Pero bueno, por mí no os cortéis, ¿eh? [:D]
Pues sí, novena entrega de los Innombrables. Esta sección está cada día más llena. Y yo quiero llorar. A este paso tendré que poner un orden alfabético en el índice.
En esta ocasión vengo con dos obras que no tienen realmente nada en común. Una de ellas es estilo thriller, mientras que la otra es una paletada de vampiros de las del montón. Ni siquiera comparten el tipo de protagonista: por un lado tenemos a una Wannabe, por el otro, a una Mary Sue.
Lo cierto es que la diferencia de una a otra es tan abismal, que me había planteado meterlas en diferentes ediciones de los Innombrables, porque tengo otras novelas de vampiros y otras novelas no-fantásticas en recámara que serían susceptibles de aterrizar en esta sección. Sin embargo, he decidido finalmente que tanto da, que da lo mismo. Así que aquí os las dejo, las dos juntitas.
Espero que se os atraganten.
Atención spoilers.
Diez, de Gretchen McNeil
De esta novela, por lo que tengo entendido, se dice que es como la versión adolescente de Diez negritos, de Agatha Christie. La verdad es que no me he leído el libro de Agatha Christie, pero sí que he visto chopocientas películas con esta misma historia: grupo de gente que queda aislado en una casa/isla/barco/habitación y un asesino desquiciado y/o justiciero empieza a cargárselos uno por uno [también he jugado a La mansión de tía Ágata].
En todo caso, e independientemente de lo bueno o malo que sea el libro de Diez negritos, yo no diría que Diez es la «versión adolescente». Más bien, la versión «retraso mental profundo».
No me malinterpretéis. Ya sabéis que yo siempre estoy a favor de un poco de sangre. Pero se supone que el exterminio tendría que servir para hacer un poco de limpia en la piscina genética y evitar el suicidio de neuronas. Si resulta que el proceso va a redundar en la muerte de cientos de miles de estas últimas, entonces poco apaño estamos haciendo.
Ah, por cierto, esta fue una recomendación de Ellie. Ale, ¡todo el mundo a darle las gracias!
En fin. Intro sinopsis:
«Cuando Meg y Minnie reciben una misteriosa invitación a una fiesta en Henry Island, no dudan en mentir a sus padres para no perdérsela. Es una oportunidad única antes de empezar la universidad. Al llegar a la isla, conocen a los otros ocho invitados y encuentran un DVD con un siniestro mensaje: «La venganza es mía». Meg empieza a sospechar que algo no va bien. Una terrible tormenta los deja aislados sin electricidad ni wifi, y faltan cuarenta y ocho horas para que llegue el próximo ferry. El primer cadáver puede interpretarse como un suicidio, pero aparece otro... Entonces, Meg comprende que el mensaje iba en serio. ¿Podrán Meg y Minnie salir con vida?»
Virgen santísima. ¡Qué cantidad de mentiras! Lo de esta persona debe de ser compulsivo. Eso, o no se ha leído el libro.
¿Qué invitación misteriosa? La invitación no tiene nada de misteriosa, se la envía una compañera de clase, ex-mejor amiga de Minnie [cómo he odiado siempre a esa rata].
Meg duda en mentir a sus padres. Y se arrepiente desde el primer momento, porque es la niña buena. Minnie, no [tan cursi y repelente].
Las tormentas no cortan cables. A menos que sea un... ¡¡SHARKNADO!! |
Al llegar, ya conocen a la mitad de los otros ocho invitados. Es gente de su colegio. Incluidos un exnovio de Minnie [y con esa voz de pito insoportable].
La tormenta no les deja sin wifi. OBVIAMENTE es el asesino. Cualquier lector es capaz de llegar esa conclusión en cuanto el incidente tiene lugar [las tormentas no cortan cables].
Vale, olvidémoslo. Vamos a ver, ¿qué queréis que os cuente de este… de esta cosa?
Lo primero y más importante que debo decir es esto: este libro es un insulto a la inteligencia. De verdad, si la inteligencia tuviera sentimientos, se hubiese sentido muy ofendida. Hacía bastante tiempo que no veía tanto retraso mental junto.
Se supone que esta es la típica historia en la que el asesino es muy inteligente y se monta un tinglado enrevesado de narices para cargarse a sus víctimas. Y entonces entre los personajes tenemos al protagonista listo que va encajando las piezas del puzle hasta dar con el asesino, siempre en el último momento, y siempre después de haberlo confundido con la persona que le mola y de que esta haya (supuestamente, pero no de verdad) muerto [si alguien cree que esto es un spoiler, es que no ha visto la tele en su puñetera vida, porque yo me he visto esta misma película lo menos 20 veces].
Bien, pues todo eso es mucho suponer en este caso. Porque la protagonista es subnormal, la pobre, y por supuesto pilla todas las pistas que el asesino va dejando, porque por supuesto que él es tan o más subnormal que ella. Mira que no me gusta meterme con los autores tras las obras que critico, pero… joder, Gretchen, maja.
Todo el texto en su conjunto resulta bastante ofensivo, a muchos niveles. No solamente tiene la complejidad de planificación de un niño, y la calidad narrativa digna de un Innombrable (y una traducción de lo más chapucera), es que además Gretchen McNeil es imbécil. No, mirad, es que hay cosas por las que no paso: gente que habla de la introversión como si fuese algún tipo de tara mental o trastorno de la personalidad que debiera ser “curado” es una de esas cosas. No jodamos. En lo que a mí respecta, llamar imbécil a esta señora ya es morderme la lengua más de lo que debiera.
Para el que le interese el tema (porque no me voy a poner a disertar aquí, que no viene a cuento), le recomiendo que lea a Susan Cain. Os dejo aquí su charla en TED, que es muy interesante.
En fin, la verdad es que aparte de eso no hay mucho más que quiera decir de este libro. Es un espanto. Os regalo algunos ejemplos.
La autora está todo el rato (sobre todo al principio) poniendo a los personajes a decir cosas como «mataría por una invitación», «lo conseguiré aunque me muera en el intento», «la subida es mortal». Me muero. De risa. No.
También pasan cosas como: un chico come algo que le da alergia, se hincha como un puñetero globo (y a la misma velocidad), llega Meg (que sabe mucho más de primeros auxilios que la petarda que dice que es enfermera voluntaria [lo cual no es difícil, porque esta última ya se estaba preparando para hacerle al niño una reanimación cardiopulmonar. Wtf?]) y le pincha un chute de la epinefrina que el pobre desgraciado estaba intentando sacarse de los pantalones. Al cabo de unos SEGUNDOS, la hinchazón empieza a desaparecer delante de sus ojos.
Os voy a hablar de los dos personajes “principales”, porque tienen su gracia:
Meg es una Wannabe de manual. Es escritora, ingeniosa y un coñazo (de manual), aparte de retrasada, que ya lo he dicho (pero creo que por mucho que lo repita nunca llegará a quedar lo bastante claro). Ah, y además está enferma, porque es introvertida. Debería hacérselo mirar.
Minnie es una mierda de amiga y también está enferma, pero de una manera diferente a Meg: es igual de retrasada, pero es extrovertida, y tiene bipolaridad (literalmente, la tienen medicada). Es una passive aggressive raven, ya sea por su enfermedad o porque la chica venía así de serie, y se dedica a abusar psicológica e impunemente de Meg durante toda la historia. Y este comportamiento está plenamente aprobado por los padres de la propia Minnie, que han encargado a Meg cuidar de la estabilidad psicológica de su hija bipolar adolescente. Con dos cojones.
Además, toda la historia pretende ser un guiño a la película The Ring, con diversas referencias (la cinta, entre otras). Solo que volvemos a lo mismo. Este libro es tan malo que casi dan ganas que la niña de los pelos exista de verdad y les haga una visita.
Os dejo también algunas citas, por acabar (casi todas son de Meg, porque la odio, y me repugna):
«Fue hacia los altavoces y subió el volumen al mismo tiempo que se bebía la mitad de la cerveza de un solo trago. Luego agarró a Vivian por la cintura y empezó a frotarse contra ella como un perro en celo.
–¡Suéltame! –gritó la chica. […]
Meg no pudo evitar reírse ante la idea de que el gilipollas de Nathan y la estirada de Vivian formasen pareja.» Os recomiendo que leáis la entrada de Zarza sobre el tema de la violación y el consentimiento en la película Maléfica. Esto es tan repugnante y cabreante que no tengo ni palabras.
«(Meg) Envidiaba a las chicas que podían salir con un montón de chicos y no parecían sentir el menor compromiso hacia ninguno de ellos.» Vamos, que es la típica niña buena que sólo lo es porque no tiene cojones, que si no… Qué asco.
«Lo primero que Meg notó cuando Minnie y Ben regresaron fue que Minnie ya no llevaba nada de pintalabios. Lo segundo que observó fueron los restos de ese mismo pintalabios rosa brillante restregados alrededor de la boca de Ben, sus mejillas y su cuello.
Meg no quería saber qué otra zona de la anatomía de Ben estaba manchada de rosa.» ¿Por qué? ¿¿Por qué?? ¿¿¿¿POR QUÉ????
«Meg quería ir junto a ella (Minnie acaba de desmayarse de la impresión de ver a la niña ahorcada), pero no podía moverse por mucho que lo intentara. No mientras T.J. la estuviera rodeando con su brazo.» Todos sabemos que una tía pierde las fuerzas cuando el tío que le mola la tiene entre los brazos. Y a las amigas que las follen.
«¿Porque me paso el tiempo observando a la gente? ¿Porque me siento más cómoda observando que actuando? Sí, da escalofríos, pero es así.» Sí, hija, sí. La introversión es aterradora. ¡La introversión es Satanás! Vete a que te hagan un exorcismo y déjanos vivir en paz a los demás, anda, ricura.
Otra introvertida descontrolada. |
«No fue un beso romántico. No fue como en Orgullo y prejuicio, cuando Mr Darcy besa a Elizabeth en el carruaje tras la boda. Fue un beso desesperado, incluso frenético. T.J. la apretó contra él de modo que Meg podía sentir perfectamente su cuerpo, incluso a pesar del chubasquero.» Dios. Lo ha dicho.
«–Eras tú, todo el tiempo eras tú –dijo Meg.
–¡Vaya, me has descubierto! –murmuró Ben, encogiéndose de hombros.» ¿En serio? No jodas, Sherlock. ¿Cómo lo has sabido? ¿Porque acaba de matar de un flechazo a tu amiga justo delante de tus narices? ¡No lo digáis como si fuese una deducción sorprendente!
«Levantó la barbilla con un gesto de desafío (Meg).
–No quedarás impune –dijo.» Impune, dijo.
«Meg no era vidente. No tenía ningún poder sobrenatural. Pero de algún modo pudo prever la intención de Tom, lo vio en su mirada, en sus gestos.» ¡¡Coño, y yo!! ¡¡Matarte, pedazo de subnormal!! Si además te lo ha dicho por activa y por pasiva. Vidente. La madre que la…
«–Cuanto más difícil me lo pongas –dijo Tom–, más te haré sufrir, lo prometo. Sal y deja que te dispare.» Priceless.
Disculpa, ¿cómo dices? |
«Le susurró algo al oído y ella se ruborizó de los pies a la cabeza.» Todos lo vimos. Porque iba desnuda.
Que nunca amanezca, de Abigail Gibbs
Lo primero que tengo que decir de este libro es que no lo he terminado. Alcanzada la página 232, he decidido que no me apetecía seguir perdiendo el tiempo, ni siquiera con lectura diagonal.
Este libro, recomendación de Ingrid, es el típico Innombrable promedio. No es tan ofensivo como el libro de Gretchen McNeil, simplemente es absurdo hasta desbordar el concepto y no tiene ningún puñetero sentido. Todo el planteamiento y justificación de la trama es una inmensa laguna Estigia, personalmente me he pasado las 232 páginas preguntándome si en algún momento la lógica más básica conseguiría asomarse. Al final perdí la esperanza.
Tenemos a una protagonista Mary Sue, una humana que se llama Violet porque sus ojos son de color violeta, y a juzgar por la portada es pelirroja [Cardo, te la dedico, como siempre ^w^]. Además es vegetariana, lo cual es una elección vital tan rara que la gente se mete con ella. Todos los demás personajes son un grupo de vampiros que la secuestran y la mantienen cautiva en su palacio vampírico a la espera de que ella decida convertirse en vampira. Y la justificación de este cautiverio es una de las cosas que nunca llegan a ser explicadas de manera satisfactoria: la autora se contenta con la tautología, Violet está presa porque no es vampira y como no es vampira no puede irse [se supone que hay razones políticas, pero tampoco estas llegan a ser explicadas en ningún momento más allá de la tautología].
Al grupo de vampiros lo único bueno que se les puede adjudicar (si acaso) es que no son vampiros-luciérnaga buenos y bebedores de sangre de animalitos; pero tampoco son vampiros al uso. Abigail Gibbs crea sus propios vampiros a la carta, que no son inmortales (sólo increíblemente longevos) ni les perjudica la luz del sol, aunque sí tienen las típicas ventajas de los vampiros (velocidad, fuerza…), además son todos telépatas y no se rigen exactamente por el código moral humano. Oh, y resulta que les cambia el color de ojos para expresar sus emociones (gris para la tristeza, negro para el odio, rojo la para lujuria… rosa para la vergüenza [vergüenza la que me daba leer a mí]). Al margen de su construcción en tanto que vampiros, todos estos personajes no es que sean planos como platos llanos, es que directamente no están construidos y van dando tumbos de personalidad absolutamente ridículos a injustificados. Por ejemplo: Lyla es una vampira que primero es aliada de Violet y juega el papel de la amiga en el nuevo entorno hostil, y luego de pronto, de golpe y porrazo, se convierte en una bitch popular de instituto que se dedica a mangonearla y tratar de humillarla.
PLOT TWIST!! |
¡Y este libro ha sido publicado por Planeta! Virgen santísima, no sé vosotros, pero yo prefiero no saber qué cojones se estaban fumando cuando le propusieron un contrato de edición a esta muchacha.
Sin más dilación, paso a compartir con vosotros mi selección de fragmentos apoteósicos. Entre ellos yo había incluido, de hecho, la mismísima sinopsis de la novela (andes de saber que era la sinopsis), porque es un fragmento del libro tal cual. Y con la sinopsis, precisamente, empiezo:
Eso son las venas, moviéndole los brazos. |
Un momento puede cambiar tu vida para siempre. ¿Estás preparado?» ¿A quién no se le han descontrolado las venas alguna vez? Hay que tener cuidado, ya no es solamente que se agiten, es que están afiladas, y puedes atravesarte la piel si no te andas con ojo.
Pero esta no es la única ocasión en la que partes del cuerpo pugnan por escapar de su propietario. Agarran a uno del cuello: «Horrorizada, vi que los ojos del líder comenzaban a pugnar por salírsele de las órbitas».
Ni es la única ocasión en la que partes del cuerpo convulsionan. «Sacó la lengua y me lamió en el punto en el que pretendía morderme, justo sobre la vena. Separó un poco más los labios y me besó con suavidad. Un escalofrío de placer me recorrió de arriba abajo: mi cerebro comenzó a convulsionarse, mi cuerpo se desplomó entre sus brazos y mi determinación se evaporó.» No sé a vosotros, pero a mí me suena serio.
Tampoco es inhabitual en este libro encontrarse con descripciones cuando menos sorprendentes relacionadas con anatomía en general y sangre y vísceras en particular. Ejemplos:
Un vampiro agarra a Violet por la muñeca para llevársela consigo: «Me clavaba las uñas y sentí que me rasgaba la piel y me arrancaba hebras de carne.» Toma, Jeroma.
«Cerré los ojos y percibí una suave presión cuando sus dientes de navaja recorrieron la palpitante vena de mi garganta antes de que me desgarrara la piel con uno de sus colmillos y se abriera camino a través de las capas de mi epidermis.» Muy científico.
«Algo afilado me rozó la piel de la mejilla y la separó de las capas más profundas a las que estaba sujeta.» What. The. Fuck??
A continuación descubres que son zarzas arañándole la cara. Qué tipo de zarzas, no me lo imagino. Tendré que preguntarle a Zarza.
«Galen pronunció aquellas palabras en voz baja, mientras le tomaba el pulso y metía los dedos en las punciones que tenía en el cuello.» ¡¿Por qué motivo haría algo así?!
«Levanté la mirada para ver a Kaspar deshaciéndose de lo que había sido Ilta, ahora ya sólo trozos de carne adheridos a los huesos [Ortiga: guau]. Los órganos yacían sobre un charco de sangre que iba oscureciéndose poco a poco. Habían desgajado los pechos de los hombres y estaban hurgando en el cadáver de la niñera en busca de órganos que tal vez todavía contuviesen algo de la preciosa sangre [Ortiga: sin embargo, no lamen el suelo. Estoy sorprendida].
—Nunca mereciste el nombre de vampiro, Ilta Crimson (esto lo dice Kaspar).
Los huesos de Ilta repiquetearon al caer [Ortiga: doble guau] sobre la gravilla del camino manchado de sangre.»
«Le clavó los colmillos en el cuello y los hundió hasta que su boca le sujetó la garganta como un cepo. Cuando hubo saciado su creciente sed, se apartó y le metió un dedo en cada herida para evitar que le cicatrizaran [Ortiga: una de dos, o tiene colmillos muy GORDOS, o tiene palillos por dedos]. Giró el dedo [Ortiga: ¿no eran dos?] como si fuera un sacacorchos [Ortiga: ¿los dos a la vez? Te reto a que lo intentes] y se abrió camino entre las venas y los tendones mientras le arrancaba gritos de dolor [Ortiga: whaaaat??].»
«Podía ver ondularse sus músculos incluso a través de su camisa». Fudge?
«Tenía los brazos cruzados sobre el pecho, e incluso desde aquella distancia podía ver que tenía las cavidades nasales ensanchadas...» Pues ya tiene que estar cabreado, porque para que una cavidad se ensanche.
«sentí que mis músculos retrocedían bajo sus labios». Músculos retráctiles, tiene esta chica.
«grité cuando un latigazo de dolor me atravesó el muslo, el increíble dolor de unos colmillos rasgándome la piel. Gruñí y se me llenaron los ojos de lágrimas, pero jadeé cuando noté que su lengua lamía la sangre mezclada con mi propia excitación.» ¿Se puede saber de dónde le sale a esta niña la lubricación? [Uh... quizá no debería hacerme este tipo de preguntas. Cabe la posibilidad de que no me guste la respuesta.]
«De repente levantó la cabeza, con los ojos rojos y brillantes, y las aletas de la nariz hinchadas». No me hinches las aletassss…
WTFs variados:
Tenemos un vampiro casi bicentenario que aún se entretiene llamando «nena» a las adolescentes, robándoles el móvil para buscar «mensajes picantes» del novio, jugando a mantener dicho móvil por encima de la cabeza para que las adolescentes den saltitos… Interesante. No.
Los vampiros tienen un estanque en el jardín en el que hay… ¿un calamar gigante? o.O?
«Los vampiros existen desde hace millones de años.» Los vampiros son seres perfectamente antropomórficos que existen desde antes de que la especie humana existiera.
«Soltó un chillido de frustración mientras se tiraba del pelo (la fuckbody de Kaspar [¿soy la única tentada a ponerle barba, montarle en un camello y llamarle Gaspar? ¿Sí? Qué pena]).
—Kaspar, ¿es que ni siquiera te has molestado en mirar tu Facebook? Solicité iniciar una relación contigo.» xDDDDDDDDDDDDDDDD Oh, boy.
Estoy hasta la polla de que usen eso del beber sangre como una metáfora del sexo. Y más aún con el cliché de «la primera vez». Dios, qué hasta la polla estoy. No os hacéis idea. No era suficiente con poner escenas gratuitas de sexo explícito, ahora también tengo que leer escenas gratuitas de sexo metafórico. Tócate un pie.
La niña tiene un trastorno disociativo de la personalidad y se dedica a mantener conversaciones consigo misma: una de sus voces habla con diálogos en voz alta y la otra le contesta mentalmente entre comillas.
Os dejo también varias escenas:
«—No tienen tan mal aspecto, ¿sabes? (unas cicatrices)
Arqueé una ceja.
—En realidad sí.
—No.
—¡Sí!
—¡No!
—¡Quita los zapatos de mi cama!
Y así seguimos durante horas, hasta que el sol comenzó a ponerse.» Pues menudo coñazo, no es por nada.
Se supone que Fabian es el vértice bueno del triángulo amoroso. Pero es mentira. Es un capullo. Os pongo en situación. Le declara su interés amoroso a la chica en un baile. Ella le dice que no, gracias, y a continuación es raptada por el malo, casi violada y rescatada medio muerta. Le dan sangre vampira para salvarla y se tira creo que tres días inconsciente. Al día siguiente de haber por fin despertado, en el primer encuentro que tiene con Fabian, sucede la siguiente conversación:
«—¿Estás bien? —me preguntó Fabian. Asentí con los labios fruncidos y una expresión sombría en la cara que decía que no lo estaba—. ¿Lo bastante bien como para hablar?
—¿Sobre qué? Hay muchas cosas de las que podríamos hablar. De quesos. De tizas. De chocolate. Del hecho de que me atacaron. Del hecho de que soy vuestra rehén. Del hecho de que toda esta situación es una mierda. Tú eliges —contesté con la voz sorprendentemente acerada.
—Sobre cómo me siento.» Colgado egoísta hijo de puta.
Después de que Violet se deje besuquear por
«Soltó una risita grave y continuó bajando los labios cada vez más y más, hasta que me di cuenta de que me había apartado la camiseta y se me veía el sujetador. Me quedé de piedra.
—Kaspar. —Me ignoró—. ¡Kaspar!
Lo empujé utilizando la mano que no tenía vendada mientras trataba de contener las lágrimas. Levantó la mirada hacia mí y vi que tenía el entrecejo fruncido.
—¿Qué?
—No hagas eso —dije titubeando, aún reprimiendo el llanto.
—¿Por qué?
Su ignorancia liberó algo y mis lágrimas comenzaron a brotar. Me señalé las cicatrices, dividida entre la rabia y el dolor, aunque el miedo lo ensombrecía todo.
—Estuve a punto de ser violada hace menos de una semana. ¡¿Por qué crees que es?! —chillé.
—Antes estabas bien —dijo, aún ceñudo.» Yo también estoy muy sorprendida. Que conste.
«—Kaspariano: dícese del sujeto tan estupendo que deja a todo el mundo a la altura del betún, sin aliento y apabullado.
Se echó a reír, un rumor grave procedente de lo más profundo de su pecho.
—Te dejo sin aliento y apabullada, ¿verdad, Nena?
—No te eches flores.» Ya se las echas tú.
Conversación de Violet consigo misma:
««¿Por qué coño prefiero a Kaspar si es un gilipollas, hablando claramente? Vale, un gilipollas que tiene sus momentos, pero un gilipollas cruel en cualquier caso.»
«Lo prefieres porque, como acabas de decir, no lo has besado sólo porque te ha seducido, ¿no es así, Violet? —indagó mi voz con su habitual tono burlón—. Escucha a tu corazón [Ortiga: ah… ¿abuela Sauce? :D]. ¿Cuál es el primer nombre que te viene a la cabeza?»
Suspiré.
—Kaspar.
Mi voz se echó a reír.
«Entonces has tomado la decisión correcta.»» **ortiga se tapa la cara con ambas manos, incapaz de reprimir la vergüenza ajena**
Acaban de follar, en la habitación de él. Están tirados en la cama, desnudos. Conversación, a quemarropa:
«—Le habrías gustado.
Me volví hacia él, confundida. Tenía la mirada clavada en el cuadro que había sobre la chimenea, y sus ojos eran una mezcla de esmeralda y gris neblinoso.
—Son tus padres, ¿no?
Asintió.
—Ésta era su habitación, hasta que ella murió (la madre de
En la última palabra se le rompió la voz e, instintivamente, le cogí la mano, me amoldé a su pecho y me acurruqué a su lado tratando de ignorar la frialdad de su piel. Estaba estupefacta, e intenté ocultarlo. Nunca le había oído mencionar a su madre de ese modo.
—Estaría orgullosa de ti.
Se volvió hacia mí, con una expresión que pretendía aparentar sorna, pero sus ojos lo traicionaban. Estaban grises.
—¿Orgullosa de mí por qué?» Ah… a juzgar por el contexto, por lo bien que follas.
Termino con algunas frases:
«Comencé a pensar en saltar del coche, pero en cuanto el plan empezó a tomar forma en mi cabeza oí un clic y se activó el cierre centralizado.» El coche va a más de 170km/h, por lo visto. ¿Por qué no la dejan intentarlo?
«P. D. Los asesinos matan por placer. Los vampiros matan para sobrevivir.» Ah… no. Los asesinos matan. Gente. Punto.
«Sus labios chocaron contra los míos y se me paró el corazón. Se me paró literalmente.» Hay, hija, ojalá. Y eso de chocar… tiene pinta aparatosa, la verdad, pero debe de ser cómo besan los vampiros en esta historia, porque se pasan todo el libro chocando labios. Como quien choca esos cinco.
«Dejé el resto de la galleta de nuevo en el plato e ignoré mi voz, que se quejaba de que era de mala educación dejar la comida a medias.» Ya tenemos algo en común. Yo también ignoro tu voz. Es irritante.
«—Te lo advierto, Nena, no voy a apartarme de tu lado en todo el día. Así que nada de cosas raras, ¿vale?
Asentí, poniendo los ojos en blanco. «Ya he tenido esta discusión con mi voz.»» Doy fe. Ha sucedido.
«No estaba a más de dos centímetros de su cuello cuando mi voz, callada desde hacía muchos días, me interrumpió con brusquedad.
«No.»
Su corazón latió, y yo desaparecí.» ¿Desapareciste? ¿Literalmente?
«me pasó las manos por detrás de la espalda y, con pericia, me desabrochó el sujetador». Hace falta pericia para desabrochar un sujetador.
El rey se entera de que han follado (él no está tan orgulloso): «Éste es el fin de su libertad, señorita Lee. El fin.» Ah, entonces, todas las afirmaciones previas de que ella estaba presa y no podía marcharse ¿eran de broma?
¡¡PRINGADA!! |
Somos dos chicas aficionadas a la lectura y en nuestro blog podéis encontrar reseñas de todo tipo y otras secciones interesantes como debates o nuestra Cadena de libros. Estamos encantadas de ser patrocinadoras de estas Malas Hierbas para que desarrollen el macabro plan que se traen entre manos y nos hagan la vida un poquito más feliz a todos.
A mi Minnie me puso de los nervios....
ResponderEliminarUn beso :D
Sólo he leído el primero. Ilusa de mí, esperaba encontrarme un thriller y... No puedo estar más de acuerdo contigo >____<
ResponderEliminarDel segundo mejor no digo nada. WTF xDDD
La verdad es que ya de por sí no lo tocaría ni con un palo...después de leer tu análisis menos XD
ResponderEliminarA mi me gustaría hacer una recomendación para esta sección si se me permite: La Oscura Verdad de Mara Dyer. Odie ese libro y ay tengo ganas de que alguien lo destripe con fundamente no se jajajaja
Un saludo <3
Ufff no recuerdo en que página me quede d ese libro, creo recordar que cuando salio algo b dimensiones, una vampira con calentadores y algo sobre unas heroínas oscuras, me pareció todo demasiado surrealista... Una pollada vamos.
ResponderEliminarYo también flipe. Planeta no tiene nada mejor que editar?
Otra cosa. No se si after sera bueno, pero la campaña de marketing que le han hecho es de puta madre, hasta una app le han sacado, si, si, miradlo vosotras mismas.
Dios, cuanto daño ha hecho wattpad...
Ay, diosito (como dicen en las telenovelas). El de los diez adolescentes huele mal, pero es que el de la pelirroja..................................... EN FIN. No entiendo cómo es posible que se sigan publicando este tipo de novelas, y que sea de planeta no me sorprende en absoluto, teniendo en cuenta la cantidad de barbaridades que he visto publicadas por ellos.
ResponderEliminarLo único que salvaba es el nombre de la isla de Diez, Henry Island, pero mayormente porque estoy enamorada de Henry Fonda en lo más profundo de mi ser, más allá de mi epidermis, y todo lo que me recuerde a él me gusta y ya.
Pregunta existencial: ¿Qué es exacticamente una wannabe?
La primera novela es una buena explicación de por qué no escribo novelas de asesinatos y misterio: porque no sé. ¿Tan difícil era, Gretchen?
ResponderEliminarY lo de los vampiros.... sin palabras, es como leer siempre lo mismo. ¿Habrá colada por ahí una frase del tipo "los vampiros no eran como había imaginado"? Con la cantidad y granel de esos bichos....
Ay, malas hierbas, temo por vuestras neuronas.
Lo de las venas afiladas es como una especie de ley de la selva. O te cortas las venas... o ellas de cortan a ti O.O
ResponderEliminardun dun duuunnnnnh
Por cierto, algún día estaría bien (creo) una entrada comentando las mayores repeticiones en lo que a prototipo de personaje se refiere. Ya sabéis; chicas wannabe con ojos de colores ultravioletas y cacaos mentales, chicos muy mazaos por los anabolizantes a pesar de tener 16 años, conductas sociales que rozan la demencia, étc.
ResponderEliminarLo comento porque viendo lo de la pelirroja y el amor que le tenéis he recordado que el protagonista de mi novela tiene el cabello rojo y ya temo por él....¿¡Será un mal personaje!? D: *saca un ventolín y respira*
XD En realidad tenemos varios personajes tipo apuntados. Uno de mis favoritos es "el cormorán ataca de nuevo". No preguntéis. Algún día haremos unas jornadas dedicadas a Harry Potter y descubriréis de qué hablo :D
ResponderEliminarPor cierto, Amaranto, no había visto tu mensaje. Para más información sobre las wannabes, consulta el glosario :D
No sé cual es peor. Odio cuando un autor estúpido escribe que sus personajes son super inteligentes. Como si el hecho de decirlo ya fuera a hacer que el personaje lo pareciera milagrosamente. Pero a ver, si tu eres tontaca no vas a lograr que tus personajes sean Sherlock Holmes xD.
ResponderEliminarEl de vampiros ya ni lo comento. He muerto con las venas afiladas y con los pseudo-intentos poéticos de la autora xD
Puedo haceros una recomendación? El libro se llama My wattpad love, y creo que una reseña vuestra de ese libro sería muy graciosa xD
ResponderEliminarMe encantan vuestras entradas, me río demasiado jaaj
He dado en la diana :D Diez ha ido a Innombrables ueeeee, no se muy bien porque me alegro.Es una alegría de ser mala gente.A ver cuando lees mi otra recomendacion que es After que también parece otra joya literaria.
ResponderEliminarEl de vampiros ese me lo recomendó una amiga XD XD no le voy a hacer caso mas
Con el segundo estoy entre la risa y el asco. Pasa automáticamente a mi lista de "mantener a distancia de seguridad" xD
ResponderEliminar¡Un saludo!
Me gustaría pregumtaros una cosa, y es que creo que se han publicado novelas de wattpad. ¿Es eso cierto? Es que por ahí he oído hablar de algo llamado "Cómo tener novio y no morir en el intento', he buscado información y parece que semejante cosa ha salido de las entrañas de Wattpad. Si fuera un libro irónico y sarcástico no diría nada y podría ser una lectura buena para partirse de risa, pero es algo de género romántico juvenil.
ResponderEliminarSaludos!! :D
Efectivamente: muchos de los horrores de wattpad rondan ahora nuestras librerías, anónimo. Yo que tú tendría cuidado O.O
ResponderEliminarSupongo que en la contraportada o en algún lado pondrá que sale de Wattpad, ¿no? No os preocupéis; si yo nunca paso por la sección de romántica juvenil; esa temática no me va. No sé qué llevará a los editores a publicar historias de amor adolescente de wattpad, con lo cutres que son...
EliminarComparar este "Diez" con el "Diez negritos" de Agatha Christie es un insulto (incluso si dicen que es la versión adolescente) y una muestra de estupidez a quien se le ocurriera la idea. Os recomiendo que le echéis un vistazo si queréis tener una referencia a una buena novela de cómo determinadas personas se quedan encerradas en una isla con un asesino entre ellas. No sé si será la que inició el "género", pero desde luego está bien llevado, justificado y los personajes son coherentes consigo mismos. Nadie te grita el nombre del culpable y, de hecho, puedes acabar el libro sin saberlo (perdón por esta mentira, el epílogo te lo revela, pero lo considero fuera de la historia y un gazapo de la autora por no querer mantener el misterio).
ResponderEliminar