Autora: Heather Jones
«Lucy Warner has managed to fall in love with her roommate Ryan – who has been dead for about 25 years. Since he’s been haunting her bedroom from the time when she was a baby, they have grown to be very close friends; a secret no one else knows about, not even her best friend Ling. Sure, he’s obnoxious and rude, and tends to be a jerk half the time. But no living boy has been able to make her laugh, melt her heart, or drive her absolutely nuts the way that Ryan can.
The summer after high school graduation, Lucy finds herself newly single, and slightly bitter after a bad breakup. When Ling sets her up on a date with Jon, she plays along to try and forget about her ghost, and get on in life with a real living guy. At first, she’s not even attracted to Jon; he’s awkward and unsure of himself, yet he has a sweet side that keeps her hanging around. But when she suspects that he can see ghosts too, keeping Ryan a secret gets a little complicated.
As Ryan starts to worry that he is loosing his only friend, he starts acting up to regain Lucy’s attention. Throw in an ex-boyfriend recently turned stalker, and Lucy has one crazy juggling act on her hands for the summer.»
Así que… una reseña arcoíris, ¿eh? Y se supone que el objetivo es ser siempre-positiva-nunca-negativa y alabar todos los puntos chupi-guays de una novela juvenil, ¿eh? Porque, claro, es que nunca decimos nada bueno de ningún libro, en este insidioso jardín del mal, dicen las buenas lenguas (pobrecitos Olvidados).
Y yo que pensaba que en esta vida era importante eso de la honestidad. ¡Ingenua de mí! Por supuesto que la primera regla del mundo editorial es no pinchar egos ajenos ni herir sensibilidades. En cualquier contrato editorial que se precie, existe una cláusula en letra pequeña que lo especifica muy claramente: el autor o autores de la obra que se va a publicar queda/n completamente exento/s de tener que sufrir las tan molestas opiniones y críticas negativas de su obra. Sólo se admiten palmaditas en la espalda y dulces por Navidad y por su cumpleaños. Y ¿quién soy yo para contradecir la ley?
¿Reseñas positivas queréis? Reseñas positivas tendréis. Al fin y al cabo… no soy más que una mala hierba, ávida de atención y cariño por parte de una marabunta de caras anónimas al otro lado de una pantalla de ordenador. Solo vivo para complacer a mi público.
Así que, queridísimos hierbajos y hierbajas, quiero compartir con vosotros la primera (¿única?) de mis críticas arcoíris. Y esta está dedicada muy especialmente a todos nuestros encantadores y silenciosos detractores.
De acuerdo, en primer lugar, decir que la sinopsis es cortesía de Amazon, y la recomendación de este libro vino de la mano de tamiester9. ¡Gracias!
No, de verdad, tamiester9, muchísimas gracias. Eres un amor. ¿Cómo supiste que mi pasatiempo favorito para las tardes de domingo era echarme un par de biodraminas al gaznate, para controlar las náuseas, y entretenerme ejercitando mi capacidad mnemotécnica selectiva? Pasé una tarde divertidísima.
Pero bueno, empiezo ya con lo que de verdad nos ocupa. Y comenzaré, como siempre, por la sinopsis.
¿Qué queréis que os diga sobre la sinopsis, aparte de que es perfecta y maravillosa (¡arcoíris, unicornios!)? Es decir, hace un empleo impecable de las mayúsculas, y usa la palabra «obnoxious». Eso es calidad literaria, me diréis que no. Y no solo eso, ¿os habéis fijado en el nivel de detalle y dedicación que la editorial ha conferido a esta edición? Podrían haber dicho que Ryan estaba preocupado por que «he is losing his only friend» (que fuera a perder a su única amiga), pero en lugar de eso han preferido decir «he is loosing his only friend» (que estuviera aflojando a su única amiga). Son esos pequeños detalles los que hacen el conjunto mucho más mejor, como cuando una servidora está leyendo Fanfiction.net y se encuentra con «calores abrazadores». Resulta todo tan entrañable.
Vamos, que si yo me hubiese encontrado este libro por casualidad en la librería, hubiera sucumbido inevitablemente a la originalidad de su historia de amor imposible, y me habría llevado un ejemplar a casa, para devorarlo a la romántica luz de las velas. Pero ¿qué digo, un ejemplar? ¡Dos! Tendría que tener uno de repuesto, por si alguna desgracia imprevista aconteciera y el primero quedase inutilizable (algún trágico accidente, como una competición de lanzamiento de libros al fuego [abrazador]. Esas cosas pasan).
En fin, para los estéis ya mordiéndoos las uñas ansiosamente, preguntándoos dónde podéis adjudicaros uno de estos especímenes, debo deciros que, hasta donde he podido averiguar, este libro no ha sido traducido al español todavía. Así que, si no sabéis inglés, tendréis que tener paciencia. Pero, no desesperéis, pensad que (tal y como está el panorama editorial hoy día) una joya como esta no estará fuera de nuestras librerías por mucho tiempo. Alguien seguro que comprará los derechos en breves y podréis disfrutar de esta historia en todo su maravilloso esplendor.
Entre tanto, para aquellos de vosotros que no sepáis inglés y que, por ende, no os hayáis enterado de la misa la media de lo que va la novela, os dejo aquí un link al blog Mi obsesión por los libros, que tiene colgada una especie de sinopsis hecha por algún fan en español (podría traducir yo la de Amazon, pero soy una mala hierba muy vaga).
Bien, pues… ¿qué tal si comenzamos ya con la crítica propiamente hablando?
Pero antes de empezar, permitidme que haga un inciso para decir que esta novela es absolutamente fantabulosa y maraviestupenda. En serio, es chupi-guay. Todo el mundo debería leerla, porque cuenta una historia de amor muy bonita entre una chica de dieciséis años muy original y un fantasma que vive en su cuarto, y duermen juntos por las noches haciéndose arrumacos, y es todo muy dulce y muy bonito, ¿entendéis? Así que se la recomiendo a todo el que le guste leer sobre historias de amor chupi-guays y muy bonitas.
La historia va de eso exactamente. La protagonista resulta que puede ver fantasmas y, casualidades de la vida, resulta que en su casa vive el fantasma de un chico muy majete que murió en un accidente de coche cuando tenía 19 años. Así que básicamente la chica se ha criado con este muchacho, y jugaban a las muñecas y a tomar el té cuando ella era pequeña y todo eso. Y ahora que ella tiene como 16 o 17 años (bueno, se supone que tiene 18, pero yo hablo de edad mental, vaya), pues por fin ha conseguido superar ese molesto imperativo biológico evolutivo que normalmente controla el cerebro humano para evitar casos de endogamia, ya sabéis, ese que habitualmente impide que puedas enamorarte o sentirte físicamente atraído por una persona con la que has mantenido una convivencia muy estrecha durante tus primeros años de vida (como, por ejemplo, tus hermanos). Pues eso, que superada la barrera de los quince, nuestra Lucy se da cuenta de que está perdidamente enamorada de Ryan, y es una putada porque, en fin, él está muerto, y ella no. Ya sabéis. Así que nuestra prota, que es una chica así como muy apañada, ella, pues intenta buscarse la forma de vivir una vida normal, a pesar de todo, y se echa un noviete también muy majo (aunque al principio no le emociona demasiado), y mientras por las noches pues se sigue haciendo arrumacos con el muerto, para no perder la costumbre, y eso.
El núcleo. ¿De qué nos quiere hablar esta historia? De nada. Menos mal. Es que, qué pesada la gente esta que se empeña en intentar hacernos pensar con los libros, ¿no? Es decir, por favor, yo leo para entretenerme, ¿sabes? Si quiero pensar, me pongo la tele.
Seh, algo así. |
Los personajes. Todos son perfectos y están maraviestupendamente trabajados, por supuesto. Divinos. La prota es una adolescente maja y apañada, el fantasma es un adolescente con demasiado tiempo libre, el noviete es un romántico un poco inseguro. Estos tres están bastante bien caracterizados, en realidad. La familia de la chica también es decente, aunque no aparezcan mucho (la mejor caracterizada de todos: la hermana chiflada, que no se sabe de dónde sale ni a dónde va, y se adapta a las situaciones según le venga mejor a la autora. Un personaje muy versátil y muy agradecido, sin duda). La familia de él, por el estilo, más o menos. Y luego tenemos a Ling, la amiga de Lucy, que es la prueba literaria de que ninguna chica necesita conservar a sus antiguas amigas una vez que se ha echado novio: es mucho más cómodo echarse amigas nuevas del círculo del novio, para que ello propicie pasar más tiempo los dos juntos, dónde va a parar. Ah, y no podría acabar sin hablar del exnovio psicótico y stalker de Lucy: en toda historia que se precie hace falta un loco cuya locura injustificada le dé una chispa de imprevisibilidad al asunto.
Ninguno de los personajes parece tener objetivos fuertes a largo plazo. La historia tira para adelante sencillamente narrándote la tierna historia de noviazgo entre Lucy y Jon, mientras ella se debate consigo misma entre si Jon le mola o no le mola. Esto es un alivio, la verdad, porque probablemente tener un objetivo inconsciente a largo plazo iba a ser rizar ya demasiado el rizo, y hemos quedado en que, para pensar, mejor ver la tele.
Y, por último, la prosa. No puedo hablar de la calidad del empleo de la lengua porque (obviamente) lo he leído en inglés, pero mi impresión general a grandes rasgos es que es pasable: la selección de elementos en las descripciones es buena (tanto mejor teniendo en cuenta que no hay intención comunicativa subyacente que pueda recalentarle el cerebro al lector), a veces es un tanto explicativo (gracias a Dios que nos mastica las cosas, probablemente no hubiera podido entender nada de lo que sucedía sin la inestimable ayuda de la autora), no he visto que haya muchos terneros agazapados dispuestos a saltarle a uno a los ojos… Como digo, no está mal.
Bien, pero antes de irme quiero hablaros de tres cosas genialosas que me han enamorado de esta novela, una de las cuales en concreto fue la responsable de que tuviera una tarde de domingo tan interesante. Atención, spoilers:
-El hecho en sí de que Lucy pueda ver fantasmas resulta en el fondo accesorio: es algo que sencillamente «es así», y la autora no se mete a explicar si tiene alguna razón de ser en particular. Tampoco se sabe por qué hay fantasmas, si hay motivo en concreto por el que alguien se convierte en fantasma al morir o es algo que le sucede a todo el mundo por igual y ya está. De la misma manera, la habilidad de Lucy no se utiliza para ningún fin durante toda la historia, más allá de permitirle mantener conversaciones con Ryan: la vida de Lucy es rigurosamente ordinaria, no hace nada fuera de lo común en su día a día, salvo porque cuando llega a casa se dedica a hablar aparentemente consigo misma durante horas. Una vez más, sólo decir que es un alivio que la autora se haya evitado quebraderos de cabeza: todo es mucho mejor cuando no tienes que darle demasiado al coco, ni preocuparte por duda existenciales.
-A las tres semanas de estar saliendo juntos, Jon le confiesa a Lucy que «la ama». Y se siente muy ofendido cuando ella le dice que llevan muy poco tiempo juntos, y que no está segura de si ella se siente igual. Dos semanas más tarde, gracias a Dios, Lucy ya ha tenido tiempo más que de sobra para pensárselo y decide que ella también ama a Jon. Qué tiernito es todo. El único fallo de la novela es que no decidan casarse antes de que se acabe el verano. ¡Qué decepción!
-Y el final. Ese maravilloso final. El final que me ha tenido en vela durante una semana antes de verme emocionalmente capaz de escribir esta crítica. Ese final.
El final que fue capaz de ablandar los negros corazoncitos de todas las malas hierbas (o, en mi caso, el estómago). De verdad, cuando les relaté el final a Zarza y a Cicuta, pusieron caras muy parecidas a las de El grito de Munch. Cuando se lo conté a Cardo, días más tarde, su reacción fue quedarse impávida y, acto seguido, empezar a sangrarle la nariz (true story).
¿Queréis saber de qué final exactamente estoy hablando? Bien, seguid leyendo, pero siempre bajo vuestra responsabilidad.
Resulta que este libro, que es como una cosa muy ligera y amena de leer, sin grandes complicaciones, vaya, que te narra la apacible vida de una chiquita que se echa un novio mientras todavía no ha decidido si dejar de obsesionarse con el chico mayor que ella que la ve como a una hermanita (mentira, pero bueno, eso es lo que ella cree). ¿Qué pasa? Que si el libro hubiese terminado de la misma manera que había ido hasta ese momento, pues hubiera quedado muy anodino y muy aburrido, ¿verdad? Así que hacía falta un giro argumental inesperado (o varios).
Bien, poneos en situación: es de noche, la prota y su tortolito fantasma están solos en casa. Llaman a la puerta. El fantasma le dice a la chica que no abra (podría ser más específico y decirle por qué, pero eso impediría que ella abriese, de hecho, y se acabaría la gracia). De acuerdo, ella abre la puerta, porque cree que es el novio, que vuelve para resolver una disputa que acaban de tener. Pero, no: es el exnovio psicótico (sorprendente giro argumental), que se autoinvita a entrar y sube al cuarto de la chica porque «quiere hablar con ella». ¿Qué es lo que quiere? Quiere que vuelvan a salir juntos, a lo que ella le responde mandándole abiertamente a la mierda. Forcejean, él la estampa contra una pared y se le adhiere a la boca, ella le da una patada en los huevos (todo esto debe de ser muy silencioso, dado que el fantasma no acude, atraído por los gritos, a ver qué diantres sucede). En fin, más forcejeo, y al final el chico la tira sobre la cama y la inmoviliza y, así, sin anestesia, la autora procede a decirte que él se abre la bragueta y le aparta las bragas a ella. Ahí por fin entra en escena el fantasma que, en lugar de hacer algo útil como… qué sé yo, tirarle libros a la cabeza al colgado (que no le va a matar, pero al menos le asustará lo bastante como para darle algo de ventaja a la niña), pues lo que hace es ponerse detrás de él y concentrarse en… no se sabe qué pretende, la verdad. Bueno, pues el loco procede a violar a la niña, así, sin anestesia, también, porque no hay nada que se lo impida. Y no se trata de que la autora te lo describa recreándose innecesariamente en los detalles morbosos ni nada por el estilo, se trata de que es la escena de violación más surrealista e increíble que he leído hasta el momento…
¡Oh! Esperad, esperad. Se suponía que esto iba a ser una reseña arcoíris. Eh, pues… bueno, bueno, una violación impecable, ¿eh? Técnica y ejecución envidiables, fantásticamente llevado, de verdad. Yo me lo creí. Casi me sentía como si estuviese allí en la habitación con ellos de verdad, específicamente detrás del fantasma. Sentada sobre el escritorio. Comiendo palomitas.
En fin, volviendo al lío. El loco está en proceso de violar a la muchacha, y entonces de repente se para y, ¡nuevo giro argumental!, el fantasma lo ha poseído. Bueno, pues Ryan en su cuerpo prestado se aparta de la chica, se recoge, y le suelta: «I might have dreamed of making love to you, Lu, but never like this» (traducción propuesta: puede que haya fantaseado con hacerte el amor, Lu, pero no asi). Así, tal cual. Porque este es el tipo de frase perfecta para decirle a una chica a la que acaban de violar, ¿no opináis vosotros igual? Máxime teniendo en cuenta que se lo está diciendo el tío (o el cuerpo del tío) que acaba de violarla, de hecho. (Este fue el momento en el que a la pobre Cardo empezó a sangrarle la nariz.)
Bueno, pero la cosa no se acaba aquí. No, señor. Aún queda un sorprendente giro argumental más por llegar.
La chica se recompone, se levanta, se sube las bragas y… aquí no ha pasado nada, señores. Circulen, circulen. No hay nada que ver. (De verdad, se lo toma con una naturalidad, la muchacha. Menos mal que era virgen.)
Bueno, pues el fantasma decide que va a encargarse de que el loco no vuelva a hacer daño a su chica, así que se lo saca de la casa y se planta en mitad de la carretera a esperar a que pase un coche. Así, tal cual.
No pasa un coche. Pasa un camión. Casualidades oportunas de la vida. (Nah, es mentira, pasa un coche. Pero me negaréis que no hubiera quedado cachondo, ya puestos a pedir.)
Lucy sale corriendo de la casa (en taconazos) tras su violador poseído, dispuesta a evitar que Ryan mate a nadie. Se lanza para apartar a su exnovio quarterback (o algún otro tipo de mole deportista, no lo recuerdo) y de hecho logra apartarle. A ella se la lleva el
PLOT TWIST!!!! |
Pero el libro no acaba ahí (ilusos). Durante los siguientes capítulos (sí, en plural) la niña, ahora convertida en fantasma, se dedica a llorar su propia muerte (la violación no vuelve a mencionarse ni se le concede la menor importancia), a aterrorizar a su hermana mayor (que puede ver fantasmas también) y a jugar al tú la llevas en el patio de atrás de la casa con el otro fantasma. True story.
Y ahora sí. Fin.
Potabilidad: se puede potar (yo casi lo hago).
Carcajadas: 0/10
Otras páginas que tienen publicadas críticas o reseñas de este libro, por si os interesa contrastar: ¿podéis creeros que no he sido capaz de encontrar ni una sola crítica sobre este libro en internet? Todo lo que me aparece son entradas en las que ponen la sinopsis y un link de descarga.
Aprovecho, no obstante, para hacer publicidad de esta página de Facebook: Sinopsis de Cine, porque no tiene desperdicio. Mi crítica está un poco inspirada por las reseñas que hace este tipo tan simpático (al menos el estilo de humor [ahí está el intento, vaya]), solo que a él le sale mucho mejor esto de hacer gracia a lo positivo (yo soy más de ser puta, qué le vamos a hacer; honestidad ante todo).
[Nota: buena suerte separando la verdad de la paja en esta crítica, por cierto. Hay momentos en los que me cuesta hasta mí, y eso que soy la que lo ha escrito. Pero esto es lo que sucede cuando lo único que se dicen son cosas lindas sin ton ni son ni ningún tipo de criterio. Espero que lo hayáis disfrutado, porque esta es una de esas cosas de "una y no más, Santo Tomás" :D]
Hola!
ResponderEliminarPues lo cierto es que este libro no me ha llamado nada de nada de nada de nada...(queda claro que no lo pienso tocar, ¿no?), porque lo cierto es que he sido mala y he leído la parte de spoilers (me gusta el riesgo) y eso de que la violen y se quede tan pancha..., ¿en serio? pues olé sus ovarios, porque vaya tela. Y el final, pufff, vaya birria, aunque se veía venir por el tipo de novela. Si esta no hubiese sido una reseña arcoiris, te habría quedado mejor, sin duda.
Besos!
Opino como tú, Chibita: no me ha quedado muy allá xDD Es la primera vez que pruebo a hacer algo así, y creo que queda claro que no es lo mío (bueno, dicen por ahí que la práctica hace al maestro, pero eso es cuando estás dispuesto a practicar, y me parece que con esto en concreto no va a ser el caso.. jeje).
ResponderEliminarPero el hombre de Sinopsis de cine es un crack. En serio. Me meo de la risa leyéndolo.
Muy divertida la reseña, siempre os leo me es indiferente si hay sangre o arcoíris xD
ResponderEliminar... los autores ahora se quieren parecer a George Martín con eso de dar sorprendentes giros argumentales, con lo mejorable que hubiera quedado el libro si la prota hubiera llevado al fantasma a la luz cual Melinda Gordon
O podría haberse llevado a sí misma hacia la luz, también *-* ya puesto...
ResponderEliminarEntre los que se ponían con las chicas asesinadas en el teatro del otro día, y la violadameasubolasbragasyluegomeatropellan de hoy, me hallo impávida.
ResponderEliminarPor cierto, ¡esta no es mi Ortiga, que me l'han cambiao!!! Si se hacen votaciones, casi que yo vería más mejor volver a lo de antes, ;)
Voy aproximadamente por la página 100 de la novela de Megan Maxwell que estoy leyendo. Creo que el día que publique la entrada al respecto todos lloraremos.
ResponderEliminarAl menos me sentiré feliz de saber os he hecho llorar.
.... o-O Luego de leer el final no sé que pasará primero, pero o me sangrara la nariz, que no sangra porque creo que se me atasco un pedazo de cerebro o si vomitaré. No quiero ni saber que pasaría si leyera el libro en persona y antes ni me llamaba de por sí.
ResponderEliminarSaludos y que estén bien.
El final es una cosa increíble. En serio. ¿No lo visualizáis?
ResponderEliminarÉl: Fíjate que he fantaseado con este momento y tal, pero nunca me lo había imaginado así.
Ella: Pues yo sí. Exactamente así.
No te jode.
Qué pedazo de historia tan original y qué final tan bien trabajado y creíble... Madre mía xDDDDDDDDDDDD No me extrañaría nada que el libro apareciera pronto publicado por alguna editorial española... Visto el panorama... xDDD
ResponderEliminarSinceramente, me uno a los que prefieren las Jornadas Sangrientas. Me he reído con esta reseña, pero prefiero que haya sangre, sobre todo con historias tan... así xD
Zarza, por curiosidad y si no es mucho preguntar: ¿cuál es la novela de Megan Maxwell que te estás leyendo? Si se puede saber, claro.
Enfins, llevo unos días saturadilla: ayer flipé en colorines con la peli Only Lovers Left Alive, dos horas y media que me parecieron cinco, y hoy le añadido a flipe, los plastidecores: ¿pero cómo pueden publicar algo así? Aparte de que es un refrito de mil más, joé, malamilk gasto esta mañana.
ResponderEliminarGracias por avisar.
Alissia
No tienes que agradecerme nada, Ortiga. Aunque yo no esperaba que usaras mi recomendación - de hecho, pensé que no la tomabas en cuenta- para una reseña arcoiris chupiguay.
ResponderEliminarEl final no podía faltar, y a eso hay que sumarle que la sinopsis dice que Jon ve fantasmas, siendo que eso no se sabe con certeza hasta unas páginas antes de que violen a Lucy.
Y por cierto, para nuestra inmensa felicidad, hay segunda parte del libro. Según la sinopsis Lucy ya es fantasma -trauma por violación ni se menciona- y la muy inconformista ahora no puede ser feliz con su fantasma y quiere a Jon. Dan ganas de volverla a matar.
¿Notaste que de repente la tipa era muy normal y después andaba más caliente que Bella en Eclipse? Y lo conversaba con su fantasma, y luego le recordaba que él estaba muerto, porque obviamente uno cuando quiere a alguien le recuerda las cosas malas y lo hace sufrir.
Mi parte favorita fue cuando leí la biografía de la autora.
Respecto a las cosas que no se explican, al parecer los fantasmas sólo viajan entre el cementerio y la casa donde vivían o donde murieron (no recuerdo bien) y no parecen tener ninguna gran ventaja en ese aspecto. Y yo siempre quise ser fantasma y teletransportarme por el mundo :-(
No mencionaste cuando Jon lleva a Lucy a las instalaciones de una antigua cárcel y hay fantasmas gritando y uno toqueteandose. JAJAJAJAJAJA.
Que final tan impactante! O___o
ResponderEliminarjajajaja
Yo el final lo veo muy poético, dramático y así como muy chuipiguay. Creo que me lo voy a comprar para este invierno, por si se acaba la leña de mi chimenea vaya.
ResponderEliminarLa reseña ha sido maxifantabulosa, Ortiga, tanto, que mientras la leía las palabras se reproducían con la voz de la princesa bultos en mi mente. Épico.
https://www.youtube.com/watch?v=bmGLacvxNCM
Jajajjajajaj me parto cn vosotras en serio. Y x eso se paga en amazon?? La ostia, deberian d pagar a la gente x leerlo!
ResponderEliminarMuy cuki vuestra reseña^^
Un saludo puto y seguid asi.
Como yo tmbn soy tela d cabrona, me gustaria haceros otra recomendacion d otro libro para reseñar: mi custodio d laura nuño. No he visto un libro en el k los personajes digan tantod tacos, y mira k yo tengo una bokita... (caca, culo, peo, pis u.u) y tmpoco he vist ni he oido d una albina virgen k se depile con laser todo el toto.
Menudo gasto "toto" d dinero
Ese libro lo encontré hace tiempo pululando por la blogosfera. Lo leí (bueno, lo "leí"). Ni siquiera valía para meterlo en la sección de innombrables, así que no me molesté en escribir nada al respecto.
ResponderEliminarIgual estoy yo mezclando cosas ("leo" mucha mierda, no puedo acordarme de todo), pero... ¿no era en ese libro en el que a la protagonista la desvirgaban a dedo para que (supuestamente) no le doliera la penetración? Ahí me acordé mucho de mi querida Cardo: el himen no está inervado; que lo que duele no es la ruptura del himen, vaya, sino que el canal es estrecho.
Pues si t digo la verdad Ortiga...no staba prestando muxa atencion, ya estaba mas harta dl libro. . Enana albina exandole cojones a maromos sobrenaturales to xungos...es k eres tonta y en tu casa lo saben
ResponderEliminarSe nota mucha ironía en esta crítica. Menos mal que eran las jornadas arcoíris, que si no...
ResponderEliminarDe todo esto hay algo que me escama, y es que ¿cómo diantres logró el psicópata ese entrar en casa de la chica, tocar a la puerta de su habitación y violarla SIN DESPERTAR A NADIE? ¿Qué pasa con esa familia, que están todos sordos como piedras? Vamos a ver, en una situación así se despertaría cualquiera (salvo un sordo) por muy pesado que tuviera el sueño. Os digo yo que hay gente que con que te levantes de la cama para ir al baño por la noche ya se despierta. A ver, con lo de la violación sigue extrañándome que nadie oyera nada, porque en ningún momento aparecen los padres para ver qué pasa en la habitación de su hijita, ¿no? Para mí lo más lógico hubiera sido ir a comisaría a denunciar los hechos (aunque hubieran tenido lugar de forma muy rara) y luego al hospital para que comprobasen la violación, o al revés. Lo de intentar salvarlo lo vería lógico si quisiera entregarlo a la policía, y luego lo del fantasma, si lo posee que lo haga bien y le obligue a entregarse, que no haga que se suicide. Ah, y otra cosa, ¿ella es la única que dice abiertamente que ve al fantasma? Si la hermana también puede verlos, ¿acaso ella no podía ver a Ryan, o eso de ver espíritus es algo selectivo y al azar?
Anónimo, en el momento de la violación la casa se encontraba convenientemente vacía (los padres habían salido al cine o algo por el estilo).
ResponderEliminarLo de la hermana es un drama: puede ver a Ryan, pero está acojonada de los fantasmas, y está como en modo negación. No sé, algo así.
Vale, gracias!! :D Eso lo explica, aunque me hace sospechar que seguramente el ex de Lucy haya estado espiándola. Lo de la hermana es raro, aunque habrá tenido años para acostumbrarse, concretamente los que lleve desde que nació.
ResponderEliminarLo que sigo sin entender es por qué quiso salvar al violador. Veo más lógico lo que te he dicho antes; denunciarlo o hacer que se entregue.