No quiero tampoco hacerme ilusiones, pero… ¡ojalá que tenga oportunidad de llenar esta sección tanto como se está llenando Los Innombrables!
Ya hablé en el blog de Mentes poderosas, de Alexandra Bracken, un libro que me encantó, y me hizo recobrar algo de esperanza en lo que a literatura juvenil se refiere. Recuerdo que, hablando con Zarza tras haberme leído la novela, me preguntó en qué índice iba a meter la crítica cuando la publicase en el jardín, refiriéndose a si iba a meter esa obra en la sección de Los olvidados (sección que, todos lo sabemos, tiene un nombre muy merecido [y no solo porque terceras personas la tengan un poco olvidada, ¿eh, Zarza? Indirecta sutil, **wink wink**]). Le dije que no. De hecho, le dije: «el libro es bueno, pero no es tan bueno». Es decir, tiene un núcleo (un núcleo que no es «el amor es chachi», me refiero), los personajes son tridimensionales y están construidos dentro de la narración, la selección de elementos/escenas es en general buena, la prosa demuestra intencionalidad a lo largo de la obra… Un buen trabajo, de verdad (y a mí personalmente me encantó, porque ese núcleo en concreto me gustó mucho). Pero también tenía sus cosillas: algunas escenas cojeaban en justificación, la historia de amor era un poco paletilla y un poco demasiado importante (también había un intento de triángulo, lo cual no deja de ser irritante)… Pero bueno, el conjunto resultaba de calidad moderada-buena (tirando incluso a bastante buena si tenemos en cuenta cómo anda la literatura juvenil hoy en día), así que se le podían perdonar algunas cosas.
Los dos libros de los que vengo a hablaros hoy van en esa línea, pero creo que son mejores (digo «creo», y en seguida veréis por qué, porque no puedo saber si hay un núcleo de experiencia). Siguen sin llegar a la categoría de un Olvidado, pero creo que merece la pena distinguirlos del grueso de libros que critico (además ya son tres, que queda mucho menos triste que crear una categoría para un solo libro [a menos que dicho libro sea una aberración, como Ex Libris, que claramente necesitaba una categoría para el solo (el hecho de que dicha categoría haya encontrado nuevos moradores a posteriori es otra cuestión)].
Así que, ya veis, Las honrosas excepciones va a ser la categoría en la que meta aquellos libros que sean algo más que meros abuelos Simpson y además se desenvuelvan en su cometido con dignidad o incluso con gracia.
Comencemos.
Lo primero que quiero decir en esta ocasión es que no he terminado de leer los dos libros de los que voy a hablaros, así que tened muy presente que las valoraciones que voy a hacer están basadas única y exclusivamente en las primeras 130 páginas de ambas obras.
Dudas muy razonables. |
¿La verdad? Sencillamente, no son mi estilo de historia. Es rollo fantasía épica (más o menos) y hace unos cuantos años que dejé de estar muy interesada en el tema. Es pura preferencia personal, nada que ver con la calidad de la obra, os lo aseguro.
Además, se trata de libros muy largos (casi quinientas y más de ochocientas páginas, uno y otro). Podría hacer lectura diagonal, terminarlos rápido y hacer una crítica de cada uno de ellos, pero me parecería una ofensa al libro. Una tiene principios. Leer estas dos novelas de la forma en que deberían ser leídas me llevaría un tiempo que simplemente no me apetece dedicarles en estos momentos (y menos aun teniendo en cuenta que no me voy a poder reír de ellos, claro). Ando liada con muchas otras cosas, y no quiero estancarme.
Dicho lo dicho, aquí os los dejos:
La corte de los espejos, de Concepción Perea
«La corte de los espejos, de Concepción Perea, es una novela de narrativa fantástica para adultos basada en la iconografía y las leyendas británicas y el folclore celta. La historia de Nicasia, la Dama RecorreTúneles, y Dujal, el phoka más astuto de la Corte de los Espejos, quienes desenmascararán una rebelión contra la reina Silvania. Con un ritmo endiablado que se mantiene a lo largo de sus numerosas páginas. Derrocha imaginación, pero sin enmarañar la trama aventurera, que es interesantísima y contiene altas dosis de intriga. Una novela que gustará, y mucho, a los lectores de Trudi Canavan y Patrick Rothfuss, y al lector más adulto de Laura Gallego. Concepción Perea es una autora que sorprende: es su primera novela, pero no lo parece. La Corte de los Espejos es la capital y el corazón de TerraLinde, un reino donde las hadas no creen que los humanos existan, una vieja ciudad que fue decisiva durante la Guerra de la Reina Durmiente. Han pasado años desde ese cruento conflicto que dejó tras de sí una paz delicada, una larga lista de rencores y un trono inestable. Una guerra que aún divide a los Aen sidhe, los orgullosos gobernantes, y a los gentiles, hadas sin títulos ni privilegios. En esta ciudad viven Nicasia, una knocker del gremio de ingenieros, y Dujal, un phoka demasiado aficionado al riesgo. Ambos llevan años enzarzados en un particular pulso de poder que no acaba de resolverse y en el que Marsias, un apacible sátiro dueño de un burdel, trata de mediar como puede. El asesinato de Manx, antigua tutora de Dujal y compañera de armas de Marsias y Nicasia, los obligará a unirse en un frente común para encontrar a los culpables. Juntos emprenderán una investigación que los llevará desde los bosques de los centauros hasta las montañas de TocaEstrellas, habitadas por los feroces goblins. Siempre perseguidos por la larga sombra de la misteriosa Dama RecorreTúneles y los bien guardados secretos de Nicasia.»
Permitid que mi primera apreciación del libro sea: ¿de verdad han conseguido meter todo ese mazacote de texto en la contraportada?, ¿a qué tamaño de letra, virgen santísima? [Esto lo he sacado de la página web de la casa del libro, se supone que es la sinopsis, ¿no? No tengo el libro físico, así que no puedo comprobarlo.]
En fin.
Esta es una lectura solicitada por Juliette Ferrars, que creo que se sentirá muy satisfecha al comprobar que su recomendación tuvo el efecto buscado [yo no diría que buscar fallos en este caso sea una cuestión de «tener huevos», sin embargo. De hecho, Juliette, en un principio yo había interpretado tu recomendación como un aviso de que el libro era una abominación tal que no sería capaz de leerlo. Re-evalué mi interpretación tras iniciar la lectura, huelga decir].
Aunque no voy a escribir una crítica de la novela (no se puede hacer tal cosa sin haber leído el libro completo [obviamente]), sino una simple apreciación personal basada en las (exactamente) 128 primeras páginas, me voy a tomar la licencia de comenzar como comienzo el resto de mis críticas: hablando de la sinopsis.
¿Qué mierda me estás contando? En serio. Vaya mierda de sinopsis, no hay otra manera para describirlo: apesta tanto a márquetin que resulta ofensivo al olfato. «Con un ritmo endiablado que se mantiene a lo largo de sus numerosas páginas. Derrocha imaginación, pero sin enmarañar la trama aventurera, que es interesantísima y contiene altas dosis de intriga.» ¿Acaso tengo pinta de ser tu colega? No lo soy. Cuida el registro, hazme el favor. ¿Qué es eso de «la trama aventurera, que es interesantísima»? Wtf? ¿Esto es una sinopsis en serio o estaban intentando escribir una contraportada que pudiera ser leída tal cual en una videoreseña? Ritmo
Y, DIOS, ¿cómo se atreve a comparar esto con Trudi Canavan y Laura Gallego? ¿Es que la gente no tiene ojos en la cara? ¿No saben leer? Este es el momento en el que una se da cuenta de que hay gente que no sabría distinguir un libro bien escrito aunque le bailase en cueros sobre el felpudo de su casa [en cueros, ¿lo pilláis? Soy mondante, lo sé].
Es la única respuesta posible. |
Ahora mismo estoy muy cabreada. Pero voy a intentar tranquilizarme para poder hablaros un poco de mis impresiones de la lectura del libro.
Veamos, cómo sólo me he leído 128 páginas, no puedo hablar realmente de la trama, como tampoco puedo saber si el libro tiene argumento o no. Pero vamos a centrarnos en las cosas que sí he podido extraer de mi lectura:
La autoridad racional de la voz narrativa es bastante buena. Concepción Perea ha sabido no solamente crear un mundo muy original, sino que es capaz de hablar de él con la seguridad y precisión necesarias para que el lector entre de lleno en el juego y se vea incapaz de dudar de su palabra, porque esta mujer SABE de lo que está hablando. En eso consiste establecer la autoridad de la voz narrativa. Consejo para escritores, si leéis el libro: id fijándoos bien en todo el vocabulario que emplea el narrador, cómo cuida los términos, los pequeños detalles que va soltando aquí y allá.
La autoridad emocional tiene algunos problemas, pero si me lo permitís hablaré de ella al final, junto con la prosa, porque todo está relacionado.
Pero no es solo eso, es que los personajes son alucinantes. Es decir, los personajes en sí mismos, tanto el físico como la personalidad: pueden ser feos, gordos y lisiados; pueden odiar al mundo y ser odiados y todo lo contrario al mismo tiempo, tener rencores, ser cobardes; no pasa nada, siguen siendo los puñeteros amos del texto. Le dan una patada en el trasero a los tópicos que infectan hoy en día nuestras librerías, y es un sentimiento tan jodidamente liberador… Hablo en serio. Alucinantes. Cómo la autora logra caracterizarlos a través de las diferentes escenas y comportamientos, las descripciones que se hacen de ellos… Consejo para escritores: por favor, leedlo despacio, fijaos en los detalles, las descripciones, las reacciones de los personajes y la manera en que estas apoyan o contradicen sus palabras… y decidme que no es para quitarse el sombrero. Esto son personajes de verdad, coño.
Respecto a la prosa, tiene cosas MUY buenas, y algunas otras que no me convencen tanto.
Hablando de imágenes maravillosas. |
Y en cuando a lo que no me convence… el texto es a veces un poco explicativo con cosas que la autora ya había sabido expresar muy bien sin necesidad de explicitarlas tanto. Y además el tono general de la narración me chirría un poco. Permitidme que elabore un poco más este último punto: la prosa es cojonuda, así de claro os lo digo, en mi opinión la autora ha encontrado un punto de equilibro entre simplicidad y “poeticidad” que funciona a las mil maravillas; pero el tono general de la narración resulta inesperadamente infantil, por muchos motivos (entre ellos, el exceso y la forma de las explicaciones).
Para mí como lectora resultaba un poco desconcertante estar leyendo una historia tan claramente dirigida a un público más bien tirando a adulto, y al mismo tiempo tener la sensación de leer un cuento para niños. No me malinterpretéis, no estoy diciendo en absoluto que esto sea un rasgo necesariamente “negativo” (sencillamente a mí no termina de seducirme); por un lado, si la autora lo ha hecho a posta (aunque no me lo parece), debo admitir que le ha quedado impresionante, muy logrado; pero si su intención era una obra abiertamente dirigida a público adulto… uh, yo diría que no le ha terminado de salir. Lo que quiero decir es que, si quitas la parte de referencias abiertas a sexo, este sería un libro para niños absolutamente cojonudo; pero meter ese tipo de temas no lo convierte automáticamente en un libro para adultos. [Esto me recuerda un poco a lo que le pasa a Zarza: siempre está intentando escribir historias infantiles, y siempre le quedan argumentos aptos para niños, pero con una madurez narrativa que sencillamente no está al alcance del rango de edad que ella pretendía. Pues con La corte de los espejos es lo mismo, pero a la inversa.]
En fin, por terminar: no tengo ni idea de cómo será el resto del libro, pero si se mantiene en la línea de las ciento y pico páginas que me he leído, creo que esta es una lectura más que recomendable. Una delicia de libro, de verdad. Si os gusta la fantasía y queréis leer algo genuinamente bien escrito, os aconsejo seguirle la pista a esta mujer, porque promete. Mucho. [Luego ya habría que ver si es un abuelo Simpson o no, pero al menos está bien escrito y hace pensar que hay una persona con dos dedos de frente tras el texto.]
Para que se os abra el apetito, os dejo algunos fragmentos que me apunte, porque me encantaron (no hay spoilers aquí):
«—¿Por qué no quieres que vengan a este lugar?
—Porque aquí murió alguien que me importaba —respondió Nicasia.
—¿Quién? —le preguntó Boros.
—Yo.»
«Nicasia ahogó un sollozo, porque llorar nunca arreglaba nada, porque era una gesto inútil y porque odiaba mojarse la cara por una idiotez. A fin de cuentas, ella era un monstruo, y los monstruos no tienen remordimientos, ni son capaces de sentir nada.»
«Desde el suelo, Marsias parecía aún más grande de lo que era, dos pies de sátiro adulto con un solemne barrigón. Con una manaza ayudó al phoka a ponerse en pie. Dujal se levantó encogido, con el amor propio por los suelos. El dueño de la cara no era lo que uno esperaba encontrar regentando un burdel. Se parecía más a un dios del bosque: piel morena salpicada de tatuajes y una melena oscura, salvaje como hiedra, juego con sus barbas y sus cuernos de carnero. Marsias olía a musgo y a tierra mojada, a animal libre.»
«Soñó con tanta fuerza que le costaba creer que estaba soñando. Solía pasarle con las drogas, por eso las odiaba. Tenía la impresión de estar soñando a gritos; la cabeza se le inundaba de imágenes; era una sensación pegajosa, pesada.»
«Estaba harto de sentirse impotente y enfermo, estaba harto de no poder hacer nada más que quedarse mirando. Volvió la cabeza, se tapó las orejas y gritó como si quisiera romperse los pulmones. Basta de muerte, basta de sueños.»
«El Bosque de las Luciérnagas era un sitio tranquilo. Se hallaba alejado de las rutas principales, y las copas de sus árboles estaban tan pegadas al viejo sendero que casi parecía que quisieran abrazarse. Aquel techo de ramas lo teñía todo con una luz triste, oscura. Todo el mundo prefería rodearlo porque, además de ser el lugar perfecto para una emboscada, las historias decían que se encontraba lleno de criaturas siniestras. Aquella mañana las que se llevaron un susto de muerte fueron las criaturas, además de todos los pájaros, una jabata con sus crías y un ciervo que se atragantó cuando pastaba.»
[La historia no me llama mucho, pero la prosa de esta mujer os juro que me tiene enamorada. Creo que tarde o temprano terminaré de leer este libro sencillamente para poder regalarme la vista un rato.]
El nombre del viento, de Patrick Rothfuss
«”Me llamo Kvothe, que se pronuncia ‘cuouz’. Los nombres son importantes porque dicen mucho sobre la persona. He tenido más nombres de los que nadie merece. Los Adem me llaman Maedre. Que, según como se pronuncie, puede significar la Llama, el Trueno o el Árbol Partido. Mi primer mentor me llamaba E’lir porque yo era listo y lo sabía. Mi primera amante me llamaba Dulator porque le gustaba cómo sonaba. Me han llamado Kvothe el Sin Sangre, Kvothe el Arcano y Kvothe el Asesino de Reyes. Todos esos nombres me los he ganado. Los he comprado y he pagado por ellos. Pero crecí siendo Kvothe.
Una vez mi padre me dijo que significaba ‘saber’. He robado princesas a reyes agónicos. Incendié la ciudad de Trebon. He pasado la noche con Felurian y he despertado vivo y cuerdo. Me expulsaron de la Universidad a una edad a la que a la mayoría todavía no los dejan entrar. He recorrido de noche caminos de los que otros no se atreven a hablar ni siquiera de día. He hablado con dioses, he amado a mujeres y he escrito canciones que hacen llorar a los bardos. Quizá hayas oído hablar de mí.”
Así empieza una historia extraordinaria. Músico, mendigo, ladrón, estudiante, mago, héroe y asesino: esta es la leyenda que se ha forjado alrededor de la figura de Kvothe. Ahora, por primera vez, él va a relatar la verdad sobre sí mismo. Y para hacerlo bien, deberá empezar por el principio: su infancia en una troupe de artistas itinerantes, los años malviviendo como un ladronzuelo en las calles de una gran ciudad, y su llegada a una universidad donde espera aprender una magia de la que se habla en las historias… Atípica, profunda y sincera, El nombre del viento es una novela de aventuras, de historias dentro de otras historias, de misterio, de amistad, de amor y de superación, escrita con la mano de un poeta y que ha deslumbrado -por su originalidad y la maestría con que está narrada- a todos los que la han leído.»
Este libro llegó a mis manos recomendado por Silvia B. Y creo que un agradecimiento en toda regla está en orden, porque había oído hablar tanto de esta novela, que la había metido automáticamente y sin saber nada de nada de ella en el mismo cajón en el que meto todos los libros de los que oigo hablar muy bien: el de los horrores. Así que gracias, Silvia B., gracias a ti he podido rescatar a este pobre de un infierno inmerecido.
Debo decir que, si bien la sinopsis es un poco trolera (el libro no comienza con ese fragmento, hay unas cuantas páginas antes de eso), creo que por lo demás no está mal.
Veamos, ¿qué podría yo deciros de esta honrosa excepción?
Pasa lo mismo que con el anterior: no puedo hablar ni de trama ni de núcleo, porque sólo me he leído 129 páginas exactamente.
La autoridad de la voz narrativa es genial. Se nota que el autor sabe de lo que habla (autoridad racional), y además lo hace con el tono adecuado para la historia que está contando (lo cual le da también credibilidad a la autoridad emocional). Incluso desde antes de que el propio Kvothe tome la palabra y empiece a contar su historia en primera persona, la narración ya respira ese aire mágico y como espeso, un poco misterioso y oscuro, el matiz de oscuridad que se le suele dar a las narraciones ambientadas en la Edad Media. No sé si me estoy explicando, porque cuando pienso en ello, para mí es una textura en las palmas de las manos y sobre la lengua. Simplemente: el ambiente que crea Patrick Rothfuss en esta novela es una pasada. Os invito a leer e ir buscando todos los pequeños detalles que se conjugan para crear esta sensación: trama, personajes, vocabulario seleccionado, escenas...
No aparecen muchos personajes destacables en las pocas páginas que me he leído (pocas comparadas con las más de 800 páginas que tiene, vaya), básicamente es Kvothe, un secundario (si me apuráis podríamos considerar un par más), y el resto son ya terciarios. Sí que destaca en todo caso lo bien caracterizados que están, incluso los personajes poco importantes: en el momento en el que tienen alguna línea de texto dedicada a ellos, Patrick Rothfuss se las apaña para mostrarte claramente cómo son, cuál es su visión del mundo. Y si eso lo consigue con los personajes que entran en escena, dicen una frase y salen, imaginaos qué no hará con los importantes. Fantástico. Consejo para escritores: fijaos bien en cómo están construidos los personajes en este libro a partir de la caracterización de sus voces en los diálogos. No todo el mundo es capaz de lograr algo así con “tan poca cosa”, y los diálogos suelen ser el punto flojo de muchísimas novelas que por lo demás serían pasables.
Respecto a la prosa: escenas muy bien construidas; los diálogos, como ya he dicho, son magníficos, llenos de silencios narrativos fantásticos; el estilo no es muy florido, y resulta muy agradable; tiene comparaciones y metáforas muy acertadas, dicen justo lo que el autor quería decir; la selección de elementos también es genial. Hay que decir también que a veces se pasa de explicativo. Pero en realidad, lo único que de todas, todas no me ha convencido ha sido el prólogo: parecía un what the fuck en toda regla, una reflexión de lo más anómala sobre el silencio, sin acción, sin personajes, y sin venir a cuento aparentemente. Muy raro, de verdad. Por todo lo demás, me he quedado con la boca abierta. Me ha dejado anonadada, de verdad. Fantástico. Me quito el sombrero.
No sé lo que pasará con el libro en las otras más de setecientas páginas que no me he leído. Setecientas páginas dan para mucho, así que quién sabe si el autor no se las ingenia para pifiarla a lo grande, pero… mira que lo dudo. Mucho tendría que pifiarla.
Una vez más, un libro muy recomendable si os van este tipo de historias.
Y ya por acabar, quiero mencionar un par de cosas y copiaros un pequeño fragmento (sin spoilers):
-El autor maneja sobre inteligencia emocional (otros lo llamarían burdamente «manipulación»), tanto a nivel verbal como no verbal. Y yo quiero casarme con él.
-El protagonista de esta historia es superdotado. Nadie te lo dice como tal y, en aras de la ficción, está llevado un tanto al extremo (lo que vendría siendo los llamados “genios”) e incluye magia (o… simpatía, como creo que lo llaman en este universo). Pero lo que me gusta no es el hecho en sí de que el personaje sea superdotado, sino que está bien retratado como «persona inteligente», su perfil psicológico está bien construido, y eso es todo un alivio y un soplo de aire. Porque no sé vosotros, pero yo estoy francamente hasta las narices (por no decir otra parte de la anatomía que ni siquiera me corresponde) de leer libros de gente que claramente piensa que ser listo consiste en contestar bien a preguntas en clase, en sacar buenas notas. Eso no es inteligencia, y cualquiera que diga lo contrario es que mucha idea no tiene del tema.
Otra historia en la que se presenta un perfil fantásticamente tratado de superdotación [y cuyos personajes, en general, demuestran inteligencia de la de verdad] es un manga titulado Akagami no Shirayuki-hime, por si a alguien le pica la curiosidad sobre el tema.
-Y por último, el fragmento que quería copiaros pertenece a un personaje absolutamente adorable. Es el anciano que empieza a educar a Kvothe en eso de la simpatía, y la verdad es que toda la parte dedicada a él es fantástica, así que daría igual qué fragmento poneros, pero me he decidido por el primero en el que aparece. Personalmente, empecé a llorar como una magdalena. Es absolutamente alucinante (aunque supongo que algo perderá al sacarlo del texto, pero espero que no tanto como para que no podáis apreciar su awesomeness):
«—Bueno, podría haber sido mucho peor —murmuró mientras se frotaba el hombro del brazo que el alguacil le había retorcido—. ¿Creéis que volverán con una turba detrás?
Al principio pensé que el anciano me lo decía a mí (Kvothe), pero entonces me percaté de que estaba hablando con sus asnos.
—Yo tampoco —les dijo—. Pero ya me he equivocado otras veces. Quedémonos cerca de los límites del pueblo y echémosle un vistazo a la avena que nos queda, ¿de acuerdo?
Subió al carromato por la parte de atrás y reapareció un momento más tarde con un gran cubo y un saco de arpillera casi vacío. Vació el saco en el cubo, y el resultado pareció desanimarlo. Separó un puñado de avena para él antes de acercarles el cubo a los asnos con el pie.
—No me miréis así—les dijo—. Las raciones son escasas para todos. Además, vosotros podéis pastar. —Acarició a uno de los animales mientras se comía su puñado de avena, parando de vez en cuando para escupir una cáscara.»
[Maldita sea, estoy llorando otra vez sólo con releerlo.]
Lo malo de este fragmento es que justo a renglón seguido aparece el narrador para decirte «lo triste que se sintió al presenciar esa escena», porque «el anciano se sentía solo y por eso hablaba con sus burros». Y ese fue el momento en el que yo empecé a chillar como la desquiciada que soy y fui a buscar la cinta aislante para amordazar al narrador. [Intento infructuoso, lo sé, pero tenía que intentarlo.]
[También este libro terminaré leyéndolo entero en algún momento. Me he enamorado del ancianito adorable en esas pocas páginas, y Kvothe está tan bien tratado a nivel psicológico que tengo mucha curiosidad por ver si consigue mantener el tipo hasta el final. Quizá se lo robe a Zarza, que me ha expresado su deseo de adquirir un ejemplar.]
Somos dos chicas aficionadas a la lectura y en nuestro blog podéis encontrar reseñas de todo tipo y otras secciones interesantes como debates o nuestra Cadena de libros. Estamos encantadas de ser patrocinadoras de estas Malas Hierbas para que desarrollen el macabro plan que se traen entre manos y nos hagan la vida un poquito más feliz a todos.
Rotfuss es genial. El otro libro no lo leí.
ResponderEliminarA mi no me suelen gustar los libros de fantasía épica, pero El nombre del viento es pura perfección. Terminalo de leer, por favor!
ResponderEliminarPues me he leído los dos.
ResponderEliminarDel primero diré que es uno de las novelas de fantasía que he leído que más me gustan, pero debo decir que llegó a esta categoría tiempo después de terminarlo. Lo disfruté mucho mientras leía, pero creo que al acabarlo y digerirlo fue cuando realmente comprendí lo grande y bien hecho que estaba. Estoy ansiosa porque salga la segunda parte.
Del segundo diré que Rothfuss escribe de maravilla y que tal vez la novela me habría encantado soberanamente si los protagonistas (masculino y la chica) no me hubieran resultado tan insoportables. Ambos tienen dos de las cosas que más detesto en un personaje: a él TODO se le da bien, es un máquina y a pesar de eso le va como el culo, por lo que es para darle colleja doble. Ella es tan hermosa que todos los hombres suspiran por sus huesos.
NO. Osea... mientras leía era como estar con dos personas que no me caían nada bien. Eso sí, el estilo me encanta y en general la novela está muy bien, pero leer algo donde el que te cuenta la historia te parece insoportable la mayor parte del tiempo pues... como que no.
Definitivamente, recomiendo muchísimo leer La Corte de los Espejos *__*
A veces no sé si enterrar mi novela o atreverme a dejarla ante vuestro jardín para ver si no salgo (muy) irritada con vuestro veneno :P mi ego y tentación son muy fuertes....¿Algún día, quizás? No sé porqué (bueno sí lo sé pero vía móvil no me voy a explayar) pero vuestras opiniones tienen un valor muy especial. Se agradece que haya tanta sinceridad.
ResponderEliminarBuenas reseñas, mala hierba.
@Amaranto, la chica no aparecía en las ciento y pico páginas que yo me leí, así que no puedo opinar. Si es como dices, ciertamente suena irritante. En cuanto a él... no me dio tiempo tampoco a irritarme, la verdad, quizá luego la cosa es sale de padre y queda DEMASIADO exagerado. La verdad es que los personajes a los que sencillamente todo se les da bien a mí también me irritan bastante.
ResponderEliminar@Alex Xela, si algún día te atreves, aquí estaremos, más que encantadas =)
Por fin, un poco de fantasía en el jardín y además son honrosas excepciones LOL XD
ResponderEliminarEl primero no lo he leído, pero la verdad es que tiene muy buena pinta y tengo debilidad por la mitología celta así que espero que caiga un día de estos.
Respecto al segundo, estoy de acuerdo con que Rothfuss tiene muy buena prosa y ha construido un mundo bastante creíble, pero Kvothe no es un superdotado XD es un Gary Stu en toda regla XD esto le quita a mi parecer parte del encanto a la novela, aún así da gusto leerla.
Me apunto la corte de los espejos. Y del nombre del viento, bueno, para mi fue la decepción del año.
ResponderEliminarYo esperaba fantasía épica, o por lo menos fantasía a secas, pero es que lo que me contaba el autor no me interesaba nada, y no espere encontrar lo que encontré.
Que si la búsqueda de comida, d donde dormir...esta bien que los personajes se tengan que comer, que un muchos libros no lo hacen y no es realista...joder pero es que aquí es demasiado.
Para lo gusto le sobran 300 paginas por lo menos. Menudo coñazo y menuda decepción. A la segunda parte no me acerco ni con un palo. Aunque no me llego a disgustar del todo, no me apetece el mismo rollo otra vez, y aunque fuera distinto, a mi me ha espantado desde luego.
De mentes poderosas, pues lo tego esperando en el ebook a ver si cae!
@Emma, me acabo de comprar el libro, así que no sé si la cosa se tuerce más adelante, pero por el momento no diría que Kvothe es un Gary Stu. Para empezar, porque está construido como un personaje inteligente (de vez en cuando lo exageran en la historia, y acaba quedando bastante chetado, eso es cierto). Y la diferencia es que las Mary Sues y sus contrapartes masculinos no suelen estar construidos en absoluto, mucho menos como personajes inteligentes. Toda la construcción a la que llegan en ese sentido es que los demás personajes están todo el rato expresando, extasiados, lo maravillosos que son. No te voy a negar que Kvothe tiene ciertos elementos Gary Stu y que a veces le daría un par de tortas, pero creo que Amaranto decía por ahí arriba que todo le sale mal (a Dios gracias, porque si no, buena caracterización o no, me habría cortado las venas: no hay libros desde el punto de vista de James Bond por un motivo. En El gran Gatsby el narrador no es Gatsby).
ResponderEliminarLa cuestión es que este libro, para ser literatura juvenil, está bastante bien, pero no me parece perfecto ni muchísimo menos. La prosa tiene fallos, no sé si la historia tiene núcleo y Kvothe tiene elementos Mary Sue, como su fantástica melena roja, y su habilidad para dominar cualquier arte o materia que se le pone por delante. Pero también es un niño repelente, arrogante e impulsivo al que las cosas le salen mal, y precisamente eso es lo que hace al personaje más humano. Quiero decir que la estupidez afecta también a los inteligentes, no se salva nadie, y eso aparece bien reflejado en este personaje (al menos de momento).
Como digo acabo de empezar y supongo que la cosa puede ir a peor. Ya os contaré.
Por cierto. No siento ningún tipo de curiosidad por la trama. No me importan los personajes. Me da todo igual. Pero estoy un poco enamorada de este libro, se lo decía ayer a Ortiga. No lo entiendo muy bien.
Veo opiniones muy negativas sobre El nombre del viento xD En fin, como ya dije, ochocientas páginas dan para cagarla muy a lo grande, yo sólo me leí las 100 primeras, así que mis opiniones son sobre ellas únicamente. Si luego resulta que Kvothe se convierte en un mero Gary Stu o cualquier otra amorfidad es algo que no puedo saber (a eso me refería con mantener el tipo), pero en la parte que yo me he leído la caracterización del personaje como superdotado era psicológicamente buena (llevada al extremo, sí, pero eso también es un superdotado).
ResponderEliminarEn cualquiera de los casos, volvemos a lo mismo de siempre: que un libro esté bien escrito (suponiendo que estos lo estuvieran) no quiere decir que tenga que gustaros. Cada cual tiene sus gustos.
A veces tengo la MUY preocupante sensación de que la gente confunde "me gusta" con "es bueno", conclusión que suele surgir (también con una frecuencia MUY preocupante) de la convicción de que "somos lo que leemos": como la gente no quiere "ser de la mala calidad", tiene que tranquilizarse a sí misma asegurándose que lo que leen (independientemente de lo que sea) "es de calidad", porque "si no, no lo leería". Pamplinas. Un poco de amor propio, por favor.
Si somos lo que leemos, entonces ¿los que no leen nada, no son nada? Si una persona lleva la lectura al extremo de identificar su propio autoconcepto con el tipo de literatura que lee, ¿en qué se diferencia eso del "la gente que lee es que no tiene vida"? El tipo de lecturas pueden decir cosas sobre la persona que somos, pero no nos definen: cada cual tiene que definirse a sí mismo.
Mentes poderosas lo tengo pendiente y bien guardadito en el ebook desde que lo recomendasteis, pero la verdad es que le tengo tantas ganas que me dan ganas de comprármelo, y entre pitos y flautas pues no me lo leo. Y bueno, La corte de los espejos apuntada queda.
ResponderEliminarDe Rothfuss no puedo decir más que maravillas, la verdad. Creo que es el autor que más me ha gustado en mucho tiempo desde Walter Moers (y aprovecho así y recomiendo "Las 13 vidas y media del Capitán Osoazul" o "La ciudad de los libros soñadores", que diría que los tachan de literatura infantil pero para mí sobrepasan el género). Lo único malo que le veo a los libros de Rothfuss es que a veces se extiende demasiado con determinadas cosas, ciertos periodos de la trama, etc. Yo, porque ya me he acostumbrado a leer ese tipo de cosas y realmente no me pesa tanto, pero entiendo a quien se le pueda hacer intragable porque es bastante demasiado. Incluso Kvothe al principio me parecía bastante insufrible (sobre todo de adolescente), pero luego, en el segundo libro, ya me fue cayendo mejor; iba por rachas, sinceramente le prefiero de "adulto" que de "adolescente". Y luego Denna es otro punto. Esa muchacha es desesperante también en la gran mayoría de ocasiones. Pero ojo, que eso no quita que los personajes no estén bien construidos y todo lo demás... Vamos, que pegas se le pueden sacar al libro (sobre todo de extensión), pero a mí me gusto muy mucho.
Y ya que estoy, aprovecho también para recomendar el libro que creo más he odiado en toda mi vida: Los Magos, de Lev Grossman.
Ortiga, es probable que esto lo hayamos hablado alguna vez (¿en clase?¿Aquel día en el museo antropológico, quizás?). Creo que esa obsesión viene de que, a pesar de que la individualidad está muriendo en aras de un pensamiento colectivo (¡¡¡uuuuhhh, redes sociales, uuuhhh!!), o precisamente por ello, la sociedad nos exige constantemente elementos definitorios, desde la ropa hasta nuestro fondo de pantalla. Es una crisis de identidad terrible y una idea curiosa para un cuadro cubista.
ResponderEliminarEs todo tan posmoderno.
Empecé hace tiempo La Corte de los Espejos porque me encanta los libros de fantasía... llegué más o menos por donde te quedaste tú (175 exactamente en mi caso cuando van a la montaña esa de los goblins), y me estaba gustando muchísimo. Me sentía como dentro de una partida de rol (Dungeos&Dragons que es de mis favoritos) de lo bien que retrataba todo: escenarios, personajes, situaciones, escaramuzas...
ResponderEliminarPor alguna razón lo abandoné (Seguro que fue un periodo de trabajo asqueroso que no me dejaba tiempo ni para rascarme) y cuando lo fui a retomar no me apetecía leer Fantasia y lo dejé en pausa.
Pero vamos, que lo tengo que terminar si o si... tu entrada me lo ha recordado y dado ánimos.
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Sobre Kvothe (El Nombre del Viento - El Temor de un Hombre Sabio) yo no puedo decir nada negativo. Lo amo por encima de todos los libros y personajes.
Me ha encantado ver estos dos libros en un post positivo, llega a ser un innombrable o algo chungo y MUERO!
Me voy a permitir recomendar un libro que posiblemente encaje en esta sección, incluso bajo los duros criterios de mis malas hierbas favoritas: La niña que recorrió Tierra Fantástica en un barco hecho por ella misma, de Catherynne M. Valente. Soy consciente de que a mi señora Ortiga este género no le entusiasma, pero bueno, a mi tampoco, y acabé terminando el libro en tiempo récord.
ResponderEliminarP.S: Queridas malas hierbas, no os dejéis engañar por la descripción de la parte de atrás libro. La auténtica está en el reverso de la portada, escondidita, y convence mucho más.
Woa, mega-título o.o Apuntado queda, Alba =) gracias por la recomendación.
ResponderEliminarAh, hace unas semanas leí sobre ese libro en internet y me llamó muchísimo la atención. ¿De verdad está tan bien?
ResponderEliminarMe habéis dado muchas ganas de leer la Corte de los espejos que además vi a la autora en la feria del libro de mi ciudad y me pareció muy cuqui.
ResponderEliminarEl de Rothfuss lo leí y tampoco me hizo mucho chiste porque no soportaba al prota, pero tiene partes muy chulas.
Os recomiendo para esta sección Corazón de tinta que es uno de mis libros favoritos de mis años mozos y me encantaría leer un análisis vuestro ^^
Yo he leído Corazón de tinta. Me gustó mucho el principio. Muchísimo. No podría hablar de su calidad en ese sentido, pero me encantó esa sensación de misterio que pesaba por todas partes. El resto no.
ResponderEliminarSupongo que podría releerlo en algún momento y hacer una crítica fijándome en aspectos más técnicos.
Yo pensaba que El nombre del viento lo ibais a poner en alguna categoría de las malas y ya me estaba preparando, os tengo como muy malas malas.Pero me alegro verlo en esta nueva categoría, porque a mi me gusto, tampoco es que me gustara como si fuera lo mejor del mundo, pero me gusto mucho sobre todo por el autor, es que eso es lo mejor, me encanta como escribe y como esta contruido ese mundo.A mi el prota no me cayo mal, a algunos les parece irritante y que va de muy listo, pero yo que se, a mi me gusto u_u Y si que veo de malo que se pasa mucho con algunas cosas, que vosotras le decís que es muy explicativo, pues sera eso.Y lo del nucleo pues no se que deciros, es que es una trilogia no habria que leerse los tres para decirlo?¿ o no ?¿¿ es que anda perdida en esto del nucleo.Porque cuando lo terminas si que se siente que al final no te cuenta nada, pero es que es tan bonita la prosa y la ambientación *_* Según el autor de lo que va es de la cosas mas sencilla del mundo: la vida de un hombre, y es que eso.
ResponderEliminarEn cuanto a La corte de los espejos lo tenia apuntado en mis lista porque a Julliette Ferrars le gusto mucho y también a Laura Tejada, y son dos personitas de las que me fió mucho de su criterio , así que ya lo leeré algún día.Y viendo lo bien que lo ponéis me dan mas ganas de leerlo.
un beso
Podéis leer este libro?http://edicioneskiwi.com/lib/pdf/web/viewer.html?file=/media/books/44/Un_corazon_en_exclusiva_Promo.pdf
ResponderEliminarUn corazón en exclusiva, de Kate Danon, los primeros capítulos.
Acabo de leer la reseña de El nombre del viento y de verdad que me ha hecho mucha ilusión que lo leas <3 probablemente lleve mucho mucho pero ando poco viciada a internet y no me habia enterado xD espero que lo que quede de libro no te defraude. Y bueno, lo mas seguro es que tengas una lista larga de libros pero aprovecho que leiste mi recomendación para sugerir el ultimo libro que he leido: Nada, de Janne Teller. Aunque no destaco la prosa del libro el núcleo de la historia me encanta.
ResponderEliminarCon lo que me gusta a mí cómo escribe Patrick Rothfuss y su trilogía, me alegro de que lo hayáis metido en "Honrosa excepción", porque aunque sea un tocho de libro (y el segundo más), es una interesante saga. Lo de que se tiene que buscar la vida me parece normal; es humano, y no uno de esos absurdos personajes de algunos libros, que ni comen, ni beben, ni nada. Personalmente, yo estoy esperando a que salga el tercero, que dicen que sale este año :D
ResponderEliminar¡Si le gustan a Ortiga, tienen que ser lo mejor! (va en broma)
ResponderEliminarSi os soy sincera, no me he leído ninguno de los dos libros. Pero tienen que ser la leche, porque tienes un muy buen gusto para los libros (esto si que va en serio).
Y ahora quiero contaros algo que he descubierto (lo haré de todas formas), que está en la web de Laura Gallego. En la sección de Lecturas, están las novelas que nunca llegó a publicar para que las descarguemos. La primera que escribió, con once años, se llama Zodiaccía, un mundo diferente. Está para descargar en PDF o en Word. Me la estoy leyendo ahora mismo. Da un poco de pena.
¿Por qué estoy criticando a una niña de once años? Porque he visto una entrevista en la que preguntaban cuál era su primera novela y qué pensaba de ella. Y sabéis lo que dijo?: me parece que es una novela muy buena que, si la editáramos un poco, saldría publicada. Eso me sentó un poco mal porque si no la publicó en su momento fue por algo, ¿no?
NO me malinterpretéis, no soy una criticona ni me meto con niñas de once años. Aunque yo creo que hay que decir que aunque haya cosas que no yo no hubiera puesto con once años porque eran demasiado simples, hay otras que son bastante maduras para su edad.
Lo siento de verdad que me ponga a hablar de Laura en una entrada que no tiene que ver con ella, pero no encuentro las que están dedicadas a ella en mi blogger.
A.
PD: esas novelas están solo para que yo pase el rato (me las he descargado todas), porque son un poco (o mucho, depende de la novela) basurilla.
ResponderEliminarEl primer libro no lo he leído, el segundo sí y me parece maravilloso, aunque sí que podría decirse que es un poco abuelo Simpson (si me permites la expresión). En verdad, lo único que busca Rothfuss con esta novela es contar la vida de Kvothe y punto. Creo que escribir historias sin un núcleo claro es lo suyo porque El Nombre del Viento, a pesar de no tener uno, consigue enganchar a los lectores a través del resto de elementos y eso me parece algo exepcional.
ResponderEliminarPor otro lado es cierto que hay partes en las que se vuelve un tanto repetititivo y oaparecen algunos clichés, (sí, la caga un poco en lo que quedan de páginas, pero nada insalvable).
Y bueno, esto... la sinopsis me parece horrible: te pinta un cuadro de algo que no es, por lo menos que no termina de ser, le quita toda la gracia al libro.
Pero sí, si tenias pensado terminarlo y todavía no lo has hecho, te recomiendo que lo hagas, esta es una de esas obras que te recuerda porqué leer.
A parte, ¿Eres sinestesica? (Por lo del picor en las palmas de las manos y la lengua...)
Ok solo... me dejare caer por aquí para decir que amo Las malas Hierbas
ResponderEliminarDe verdad que Ortiga, no sabes como me has salvado la vida con ese comentario de amor propio... solo unas semanas mas tarde y todo el progreso que he logrado este año en cuestión de autoestima se hubiera ido al caño... obvio que me falta mejorar un montón de cosas pero iba progresando y me sentía orgullosa de ello... hasta que empezaron las críticas destructivas de parte de todos los seres vivos que me rodean.. así que de verdad gracias, fue gran impulso para mantenerme en el camino correcto