Bienvenidos a la cuarta entrega de los Innombrables. Y tenemos otra entrada dedicada a un solo no-libro.
¡Estamos de rebajas!
Bueno. En esta entrega quiero hablaros de una recomendación que hizo Laura Tejada en este mismo jardín del mal. La víctima en cuestión lleva por título Ex Libris, y su autora es la aragonesa Sandra Andrés Belenguer.
Permitidme que os diga que acabé de leer el libro ayer, y hoy estoy un tanto afónica. Porque durante toda la lectura no podía parar de gritar. Gritar. De horror.
No, a ver, lo primero que quiero que entendáis es que una tiene un límite. Al final, hasta yo me termino cabreando. Laura Tejada, TE ODIO. ¿De dónde sacaste esta… esta… cosa?
Nah, es broma. Si no fueras ya una mala hierba honorífica, después de esta recomendación, Laura, definitivamente lo serías.
Está rodeada, pero no huye. Qué valor. O qué necia. |
Podría contentarme, supongo, con decir que Ex Libris es un Innombrable, y dejarlo ahí. Podría. Pero no sería suficiente. Esto es algo más. Mucho más.
No se trata sencillamente de un libro que esté mal escrito, o que parta de premisas absurdas, o que no tenga ninguna razón de ser, que lo es. Se trata de que todas las enseñanzas personales y sociales que sustenta esta narración son horribles, absolutamente perjudiciales para el sano desarrollo emocional de cualquier persona que sea lo bastante influenciable como para tomarlas en cuenta.
Siempre se salva la que no se tendría que salvar. [Personalmente, yo lo prefiero cuando la diñan los dos e.e] |
Pero diré más aún. Esta es sin duda la fantasía más peligrosa que he tenido la desgracia de leer hasta el momento. Y eso incluye 50 Sombras de Grey.
No, Ex Libris no es un libro porno (Dios, sólo le hubiera faltado), pero es infinitamente más retorcido que cualquier fantasía sexual sadomasoquista. Sandra Andrés Belenguer toma un rasgo negativo de la personalidad de muchas adolescentes y lo transforma y perpetúa en forma de subnormalidad patológica, haciéndose de paso una chapita para ponerse en el pecho y lucir con orgullo.
Santo Dios.
Quiero hablaros del libro, para que entendáis por qué estoy siendo tan inusitadamente dura con él. Y creo honestamente que muchos de vosotros entenderéis mi espanto y furia justiciera cuando hayáis terminado de leer esta entrada. Pero primero quiero hablar de una última cosa.
Estoy preparando una serie de entradas relacionadas con el proceso de escritura para cuando se acaben las Jornadas, y esto que os voy a contar es uno de los temas que tengo pensado abordar. Pero después de haber sufrido leyendo Ex Libris, creo que viene muy a cuento que haga un pequeño avance sobre este concepto en particular.
Vamos a ver. Si a una persona que va a escribir (o que ha escrito) un libro le preguntas: «¿Qué es lo que quieres contarles a tus lectores con esta historia?» Y la respuesta del autor pasa por «pues es la historia de una niña/niño/persona que…». Mal. MAL.
Por favor, y gracias :D |
Bien. Vamos con el caso hipotético número dos. Si al formular la ya mencionada pregunta, la persona te contesta con algo como esto: «La base de esta historia, de hecho, es la violencia, más concretamente, la vida de dos personas que están condenadas a ejercerla escojan el camino que escojan. Quería retratar este fatal destino que lleva a la protagonista a odiar esta violencia, pero también a disfrutar con ella, siendo el único medio que dispone para alcanzar su fin.» Esto ya es otra cosa. Aquí uno ya se puede permitir tener esperanzas. Después, el resultado dependerá de la habilidad del escritor a muchos otros niveles. Pero, al menos, esta persona cuenta con el segundo requisito indispensable para que alguien pueda ser escritor: tener una intención comunicativa, es decir, querer contar algo (el primer requisito indispensable sería conocer la lengua en la que pretende escribir, y saber escribir/teclear, claro). A este autor se le da una oportunidad.
Así, si empiezas a escribir una novela partiendo de la respuesta número dos, puede que logres sacar una historia digna de crédito. Si empiezas a escribir partiendo de la respuesta número uno, puedes conseguir… bueno, Ex Libris.
«Pero ¡no puedes saber lo que la autora estaba pensando antes de empezar a escribir esta historia!», me diréis. Es cierto. No puedo saberlo. Así que, si Sandra Andrés Belenguer contestó a la pregunta anterior con la respuesta número dos antes de ponerse a escribir (no sé a quién queréis engañar, pero, está bien: jugaré a vuestro juego), entonces sólo se puede hacer una cosa: santiguarse y rezar por nuestras almas.
De acuerdo. Game over. Saquemos una última tanda de carcajadas a las Jornadas Sangrientas. Saquemos algo de sangre.
INTRO ficha del libro:
¿Soy la única a la que los ojos de esta chica le dan miedo? |
Autora: Sandra Andrés Belenguer (y, si me permitís ser perversa, aprovechando las Jornadas Sangrientas, os aconsejaría inocentemente que leyeseis la autobiografía que la autora tiene subida a su página. Los cambios de persona gramatical del verbo son un delicioso adelanto de la calidad de la prosa de esta señora)
Sinopsis:
«¿Hasta dónde te adentrarías entre las páginas de un libro? ¿Qué hay de oculto en una historia fascinante?
¿Te has enamorado alguna vez de un personaje de ficción?
Lara es apodada como "La nueva" o "Bicho raro" en todos los institutos en los que se matricula. La principal razón de su marginación es que parece interesada por la literatura y no es nada hábil en las relaciones sociales. Cuando ha conseguido tener alguna amiga, tampoco ha sabido llevar bien esa amistad.
Lara vive ahora en París, ciudad a la que sus padres han emigrado dos años antes. Cuando tuvo que mudarse pensó que ese cambio de domicilio y de vida supondría para ella una oportunidad para recomenzar una vida que no le gustaba. Sin embargo, en su nuevo instituto continúan las risas, los murmullos y la actitud distante de sus compañeros.
Agobiada por un suceso desagradable con los gamberros de su clase, se va a un parque cerca del cual descubre una extraña librería, la librería Blanchard. El cartel de la librería es un libro abierto con las letras «Ex Libris» y dos interrogantes en él. Aunque la librería parece muy antigua y cerrada al público, llevada por su incansable curiosidad y para refugiarse de la lluvia, Lara decide entrar…
El librero, un tipo extraño, la cita para días más tarde. A partir de esa cita, Lara comienza el fin de su solitaria existencia e inicia su propia aventura ya que encontrará un libro muy especial cuyas páginas están incompletas.
Al leerlas, viajará al interior de su historia, hacia el París del Siglo XIX donde conocerá a un joven periodista y un extraño caso de muchachas desaparecidas que deberá investigar...»
Ah, no, que es porque no tengo amigos. |
Lo siento, pero la idea en sí misma es absolutamente repugnante y enfermiza. O sea, a ver si lo entiendo: porque me gusta leer, no tengo vida, y como no tengo vida, me invento una ficticia. En Japón hay chavales que mueren de inanición por esta perversión de la realidad. Sí.
A mí me apasiona leer, como a mucha otra gente. Y tengo vida. Y confío en que muchos de vosotros os sentiréis también un poco ofendidos porque alguien sugiera lo contrario.
Pero, veamos, ¿alguien va a venir a decirme que si digo esto es porque, evidentemente, la literatura no me apasiona de la manera en que apasiona a Lara, la protagonista de Ex Libris?
Y, digo yo, ¿de verdad esa excusa tan pobre le sirve a alguien?
Me gusta leer, específicamente libros, ojo. No me gusta leer mesas, ni ventanas, ni comida, ni posos de té. Sólo libros. |
Venga, no me jodas.
Justo debe de haberse dado la casualidad de que Lara ha sido la única persona a la que le gustaba leer de absolutamente todos los colegios e institutos por los que ha pasado. Mira, tú, qué curioso. Es que, claro, le gusta leer, ¿os lo podéis creer? Es una chica taaaaan rara, y taaaaaan original, y taaaan especial. Y esto no lo digo yo, ojo: la propia Lara no hay página que deje pasar sin decirte un par de veces lo especial y original que es. No es sutil la niña, ni nada.
En fin, el motivo por el que este libro me ha horrorizado en grado sumo (cuando he dicho que estaba afónica de gritar, lo decía completamente en serio: he gritado de espanto durante toda la lectura) es porque la autora ha tomado esta realidad tan presente en la vida de muchas (y muchos) adolescentes: sentirse incomprendido y distanciado del resto del mundo por un motivo aleatorio; y, en lugar de tratarlo de una manera sana, ha decidido echarle gasolina al fuego. Maravilloso, Einstein, pero… ¿te has fijado en que eso que hay justo al lado del montón de mierda que estás quemando es un colegio?
La sinopsis ya lo dice todo: ¿Te has enamorado alguna vez de un personaje de ficción? Pues, ¡tranquila!, sigue viviendo como hasta ahora tu desgraciada y patética existencia, que un día un amable anciano te entregará un libro mágico en el cual podrás meterte y vivir de verdad y enamorarte de alguien ficticio en vivo y en directo, porque todos sabemos que eso no te va a pasar en la vida real, jaja, pringada de mierda, ¡porque das asco!
Insisto, no soy yo la que dice todo esto, es la protagonista: le gusta leer, pero odia su vida, no tiene amigos, sus padres no la entienden (pobre, nadie sabe lo que es eso), en clase se meten con ella (pobre, nadie sabe lo que es eso)… es, en definitiva, una desgraciada de manual, pese a que no para de repetirte que se sabe una persona muy especial (este es un pensamiento nada adolescente, sí, señor); hasta que un día encuentra un libro mágico en el que se mete y, por primera vez en su vida, siente que es feliz y la gente no la desprecia y encuentra su lugar en el mundo y a su media naranja; cuando la historia se acaba, tiene que regresar a su vida anterior y, en lugar de haber aprendido algo útil para poder ser feliz, vuelve a ser desgraciada y miserable hasta que sus fantasías vuelven a hacerse realidad.
Como ya he dicho: absolutamente enfermizo.
¿Esto es lo que queremos enseñarles a nuestros críos? Porque si es así, yo ahora mismo me pego un tiro. No quiero formar parte de esto.
En fin, y esto es sólo la punta del iceberg. No seáis tan ingenuos de pensar que esta es la única enseñanza retorcida y degenerada que este libro guarda agazapada entre sus páginas. Esa la más obesa, eso sí, pero hay unas cuantas más, a saber: si eres buena persona y tienes amigos es porque no estás siendo fiel a ti mismo y estás fingiendo para agradar a otros, está bien seguir a hombres desconocidos al interior de sus habitaciones secretas porque «hay algo que quieren enseñarnos», la venganza es chachi-guay-del-Paraguay y mola mazo, matar está bien bajo ciertas circunstancias… Aquí no nos privamos de nada, oiga. Entren y elijan, señores, ¡estamos de liquidación!
Dios, ayer cuando terminé con la lectura estaba absolutamente desquiciada de los nervios, y hoy por desgracia no me siento mucho mejor. Zarza puede confirmaros esto: ayer estuvimos hablando por teléfono, y creo que por poco no la dejé sorda a berridos mientras le contaba todos los horrores que caben encerrados en 200 páginas.
Si lo pienso demasiado, empieza a hervirme la sangre. Seguiré los consejos de la protagonista: es mejor no pensar.
¿Qué más podría contaros yo de este curioso espécimen de librería…?
Por supuesto, huelga decir que la prosa es desquiciante de lo mala que es: texto plano y explicativo, resumen narrativo y received text a mansalva, erratas y fallos de tecleo por todas partes, mala puntuación y estructuración de párrafos, fallos de referente… Todo aderezado con una voz narrativa con retraso mental profundo, cambios de narrador aleatorios e injustificados, una completa carencia de sentido común y correcto empleo de la lógica, y un desconocimiento absoluto de la cultura en la que supuestamente se halla inmersa la protagonista (la francesa, en este caso). Además, la niña no para de compararse a sí misma con todo tipo de personajes y héroes trágicos de sus amadas novelas. TODO EL PUTO RATO. Hasta que al final tú ya no sabes si con matarla será suficiente para que se calle.
Bueno, pero probablemente el que se lleva la palma en cuanto a literariamente ofensivo se refiere sea el librero, Monsieur Blanchard, que no hace más que soltar perlas de sabiduría de la talla de que lo malo que tienen los libros es que tienen un principio y un final ya escritos, y que el lector no puede modificarlos a su voluntad (¡¿no es terrible cuando un libro no termina como a ti te hubiera gustado?!). O hacer cosas como tirar un libro al fuego para poner a prueba a Lara: si realmente a ella le gusta la lectura tanto como dice, estará dispuesta a sacarlo con las manos desnudas y quemarse con tal de salvarlo. Dios, a este sí que no bastará con matarlo: semejantes gilipolleces no se le pueden haber ocurrido a él solo, así que debe de haber más gente suelta por ahí que se nos escaparán y seguirán extendiendo la enfermedad.
Es este hombre, que recibe a Lara en su librería siempre cerrada, a oscuras, quien le hace un montón de preguntas personales a la protagonista (si vive sola, si tiene hermanos…) y a continuación la invita a seguirle por un pasadizo secreto porque «tiene algo que quiere enseñarle»: su «sanctasanctórum de los libros», en el cual no hay libros, pero sí... máscaras (sin comentarios). Y la niña subnormal le sigue, porque su madre nunca le dijo que no se subiera al coche de un desconocido aunque este le ofreciera caramelos.
Bueno, pero me voy a dejar de milongas y os voy a obsequiar con algunos fragmentos especialmente jugosos de esta increíble obra (atención, spoilers):
-Lara es especial (especialmente retrasada):
Por lo visto, tiene memoria fotográfica (¡Hola, Mary Sue!). Aunque, la verdad, tengo mis dudas sobre si Sandra Andrés Belenguer sabe lo que significa tener memoria fotográfica, porque lo cierto es que esta habilidad no vuelve a salir a colación ni se le da ninguna utilidad en toda la historia.
Conversación con el librero:
«—Debería regresar a casa (le dice el librero a ella, de usted), está cerrado y esta no es una librería común.
A cualquier otra persona se le hubiera acabado la paciencia o simplemente pensaría que le estaban tomando el pelo, pero yo insistí.
—Por esa misma razón estoy aquí; yo tampoco soy común [Ortiga: lo que eres es un coñazo] —le contesté con la voz alterada.
[…]
—¿Por qué has querido entrar? (de nuevo el librero dirigiéndose a Lara, ahora tuteándola. De hecho, al librero le basta una única intervención de diálogo para pasar del trato formal al tuteo)
[…]
—Creo que es obvio que me gustan los libros [Ortiga: sí, lo llevas escrito en la frente, no te jode].»
Conversación nada cliché entre la prota y el chico maravilloso:
«—No eres como las demás chicas, Lara —dijo en tono afectuoso.
—Lo sé —murmuré mientras cerraba los ojos.»
Modestia aparte.
Si me dieran un euro por cada personaje al que le dicen “no eres como las demás”, a estas alturas tendría una casa en primera línea de playa en Miami.
Esto es como uno de esos fics en los que dejan un espacio en el nombre de la prota para que lo leas fingiendo que pone tu nombre. Patético.
Y, por supuesto, también tenemos el momento en el que ella pregunta al chico:
(Esto no es una cita) «Oh, ¿por qué yo? ¡No tengo nada de especial! ¿Por qué yo, entre todas las chicas, soy la que te gusta?» En serio, llevas todo el puto libro dándome la tabarra con que eres muy rara y especial y distinta, ahora no me jodas, ¿eh?
Y la respuesta de él es (y esto sí es una cita):
«—Porque eres especial, oh, Larissa, inteligente, sensible, guapa…»
La niña habla tan bien francés que es capaz de engañar a otros franceses y hacerles creer que ella también es francesa, solo que de otra parte de Francia, y de ahí su acento. Esto resulta sorprendente en grado sumo, máxime teniendo en cuenta que supuestamente la narración se sitúa en una época indeterminada del pasado, y yo tengo la ingenua sospecha de que la lengua no será exactamente igual que en la actualidad. Eso sin contar con que la autora de este libro no debe de tener ni idea de francés, porque pese a que el libro está escrito en español, se supone que todos los personajes están hablando en francés y, no obstante, se tutean todos alegremente desde la primera frase que se dirigen.
Yo he vivido en el París actual, y la familia para la que trabajaba tardó un año en decirme que podía tutearles. No jodamos.
Y mi favorita de esta categoría: Lara y el librero no paran de afirmar que ella es la protagonista del libro en el que se mete, pese a que la pobre desgraciada ni pincha ni corta durante toda la historia y resulta por entero prescindible dentro de la narración. En serio, si tú coges su personaje y lo eliminas, la cosa hubiera seguido su curso con absoluta normalidad.
La historia no va sobre Lara, los misterios no tienen nada que ver con ella ni ella se encuentra relacionada con las desapariciones en modo alguno; de hecho, cuando los malos la secuestran para matarla, le confiesan que ella no entraba en sus planes, pero como se ha dedicado a ir metiendo las narices donde nadie la había llamado, pues ahora sabe demasiado y tienen que librarse de ella; ella no resuelve el misterio, ni mata a los malos, ni descubre la identidad del asesino justiciero, ni hace, en resumen, NADA DE NADA, salvo pasearse por ahí haciendo bulto y diciendo lo maravillosa que es y lo mucho que se parece a Shelock Holmes, y a Alicia en el País de las Maravillas, y a Don Quijote, y a… Por Dios.
-Sandra Andrés Belenguer y su obsesión con el sexo (como buena hija de su siglo):
Dejad de engañaros, chicas, las mujeres sólo valemos para ser (o al menos aparentar ser) sensuales. A eso queda reducido todo nuestro valor y nuestra identidad como género.
«Me cambié de ropa mirándome al espejo y añorando mis elásticos pantalones [Ortiga: que no mis pantalones elásticos], pero tuve que reconocer que aquella falda lograba estilizar mi cuerpo de una forma elegante, casi sensual.»
«Todo su aspecto me pareció delicado, sensual…» Descripción pormenorizada donde las haya. El personaje ha quedado perfectamente retratado.
Los reparos de Lara:
«Me parecía increíble haber dormido en la cama de un extraño, en una casa desconocida, en un París irreconocible. No era propio de mí, que siempre había sido tan cuidadosa, tan… precavida.» Ya. Precavida. Como cuando te metiste en la habitación secreta del librero.
Por Dios, señoras, ¡tápense! |
«Dormir en la misma cama… puede que yo fuera una mujer moderna y, sin embargo, no me parecía estar preparada para aquella situación [Ortiga: ahm… no estabas preparada para… ¿dormir?].
[…]
Dejamos nuestras ropas secándose al calor de la lumbre y seguimos al tabernero [Ortiga: aparentemente desnudos, la reticencia le ha durado bien poco a la moza] por unas estrechas escaleras hasta llegar al mencionado dormitorio.
Cuando el hombre se despidió, pude advertir una socarrona sonrisa en sus labios antes de cerrar la puerta [Ortiga: WHAAAT??].»
Gente aleatoria propasándose, porque todos sabemos que esto es lo único que puede hacer un villano:
«—No intentes defenderte, gatita, es inútil [Ortiga: lo más triste es que ella obedece]—aquella voz, ronca y gangosa hizo que un escalofrío me recorriera la espalda—. Estás metiendo las narices en asuntos que no te incumben… Y eso es muy peligroso.
No me atrevía ni siquiera a parpadear.
Esto... ¿Sandra? |
—A una palabra mía, tú también podrías desaparecer, preciosa. No lo olvides.»
La obsesión se extiende hasta el ámbito metalingüístico (en lengua extranjera):
«Cuando el tranvía se detuvo, me bajé y me dirigí con decisión a la Rue Peche, calle que recordaba haber leído en el periódico de la hemeroteca. El nombre en sí era bastante curioso ya que péché en francés significa «pecado», pero no me dejé intimidar.»
Ah… ya. Péché significa pecado, y pêche significa melocotón (o pesca); peche, por otra parte… no significa nada. Mira tú, la que sabe francés… Ah, no. Désolée.
Y la mejor: Lara en estado puro.
«—Deja que te ayude a quitarte la camisa —le dije con preocupación. No sabía mucho de enfermería, pero sí lo suficiente como para desinfectar una herida [Ortiga: sin comentarios].
Su torso desnudo era… perfecto [Ortiga: ¡¡¡AAAAAAGH!!!]. Diría que incluso hermoso [Ortiga: “diría”, “incluso”. ¿Podría ser perfecto y ser un cayo malayo?]. Tuve que hacer un esfuerzo para no quedarme embelesada y fijarme únicamente en el corte que llevaba en el hombro. Gracias a Dios no era profundo.»
No, si lo que es profundo es tu retraso mental, guapa. Estás ENFERMA. Yo me inclino por pensar que la gente no quería ser amiga tuya más por esto que por tus inclinaciones lectoras. Ya ves, yo y mis teorías.
No, por favor, os lo ruego: alguno de vosotros que se apiade de mí y me confirme que no soy la única persona que piensa esto. Si cuando te llega una persona herida y cubierta de sangre (por muy tío cañón que sea), le pides que se quite la camisa para intentar curarle un NAVAJAZO, y resulta que la reacción normal es «hacer un esfuerzo» para no empezar a babearle sobre el pecho en lugar de horrorizarte de que, oye, mira tú qué cosas, tiene un corte sangrante por arma blanca en el hombro… entonces yo no quiero seguir viviendo en este mundo.
-La oligofrénica relación de Lara y Julien: él se la encuentra escondida en la escena de un crimen, ella le cuenta que lo ha presenciado todo (un espectro ha asesinado a un hombre), él la insta a que no hable con la policía y que lo acompañe a su vivienda, y ella lo complace amablemente. Como podéis comprobar, todo muy normal y creíble, y nada creepy, no, nada de lo que preocuparse.
Bien, esto es lo que Julien dice tras 4 intensos días de convivencia como compañeros de piso:
«—¿Qué ocurre, Lara? Siento que de pronto hay un muro invisible entre nosotros.» Gracias al cielo, ya era hora. [Cicuta: A ver cuando se hace tangible.]
Ella, el segundo día de estar en la casa, decide allanar el despacho de él para encontrar una llave que abra la misteriosa habitación cerrada que hay en el apartamento. Al cuarto día, confiesa:
«—Estuve en la habitación de tu hermana Marguerite y encontré cosas muy interesantes…
Julien hizo un gesto de airada rabia.
—¿Quién te ha dicho que puedes entrar donde te apetezca?
—¿Y por qué no? —corté con determinación—.»
Ah, veamos, ¿por dónde empiezo? ¿Porque eres su invitada? ¿Porque fisgar en cajones ajenos para encontrar llaves que abren puertas cerradas en casas que no son la tuya no parece de buena educación? ¿Porque te ha acogido cuando no tenías dónde caerte muerta? ¿Porque le conoces (debo insistir) desde hace CUATRO PUTOS DÍAS y, hasta donde tú sabes, podría ser un psicópata y matarte por andar fisgoneando donde no debes? Uhm… on second thought… por favor, continúa, todavía puede que tengamos suerte.
Y así, siguen peleando, hasta que ella dice:
«—Julien, creo que no confiamos el uno en el otro y ha llegado el momento en el que mi presencia aquí está de más.»
Sí, hija, sí. Estabas de más desde la primera página, pero, en fin, más vale tarde que nunca. Y, si no, fíjate: él también está de más, y ahí sigue.
-Los superpoderes de Lara:
«Me ruboricé tratando de que no se dieran cuenta.»
Aparentemente la retrasada esta tiene la habilidad con la que miles personas como yo soñamos: se ruboriza a voluntad, es decir, es capaz de controlar si ruborizarse o no. Eso sí que es un superpoder, macho, y lo demás son tonterías. Y ¿qué hace la niña con él? En lugar de evitar ruborizarse, se ruboriza procurando que los demás no la vean. Disculpa que te diga, pero tienes la misma doblez que un listón de madera.
«Todavía guardaba en mi retina la mirada de satisfacción de Julien»
La fantabulosa niña que se guardaba cosas en los ojos.
-Los increíbles (por supuesto, la cantidad de cosas absurdas e increíbles que suceden en esta novela es incuantificable, y no voy a poner aquí todos y cada uno de los ejemplos, sólo los que más me han gustado):
Esto es la continuación de la escena en la que Lara se queda babeando sobre el pecho de Julien mientras este último se desangra:
«—¿Te ha visto alguien salir de la iglesia?
Él negó con la cabeza.
—No, estoy completamente seguro.»
Las dos personas que, oportunamente, aparecieron para evitar que un desconocido me asesinase de una cuchillada, y que de hecho me encontraron noqueado y desangrándome en el suelo, luego resultaron ser unos desalmados que no se preocuparon lo más mínimo por mí y se largaron dejándome ahí tirado. Vamos, que no me dieron un puntapié de regalo porque les pillaba lejos y eran vagos, que si no…
No, hija, no: en la vida real, tú te encuentras a una persona en esas circunstancias y: a) la socorres y compruebas si su estado es grave, b) llamas a la policía y/o a un médico, c) aun en el caso de que la persona se niegue rotundamente a avisar a nadie y te veas obligado a ceder, viendo que de hecho está herida, insistes en acompañarle hasta un medio de transporte que le vaya a llevar a su casa. Y esto es independiente de la “época”.
Por supuesto, el malo malísimo se concede a sí mismo unos minutos para contarle a nuestra
El simple hecho de que el malo se marque un soliloquio ya sería suficiente para que me riese de ello, pero es que atentos a sus motivaciones, chaval.
Os pongo en situación: el misterio consiste en que en París están teniendo lugar desapariciones de chicas jóvenes. Y al final resulta que detrás de estas abducciones hay una organización secreta que se pone presenciando representaciones teatrales de personajes que acaban muertos, así que están secuestrando chicas y obligándolas a representar su muerte (muriendo de verdad, para que sea más real). ¿De dónde sale esta organización de desquiciados? Bueno, resulta que todo empezó porque el malo malísimo tenía una hija que se fugó de casa porque quería ser actriz. Después de pasar meses buscándola infructuosamente, el hombre se entera de que la niña ha muerto en un incendio en un teatro. Loco de dolor, el pobre padre rastrea a las chicas que introdujeron a su hija en el mundo del teatro (a estas sí las encuentra) y las engaña haciéndoles creer que quiere que hagan para él una representación privada. En la obra que estas dos pobres infelices van a representar, sus personajes mueren al final, envenenados, así que el loco les pone veneno de verdad para que la cosa sea el culmen de la ironía y obtener así su elaborada e inteligente venganza. Pero, no, ahí no acaba la cosa. Este padre roto de dolor no quiere presenciar el espectáculo él solo, así que invita a sus amigotes a la representación. Sus amigos acuden, ven el espectáculo, las dos actrices mueren y… Todo el mundo aplaude. «Ey, tío, qué guay. Nos mola cantidubi. ¡Hagámoslo otra vez!»
Y así fue.
Y… nunca adivinaríais quién es el que se va cargando uno por uno a los miembros de tan selecto círculo de perturbados: la hermana de Julien.
Resulta que a esta niña la secuestran los locos y la obligan a representar también, como a las demás. A ella le toca un personaje que muere envenenado y resulta que, muy convenientemente, la chica tiene escondido en su colgante un antídoto ultra-mega-chachi-guay-del-Paraguay que puede salvarte de cualquier veneno (para más información sobre este particular, por favor consultar la entrada de Cardo sobre venenos), así que se lo toma y sobrevive, pero los locos piensan que está muerta. Por casualidades de la vida, resulta que esta niña es descendiente de una antigua y poderosa estirpe de druidas irlandesas (y su hermano no lo sabe, porque estas cosas son fáciles de ocultar a tu familia), así que se disfraza de hombre (wtf?) e invoca a un espíritu de su familia y a los perros del infierno (wtf?) para que la ayuden a matar a los que han intentado matarla.
Este personaje está tan chetado que, tras concederle al malo malísimo la oportunidad de soltar el monólogo que tenía preparado (muy considerada ella), chasquea los dedos y hace que un árbol asfixie al pobre desgraciado. Fin.
-Lara siguiendo los pasos de Sherlock Holmes, personaje con el que se siente identificada varias veces a lo largo de su periplo ficticio:
Elemental, mi querido Watson:
«De una cosa estaba segura: aquello no había sido un accidente y alguien quería eliminarnos.»
No kidding. ¿Qué te dio la primera pista? ¿La nota anónima? ¿El lugar o la hora de encuentro? ¿Que alguien hubiese atrancado las puertas del carruaje para que no pudierais salir? ¿Que el cochero empezase a correr de pronto como un desquiciado? ¿Que el cochero dirigiese la calesa para que cayera por un puente, y él mismo saltase del vehículo en movimiento en el último momento para salvar el cuello?
Ah, y por cierto: dices que estás segura de una cosa, y luego mencionas dos. ¿Eso significa que de la otra no estás segura? [Zarza: ¿O que no sabes contar?]
Lara y sus poderosas dotes de observación:
«Cuando escuché sus intenciones para con Julien, había reaccionado como un resorte, arremetiendo contra uno de ellos. Pero estaba claro que me superaban en número y fuerza.»
¿En serio? No jodas. ¿Cómo te diste cuenta? ¿Porque son… cuatro, quizá? Déjame que te diga: cuentas despacio, amiga. [Zarza: I told you.]
-Tengo también varias frases para ejemplificar el refinado estilo literario de Sandra Andrés Belenguer, una mezcla de cuidadas elecciones de vocabulario, erratas y frases cliché.
«De camino a casa, lo vivido en compañía de Monsieur Blanchard acudía a mi mente en forma de recuerdos cristalizados.» Esto debe de ser como tener agujetas, pero en el cerebro. Será cosa de la memoria fotográfica: el resto de nosotros no podemos comprenderlo. [Cicuta: No, será cosa de que no lo ejercita tanto como debería.]
«Al pasar junto a los canes, les acarició el lomo ardiendo y estos comenzaron a salivar de placer.» No, en serio. Yo tengo perro: cuando le acaricio el lomo NO HACE ESO. No sé qué clase de perro tendrás tú, ni cuál será tu relación con él, pero... no quiero saberlo.
«En su lugar había aparecido un vestido de época color gris» Ya, ¿de qué época?
«me observaba de hito en hito» Ah, el famoso «hito».
«Pensé que exclamaría alguna de sus simpáticas ocurrencias y me sorprendió que su respuesta fuera tan formal.
—No ha sido nada. Era lo mínimo que podía hacer. No podía consentir que una preciosidad como tú se quedara en la calle.» Está claro que tenemos un concepto diferente de formalidad.
«Sentí un rostro pegado al mío y un hediondo aliento estrellarse contra mi mejilla.» Le dio un pato en la cara a 500 kilómetros por hora.
«¿Tan pronto terminaba mi historio?» Lo que quiera que sea esto: sí, que acabe ya, por favor te lo pido.
«Me levanté de un salto y fui a abrazar a Julien. Estaba segura de que solo en sus brazos hallaría mi cordura.» Esto no lo he visto escrito nunca antes. No, señor. [Zarza: Pues yo sí, y déjame decirte que nunca la encuentran. Ortiga: es un caso perdido :D Zarza: muérete.]
«Mi Epílogo era real, tanto como su dulce aliento esparciéndose por mis venas como un delicioso elexir.» Da. Fuq.
«Presa del pánico, percibía cómo mis sentidos se evaporaban paulatinamente» Se le evaporan los sentidos. [Cicuta: especialmente el común.]
Nice. Ahora sólo necesitamos una fuente de calor. Y me gustaría comentar, además, que hay muchas cosas que se evaporan en esta historia: gente, raciocinio, tiendas, celos, deseos, viento, sucesos, energías.
Y la mejor:
«Cuando sus labios rozaron los míos mi pecho explotó en un arcoíris de sensaciones que jamás hubiera pensado que existieran.» Rainbow puke. «Me abandoné a aquel beso con la fortaleza insegura que ofrece el amor y cerré los ojos nutriéndome del placentero delirio que sentía en lo más profundo de mi ser.» JODERRRR >.< mis ojooooooooos. «Sus brazos me rodearon estrechándome contra él mientras mi boca se estremecía bajo la suya como una mariposa que aletea con el amanecer de un nuevo día.» TT-TT… esto es inhumano. Por piedad. Ya basta TT-TT Uno pensaría que al final se quedaría sin munición, pero la hija de puta tiene una jodida metralleta TT-TT Por Dios, al menos mátame y acaba con este sufrimiento TT-TT
-Y por último ya: sólo me queda añadir que, verdaderamente, esta mujer no se priva de NADA. No solamente se las apaña para explotar un sinnúmero de clichés literarios vomitivos (entre ellos, no podía faltar, los personajes asisten a un baile de máscaras). No. Sandra Andrés Belenguer lleva su empeño por no usar nada de su propia cosecha hasta el siguiente nivel: EL PLAGIO.
Veamos, ¿alguno de vosotros puede decirme a qué película de dibujos animados pertenece el siguiente diálogo?
«—No bailas nada mal —dijo Julien mientras nos deteníamos.
Yo permanecí en silencio unos segundos, como si fuera un rehén de su mirada.
—Me siento un poco… mareada —dije al fin.
—Sí, tal vez deberíamos parar.
Sonreí levemente.
—Ya hemos parado.»
¿No? ¿Nadie?
Minuto 45:30 a 45:55. No tenéis infancia.
Así que… sí. Este libro no es sencillamente un Innombrable. Es un virus. Su existencia misma es perniciosa para la sociedad.
Animo encarecidamente a todo aquel que esté de acuerdo conmigo a que no adquiera ninguno de los libros escritos por esta autora. Creo que la sociedad no puede permitirse que esto se propague.
Y... hasta aquí las Jornadas Sangrientas. ¡Esperamos que las hayáis disfrutado!
Madre mía, que miedo de libro, me asusta mucho que estas sean las lecturas habituales de la gente D:, aunque lo cierto es que no se si echarle un ojo al libro para comprobar en mis carnes si es tan terrible (la curiosidad mató al gato...), en fin he disfrutado muchísimo de la reseña y espero ver más así ^^.
ResponderEliminarBesos!!!
Bueno, bueno, bueno.... Qué ganas tenía ya de leer esta entradaaa!! No tengo nada contra la autora (nada personal), que conste, pero el libro me pareció horrible y sé que con vosotras me lo iba a pasar pipa leyendo la crítica xD
ResponderEliminarEn primer lugar, me ha hecho bastante gracia encontrar palabras mías referentes a uno de mis proyectos como ejemplo de lo que es una buena señal para identificar una novela decente (o con probabilidades de ser decente). En serio, si es que además ponéis a Täryenn ahí de publicidad subliminal... Se me han puesto los ojos como los del gato de Shrek de la emossión.
I'M FEELING YOUR LOVE, BITCHES.
Me alegra que hayáis captado el mensaje de Sandra: "Si lees eres un paria, búscate la vida en tu mundo de yupi, reniega de la vida real".
Quiero decir, me pareció ridículo, estúpido y exagerado hasta más no poder ese rechazo social que sufre la protagonista, que en lugar de leer parece que lo que hace es salir a la calle con las bragas sucias de un mes puestas en la cabeza.
Y bueno... qué os voy a decir que no hayáis dicho ya? Doy fe de todo lo que hay escrito en esta entrada. DE TODO. Yo no sé cómo me lo pude terminar, pero a cada párrafo me entraban ganas de tirar el libro a la basura. No me cabreé todo lo que podría haberme cabreado porque me lo tomé con filosofía y me decía a mí misma que no merecía la pena irritarse por semejante obra de.... arte.
Es que no solo está lleno de clichés, sino que está mal construido, no tiene razón de ser, es falso, insustancial, está vacío y no es creíble. De verdad que yo respeto los gustos ajenos.... pero hay cosas que no entiendo. No entiendo cómo a alguien le puede gustar esta novela. NO LO ENTIENDO.
Y por cierto, me ha dado algo cuando he visto lo de Anastasia. Cuando lo leí os juro que me sonó muchísimo y cuando lo he leído en vuestra entrada me ha vuelto a pasar, sobre todo lo de "ya hemos parado". Dios! Ahora sé de qué era. Gracias ^_^
Me congratula haber dado en el clavo con mi recomendación.
Os diría que leyeseis "La esfera", libro que NO pude terminar de leer porque es un horror (por lo menos a mí me puso de los nervios), pero ya si eso en un tiempo. No quiero ser la responsable de que te dé un infarto, Ortiga de mis amores.
PD: GRACIAS a Dios alguien más se ha dado cuenta de que los ojos de la chica de la portada son MUY extraños y tétricos. ¿Y ese brillante a lo piercing que tiene al lado de la boca, en plan choni poligonera? Las personas que se dedican a hacer portadas como esa deberían tienen un infierno particular.
Yo creo que has provocado que me acerque al libro irremediablemente. Holaaaa¡¡ Me gusta tu blog, tu recomendación (o no recomendación) y me voy a quedar por aquí¡¡ No quiero irme sin invitarte a mi blog y animarte a que te unas al sorteo de los 200 suscriptores (te puedes llevar un pack de libros muy apañaos (si no te apetece no pasa nada y seguimos leyéndonos).
ResponderEliminar¿Es normal haber leído la entrada llorando de la risa? Porque me ha pasado.
ResponderEliminarNo pensaba leer este libro porque ya había leído reseñas (todas diciendo lo mal escrito que está) pero después de esta entrada necesito leerlo como sea. Creo que nunca me habían puesto por delante un libro tan cliché. ¡Espero que lo tengan en la biblioteca!
¡Un beso!
Bueno, Anny, Francis, Penryn: sois libres de tentar vuestra suerte con este curioso espécimen de... ¿literatura? [qué más quisiera u.u]. Pero ¡el que avisa no es traidor! Si al final termináis tan afónicos y desquiciados como yo, luego no me vengáis llorando a decirme que no os lo advertí... e.e
ResponderEliminarLaura xDDDDDDDDDD Lo de las bragas me ha mata'o. Muerta.
La esfera lo tengo en lista de espera, ya te lo comenté (es que aún no he podido encontrarlo ^^' pero todo se andará).
En otro orden de cosas, en lo que se refiere a la cita tuya que he puesto: yo soy una mala hierba muy sincera. Si está mal, lo digo; y si está bien, también lo digo. Y tu ejemplo aquí me venía que ni pintado.
Ahora no sé si cambiar el soliloquio de mi mala malísima o dejarlo para que en un futuro podáis hacer una hoguera de acampada con mi libro..... XD
ResponderEliminarPD: Lo del plagio es imperdonable, pero hubiese comentado el terrible complejo de Bella que tiene la protagonista (de La Bella y la Bestia)
"AGOBIADA POR UN SUCESO DESAGRADABLE CON LOS GAMBERROS DE SU CLASE, se va a un parque cerca del cual DESCUBRE UNA EXTRAÑA LIBRERIA, la librería Blanchard. El cartel de la librería es un libro abierto con las letras «Ex Libris» y dos interrogantes en él. Aunque la librería parece muy antigua y cerrada al público, llevada por su incansable curiosidad y PARA REFUGIARSE DE LA LLUVIA, Lara decide entrar…"
ResponderEliminarNo sé a ustedes, pero a mi me suena a La Historia Interminable. Este libro es como un potpourri de cosas sacadas de aquí y de allá >.<
Completamente de acuerdo, K. S. López, tienes toda la razón: toda esa parte está sacada descaradamente de La historia interminable (eso y tantas otras cosas, vamos). Ahora que, si leyeses la escena de la lluvia, te mondabas: la niña básicamente se queda plantada frente a la puerta bajo un aguacero por simple subnormalidad patológica. Podría marcharse a su casa tranquilamente antes de empaparse, porque no tiene a ningún matón persiguiéndola, pero en lugar de eso se queda allí a echarle un serio al anciano librero hasta que este se cansa y le abre la puerta.
ResponderEliminarJuro que no puedo comprender cómo a un editor le llega esto y piensa "seh, publiquémoslo".
Os leo desde hace tiempo, pero nunca había comentado, porque vuestras entradas dan para tantas cosas y yo soy tan vago para tantas otras, que leía y me iba, pero eso se acabó. Hoy he decidido comentaros al fin.
ResponderEliminarPrimero quiero felicitaros por las Jornadas Sangrientas. Hacía tiempo que no me divertía tanto mientras aprendía y espero con ganas las entradas sobre técnicas de escritura que tenéis preparadas. Respecto a Ex Libris... No sé qué pensar, la verdad. Primero me aferré a la esperanza de que esta autora escribiera el libro siendo una adolescente, pero luego pinché vuestro enlace a su blog y me llevé una desilusión. No quiero decir que el libro fuera pasable si la autora tuviera, qué sé yo, diecisiete años, pero al menos se podrían comprender cientos pensamientos por la edad, que no digo, ni mucho menos, que todos los adolescentes sean así. El mundo sería un lugar horrible si tuvieran esa mentalidad...
Espero que no enterréis la guadaña. Me río mucho con vosotras aunque a veces me sienta culpable pensando en los autores, pero es que no puedo evitar partirme de risa con vuestros comentarios.
PD: Anastasia tiene que ser la única película infantil de las míticas que no devoré de pequeño. Me aburría muchísimo. Espero que no tengáis mala opinión de mí por eso.
Nada más leer el resumen yo también pensé que parecía una copia de La Historia Interminable, WTF?? Y encima con una escena de Anastasia calcada... ¿hola? ¿Señor plagio? ¿Está usted ahí? :D Me parece a mi que las editoriales últimamente están en crisis o directamente no leen los libros y por eso hay por este mundillo este tipo de cosas publicadas. Libros como éste me recuerdan a los fanfics y novelitas que yo escribía con entre once y catorce años, pero por lo menos tuve suficiente cabeza para darme cuenta de que eran mierdas que no merecían ser sacas del cajón XD
ResponderEliminarAl igual que Félix, albergué esperanzas creyendo que la autora sería una chica bastante joven, de quince, diecisiete o veinte años y que este era su primer libro publicado, por ello me sentía un poco mal al leer la entrada y pensaba "no pasa nada, es una principiante, no voy a ser mala", pero luego al descubrir que no era así me han entrado ganas de coger una katana y repartir sangre por el mundo XD Lo siento mucho, no me meto con la autora porque respeto en general a los seres humanos, pero los libros son otra cosa y con escritos publicados así no se puede tener piedad.
Me ha encantado vuestra entrada, siempre me hacéis reír hasta que casi se me saltan las lágrimas. El beso puke rainbow con mariposas me ha matado XD hay expresiones que no tienen razón de ser. Una pregunta: ¿cuántas veces se compara la protagonista con Sherlock Holmes? Porque solamente con los ejemplos que habéis puesto cada vez que leía uno me entraba vergüenza ajena... nadie así debería compararse con Holmes ._. ni de lejos, eso es una blasfemia. Y no me parece bien que un libro trasmita que si lees eres un margi y que la mejor solución es apartarte de la vida real y vivir para siempre con fantasías en tu cabeza; eso no es realista ni mucho menos saludable. A mi me encanta leer libros y ver películas y animes pero tengo una vida fuera de ello, sé mantener un equilibrio entre mis gustos personales y todo lo demás.
Un libro debería trasmitir alguna enseñanza que valga la pena,alguna cosa buena, independientemente de si es la base de la historia o alguna pequeña cosa segundaria, y más aún si va dirigido a los jóvenes... al menos esa es mi opinión ^.^U Yo he aprendido o reflexionado mucho más con algunos libros de literatura juvenil que supuestamente solo "cuentan una historia" pero que trasmiten pequeñas cosas que con libros que se dedican exclusivamente a enseñar o trata un tema concreto y enseñar o reflexionar sobre algo (como los libros de auto-ayuda o filosofía). Claro que de libros como Ex libris también se puede aprender: aprendes todo lo que NO debes hacer al escribir un libro, por eso adoro vuestras jornadas sangrientas. Son risas y enseñanzas de un solo bocado :')
P.D.: Me emociono cada vez que hay una jornada sangrienta, y al leer que era una sección de Los Innombrables he dado un saltito y me han entrado escalofríos *-* ¿Sería algo raro si os dijera que os quiero y a la vez os temo? XD
Un libro del que me alejare. Me parece sucio que las autoras utilicen el topico de "no como las demas" para que las lectoras se sientan indentificadas cuando la prota solo se diferencia por leer, cosa que hace mas de la mitad de la gente... que forma de ser especial mas mierdosa.
ResponderEliminarMuy buena critica, por cierto.
Lily, voy a responder a tu posdata. Que nos quieras es, efectivamente, extrañísimo.
ResponderEliminarEl temor, en cambio, es la reacción apropiada.
Lo cierto es que, solo leyendo el libro, a una servidora tampoco le cuesta lo más mínimo imaginarse a una quinceañera al teclado. Y, si tal hubiese sido el caso, mi crítica hubiese tenido otro ángulo diferente (soy mala, pero tampoco le diría a una adolescente que acaba de publicar su primera novela que es un virus, todavía estaría a tiempo de aprender y mejorar). No obstante, esta buena mujer tiene ya 31 tacos, si no estoy yo muy equivocada, y este es su... ¿quinto libro publicado?
ResponderEliminarAsí que me mantengo en mis trece: la única salvación posible ya es santiguarse y rezar por nuestras almas.
A ver, a mi me encanta leer. En mi instituto no lo entendían (me han llegado a preguntar que cómo me podía gustar leer o qué hacía para leer un libro -WTF?-) y he sufrido bullying. Pero no por la lectura, ni mucho menos. Así que leer no me concierte en paria social. Está bien ensalzar las maravillas del hábito de leer, pero así lo que hace es topificar (de tópico, palabra inventada xD) un concepto que lleva a ser erróneo.
ResponderEliminarYo con esta autora tengo algo de tirria. Por lo personal más que nada. Explico: hay una red social llamada Twitter y la chica va siguiendo a todo el que encuentra y plasmar la promoción de sus libros. Como no he leído sus libros, no le veo sentido seguirla de vuelta y como la sujeta en cuestión deja claro que sólo le importa la técnica del follow back, pues viendo que no funcionaba, dejó de seguirme. Y a los pocos días volvió a seguirme. Claramente le solté que eso no colaba (aquí una que es muy simpática) y volvió a dejar de seguirme. No he vuelto a tener señales de su vida twittera desde entonces.
Y ya sé que está muy, pero que muy feo anteponer la personalidad de un autor a su bibliografía, pero viendo algunas estrategias de promoción que se gastan (como seguir a lo bestia en Twitter y otras redes, para tener infinitos seguidores y dárselas de "escritores élite" lo que yo llamo tener ansia viva), pues me da la conclusión de que poco amor propio tienen por lo escrito, salvo creer que tienen el cielo ganado con eso. Ya he visto cosas parecidas.
Y, aparte de vuestra reseña, me confirma no acercarme a sus libros (y menos a éste) ni aunque me paguen los 720.000€ prometidos a la selección española si ganaban el Mundial. Antes, prefiero meterme a una playa a bañarme (cosa que me repugna).
Un saludo.
Sigo preguntándome como se puede editar en papel por una editorial este tipo de escritos. Lo de la gente que iba a ver la muerte en el teatro de las chicas, me ha dejado completamente en shock. Y en un libro juvenil.
ResponderEliminar¿En serio este es su quinto libro? ¿Y no ha aprendido ná de ná? ufff
Quedo a la espera de las entradas sobre el proceso de escritura.
Me he reído tanto leyendo esta entrada que hasta mi padre ha venido a preguntarme si estaba bien.
ResponderEliminarLo de la peli de Anastasia me ha matado, es que es el mismo diálogo sólo que cortando algunas frases.
La verdad es que tenía ganas de leer algo de esta mujer, pero después de esta crítica se me han quitado las ganas.
Las últimas citas que habéis puesto me han dejado casi en coma, nunca había leído cosas como: "mi pecho explotó en un arcoíris de sensaciones" En ser, ¿arcoiris de sensaciones? xD
Y esa manía que tienen algunos autores de hacer comparaciones entre cosas que no pegan ni con cola. Véase: estremecerse como una mariposa. No sé como la gente tiene tanta imaginación.
En fin, una entrada genial, como siempre.
¡Saludos!
¡Hola!
ResponderEliminarAyer envié un comentario y a mí me pareció que se publicó, pero ahora no aparece.
Era referido a que la autora ahora escribe "consejos para escritores noveles" en el Heraldo de Aragón. Quisiera saber si el problema fue que puse los enlaces, para no vovlerlo a hacer. Tampoco tiene mucho interés, no os perdéis mucho jajaja. Solo que encuentro surrealista las enormes alabanzas que hay en su web y es el colmo que precisamente a ella le pidan ese tipo de intervenciones consejeras.
Como hay gente para todo, se puede entender que a algunos le gusten sus libros, pero que caigan en ello críticos literarios y periódicos...
No sé por qué no se habrá publicado tu comentario, Ana María, normalmente los enlaces no dan problemas.
ResponderEliminarYa vi lo de los consejos del Heraldo de Aragón. Lo leí. Y me he eché a llorar desconsoladamente. Lloré tanto que de hecho dejé un comentario en el blog de la autora (que creo que no ha publicado ^^' por lo menos no lo vi cuando fui a mirar).
Personalmente, me resulta sumamente deprimente que una persona que no sabe lo que significan términos como "narración lineal" o "argumento" escriba al respecto y se atreva a dar consejos sobre escritura >.< Dios bendito. Dónde iremos a parar.
@Ana María: en su biografía que aparece en el blog dice que es
ResponderEliminar"reseñista literaria en el periódico El Heraldo de Aragón". O sea, que usa su puesto para darse publicidad. ¬¬
http://sandraandresbelenguer.blogspot.com.es/p/la-autora.html
Ortiga, a mí lo que de verdad me deprimió profundamente después de leer tu crítica y las "perlas de sabiduría" que soltó la autora en el Heraldo de Aragón fue el saber que esta mujer tan rematadamente inepta para todo lo relacionada con Literatura es licenciada en Filología Hispánica T_T
ResponderEliminarTodavía no tengo claro que hacer en el futuro en lo que a estudios se refiere, pero en principio mi idea era estudiar Filología Hispánica. Y uno de los motivos principales es que pienso que me ayudaría a comprender mejor la Literatura y, en definitiva, a escribir mejor. Pero luego me encuentro a escritores con novelas tan catastróficas como "Ex Libris" que han estudiado esta carrera y ya no sé que pensar… ;_;
*Crisis existential*
…
*Drama más chungo que tener a Lara de invitada en tu casa*
¡Hola!
ResponderEliminarYo hacía tiempo que había leído (o intentado leer) los libros de esta mujer y, de todos ellos, solamente uno consiguió gustarme. Y no fue Ex Libris. De hecho, cuando empecé a leerlo, la forma de narrar y la personalidad de la protagonista se me hicieron taaaaaaaaan pesados, que no fui capaz ni de llegar a la página 100. Para entonces ya había mil cosas que me chirriaban, tanto de narración, como de trama, como de personajes... nada se sostenía y acabé por tirar el libro por la ventana xDDD (vale, obviamente no lo hice, pero sí lo tiré sobre la cama para intentar alejarme de él lo máximo posible).
Yo de verdad que no consigo entender que una persona con cuatro libros publicados no haya mejorado ni un poquito desde el primero. Porque juro que la narración de Ex Libris es CLAVADA a la de El violín negro, la primera novela que publicó: igual de barroca, de cargante, de insoportable...
A mí también me pasó algo muy curioso con la cuenta de twitter de Sandra Andrés Belenguer. Yo la seguía porque un libro suyo, La hija de los sueños, pues me gustó (aunque a día de hoy ni recuerdo de qué iba, sinceramente) y, casualidades de la vida, ella me seguía a mí. Sin embargo, cuando quise probar con Ex Libris, me sucedió lo que ya he contado y hablé sobre ello en mi blog. El caso es que al poco de haber publicado esa entrada, me di cuenta de que ya no veía las publicaciones de Sandra en mi TL, cosa rara porque yo no había dejado de seguirla. Investigué un poquito, por curiosidad, y entonces vi que es que me había bloqueado. Porque comenté en mi blog que no fui capaz de terminarme su última novela. Cómo os quedáis xD
Y a lo tonto no os he comentado nada sobre la crítica. Como siempre, me he reído muchísimo y no puedo sino darle la razón a Ortiga en lo que respecta a las primeras páginas de la novela (a lo poquito que recuerdo, claro). El mensaje de este libro es, en efecto, muy negativo, primero porque nos deja a los que somos lectores como bichos raros, los "margis" de la clase. Y segundo también por el tema de "huye de tu vida real y vive una aventura dentro de un libro". Muchas gracias, eso ya lo hacemos cuando leemos, you know...
En fin, al menos veo que no soy la única que piensa así y, lo que es mejor, me he podido reír de lo lindo con el apartado de spoilers. Siempre le sirve a una para ver los espantos que se publican hoy día y cómo NO debe una escribir sus historias xD Así que se agradece muchísimo que señaléis todas estas cosas, pues no sólo nos reímos, sino que también aprendemos. Gracias :)
Sobra decir que voy a estar más que pendiente de las entradas relacionadas con la escritura :P ¡Nos leemos!
Nymphalidae, dudo mucho que el problema sea la carrera. En todo caso... que alguien me corrija si me equivoco (no he estudiado esa carrera, así que no lo sé a ciencia cierta), pero en Filología Hispánica no te enseñan a escribir, como tal. Si quieres aprender a escribir, tienes básicamente dos opciones: te buscas la vida por tu cuenta, o te buscas un curso. En la universidad lo máximo que puede pasar es que tengas la suerte de toparte con un buen profesor del que puedas aprender algo (tal fue mi caso, y después tuve que buscarme yo la vida para continuar aprendiendo).
ResponderEliminarNo desesperes =) ¡Ánimo!
Sandra CG, aún estoy intentando decidir cuándo voy a publicar las entradas sobre escritura. Tengo que intentar encajarlas entre los eventos que estamos planeando el resto de malas hierbas y yo para el jardín. En todo caso, creo que no será antes de septiembre, así que tendréis que tener un poco de paciencia conmigo (además, todavía no he tenido tiempo de ponerme a redactarlas aún ^^')
A esta autora la tengo agregada en las redes sociales, pero nunca hemos intercambiado mensajes, vete a saber, hay gente con la que hablo más y otra pues nada.
ResponderEliminarYo también sufrí el spam por tuiter, así por la cara porque además ni siquiera soy lectora de este tipo de novelas y es algo que me da mucha rabia: el spam indiscriminado u.u
Por otro lado, a juzgar por esta crítica, me pregunto si en las editoriales se preocupan realmente en editar las novelas en condiciones, en teoría hay controles, pero solo en teoría, claro. Igual de este embrollo se podía sacar algo en claro, no lo sé, es complicado, y si no, pues fácil: que no lo publiquen u.u
La autocrítica también es muy importante y parece que se usa poco, conocer nuestras limitaciones también.
A los comentarios de arriba: lo de ser autor/reseñista es algo muy habitual, no sé hasta que punto eso puede ser bueno para el escritor. Por mi parte he dejado de lado las reseñas literarias en mi blog personal (comentarios subjetivos) y si hago alguna será en goodreads o de uvas a peras.
Un dato curioso que he leído sobre esta señora en su sección de Wikipedia (Sí, tiene sección en wikipedia. Y yo no. I mean, impávida me hallo. (Sí, impávida <3)), y está escrito ahí que Warner Bros tiene en su poder los derechos o no sé que cosa de su novela El violín negro, y no se sabe si habrá una película o no.
ResponderEliminarImpávida me hallo. Muy impávida.
Impávida me hallo XDDDD
ResponderEliminarAlex, no diré que te quiero. Pero casi XD
¡Hola, malas hierbas! Es la primera vez que vengo a visitaros a vuestro jardín particular. Podéis darle las gracias a Laura, que os he conocido gracias a ella.
ResponderEliminarA medida que iba leyendo, aparte de desternillarme como no lo hacía en mucho tiempo, me iba haciendo una pregunta en mi cabeza:
"Pero esta señora... ¿de verdad que la gente compra sus libros? ¿Y LOS LEE?"
En serio, me resulta increíble. Todo es tan grillado, simplista y torticero que sé que acabaría cogiéndole mucha tirria al libro como empiece a leerlo. Yo si lo hubiera tirado por la ventana, porque madre mía, ¡qué horror! Siento TERROR.
Ortiga, por lo que yo sé no, en Filología Hispánica no te enseñan a escribir así tal cual. Es sólo que mi inocencia estudiantil me lleva a pensar que si haces una carrera en la que forzosamente vas a tener que leer mucho y analizar lo que estás leyendo al final podrás escribir mejor que un babuino especialmente listo xD Por eso me sorprendo un poco al ver estas cosas.
ResponderEliminarPero bueno, supongo que tienes razón, buscaré algún curso… y seguiré leyendo vuestras entradas, que realmente se aprende mucho xDDD
Y gracias por los ánimos n.n
Yo le tenía tirria a esta señora desde que leí El Violín Negro, en el que se dedica a destrozar El Fantasma de la Opera para que se amolde a sus fantasías extrañas y veo que no ha mejorado mucho.
ResponderEliminarYo le tenía tirria a esta señora desde que leí El Violín Negro, en el que se dedica a destrozar El Fantasma de la Opera para que se amolde a sus fantasías extrañas y veo que no ha mejorado mucho.
ResponderEliminar@Elewen: no sabía que era común que un autor fuese al mismo tiempo reseñista y ahora que releo mi comentario me arrepiento de postearlo, porque no sé si se aprovecha de su puesto para darse publicidad o simplemente le hicieron la reseña de buena fe. Dicho eso, a mí personalmente me parece que ser al mismo tiempo escritor y reseñista puede dar lugar a situaciones de ética dudosa (más aún si el autor del libro trabaja en la misma publicación donde aparece la reseña): el reseñista puede alabar el libro porque es de su amigo o no quedar mal con él, porque planea publicar una historia parecida y quiere subirse al carro, porque le pagan las editoriales, etc. También puede ocurrir lo contrario y que ponga a parir a un libro sólo porque no concuerda con las opiniones personales del escritor en la vida real o se lleven a matar o yo que sé. Me imagino que estos serán sólo casos aislados y que normalmente se intenta reseñar de la forma más objetiva posible. He intentado buscar la dichosa reseña para comprobar cómo estaba escrita, pero no la he encontrado como tal (aunque sí he encontrado una en formato de entrevista: http://www.heraldo.es/noticias/cultura/2012/11/14/quot_con_fantasia_puede_vivir_libro_quot_211840_308.html).
ResponderEliminar@amsc el ejemplo más destacado que se me ocurre es Ruescas, pero si te das una vuelta por miles de blogs literarios verás que mucho de ellos además de hacer reseñas (con más o menos objetividad o subjetividad) también son escritores en ciernes o con alguna publicación en cualquier formato.
ResponderEliminarPersonalmente, como decía no sé hasta que punto está bien, y yo misma lo he hecho y también escribo, pero me estoy quitando, al menos en blog personal ^^!
Me encanta tu reseña <3
ResponderEliminarYo me fió bastante de vosotras y seguro que el libro es así de malo, por mi parte nunca me ha llamado la atención, ya la sinopsis me parece un muermo, y vamos tengo más claro que el agua que no leería este libro nunca.Ojala nunca me lo den ni gratis.
Y lo de que por leer eres un bicho raro y no se que me ha parecido una puta broma, a mi me gustaría que esta reseña la leyera la autora.Joer no sabéis lo que daría por ver su cara XD XD A mi me siguió en Twitter y como no la seguí, me dejo de seguir y así.Lo peor es que tiene más libros os aviso, podéis probar con los otros lo mismo son aún peores XD
Un beso
Puff!!!
ResponderEliminarPuede que la novela sea mala, pero leer algo a sabiendas de que va a ser una mierda para luego criticarlo, es de masoca y/o de mala persona (la proporción la desconozco,,, aunque se intuye bastante).
Recomendaría a la gente que huyera de este blog como de la peste, pero ni eso te mereces. Tu forma de escribir es bastante lamentable, tanto que uno, a los pocos párrafos, no sabe si seguir leyendo o hacerse el hara kiri.
No te deseo la menor de las suertes... pero seguramente y por desgracia, seguro que medrarás y lograras vivir de la "literatura" (si es que a lo que tu haces se le puede considerar literatura). Las "criaturas" trepadoras y rastreras como tú suelen hacerlo, como estamos cansados de ver en multitud de ámbitos de nuestra sociedad.
Pero desde luego, no lo harás gracias a mi ni a nadie que yo conozca.
A mas ver,
J.
Hola J, aquí una lectora habitual de este blog, así que vamos por partes:
EliminarLa verdad yo soy neutral sobre leer o no "libros malos" (¿Ya conoces esa pelea de "no puedes saber si es malo si no lo lees" contra "si te parece malo no lo leas" y sus intermedios?), pero creo que todo libro debe tener críticas positivas y negativas, pero lo lamentable es que la mayoría cierra la boca cuando no le gusta algo o peor cae en la hipocresía y lo alaba, este mundo necesita puntos de vista negativos aunque duelan y por eso leer aunque sepan que será malo para darnos una reseña negativa es muy valiente y bueno para nosotros.
Una acotación sobre tu comentario textual, es que casi muero por la risa que me causan tus tres comas, uh~~~ comas suspensivas:
"(la proporción la desconozco,,, aunque se intuye bastante). "
Espera un minuto, acabó de leer tu segundo párrafo ¿Leíste a pesar de encontrar lamentable su forma de escribir sólo para criticarle? :O rápido, que deshonra, acabas de contradecirte, mejor te paso una katana para que uses tu plan del harikiri... Ah, sólo tengo un laito ¿Te sirve?
(Si es que sigue vivo) Sobre tu última parte del comentario sólo diré que ellas aquí hacen crítica, no literatura, pero buen intento. (¿Ves como se usa coma y no tres puntos antes de un pero?)
Saludos para ti, J.
Me he enamorado de lo de "criatura trepadora y rastrera" *-* Creo que empezaré a usarlo a partir de ahora. Las ortigas no somos plantas especialmente trepadoras, pero de todas formas me siento muy halagada ^w^
ResponderEliminar>>leer algo a sabiendas de que va a ser una mierda para luego criticarlo, es de masoca y/o de mala persona
J., criatura, nos llamamos las Malas Hierbas. Lo de mala lo llevo literalmente en el nombre. Te prometo que no entiendo dónde está tu confusión.
@Trixie, yo soy muy fan de las comas suspensivas. Y si de suicidar a alguien se trata... yo no tengo ningún arma japonesa a mano, pero me ofrezco a ayudar gustosamente con mi guadaña è.é
Nuestro troll está tan confuso que se hirió a sí mismo (con una katana).
ResponderEliminarQuiero decir, es evidente que la única mala hierba del jardín que trepa son las zarzas :3 Además,,, sólo la confusión explicaría de forma coherente las astutas conclusiones de J. sobre la moralidad del blog (y sus correspondientes dudas sobre proporción masoquismo/maldad).
Estoy segura de que ahora mismo todos estáis admirados de mi envidiable manejo de las comas suspensivas :D
El comentario que olvidé. Como ya decía antes en esa reseña de Frozen, he conocido el blog a través del enlace de una compañera que a tenido sus desencuentros a través de la red con la autora de esta novela tan ejem no se cómo calificarla. Vamos que es una novela juvenil pero juvenil del todo no es porque viendo lo visto... Lo que me gusta de esta reseña es la sinceridad con la que se han tratado los aspectos negativos de este libro que al parecer todo es malo lástima de árboles que no se imaginaban ser reutilizados así. No es una entrada negativa convencional, no ha gustado pues se explica por qué aunque a los seguidores les duela que para eso uno es libre. Me seguiré pasando por aquí a ver qué más encuentro. Un saludo.
ResponderEliminarHace tiempo leí esta rese...esto, me reí a carcajadas y me dije "no será para tanto". Ya había leído otro libro de la autora, "El violín negro", y aunque no me encantó, no estuvo tan mal. Además, a mí la sinopsis me llamaba la atención. Así que decidí no haceros caso y leer el libro. HORROR.
ResponderEliminarDesde la página 2 no podía soportar a la protagonista. En serio está Obsesionada (creo que si realmente tuviera una enfermedad, y todo fuera resultado de su obsesión, el libro ganaría puntos) y es "superespecial". Decidí hacer como vosotras y marcar todo aquello que no me gustara, pero al final me rendí porque estaba marcando el libro entero. Dios, os aplaudo, menudo coraje para terminarlo. Yo estoy crispada de los nervios y no he pasado de la página 32.
Un saludo,
Laura
¡Ortiga eres un monstruo! Ese espécimen de... de... bueno tenía intenciones de decir "espécimen de ser humano" pero por fortuna es ficticio (solo en parte, pero bueno); en fin, solo digamos que es un pobre intento de personaje. ¿Cómo te atreves Ortiga a decir que es una retrasada mental? ¿Que te han hecho los retrasados mentales para que los insultes de ese modo?
ResponderEliminarNo,ya en serio, estoy indignada, ese es un trastorno muy serio, ese problema a nivel cerebral no es culpa de las personas que lo padecen, con esto soy quisquillosa, es muy ofensivo que se usen esos términos (trastornos y enfermedades) como insultos o peyorativos.
Supón que como yo tienes un pariente con ese retraso y vas y te encuentras en TODO lado que a cualquier imbécil que sale con alguna estupidez le adjudican el título de retrasado. Ya es el colmo de la inconsciencia humana. No me esperaba algo así de parte de una mala hierba, es como llamar a este virus Libro y a su creadora Escritora, así con mayúsculas, así de horrible se siente.
P.D: Por otra parte, pensar que hayan personas adultas capaces de publicar una cosa como la que has descrito me parece mas preocupante todavía.
¿Sabes qué, Marceliitha? ¿Que te tengo que dar la razón? Fue muy poco acertado por mi parte utilizar ese término (últimamente estoy reflexionando un poco sobre teoría tras la corrección política y veo con más claridad mis meteduras de pata). Todas mis disculpas.
ResponderEliminarNo puedo prometer que no vaya a volver a pasar porque este tipo de cosas son de erradicación lenta, pero... estoy trabajando en ello.
Con amorr,
O.
Anda, la segunda frase no se suponía que fuese una pregunta. Creo que tengo el cerebro un poco frito a estas horas... xD
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