
Uno nunca sabe lo injusto que es el mundo hasta que la madrugada en que coincide con luna nueva una doble lluvia de estrellas (Delta Acuáridas y Alfa Capricórnidas) anochece nublado. Aquí, a este lado de la niebla, donde el firmamento está tan cerca del bosque que casi parece que cualquier día voy a encontrarme los pies de la Vía Láctea naciendo del río.
Uno nunca sabe lo verdaderamente injusto que es el mundo hasta que a la mañana siguiente a esta noche de nubes te despierta un sol cegador y un cielo límpido y azul.
Life is such a bitch.
Así que en vez de pasar esta madrugada tumbada en el tejado, contando satélites y estrellas fugaces, la he pasado redescubriendo por qué no me gustan los críos, y mucho menos dormir con ellos. Os lo aseguro. Mi protegida es una criatura extraña, una ladrona de mantas, una ninja sonámbula, un revoltijo de rodillas y codos.
La vida es cruel.
Y quiero creer que las malas hierbas también lo somos. En especial en estas Jornadas Sangrientas, a las que oficialmente hoy echamos el cierre.
Como sabréis, este afán tan mezquino surgió a raíz de que Ortiga leyera hace ya tiempo Mentes Poderosas y lo comparara con el resto del panorama en la literatura juvenil actual (y con el sinnúmero de reseñas positivas que pululan por la blogosfera). Personalmente, creo que podríamos haber sido infinitamente más sangrientas, pero era difícil mantener el espíritu durante un periodo tan prolongado de tiempo.
Por cierto, queríamos agradeceros la acogida que han tenido las Jornadas en general, tanto a nuestros seguidores y a los lectores de incógnito como a esos amables trolls que se han pasado por el blog a amenizarnos las Jornadas con sus creativos insultos. Y, por supuesto, gracias también a los que habéis propuesto sugerencias para nuestras maldades.
También quería aprovechar para anunciar oficialmente el bautizo de nuestra mala hierba honorífica, Laura Tejada, del blog de La vieja Morla. El nombre que hemos elegido para ella es Amaranto, mala hierba también comúnmente conocida como bledo o pira. Laura, si no te gusta, lo siento.