Título: Arlia — Entre mundos
Autoras: Scarlett de Pablo y Alexia Goher
«En el mundo hay fuerzas ocultas que se rigen bajo sus propias leyes. Escondidas en las sombras, la mayoría de los humanos desconocen su existencia. Sin embargo, Arlia se alza como soberana de ese submundo desconocido, con un único objetivo: controlarlos a todos.
En el núcleo de esta organización secreta, se erigen varios internados, cuyos estudiantes se preparan para formar parte de esta guerra eterna y a su vez, aprenden a convivir en el más absoluto anonimato. Pero no todo el mundo puede ser parte de Arlia, solo los elegidos, nacidos con un don que los convierte en especiales, serán merecedores de tal oportunidad.
A través de los ojos de Kirsten y Justin, dos de estos estudiantes, nos adentraremos en los peligros de vivir entre dos realidades distintas. Un libro, un brazalete robado, un castigo en la biblioteca y un don olvidado, conformarán los ingredientes necesarios para que Kirsten se vea arrastrada al pasado en un viaje en el tiempo sin precedentes. Allí conocerá a Iacobus, un joven patricio romano que cambiará su vida por completo y la ayudará a resolver el enigma sobre el asesino que al parecer, han liberado.»
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Así fue. |
¿Cómo cayó este libro en mis manos? Todo empezó con
Mara Oliver, una mujer muy valiente a la que se le ocurrió la muy peregrina idea de mandarnos su novela, Deus ex machina. Tras ver la
crítica de la obra que publicamos en el jardín,
Scarlett, del blog El Club Escarlata, se nos puso pelusona, y decidió arriesgarse ella también.
Así que desde aquí quiero darle las gracias a Scarlett, escritora, blogger, proyecto de editora y amiga de estas pérfidas e insensibles Malas Hierbas. Gracias por compartir con nosotras tu trabajo, Scarlett. Gracias por el valor y, sobre todo, por la confianza. Y… no sé quién es Alexia Goher, pero gracias a ella también
[digo yo que habrá tenido que dar su beneplácito a este intento de suicidio, al menos].
En el fondo me gustaría seguir un rato más dando gracias, a todo el mundo, a quien se tercie. Porque eso redundaría en la posposición de la tarea que se me echa encima. Lo admito,
esta crítica me ha puesto un poco en jaque.
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Quizá es que cuando estaba escribiendo esta crítica
tenía el estómago lleno. |
Supongo que, muy en el fondo, no dejo de ser una buenaza. O tal vez todo es culpa vuestra, que me ablandáis, malditos
[sí, la culpa es vuestra, no cabe duda. Os odio]. El caso es que
soy de la opinión de que, el simple hecho de ofrecerse voluntario para someterse a mi escrutinio, requiere tanto valor que la persona en cuestión merecería un premio bien gordo sólo por atreverse. Y qué mejor premio que una crítica positiva, claro. No obstante, ya ha quedado establecido que no sé mentir. Y además
me parecería un insulto al valor de esa persona pagarle con una moneda tan rastrera como la mentira.
No me queda otra pues que ser sincera. Y me temo también que, por mucho que me gustaría poder comenzar esta crítica hablando de todas las virtudes y cualidades positivas de Entre mundos, no sé si voy a ser capaz de mostrarme muy positiva. Con lo cual, y ya que sé de antemano que esta crítica va a ser difícil de digerir,
voy a esforzarme todo lo posible para, al menos, decir cosas útiles.
[Scarlett: no me odies después de esto. Te aconsejo que te sientes en un sitio cómodo y con una bebida caliente, porque esto va a ser largo, y quizá un tanto doloroso. Como he dicho, espero que al menos te sea de utilidad.]
Empezaré por la sinopsis, como de costumbre.
¿Honestamente?
Habría que borrarla. Entera. No hago más que releerla y es que creo que no se salvan ni las comas.
Voy a hacer algo que no está tan en mi costumbre. Parto de la base de que esta sinopsis ha sido escrita por una o ambas autoras (que ellas se manifiesten si mis conjeturas no son ciertas). Así que
voy a analizarla con detenimiento, para que puedan (y podáis) ver los fallos.