No, por si os lo estáis preguntando, no soy Ortiga. Una pista: mi estilo son las emboscadas y los sacrificios de sangre.
Todos los que hayáis pensado Zarza podéis comeros un par de moras a mi salud. El resto podéis intentarlo.
Bien. Dicho esto, empecemos.
Sé que más de uno dudabais de mi capacidad para acabar un libro de Megan Maxwell, y debo admitir que yo misma albergaba cierta incertidumbre. Ah, criaturas de poca fe. Ha sido una tarea ardua, pero lo he conseguido. De hecho, sabiendo que este momento llegaría, la novela que he escogido de Megan Maxwell se titula Te lo dije. Pensé que todos vosotros, pequeños incrédulos, sabríais apreciar la ironía.
No obstante, tengo que admitir que al principio estuve planteándome escoger otro libro de la misma autora, Casi una novela, que por el título me parecía una historia con expectativas más realistas. Aunque ahora que tengo conocimiento de causa me veo obligada a deciros que eso de casi me parece de un optimismo que raya en lo esperpéntico.
Título: Te lo dije.
Autora: Megan Maxwell.
Sinopsis: “Si regalaran un diamante por cada disgusto que da la vida, sería multimillonaria”, pensó Victoria cuando encontró a su novio liado con su mejor amiga el día antes de su boda. Y tenía razón, porque a pesar de sus gafas de Prada, de sus bolsos de Chanel, de sus zapatos de Gucci y de todos los Carolina Herrera del mundo colgados en su armario, Victoria solo era una mujer amargada que vive en la mejor zona de Madrid. En medio de este caos emocional, su empresa le ha dado dos meses para ir a Escocia, localizar a un conde de nombre impronunciable y convencerle de que debe firmar un contrato de cesión del castillo de Eilean Donan para rodar un spot publicitario de una marca de relojes. Dos meses o estará de patitas en la calle y perderá su flamante estilo de vida. Con un fracaso amoroso a cuestas, una maleta llena de ropa de marca, y una misión empresarial, Victoria, acompañada por su hermana Bárbara la alternativa, se encamina a las Highland en busca del conde McKenna. Allí solo ve un lugar lleno de lluvia, de paletos y de vacas. Ni rastro del conde. Y lo peor de todo; Niall, el que se considera la mano derecha del invisible aristócrata y al que Victoria se refiere con los apelativos de cromañón, paleto y bestia, tiene un plan muy bien trazado sobre cómo tratar a una española gruñona. Te lo dije es una novela divertida, carcajeante a veces, salpicada de escenas emotivas capaces de hacer suspirar. Una novela con muchas posibilidades de provocar un nudo en el corazón.
Bien, estoy segura de que con sólo leer la sinopsis ya podréis apreciar la calidad literaria de esta gran obra. Pero, como sabéis, me comprometí a hacer una crítica constructiva de este libro para las Jornadas Arcoíris. En fin.
Lo prometido es deuda.
Te lo dije es una historia fantástica, un libro buenísimo de casi trescientas páginas, y aunque son muchas sus incontables virtudes, me veo obligada a destacar una en concreto: el final. Porque existe.
Fin.
Fin.
Nota: No sabéis lo eufórica y desesperadamente agradecida que me siento de que las chicas de Recuerda que me quieres se hayan equivocado. Me tenían temblando con aquello de «Seguramente estabais esperando la palabra fin. Dejadnos deciros algo: los finales, en realidad, no existen. Son un invento. Una gran mentira disfrazada de verdad.»
También me habría preocupado mucho si el título del libro fuera La historia interminable. Cielos. No.
Hola Zarza, hacía tiempo que no me pasaba por aquí y tengo que decir que ya echaba de menos el buen rollo que emana de este blog jaja. Quiero que sepas que tienes todo mi respeto y admiración, has sido muy valiente a la hora de prometer lo que has prometido. Yo a día de hoy sería incapaz de hacer la promesa de leer algo de Megan Maxwell, lo he intentado pero no he podido ir más allá de la sinopsis... Que cosa tan extraña, ¿no?... Pero bueno después de leer tu crítica tan constructiva, ya puedo dormir tranquila al saber que al fin y al cabo, sus libros tienen un final, gracias...
ResponderEliminar¡Saludos hierbajas!
He sufrido mucho con la lectura de este libro, pero si ha servido para traer paz y sosiego (en efecto, afortunadamente el libro acaba, ahora lo sabemos todos), bienvenido sea.
ResponderEliminarLas Jornadas Arcoíris son el reto más duro al que me he enfrentado en mucho tiempo. Ahora me estoy desintoxicando leyendo a Cormac McCarthy, y la sensación es sospechosamente similar a respirar una bocanada de aire de las montañas después de que alguien haya intentado estrangularte con una bolsa de plástico.
La crítica más constructiva que he leído nunca. No tengo palabras.
ResponderEliminarQué puedo decir. Me sale natural.
ResponderEliminarTe cuento lo que me ha parecido tu crítica, en dos palabras: im presionante. Jajaja, genial. Nunca me hubiera podido imaginar que la novela tenía fin.
ResponderEliminarMe he quedado muerta... buscando más y bajando la pantalla y subiendo buscando por donde seguía la reseña.
ResponderEliminarLo único que has mencionado es que tiene un final!!!! XDDDD
Ya tiene que ser malo.
Pero esperaba alguna extracción de una maravillosa frase que tirar a la basura o algo... no se.
Ojalá volvieran las Jornadas Sangrientas, o las Jornada de la Urticaria jajajaja porque siendo plantas tan malas..... :P
Un abrazo
No os sigue
A
Acabas de darme más motivos para no leer a esta señora. Parece que solo sabe escribir pseudonovelas de "serso" y poco más.
ResponderEliminar