya sea en su cara feliz o en su cara enfermiza. Se podría decir que los amores que llaman mi atención (que luego no quiere decir que me guste leerlos, depende) son los de el estilo "Lolita", si es que la novela solo va de eso, de amor. Luego hay muchas formas de que una relación romántica pueda gustarme en un libro, pero todavía no la he encontrado, esa es una de las razones por las que escribo, supongo.
    Lo de las desfamiliarizaciones tengo super claro que no lo voy a entender en mi vida, cuando veo algún ejemplo que ponéis digo: "Vale, entonces yo pongo tropecientas desfamiliarizaciones sin darme cuenta", pero luego me viene la duda y decís que es explicativo en exceso y no entiendo por qué, por que le da muchas vueltas a la misma idea? Si lo hiciera más concreto o más breve no causaría la misma impresión no? No sé, me confundís y me siento perdida e ignorante.
    En fin, que el libro no me lo voy a leer, para qué nos vamos a engañar, pero me alegro de que la criatura se haya salvado de vuestro fuego eterno.

    :-)

    ResponderEliminar
  4. Las desfamiliarizaciones acerca de su familia me han parecido bastante bonitas. He alucinado bastante con vuestra crítica porque solo veo comentarios negativos acerca de las novela. Cuando vi el nombre del libro pensé: "Venga, no puede ser. Si están poniendo a parir este libro por todas partes". Igual podría haber variado el contenido del libro un poco, si dices que es tan repetitivo, ¿no? Posiblemente la gente se cansaba por eso; porque veía algunas cosas algo repetitivas, no sé. O a lo mejor es por la imagen que da la editorial del libro; historia de amor o comedia romántica.

    Creo que este es el espíritu de vuestro blog; ser vosotras mismas sin que importe lo que os digan, lo cual me gusta mucho. La verdad, si hay libros que han gustado mucho a mucha gente que vosotras habéis destripado bastante ejem,LASELECCIÓN,ejem, ¿por qué no puede gustaros y podéis decir, de forma justificada, que libros que a mucha gente no le han gustado nada son en realidad buenos?

    Atte, E.

    Pd: Lo del cortejo de las palomas también me ha parecido raro.

    ResponderEliminar
  5. ¡Hola! Después de leeros a vosotras y a Jorge (juvenilrománticayloquesetercie) creo que tengo un trastorno bipolar de grandes dimensiones, normalmente ambos blogs concidis en vuestras reseñas y me he quedado un poco con cara de WTF al leerlas y ver que se contradecían tanto.

    Estoy con Laura Tejada, creo que nunca voy a entender conceptos como "desfamiliarizaciones" doy por hecho que habeis estudiado lengua y literatura o similares. Quería proponeros: ¿qué tal hacer una entrada con libros didácticos de lengua que expliquen todas esas cosillas técnicas que, yo al menos, no entiendo?

    Me gustaría escribir con un mínimo de coherencia, no tengo money para pagarme una carrera pero sí para comprarme algún librillo que me explique las nociones básicas -desfamiliarizaciones, linealidad, criterios para evaluar de forma imparcial la narración, nucleo, metáforas e imagenes etc- para escribir o leer con un mínimo de cordura. Creo que sería una entrada muy útil :) saludos ^^

    ResponderEliminar
  6. Hola! Yo no dudo que el libro esté muy bien escrito, pero creo que se han pasado con el marketing. Lo han vendido como si fuera una p##a maravilla.

    A mí, me dejó fría. No me gustan los autospoilers que se hace todo el rato y creo que se detiene mucho en la pena penita pena, pero el final lo resuelve en dos páginas. (Yo si creo que es un canto feminista).

    Pero bueno, pa gustos colores.

    Por cierto, una cosa más. No pillo lo de las desfamiliarizaciones ni a la de tres, ?podéis explicar sobre el texto que sería exactamente? Y los coros? No lo he visto en el vocabulario y me imagino a tres coristas negras susurrándote la historia, pero no creo que sea eso.

    En fin, gracias y un saludito

    ResponderEliminar
  7. Me puedo poner a mirar bibliografía, pero por el momento os recomiendo que leáis las entradas de Yo también quiero escritor (podéis buscar dicha etiqueta en el sidebar del blog) y El viaje del héroe de Campbell, que es así como lo más básico (este suelen tenerlo en las bibliotecas y es la estructura base de todas las historias). De todos modos para ver muchas de estas cosas es cuestión de leer e irse fijando. Quiero decir que, vaya, no creo que haya realmente un libro con consejos sobre cómo criticar imparcialmente una novela (aunque vete tú a saber). Supongo que siempre podemos escribir una entrada al respecto.

    Sobre coros tenían pensado escribir una entrada sí o sí, pero si queréis dos libros donde se usan bastante bien en la narración, aquí los tenéis: El dios de las pequeñas cosas y Matadero 5.

    Los coros son una frase, o cualquier elemento en realidad, que se enlaza a una situación de gran carga emotiva. Al repetir ese elemento en otras escenas (puede incluir variaciones), trae de nuevo toda la carga emocional al momento presente y llena aún más la escena. Es también una buena forma de romper la linealidad (si os gusta poneros posmodernos), pero sobre todo se suele usar para construir el sentido (normalmente de forma sinfónica) porque aúna varias escenas distintas. A mí me resulta más interesante cuando se usa con construcciones tipo tesis-antítesis. Como digo, también aumenta la carga emocional y por tanto la manipulación al lector, y hace el texto más tridimensional. También se puede usar como elemento de tensión narrativa si la escena de la que surge el coro aún no ha aparecido en la narración (creo que En el dios de las pequeñas cosas hay alguno así), o como ironía (el uso de los coros en Matadero 5 me resulta bastante cínico. Me encanta).

    Amaranto, no sé cómo explicar el tema de las desfamiliarizaciones :S Yo creo que has entendido lo que son, pero el problema está en ver cuándo son demasiado explicativas. En el primer caso que ha puesto Ortiga, la desfamiliarización es explicativa porque al narrador prácticamente sólo le falta deletrearte lo que siente la protagonista y lo que significa el tema de su cerebro-cámara de instantáneas. Uhm. Quizás podría intentar reescribir esa escena sin que fuera explicativa para ilustrar la diferencia. No lo sé. Como decía, creo que lo has entendido, y es probable que al escribir hayas utilizado desfamiliarizaciones. El problema diría que está en ser explicativa. No he leído más que unas pocas páginas de tu historia de los cerezos, pero tengo la sensación de que por el momento es tu talón de Aquiles.

    ResponderEliminar
  8. Intento estar pendiente, creedme, pero es difícil. Creo que desde que escribí la novela de los cerezos he mejorado (debería ser así, o eso espero porque esa fue la 2ª que escribí y ya estoy terminando la 4ª). Menos mal que estáis vosotras para enseñarnos, y lo digo de verdad ;-)

    ResponderEliminar
  9. Debemos haber leído dos libros diferentes, Ortiga. Estoy por pedirte que me mandes tu edición para compararla con la mía porque me da la sensación de que estás hablando de otro libro.

    Al acabar de leer tu crítica he vuelto a releer fragmentos de la novela volviendo a leer limpio (antes de empezar un libro me limpio de prejuicios, cosas sabidas o ruido ambiental e intento no leer contraportadas o sinopsis para que lo que lea me pille sin ideas preconcebidas) y, lo siento, no encuentro lo que comentas. Me sigue pareciendo una novela un punto ridícula y, en vez de ver una disolución del yo en la obsesión, veo un canto ombliguista de la protagonista a lo especial que es. La misma imagen de la paloma que comentas me provocó un efecto totalmente contrarío. Al igual que todas las reflexiones sobre el yo, la cámara y el mundo.

    ¿Por qué sucede esto? ¿Cómo es posible que hayamos hecho dos lecturas tan distintas de la misma novela? ¿No la supe leer? ¿No era el público adecuado o no estaba en el mejor momento? ¿Tenía prejuicios aunque pensaba no tenerlos? ¿O has sido tú que has visto más de lo que hay? Ni idea, pero reflexionaré sobre todo esto.

    Eso sí, coincidimos en lo larga que es y que no eran necesarias las voces no Candela.

    La crítica, por cierto, me ha encantado. Estar o no de acuerdo es otro tema, pero me gusta lo bien argumentada y razonada que está. Quizá dentro de un tiempo vuelva a leer la historia teniendo en mente esta reseña y lo que cuentas de ella. Quizá cambié de opinión o la vea desde una nueva perspectiva. Será interesante.

    Dicho esto declarar que ahora mismo, y visto que no estamos de acuerdo, entraré como Anónimo y os trollearé porque mi opinión es mejor que la tuya y todo eso (es lo que he visto que se estila bastante en el mundillo... ji ji y ja jas mientras estamos de acuerdo).

    Aunque me da pereza... ya veré lo que hago.

    ResponderEliminar
  10. Vale ò.ó Pero si vienes a trollear tendrás que desempolvar tus lecciones de parsel. Que no se te olvide, ¡es muy importante!

    La verdad es que a mí también me sorprendió muy mucho ir a leer tu reseña y ver que no coincidíamos apenas en nada. Yo tampoco lo entiendo mucho. Lo máximo que puedo decir es que, como bien dices, la protagonista es muy ombliguista, pero eso no la convierte en un mal personaje (antes bien, la depresión [y ese grado de obsesión suyo] son cosas muy ombliguistas y egoistas, así que me parece un acierto en su caracterización). Como he dicho por ahí arriba, yo a Candela le tengo mucha tirria, pero como persona, no como personaje.

    En todo caso, también tienes que tener en cuenta que tú y yo no manejamos los mismos conceptos a la hora de valorar una novela, ni llevamos a cabo el mismo tipo de análisis, así que no siempre vamos a coincidir.

    ResponderEliminar
  11. Muchas gracias por los nombres de los libros. Así podemos aprender sin marear constantemente, jeje
    Gracias!

    ResponderEliminar
  12. A ver cómo os explico yo mi emoción de niña de 6 años cuando me he levantado por la mañana y he visto vuestra postal. ¿Cómo? Para empezar estaba en el baño y he oído a mi padre llamarme y luego leer algo donde decía no sé qué de malas hierbas, y digo, anda! el paquete del concurso! Y me dice noooo, es una postal. Ahí ya flipé, me dije, no creo que estas locas me hayan enviado una postal de la torre Eiffel, y efectivamente. En serio, que es una postal y no un ferrari, lo sé, pero ha sido un detalle tan bonito que es que me he quedado mirándola un rato, amándoos en la distancia. ¿Por qué sois tan adorables? ¿Por qué jugáis así con mis feelings? Ahora quiero achucharos y no puedo.
    GRACIAS, de verdad, para mí esa imagen significa mucho. Sois un amor y me habéis robado el corazoncito y os odio, pero os quiero.

    https://33.media.tumblr.com/7bd1805986c8b104f9e35860c90bc6c2/tumblr_mzku84Ijcn1ruln6ao1_500.gif

    ResponderEliminar
  13. Eso era para que te confiaras y bajases la guardia e.e A partir de ahora, puedes esperarte cabezas amputadas de caballo y este tipo de amenazas de muerte. Porque... ¡sabemos dónde vives! O.O!!!

    ResponderEliminar
  14. Pues yo voy a llevaros la contraria y decir por qué estoy más de acuerdo con Jorge, aunque no llego a su grado de desagrado, que con vosotras.
    Yo no lo veo bien escrito precisamente por ser tan explicativo. Teniendo en cuenta que la mujer es periodista cabría esperar que supiera transmitir adecuadamente y con fluidez lo que quiere decir; no es el caso. Este libro tiene todo él un sabor pastoso. Es como unas gachas de avena muy espesas y con grumos: cuesta de tragar.

    El tema juega en su contra porque describir sentimientos es un poco como contar chistes (perdón si la comparación es una chorrada), tienes que contarlos y dejar que sea el público quién les encuentre la gracia, porque, por muy bueno que sea el chiste, si te pones a explicar cual se supone que es la gracia nos cargamos el invento. Aquí igual. No dice las cosas y espera que las entendamos, las dice, las redice y luego nos explica qué se supone que era lo importante y lo que teníamos que sentir; así que la magia se rompe y al final no te transmite adecuadamamente nada ni te hace sentir nada al respecto. A parte de que, como lectora, no tengo claro si está dudando de mi inteligencia o si no está segura de su capacidad como escritora para comunicar.

    Además se apuesta solamente por que empatices con el personaje y te sientas identificada, no porque lo comprendas, que son cosas muy diferentes. Así que si no consigue lo primero ya ha perdido la mitad de la atención. Y la otra mitad se va porque al libro le sobran, como bien has dicho, 2/3 de las páginas (los microcuentos deberían desaparecer; quieren ser profundos y evocadores y no lo consiguen, al final casi parecen un intento a mala baba de alargar lo ya largo). La novela es como escuchar a una amiga llorarte y hacerse la víctima porque lo ha dejado con el novio con la salvedad de que, al contrario que con las amigas, que pueden ser plastas, pero las quieres y comprendes, Candela nos importa un reverendo cacahuete. Si Candela no nos importa sus problemas nos la traen al pairo, y si sus problemas nos la traen al pairo la novela no nos dice nada.

    Con lo de madurez, ¿te refieres a madurez al escribir o a la del personaje? Porque a mí Candela, no me llegan a decir su edad, y creo que es la típica adolescente petarda que se ha quedado hecha polvo porque su amor no ha resultado como en los libros. La percibía tremendamente inmadura y melodramática. Bueno, todo el libro me parece melodramático en exceso. Eso no hacía falta, el tema ya era dramático y no hacía ninguna falta recrearse tanto en ello.

    Por cierto, ¿feminismo?, ¿dónde? Pero si es un retrato de una mujer inmadura encarnación de la ideología patriarcal: lo más importante e idealizado para ella es el amor y sin hombre o, en su defecto, sin hijos es una desgracida. No digo que eso está mal, ojo, es una caracterización como otra cualquiera y, como inmadura y representante de ideales machistas, está muy bien caracterizada. Es que me ha chocado que hables de feminismo porque yo no lo he visto en ningún sitio del libro. Todo lo contrario.

    No se si me he explicado, probablamente no muy bien. Por cierto, sois libres de decirme que no tengo ninguna razón, estoy abierta a crítica y sé que entendéis de literatura mucho más que yo.

    PD: Esto no os importa, pero os lo voy a decir igual. De regalo de cumpleaños/Navidad me han caido este año, cortesía de un amigo, los volúmenes 1 y 2 dos de la Trilogía "El ejercito negro" que calificasteis de inombrable. Y mi amigo dice que le encanta y que en cuanto me los lea me deja el tercero y los comentamos. O sea, que me voy a tener que leer la trilogía entera "obligada". Espero que ahí también varíen nuestras opiniones y a mí me guste un poco más que a vosotras, porque si no me esperan unas casi 2000 páginas muuuy largas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Innombrable no, directamente Ex-libris, que es peor, jajaja. ¿Con regalarte el primero para que probaras no iba ya bien? Es que como el primer libro de una saga no te guste y tengas por casa los demás libros, mal, porque los tendrás ocupando espacio inútilmente.

      Eliminar
  15. Anónimo, Candela es precisamente la amiga petarda y melodramática a la que deja el novio y se coge un bajón del veinte. Es un buen personaje porque está bien retratado en su papel (y bien presentado dentro de la narración). Otra cosa diferente es que a ti te parezca un coñazo (a mí me lo parece, por ejemplo: como tú dices, eso se lo aguanto a mis amigas, no a una desconocida psicótico-depresiva).

    Cuando hablo de "madurez emocional" conste que puedo estar refiriéndome a "falta de esta". En este caso, en mi opinión el personaje aparenta su edad a nivel emocional: dentro de que es melodramática (y un coñazo) no deja de ser una chica joven (¡treinta no es vieja!). He conocido a gente de 30 años que es mucho más inmadura que Candela; todo depende de la persona, pero creo que está dentro de lo que cabría esperar por término medio para su situación personal (no está casada y con niños, que eso te hace madurar bien rápido).

    Lo de que el libro es terriblemente explicativo y que le sobran páginas por todas partes ya lo he dicho (y lo de terriblemente es literal: me ha matado que sea tan explicativo, cuando no le hacía falta en absoluto).

    Lo del feminismo. Me refería a ese extraño pensamiento que he oído por ahí, eso de "mira que súper-fémina soy, que no necesito hombre para tener críos". Por eso digo que si la intención de la autora era dar a entender eso, es un final horrible. Pero si es lo que yo quiero pensar que es, es un final realmente cojonudo, de verdad.

    En todo caso (y ya termino), escribir no es informar, así que en realidad el hecho de que Mónica Carrillo sea periodista no es garantía de nada.

    O.


    P.D. o.o te deseo mucha suerte con esos... libros. Te deseo de todo corazón que tú no los encuentres tan horribles como los encontré yo >.<

    ResponderEliminar
  16. Supongo que para ti los puntos positivos han redimido algo el libro, pero en mi caso no he llegado a apreciarlos y ha sido un desastre. En todo caso eso es lo bueno de la gente, que ante lo mismo pueden tener opiniones muy diversas.

    Tienes razón en que este libro varía en función del enfoque, sobre todo al final. Si quería transmitir que hay mujeres inmaduras y depresivas que pasan un infierno porque el amor no cumple sus expectativas y acaban tomando la peor decisión posible: tener hijos para llenar ese vacío, el tema no está nada mal. Lo que pasa es que, al igual que ta pasa a tí, en mi caso el final no me acabó de convencer. No estoy segura de si quería transmitir que Candela ha hecho lo correcto y superado su depresión (en cuyo caso muy mal, tener hijos para llenar un vacío es de las peores razones para ser madre y nunca se debería hacer, por tu bien y el de los críos), o que no ha conseguido madurar y al final ha acabo hundiendo su vida por no saber encarar el rechazo y la falta de amor (en cuyo caso muy bien, final amargo pero realista, es algo que pasa bastante y hay que denunciarlo).

    Lo de que sea periodista se que no es exactamente una garantía, pero teniendo en cuenta que ha cursado una carrera donde se supone que le enseñan a transmitir información a los demás, normalmente de forma escueta, tampono era poco razonable esperar lo contrario. Por eso el golpe ha dolido más, ha sido casi como encontrar un libro con faltas de ortografía escrito por un profesor de lengua.

    Sobre “el ejercito negro”, ojalá al menos los libros me entretengan, pero si es tal como dijiste... A mí los casos de doble moral de: si los malos hacen una cosa son muy malos, pero si lo hago yo está justificado porque soy el bueno, me suelen sentar mal. Y si es la caracterización del personaje vale, pero que el autor le de la razón y esa sea la vara que usa para medir la moralidad de su mundo, ufff. Creo que voy a mandar a mi amigo a leer vuestra crítica, así que si de pronto aparece el ella un troll que sepaís que es cortesía de mi parte.

    Me despido ya, que soy muy pesada. Un abrazo y una flor. M.

    ResponderEliminar
  17. Una cabeza de caballo en mi cama... qué bonito, lo próximo será venir a verme sin ningún respeto e intentar mandarme a dormir con los peces -_-

    ResponderEliminar

A las malas hierbas no nos gusta la censura, así que eres muy libre de comentar lo que te apetezca. Eso sí, cuidado con faltar al respeto a otros usuarios: las malas hierbas sabemos cuidarnos solas, pero ojo con pisarnos las margaritas.

Por cierto, por cierto. Si te lanzas a poner un comentario en una entrada y luego lo borras (sin motivo justificado), volveremos a postearlo. Es una amenaza. ¡Muajajajajajjajajaj!

Free Pencil 2 Cursors at www.totallyfreecursors.com